Lo Invi-Visible.
Ya la joven Rosa y su madre Doña Elena van camino a casa con la pequeña bebé, es un trayecto largo para caminar entre tres o cuatro horas de camino. Desde casa del chamán hasta la vía principal donde esperarán el transporte para llegar a casa.
En el camino, Rosa se muestra muy callada, solo observa la naturaleza que la rodea y el cuidado de atravesar varios riachuelos o quebradas de agua dulce. Pero siente confusión entre lo acontecido con el chamán y sus palabras y la creencia de ella en Dios, Él Todo Poderoso.
Rosa solo observa y escucha el movimiento y el sonido de las ramas de los árboles que se sacuden, por efecto del viento frio y fuerte que sopla, las nubes grises anuncian la caída de la lluvia en cualquier momento, los pájaros cantan, bochinchean y vuelan de un lugar a otro buscando sus nidos y se escucha la armonía de los riachuelos al contacto de las piedras, al chorrear el agua dulce sobre ellas.
Rosa rompe el silencio y pregunta a su madre. - ¡Mamá... háblame de mi abuelo Don Pedro...! ¡Cuéntame sobre ese poder de curar enfermos...!
Y Doña Elena comienza a contarle experiencias dentro de relatos vividos y realmente mágico.
Doña Elena: -Mijita sobre tu abuelo y sus medinas, podría escribir un libro... una vez, cuando yo era niña, estaba en casa de papa, ya que él no vivía con tu abuela Bárbara, - Le aseguró, - Yo soy la única hija que tuvo con ella, era mujeriego tenía hijos aquí y allá, y con diferentes mujeres... mi mama era de carácter fuerte, no se lo aguanto mucho y lo boto de la casa - Exclamo.
- Jajaja madre, seguro era de buen parecer y un hombre muy apuesto, ... ¿Cómo era mi abuelo? - murmura y a la vez pregunta Rosa.
- Apuesto... apuesto, así como así Nooo mija, pero tenía sus encantos..., era un hombre negro, cabello afro, ojos negros y pequeños, delgado y de estatura pequeña; siempre a caballo con su sombrero pelo de guama y sus camisas manga larga, siempre con detalles de colores entre rayas y cuadros. Era considerado en la zona campestre dónde vivía, un médico naturista que poseía el don de la sanación, para otros un iluminado para sanar. En su casa lo visitaban cientos de personas al año, por la eficacia de sus medicinas naturales.
-Pero... ¿Era un buen médico?, ¿Qué pensaba la gente de él. ¿Seguramente lo creían brujo? - Sigue preguntando Rosa. -Cuenta mí padre que curaba enfermos con problemas mentales y que, al ser tratados por él, salían sanos de forma milagrosa... es más, debemos tener cuidado de lo que hablamos, no sea que los espíritus o duendes que cuidan estas montañas estén por ahí en algún matorral escuchando lo que hablamos.
-Don Pedro... Don Pedro sarga rápido por amor a Dios... apúrele por dios santo..., - Así, me sorprendieron los gritos y lamentos de unos vecinos de la comunidad, mientras yacía acostao en mi chinchorro, tomando una siesta en horas del mediodía. Muy desesperados, los padres de un joven que vivía en la localidad pedían mi ayuda para encontrar a su hijo perdido en los alrededores de una quebrada, que estaba ubicada a unos kilómetros de su casa. Éste joven, acostumbraba a visitar aquel manantial de agua dulce para bañarse en compañía de otros amigos. De esta forma, pasaban un rato agradable por las tardes. Pero cuentan sus amigos que después de bañarse y salir de la quebrada todos, el joven se sentaba en medio del riachuelo y hacia su necesidad física de ir al baño o defecaba, pero sobre el agua, mientras observaba correr las mismas en medio de la risa. (Jajajaja)
Al escuchar la noticia y ver la preocupación de los padres, me puse los zapatos y camisa más rápido que de inmediato y pido a los padres del joven que me conduzcan al lugar donde ocurrieron los hechos. Es así como, llegamos a una quebrada o riachuelo de agua muy cristalina, observando una caída de agua o catarata entre los riscos y piedras de montaña, formando cuevas profundas llenas de murciélagos que habitan en la oscuridad.
Al caminar hacia el río, en medio de rezos y palabras pedí el permiso a los espíritus del agua para hablar con ellos. Y al cabo de varios minutos, regrese y les cuento a los padres que el joven, ha sido encantado por unos duendes de agua dulce, espíritus de la naturaleza, que son los guardianes para mantener la vida del agua, cielo y tierra en constante equilibrio.
...lo cierto es que, después de tener una conexión mística por medio de una comunicación con estos espíritus protectores, les pregunte a sus padres, que para poder sacarlo del encanto debían ir en busca de sus padrinos de agua o bautizo.
Los padres del joven al escuchar esto, se dirigen al caserío en busca de los padrinos de agua y con ellos llegaron a la quebrada un grupo de curiosos enterados del extraño suceso paranormal.
Pues... al llegar los padrinos, pregunte a sus padres el nombre del joven, contestando los dos casi al mismo tiempo: - Juan... ¡se llama Juan! - Luego, pedí a los padrinos que llamen al joven en voz alta, y ellos comenzaron a gritar su nombre: - ¡Juan...! - ¡En forma repetida...!
De repente, escuchan su voz respondiendo al llamado de sus padrinos - ¡Aquí estoy... ¡Aquí estoy!
Y de esta forma, todos corren a la dirección de donde se escucha la voz de joven y quedan sorprendidos y llenos de asombró al ver el lugar donde estaba.
- ...Cuándo llegan al lugar, el joven estaba atrapado dentro de un matorral o bosque muy profundo e impenetrable, porque estaba formado por grandes mogotes o montones de tunas muy filosas, no había forma de entrar a aquel lugar formado por matorrales de tunas.
De inmediatos buscaron machetes, picos y escardillas, herramientas tradicionales para trabajar la tierra y cortar la maleza y comenzaron a cortar los tunales hasta hacer un camino y llegar hasta donde se encontraba el joven.
Al llegar al sitio donde estaba, los padres lo tomaron y lo cargaron hasta sacarlo de ahí. Estaba lleno de tunas de pie a cabeza. Los curiosos le preguntaron a cada instante.
- ¿Qué te paso? ¿Cómo llegaste ahi?
Y el joven Juan que, aunque no tenía casi fuerzas para hablar, comenta que:
- ¡Estaba ya saliendo del riachuelo y me disponía a ponerme la ropa para regresar a casa y de repente escuché que me lanzaban pequeñas piedras al agua, pensé eran los amigos que me acompañaban, pero ya ellos habían emprendido caminó adelante.
Y me pregunté - ¡seguro están escondidos por algún lugar y me quieren asustar! - terminé de vestirme, pero de repente siento que detrás de mí alguien me observa, y cuándo volteo hacia el riachuelo veo a varias personitas muy pequeñas con barbas blancas y ropa de paja y hojas secas; tenían colgado sobre su cuello, algo así como un bolso o cartera hecho de Tapara.
Quise salir corriendo, pero me atraparon y ataron con cuerdas de material natural y bejucos de esos que se forman en los árboles viejos. Y me llevaron alzado entre varios de ellos hasta este matorral, divirtiéndose con lo que me hacían entre juegos y risas... - Explicaba rápidamente a la multitud que lo escuchaba, mientras sus manos y todo su cuerpo tiembla aun del susto.
Los curiosos llenos de miedo regresaron a sus hogares contando a todo aquel que se encontraban en su camino lo sucedido.
Lo cierto es que el joven manifestó que, tuvo mucho miedo...¡, expresando ya camino a su casa: -... estoy más que seguro que los duendes protectores existen, - debemos tene mucho cuidao al visita el rio... hay algo misterio en sus aguas, si fuera ustedes, ya no me bañaría más este lugar. -Pronunciaba el muchacho con su acento campesino y muy espantado.
De esta forma, recordó la abuela Elena una de las historias contadas por su padre. A medio camino, ahí van las dos mujeres, labrando su destino y escribiendo su vida en cada paso que dan. La joven Rosa aun impresionada le pregunta:
Rosa: - ¡Madre ¿y que son esos duendes, como son?
Doña Elena:
-! Tu abuelo los consideraba seres benignos, traviesas y defensoras del medio ambiente, de ahí su nombre de protectores del medio ambiente. Estos duendes reaccionan de forma muy molesta cuando los visitantes de los bosques, montañas y ríos contaminan dejando sus desperdicios. ¡él siempre decía que, eran niños, difuntos que morían sin ser bautizados...!
Rosa comenta:
- ¿Y tienen forma, como son, los podemos ver? - pregunta con una actitud perpleja por lo que acaba de escuchar.
- ¡Sí mija...existe una gran batalla en un mundo espiritual desde que Adán y Eva pecaron!, Así como hace rato nos lo contó el Chaman; existen espíritus o Ángeles visibles e invisibles, los duendes entran en el lugar de las apariciones visibles como muchos otros, ya que existen muchas anécdotas de sus apariciones y personas que los han visto. Pueden estar solas o en grupos, y lo más impresionante es que pueden morir si el lugar donde viven es contaminado. -...Son enamorados de la naturaleza y amantes del agua, ya que consideran que el agua es un elemento sanador, que todo lo cura, lo nutre y lo limpia. Muchos los llaman espíritus de agua, pero también están vinculados con otros elementos de la naturaleza.
Rosa: - ¿Madre, pero como son, tienen forma? - Pregunta nuevamente insistiendo en saber cómo son realmente.
Doña Elena: -Si... son bonachones, traviesos y juguetones, según tu abuelo..., son pequeñas personas con barba, usan un sobrero de paja seca con forma de cono, ¡y un ropaje con hojas secas en forma de saco y chaleco con amarres de bejuco de los árboles... al parecer, les encanta tomar licor y emborracharse; además comen chimo y chupan tabaco. Tu abuelo, siempre que visitaba una laguna, río o quebrada de agua dulce les ofrecía ofrendas, a cambio de pedir protección para que se den las cosechas y para que llueva cuando los tiempos o épocas de verano son largos y de esta forma, mantenerlos contentos.
- No puedo creer que lo que me dices, cualquiera que lo escuche pensaría qué estamos locas inventando cuentos de camino, - Entre risas. (Jajajaja)
Doña Elena conocía mucho de espiritualidad y era supersticiosa ya que, visitaba frecuentemente a su padre y pudo compartir algunas lecturas de los libros de medicina natural y libros sobre magia blanca que pertenecían a su padre y que antes de morir, se los obsequió a ella para que los conservará y los guardará en un sitio seguro.
- ¡Eres muy supersticiosa...- Comenta Rosa... mientras que su madre le responde!
-Verdaita o mentira mija, yo si lo creo... y no solo hay duendes protectores de las aguas y la naturaleza, también se han visto apariciones de un tipo de duende o espíritu llamados Seretones, o duendes sobadores y enamorados que persiguen a las mujeres bonitas y se les presentan durante la noche mientras duermen. - Le comentó algo molesta con su hija incrédula y así, en medio de cuentos y experiencias vividas por su padre, ¡Doña Elena estaba encantada de hablar sobre su padre y sus dones de curación!, Sabina la bebé, va dormida y muy callada en brazos de su madre al paso del atardecer, desconociendo totalmente el destino que le espera relacionado a eventos invi-visibles que marcarán su vida. Ya dentro de solo horas llegará a su casa.
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