🎓🎖Superación Personal
Años después♡◇♡♤♡
Las muñecas de papel Antonia, Carlota, Guadalupe y Sabina; las niñas de Rosa que en toda su infancia mostraron un espíritu de resistencia, resiliencia y superación personal. Su madre dibujó en sus almas las ganas de seguir adelante sin importar las circunstancias.
Fueron aquellas niñas, a quienes se les hizo difícil tener amigos dentro de la clase media alta. Muchas veces, las madres de sus compañeras de clases se incomodaban con la presencia de ellas. Sólo por el hecho de ser dignamente humildes. Para sus hijas, no era posible tener amigas que no llegarían a ser nada en la vida. Por ello, representaban una mala influencia y mal ejemplo para sus hijas debido a la escasez de ropa y calzados.
Las mismas muñecas de papel, que recorrieron las calles y los patios de su casa, y vecinos descalzos, caminaban por los potreros en busca de leña seca para prender el fogón, buscar el agua dulce para tomar, buscar los mangos para comer. E ir a la escuela sin un solo bocado de comida en su estómago.
Pero Rosa transforma su vida y su futuro. Se encargó de que se prepararan; con lo poco que ganaba se propuso ver a sus hijas profesionales. Hizo nuevamente un gran esfuerzo y como siempre lo logró. Aquí nadie llegó y le ofreció ayuda o colaboración para los estudios de las muñecas de Rosa. Ella sola, con la confianza plena en Dios, pudo lo que muchos otros aún, hoy en día, no han logrado.
¿Falta de fe... falta de ganas o falta de sueños?
Esas niñas se convierten en unas hermosas señoritas, con una gran preparación académica.
"CARLOTA"
La pequeña Gran Carlota, la compañera inseparable de Elio, su mejor amigo; la más tremenda de todas logró graduarse como TSU en Informática; luego estudia ING en Sistemas TIC, para luego hacer una Especialización o Maestría dentro de la Docencia.
Rosa, confiaba plenamente en ella. Había demostrado un gran espíritu de lucha, constancia y perseverancia que sobresalía por encima de todos sus hermanos. Era pequeña de estatura, pero ella se veía grande a la altura de cada situación que se le presentaba. Miedo, dudas, imposibles —jamás pasaban esas palabras por su mente. Y siempre mencionaba a Sabina: —¡La pobreza es sólo un estado de la mente!... Rodéate de personas exitosas y atraerás éxitos para tu vida; ¡Rodéate de personas mediocres y solo atraerás gente negativa! Por ello, Rosa se dedica a ayudarla en toda su preparación académica. Era Carlota la muñeca más fuerte de Rosa. Veía en ella una mujer exitosa y con un gran futuro prometedor.
Esta era la razón por la que Sabina debía esperar su turno para estudiar. Rosa le comentaba que al Carlota trabajar, ella misma se encargaría de ayudarla a costear sus estudios. Era solo cuestión de esperar. Es así como Carlota, al terminar sus estudios, comenzó a trabajar en una empresa donde tuvo la oportunidad de viajar y conocer varios países de Latinoamérica: Chile, Perú, Ecuador, Colombia y Brasil. Todos los viajes por razones de trabajo. Luego gestiona los papeles para pedir una visa e irse a los EE. UU., con la ayuda de una amiga y conocida de la universidad que ya vivía en los Estados Unidos y la invita.
Pero esta fue rechazada por el Gobierno estadounidense, por no cumplir los requisitos exigidos por migración. Esto la desilusiona totalmente, el no poder cumplir ese sueño americano. Y se regresa al pueblo, donde consigue trabajo como profesora de informática para los niños. Carlota se regresó al pueblo; pero ¿por qué?, se preguntó Sabina una y cientos de veces. —¡Qué haces aquí! ¡Tú lugar está al otro lado del mundo...! ¿Por qué no luchar por tus sueños... Vuelve a intentarlo, hermana... ¿Mamá siempre ha confiado en ti? Esas palabras pasaron por su mente en repetidas ocasiones, pero jamás se atrevió a decirle.
Luego, tuvo su primera niña Karla, a la edad de 37 años, y al cumplir los 48 años, una segunda bebé que lleva su nombre Carlota.
Su mejor amigo Elio no la vio cumplir sus sueños como profesional; perdió la vida muy joven en un trágico accidente. Aún hoy en día, jamás llegó a conocer a nadie más como él. Un verdadero compañero de caminos y tremenduras.
Carlota, aún hoy en día, está estudiando un Doctorado en Educación relacionado a la enseñanza de las RED, imparable es Carlota, en medio de una crisis transcendental que se vive en Venezuela.
"Guadalupe"
La pequeña amiga y hermanita inseparable de Sabina Guadalupe. Siempre juntas, regresaron al pueblo después de terminar un noviazgo de 5 años. Es aquí donde conoció a un nuevo chico y al poco tiempo se fue a vivir con él.
De aquí en adelante, Sabina comenzó a transitar el camino hacia la superación, pero ya sola.
Guadalupe, se casó a los 30 años y logró guardarse como Gerente Administrativo; aunque no se dedicó a su carrera, actualmente trabaja en su propio negocio; un laboratorio de citología en compañía de su esposo. Se convirtió en una mujer decidida, empoderada, con un carácter fuerte para hacer las cosas que se propone.
A los 37 años, después de un largo proceso, se convierte en madre de dos hermosos bebés. Morochos Andrea y Jesús.
¿Pero estos logros alcanzados realmente las hizo feliz? ¿Fueron sueños cumplidos para alcanzar la felicidad?
¿Y sus 4 hermanos? ¿Encontraron la verdadera razón o significado de estar vivos? Pero esto forma parte de otra historia.
¡Valió la pena tanto esfuerzo de su madre para enseñarles que, en la vida, nada llega por arte de magia! ¡Hay que sudar y a la vez derramar lágrimas para alcanzar el éxito!
"Sabina"
Y Sabina, ¿A ella le tocó la mejor parte?
Seguro que muchos se han preguntado ¿Cómo será el futuro de Sabina, la niña sabía que podía conectarse con tu interior, que tenía revelaciones por medio de los sueños, esa chica que desarrollo la inteligencia emocional...!
El gran sueño
Sabina, fue becada por una de las mejores universidades del país, donde fue graduada con una Mención de Honor a la mejor Tesis de Grado de la Universidad. Y dando honor a ser publicada. CUMPLIENDO su sueño de ser una de las mejores ING Químico del país.
Comenzó a trabajar en una prestigiosa empresa petrolera internacional con sede en Venezuela. Tuvo la oportunidad de viajar a desarrollar cursos de preparación relacionados con su competencia de trabajo. Así viaja a Europa y aprovecha y conoce la bella Italia/Venecia como el nombre de su país Venezuela, la pequeña Venecia bautizada así por españoles en su conquista. La Venecia de sus sueños de niña. Recordando el hogar de origen de su maestra la Monja.
En medio de reuniones con distintas empresas petroleras, se encuentra con su primera ilusión, Josué, quien se había graduado de ING Mecánico y trabajaba en una empresa dedicada a la producción de petróleo en Cumana, un Estado de Venezuela.
De esta forma, lograrían darse esa oportunidad que Sabina esperaba toda su vida y se casaba a los 28 años.
Mientras que su mejor amiga, Ady, se graduó de Derecho y Ciencias Políticas, logrando ocupar hoy en día, un importante cargo administrativo, nada más y nada menos que en la Presidencia de la República, al lado del actual presidente Maduro. (Miraflores).
¡Ella y Sabina mantienen una gran comunicación entre familia y de vez en cuándo se llaman por teléfono para hablar y recordar los mejores momentos de su adolescencia...!
Que hermosa historia; es lo correcto, era lo menos que Sabina se merecía.
...pero no fue así...!
En la vida, nada es como lo planeamos.
¡Los planes son del hombre, pero la última palabra la tiene Dios...!
Esta parte de su vida se llama Emmanuel.
Sabina, en realidad, fue la última en culminar sus estudios de la Universidad, logrando obtener un título de T.S.U en el área de la Mecánica Industrial (sí... mecánica, en el área de mantenimiento). Le tocó enfrentar un mundo de dificultades en las cuales jamás se dio por vencida.
Le tocó creer en ella y aferrarse a una fuente inagotable de fe en Dios.
Ya en su último año en la Universidad, conoció a un lindo chico 7 años menor que ella, era estudiante en la misma Universidad. Sabina tenía 28 años y se casó a los 2 años de haberlo conocido. La diferencia de edad le trae muchos problemas. Entre ellos desilusión y engaño. Pero con la ayuda de Dios logró salir y sacar adelante su matrimonio hasta hoy en día.
Se convirtió en madre de dos hermosos niños, Sebastián y Karla.
A pesar de los años, la protección de Dios siempre estuvo presente.
Sabina tenía 35 años para cuando Karla nació. Fue un parto por cesárea. Estaba con su hermana Guadalupe y su mamá en el hospital. Su esposo no estaba, ya que atravesaba por una crisis matrimonial.
El día del nacimiento de Karla, experimentó uno de los sucesos más impactantes en su vida.
Le colocaron la anestesia para dormir de la cintura para abajo y comenzó el procedimiento. Pero en plena cesárea se comenzó a despertar esa parte del cuerpo. Comenzó a sentir dolor; mucho dolor. Le comentó al médico de cabecera que la anestesia está perdiendo el efecto.
Esto hace que se le baje la tensión:
Comencé a sentir mucho dolor... tanto que no podía más, y de repente el dolor comienza a desaparecer poco a poco mientras mis ojos comienzan a cerrarse hasta estar en un lugar completamente oscuro.
Estoy ahí parada en plena oscuridad y al final distingo un punto brillante. Camino hacia él y mientras más camino, más se hace grande.
Es así como me encuentro en la entrada de un hermoso lugar cubierto de la naturaleza con una refrescante brisa que mueve mi larga cabellera. Se siente una gran felicidad en ese lugar.
Quiero seguir caminando para detallar mejor ese lugar tan hermoso y nunca visto con un cielo de nubes color naranja y un gran arco iris que atraviesa las montañas.
Pero, cuando me decido a caminar, alguien me toca por detrás colocando su mano en mi hombro.
Volteó rápidamente y ahí estábamos Dimas y yo. Mi amigo Dimas nuevamente frente a mí. Su sonrisa y su linda mirada.
Lo abracé fuerte y le dije ¿qué haces aquí?
Y él me contesta: —¡Aquí vivo y este es mi hogar...!
Comencé a llorar, pero de la alegría de volverlo a ver... hace años había muerto.
Le dije que sigamos para que me muestre ese hermoso lugar, pero me dijo que ¡no!
Tomó mis manos y me dice que debo regresar... que mi niño Sebastián me necesita y acabo de tener una hermosa niña.
Le dije que no. Que tenía mucho dolor, que no soportaba tanto dolor... un dolor que penetra en mi alma. Que no quería regresar a experimentar otra vez.
Y él me promete que regrese porque ya el dolor se fue... Y que él se encargará de que no sienta más dolor.
Además, me comentó que no era mi momento de irme. Que aún tenía una larga vida que recorrer con mis dos hijos y que mantenía la promesa que me hizo aquel día antes de partir al lado de Dios... de que me cuidara en cualquier situación de miedo o peligro.
Me tomó de la mano y nos regresamos al lugar que estaba oscuro. Me acompañó hasta ahí diciendo:
¡Hasta aquí llegé yo... no pudo alejarme mucho...!
¡Continua hasta el final del camino...!
Me abrazó y salió caminando de regreso.
Me fui hacia el otro lado y mientras voy a cruzar algo que parecía un portal, escucho que gritan mi nombre muchas veces. ¡Sabina... Sabina! ¡Sabina despierta... mira la hermosa niña que tuviste...!
Y es así como desperté; podría decirles que fue un sueño... pero no lo fue, todo aconteció realmente dentro de los límites de lo irreal.
Esta extraña experiencia durante la cesárea del nacimiento de su hija le cambió la manera de ver la vida. Podría creer que después de esta vida no hay nada más que oscuridad... pero podríamos estar equivocados; el cuerpo muere, pero el espíritu que es energía que se transforma no sabemos a dónde va. Recordando las 3 divinas personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo... (el Cuerpo, la Mente y el Alma).
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