🎼🎶Laberintos de amor
Tu olor a mandarina divina
Así es mi amor por ti
Recortes un camino muy sola
Sin sentido🎶🎵🎸
Sin amor real
Confundida
Te veo y confieso hoy
Que te extraño🎤🎹🎼
De mil maneras te extraño
Y te necesito
No es mentira
En amor es amor es amor
Y es verdadero 🎼🎶🎵
Porque te pienso
De mil maneras te pienso
Y te necesito
Aquí y afuera🎶♩🎼
No es mentira es amor
Es amor es amor
Y es verdadero
No es mentira es amor
Es amor es amor🎤🎼♩
Aquí te espero...! 🎙🎵🎶🎼

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El tiempo pasó rápido; el país en una completa lucha para salir adelante en medio de la crisis que se agrava cada día más.

La abuela Elena enfermó ya cumpliendo los 85 años. Sabina ya vive con su esposo y sus dos hermosos hijos. Compraron una linda casita retirada de la ciudad de Valencia donde vivía la abuela Elena. Cuando la abuela cayó en cama, pidió ver a Sabina; quería verla... Necesitaba contarle algo.

Pero Sabina, por vivir retirada de su casa, muy poco la visitaba. Y en el momento de su enfermedad, la escasez de la gasolina en el país estaba en pleno desarrollo. Motivo por el cual muy poco se podía salir en automóvil. Comenzaron a observarse en la calle y autopistas las bicicletas.

Cuando la abuela Elena se agravó, fue internada en un hospital y Sabina logró ir a verla. Ella se alegró mucho al ver a Sabina y le comentó. —Hija, porque no habías venido... ¡Ya me voy y quería verte antes de partir!

En la habitación estaban solo ella y Sabina.

Doña Elena:

—Hija, recuerdas aquella vez cuando me visitaré por primera vez... ¿El secreto que te conté sobre la rosa de Lima y su poder para generar ganancias y dinero?

Sabina:

- ¡sí, claro que lo recuerdo abuela...!

Esa vez querías contarme algo más... ¡Pero al final me regresé a casa y no volviste a mencionarme ese tema...!

Doña Elena:

—Si... tienes razón, no pude terminar de contarte exactamente qué más paso. ¡Cuando pedí a los espíritus de la naturaleza poseer tierras y ganancias económicas, también pedí algo más...! Tu abuelo Jesús era un joven muy enamorado, y varias veces logré descubrirme varias mujeres enamoradas a escondidas que tenía... Eso era motivo para vivir dejándolo y peleando con él. Razón por la cual yo siempre estaba de mal humor.

Cuando fui a ese lugar... no sólo pedí prosperidad económica... también pedí por mantener una buena relación matrimonial con tu abuelo. Y para ello, a través de la Rosa de Lima, prepararon una fragancia para hipnotizar a los hombres. En este caso sería una esencia para que, a través del olfato, tu abuelo no mire a ninguna otra mujer más que a mí.

Uno de los espíritus de la naturaleza rodeó un gran árbol frutal repleto de hermosas y provocativas, entre lo dulce y lo cítrico... De mandarinas, por ser la fruta que estaba más cerca, y tomó forma de niña, que, al impregnarse en la flor, se transformó en esencia pura. Para terminar, la reina de la naturaleza tomó un pequeño cangrejo de color rojizo y picó sus tenazas y las colocó en la opción, para finiquitar con extrañas palabras en lengua. Esto con el fin de que no falte nunca la atracción y el deseo entre los dos.

Es así como la rosa comenzó a impregnar una rica, fresca, dulce y crítica fragancia a mandarina. Me fui a casa y, al cabo de solos días, tú abuelo no tuvo de ahí en adelante ojos más que para mí. Y todas esas rochelas con mujeres fueron desapareciendo de su vida.

Sabina:

—¿Abuela... que dices? ¿Qué hicieron en una poción de amor? ¿Es la fragancia a mandarina la que siempre me ha gustado? No entiendo, acaso tiene algo que ver conmigo.

Abuela Elena:

—Al dar a luz su fruto, se acabó toda la prosperidad económica por romperse el pacto entre enemistad por hermanos de la misma sangre... ¡Pero la poción o éxtasis de amor no!

Por eso, cuando naciste tú, Rosa no dejó de olfatear con la brisa fresca del día y la noche una fragancia que emitía de tu cuerpo y que aún hoy en día te acompaña.

Doña Elena: —¡Esa fragancia ha hecho que seas fuertemente atraída por las miradas y despertes los más íntimos deseos en hombres que ni siquiera te conocen!... ¡Pasión y sex-sensualidad...!

En ese momento Sabina entendió porque en toda su vida no se sentía feliz. Porque en la parte relacionada al amor no tenía sentido... A pesar de ser tan sabia, no tenía a su lado un amor que ella lo sintiera verdadero.

Había nacido acompañada, además de la sabiduría y el conocimiento que la caracterizaba; también la acompañaba un secreto que solo ella había presenciado en lo más íntimo de su cuerpo, pero no entendía el porqué.

—Abuela... ¿Y existe alguna forma de quitar eso de mi vida? ¿Alguna forma de salir de ese laberinto?

—¡No lo sé, hija; debes averiguarlo por ti misma!... Cuando se rompió el pacto, el deseo de ser amada por un sólo hombre pasó a ser diferente... Ser deseada por varios y de esta forma impedir amar a uno solo... En realidad no sería amor verdadero si no, ¡más bien deseo! Pero no entiendo... ¡En estos tiempos de tanto avance tecnológico que existan estas cosas y supersticiones, abuela...!

—En estos tiempos, hija... Pero antes eran otros tiempos... ¡Todo ha cambiado, pero los errores del pasado nos persiguen hasta que los enfrentamos...!

—No... ¡No creo en eso, debe ser normal en unas mujeres y en otras no...! —menciona Sabina.

-Sabina... No tratas de evadir lo que te pasa... Podrás engañar a todos... Pero jamás a tu propio pensamiento. Tú sabes lo que sientes y debes aceptarlo. Tratar de ser feliz y vivir con lo que tienes. Usa todo eso a tu favor y no lo veas como algo malo que te puso la vida en el camino. —(Le dice la abuela).

Sabina: - Si... te entiendo abuela. Con razón, mamá siempre me ha mencionado que: "para qué tanto conocimiento, y tanto ayudar y aconsejar a los demás, si no tengo para mí una respuesta a tantas preguntas".

—¡Esto me ha traído tantos problemas a nivel del amor que quisiera poder cambiar el tiempo y no tener que ser atraída por esa misteriosa poción de amor...! (entre risas las dos)

En ese momento, llegaron a la habitación familiar de la abuela y un sobrino que la quería como una madre. Así me despedí de ella en el hospital.

Salí de esa habitación con el pensamiento en cada palabra y ese secreto que ya me había imaginado pero que, se sentía tan diferente que te lo digan.

Es así como, Sabina se retira pensando en cada palabra pronunciada por la abuela y la razón de tanta pasión escondida en su pensamiento y que jamás se atrevió a contar a nadie... ni siquiera a sus hermanas de más confianza, Guadalupe. Sensación que la condujo a casarse después de los 30 años. Y no sólo eso: ser atraída hasta por los novios de sus hermanas; motivo por el cual siempre andaba de mal humor. Trataba de no saludarlos. No fue para nada fácil vivir experiencias relacionadas a los noviazgos.

Decir eso significaba para ella sentir vergüenza... Sus hermanas vivían relaciones de amor y noviazgo normales. En cambio, Sabina, hasta para dar un beso, debía pensarlo mucho. ¿Por qué? ¡En mi siguiente historia lo sabrás!

Al cabo de 15 días, recibió una llamada de su tía, hermana de Rosa, y le dio la noticia de la muerte de su abuela un 22 de diciembre...

Al llegar a casa de la abuela, un primo que se encontraba con ella en sus últimas horas cuenta que al morir; una fuerte brisa sopló por la puerta de atrás de la casa y abrió las ventanas y puertas de la sala de forma muy brusca y con mucha fuerza golpeó la puerta del frente contra la pared... Revoloteando todo lo que encontró a su paso. Fue tan fuerte que volteó algunas de las sillas que había en el porche de la casa.

El primo cuenta que él venía caminando de la sala al cuarto y la brisa casi que lo tira al suelo.

Como si el espíritu de la abuela saliera con un gran impacto de su cuerpo y se perdiera en lo infinito del viento y el espacio.

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