Quiero aclarar, que todo lo narrado en este capítulo, pasó en la vida real.

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Octubre 2019:

El cielo de repente se oscurece, unas nubes negras opacan la luz brillante del nuevo día, se escuchan gritos y llantos de todos lados, camino en la calle sola, comienzo a sudar frío... miro a todo mi alrededor, las personas todas con sus rostros tapados con una tela color negro que sólo deja ver sus ojos tristes y llenos de lágrimas... toman sus niños y corren, tengo el presentimiento de que algo terrible se acerca.

Quiero correr, pero veo a mi familia, esposo e hijos corriendo hacia mí. Sé que debemos escondernos, debo buscar donde. Mi niña llora; está muy asustada. ¿Mamá... mamá, qué está pasando?, repite una y otra vez.

Mi familia está desesperada. El llanto de las familias y sus hogares, cada momento más fuerte.

Trato de calmar a todos; de alguna forma, mi corazón confiando plenamente en Dios y el espíritu me dicen que todo va a estar bien... Observo un lugar que parece seguro. Podría describirlo como una fortaleza hecha de concreto macizo impenetrable. Es grande y hay espacio para mucha gente.

Les pido a todos que vayamos a aquel lugar, y mi familia y mucha gente me siguen. Llegamos... pero aún nadie descubre su cara... Unos lloran mientras otros rezan y piden de rodilla a Dios que nos proteja.

Podría describir aquí que se trataba de una guerra, pero lo más extraño era, ¡sí es una guerra, no había soldados y mucho menos bombas o aviones de guerra! Pero definitivamente, se trata de la presencia de algo muy fuerte, que causaba mucho terror y lamentos.

Dentro de aquel lugar había pan y granos... Había comida.

Tuve miedo y desconfianza en pensar ¿Qué íbamos a comer? Sin embargo, ahí me sentía segura con mis hijos. Me senté muy cerca de la entrada para observar, y una gran nube negra se acerca.

El cielo comienza a tornarse gris oscuro, como si se apresurase una gran tormenta que va arrasando con todo a su paso, y de repente, una gran cantidad de pájaros de diferentes especies, tamaños y colores se dirige al lado contrario de donde viene la tormenta.

Es como si la naturaleza, dentro de su magia y como madre protectora, enviaba una señal por medio de los pájaros, sobre el terror que se avecina... No habrá distinción, ni color de piel, ni raza o religión y mucho menos clase social; afectará a todos por igual.

Mi pensamiento traspasa los límites de la realidad y siento que debemos orar; y que todo va a estar bien... ¡esto también pasará...! Palabras que pasan por mi mente. Los pájaros siguen y se escucha su grito y el de personas a lo lejos que lloran, como una señal de peligro inminente y un aviso relacionado a que debemos protegernos. Es así como observó en una larga calle solitaria un monje con su ropa color marrón y en su cintura atada una soga no muy gruesa... sus ojos miran fijamente el lugar donde estamos y sus ojos brillan como dos luceros prendidos en fuego; como si todo su ser fuera energía pura. Lleva un bastón y lo levantó, indicando hacia la derecha donde estaba ubicada una iglesia llena de personas que corrían a refugiarse en ella.

Corrí hacia la iglesia que debería estar repleta de personas, pero al llegar está totalmente vacía... ¿Dónde está toda la gente que vi entrar... acaso tiene pasadizos secretos... qué está pasando aquí? Me paré justo en la gran puerta de la entrada y al final estaba un letrero escrito en la pared frente a mí.

Sali corriendo de ese lugar y llegue nuevamente donde estábamos todos escondidos y les indique que debíamos orar.

Todos cierran los ojos, hacemos una gran cadena de oración y cuándo los abrimos; todo está pasando, ya las nubes negras se habían espumado y la claridad volvió a iluminar las calles.

Salimos, aún asustados y confundidos. Todo está en un completo silencio. Aparentemente parece normal y todo en su lugar. Las calles están llenas de hojas secas y se observa la presencia de animales en las calles de concreto. Como si esos espacios construidos de concreto en algún momento les pertenecieran. Todo indica que pasamos años encerrados... como si las horas fueran años.

La gente encerrada en sus casas, comienzan a abrir las puertas y salir. Unos lloran observando de lejos los cuerpos sin vida de sus familias; muchos perecieron en aquella tormenta... y otros dan gracias a Dios y permiten seguir viviendo. Abrazo a mi familia en círculo, todos, y mirando al cielo agradecemos a Dios por su infinita protección y amor.

De repente, me llama mi esposo. ¡Sabina despierta... ya el café está listo!

Desperté de esa horrible pesadilla y aún mi corazón palpita. De inmediato recordé que ya antes había soñado algo parecido... el monje, la iglesia y la oración... todo lo sucedido ya lo había visto antes en mis sueños muchos años atrás. Nuevamente las imágenes de personas con sus rostros tapados. Y lo más impresionante de todo es que este era el año de aquella pesadilla cuando sólo tenía 20 años... ¡El 2019!

Se eriza mi piel, me levanto y voy a tomar mi café y decido contar a mi esposo que: —¡lo que sentí en ese momento fue una revelación!

¡Cariño... tuve pesadillas anoche... creo que fue un mensaje para todos! Algo horrible va a pasar en el país o no sé dónde... ¡pero no es bueno!

Mi esposo no cree en estas cosas; sin embargo, tuvo curiosidad y después de escuchar el sueño que tuve, me preguntó: —¿Pero... fue una guerra, sería una guerra... ¿cómo hoy en día hay tantos conflictos... Ucrania y Rusia, o EE. UU. y China... ¿Y nuestro país en medio de tantos problemas...? ¿...pudiera ser una guerra mundial...??

Le contesté: —¡... Si es una guerra, pero había algo diferente... sin soldados; ¡sin bombas nucleares y mucho menos combates cuerpo a cuerpo...!

Era más bien como, una guerra de 5ta generación; con el uso de otro tipo de armas mortales, ¡con el uso de la innovación...!

Es así como, terminan de hablar sobre esa revelación o sueño que he imaginado:

¡Solo es un sueño más y ya... nada pasará!

Un mes después. Noviembre 2019.

Sabina se levantó temprano; la contactó una cliente de Colombia y debe hacer varios trabajos relacionados a Artículos y Proyectos de Tesis en base a correcciones de fondo. Me metí en Google para investigar algunos antecedentes de investigaciones relacionadas a los temas planteados, y de repente se encuentra con una noticia que la preocupa.

Deja de hacer el trabajo y decide leer lo que plantea el encabezado de esa noticia de un portal de noticias de China, que decía:

¡China advierte al mundo que descubren un virus mortal cuyo nombre es el COVID-19 y que se extenderá por Europa y luego a todos los continentes del mundo, por ello los gobiernos debían tomar medidas de emergencia desde ya; recomendando una cuarentena y el uso de tapabocas... Por otro lado, ¡advierten que no hay vacuna y explican de forma científica de qué se trata esa nueva enfermedad!

De inmediato recordó aquella pesadilla de hacía más o menos un mes... Sabía que era un mensaje. Se levantó casi que corriendo hacia donde estaba su esposo y le dijo: —¡Cariño... salió en las noticias hoy, viene un virus muy peligroso que va a causar mucho daño; debemos comprar todo lo necesario para tener en casa! De alguna forma, en el sueño que tuve; debíamos estar encerrados. Tuvo miedo al momento de contarle.

Pero, su esposo se ríe, —¡No, cariño, eso no es cierto! Los chinos son capaces de inventar eso. ¡Recuerda que las potencias mundiales están en una constante lucha por controlar el planeta!

Ella le dijo; —¡Es cierto, escúchame... debemos cuidarnos...!

Pero él igual no creía en las palabras de Sabina y continuó trabajando.

Se retiró hacia el computador, pensando: ¿será verdad... mi esposo tiene razón? Busco noticias de otros países, sobre todo de América, EE. UU.; pero el gobierno negó que eso podría ser cierto. Aun así, Sabina siguió trabajando, tratando de olvidar lo leído en el portal de noticias.

Pasó el mes de diciembre y los primeros de enero; se corre la voz de alerta a nivel mundial de la aparición del virus, se expande rápidamente por todo el mundo; ya es catalogada pandemia a nivel mundial donde, las cifras de muertos eran alarmantes en todos los rincones del país.

Noticias de todos los países y gobiernos del mundo salen a convencer a la humanidad que deben protegerse y cuidarse porque no hay vacunas. La ciencia tan avanzada TIC, en su totalidad, trabaja en la búsqueda de la cura para este virus, pero no dan con ella.

Sabina, ya en cuarentena con sus hijos en casa, conversa con su esposo sobre el virus. Y ahí recuerda lo que ella le había contado de su sueño.

Y le pregunta: —¿Cómo... lo presentiste... cómo sabías que pasaría?

Sabina: —...Sólo sentí aquella noche que lo que pasó en medio de esa pesadilla era real, ¡iba a suceder y ese era el mensaje cuando escuché los pájaros gritar! , ¿Y la cura... no viste la cura... la vacuna cuál es...?

Sabina: —Si... vi la cura o la vacuna; la vacuna era la oración en cadenas de oración. ¡Salmo 91!

Pasaron dos años en cuarentena, todo un país tomaba las medidas de precaución y aun así murieron muchas personas, amigos y vecinos allegado y conocidos de Sabina; pero, aunque algunos familiares fueron contagiados por el virus; salieron con éxito de esa mortal enfermedad.