El Barro en tus Manos☄
Capítulo dedicado a mi hermano Mario Librado, por su gran espíritu de responsabilidad y esmero para hacer las cosas. Gracias hermano, por estar ahí siempre para sentirme segura. Ahora, al verte cuidar a tú hija, recuerdo que, de la misma forma lo hacías con migo. Te quiero mucho.
Díos Siempre Provee.
El milagro de amar el barro con tus manos..!🖑🖐👏
Para Rosa, esta situación no es impedimento para seguir adelante. Sigue preparándose académicamente y para sus hijos no es un obstáculo para desmotivarse en sus estudios.
El Barro en tus Manos
¡El milagro de amar el barro con tus manos...!
Llega una nueva Navidad, el pueblo de Maparari como todos los años se viste de fiesta, llegan los hijos del pueblo que emigraron a la ciudad en busca de nuevas oportunidades de superación económica y profesional aprovechando la industrialización del país.
Las gaitas y el peculiar plato navideño (hallacas, ensalada de gallina, y pan de jamón) no faltan en las mesas y cenas navideñas de la mayoría de los hogares.
Rosa, como siempre, prepara su rico carato o bebida a base del corazón del maíz. Es un año más para los niños de Rosa. No tiene nada en la mesa para servir; sin embargo, los niños andan contentos por el patio jugando a la libertad y a escondidas. Aprovechaban las vacaciones de la escuela.
En la Iglesia, como todos los años, comienzan las inscripciones para participar en la competencia del mejor pesebre o nacimiento; esto se celebra todos los años. Se alistan las familias por calle y diseñan y decoran los más hermosos pesebres; para darle un toque de armonía y esplendor a las mágicas navidades de Maparari. Todo era parte de una gran emoción para el pueblo.
Este año, el sacerdote se encargó de hacer un gran regalo para el ganador. Recogió más de 3 cestas de comida; entre ellas había una gran cesta con todos los ingredientes necesarios para hacer hallacas, vinos, chocolates, dulces, galletas y mucho más. Además, apartó un premio en efectivos de 2000 bolívares, que para la época correspondía a 800$ actuales.
Era suficiente dinero como para comprar 3 bicicletas y muchas cosas más. Pero aún faltaba un regalo. Todo eso venía acompañado de una gran imagen del Sagrado Corazón de Jesús; muy grande, medía 1 metro de largo por un metro de ancho.
De verdad, este año valía la pena participar; eran muchas las personas inscritas.
Un día, 13 de diciembre 1987, los niños juegan con arcilla o barro. La loma estaba llena de casas o cuevas de Bachacos que todas las noches habría sus madrigueras y en la mañana, amanecía la loma llena de montones de arcilla del profundo corazón de la tierra.
Se trataba de una arcilla de color rojizo y, al amasar con agua, se hacía muy suave en las manos de los niños. Librado a quién le encantaba diseñar carros dando forma a la arcilla, observó en un libro unas imágenes de unos hermosos pesebres.
Las imágenes costaban de un pueblo llamado Belén, con sus casitas alrededor de un riachuelo. Por otro lado, había un espacio dónde abundaban las ovejas blancas y un hombre que las pastoreaba. Tenía un establo dónde estaba el niño Jesús dormido en una pequeña cuna de paja y a su alrededor sus padres María y José; también había animales del establo como una mula y un buey.
Aparte, en una gran montaña que rodeaba la imagen, sobresalía la gran estrella de Belén; indicando el camino a los 3 Reyes Magos que iban camino a entregar ofrendas al nuevo Rey de Reyes nacido. ¡Las ofrendas eran el incienso, el oro y la mirra...!
Librado, al observar el dibujo, se dirige a la loma y en un tazón grande coloca una cantidad de arcilla. Se sienta en las raíces, bajo el gran cují y se concentra en amasar con agua aquella mezcla, hasta dejarla muy suave y manejable con las manos.
Toma la imagen y muy detallado comienza a dar forma a uno de los Reyes Magos, por medio de un pedazo de arcilla bien amasada con sus manos. Sabina, Carlota, José y Guadalupe también juegan haciendo casitas de piedra y trastos viejos.
Al cabo de unas horas, Sabina observa que Librado tiene rato haciendo algo sentado en la loma muy callado. Y decide subir. Quiere saber qué es lo que tanto lo distrae y es tan importante, que no ha bajado ni siquiera a comer.
¡Ya es más de medio día!
Sabina, al llegar dónde se encuentra Librado, le pregunta: -¿Qué tanto haces? Maita lleva rato llamándote para comer, ya se enfría tú sopa.
Librado, concentrado en lo que hace, toma algo que tiene ya listo a su lado y le dice: -¡Mira lo que hice!
Sabina, observa detalladamente... Se trataba de una hermosa obra hecha de arcilla; uno de los Reyes Magos del pesebre. Era extraordinariamente hermosa, bien diseñada; cada línea de su cara, ojos, corona, ropa, su manto y las arrugas y barba de su cara. Era increíble la forma como sus manos lograron dar forma al Rey. Sabina por unos segundos se queda muda y Librado solo sonríe viendo lo impresionada que estaba.
De inmediato, sale corriendo a casa a buscar a sus hermanos y a Rosa. Gritaba muy feliz, -¡Mamá...! Ven a ver lo que Librado hizo con la arcilla... ¡Vengan todos...!
Los niños y Rosa, quien estaba remendando unas sabanas ya rotas; se levanta de la cama donde cose a mano y le dice:
Rosa: -¡Ya voy... ya voy, muchachos, no me hagan perder el tiempo! estoy ocupada...!
Y mientras va subiendo la loma, les indica que
Rosa: -¡Ya está bueno de amasar barro!... ¡Es hora de bañarse y lavar toda esa ropa llena de lodo!
Pero cuando Librado le muestra la imagen diseñada de arcilla, el Rey Mago monta en su camello. Sus ojos se llenaron de una gran impresión. -¡Dios mío!... ¿Hijo tú hiciste eso?
Librado: -Maita... yo lo hice... Todo el tiempo hago cosas con arcilla.
Rosa: -¿Pero ¿Cómo hiciste, hijo, ¿Cómo sabías que el Rey Mago es así?...
Librado, quién tenía al lado la imagen en un libro, le dice a su madre:
- ¡Lo saque de aquí...! Y le muestra la imagen. Lo extraordinario es que aquel muñeco de barro, por así llamarlo, era idéntico al del dibujo. Todas las marcas y formas que Librado le dio, eran idénticas al dibujo. ¡Es increíble que tengas unas manos llenas de magia para elaborar tan perfectamente este muñeco de barro o arcilla...! (murmura Carlota)
De inmediato, Rosa le pregunta a su hijo mientras toma el libro y observa las figuras dibujadas: Rosa: -¿Hijo... tú serías capaz de hacer todos estos muñecos? ¿Todo hijo, hasta el pastor de las ovejas en arcilla...?
Librado: -Caro que sí; ¡los hiciese todos, mamá... todos iguales...!
Y es así como Rosa les dice a sus hijos que están allí reunidos alrededor de Librado y les propone que:
Rosa: -¡Y si nos inscribimos en el concurso de pesebres, hijo! Y se dirige a Librado: -¡Hijo ve a inscribirte! Librado y aun dudando le dice a su madre: -¿Será mamá? ...Pero no creo que ganemos. Son solo muñecos de barro y los pesebres este año son muy bien elaborados... ¡No creo que sea posible ganar!
Rosa: -¡No importa, hijo, sí se gana o se pierde, lo importante es participar y que las personas vean lo bonito que trabajas con tus manos!... ¡Tienes unas manos de diseñador...!
Sabina termina diciendo a su hermano: -Tienes manos mágicas. ¡Nadie lo haría mejor que tú...!
Rosa: -¡Anda, hijo, anda corre!... ¡No sea que ya no haya inscripciones y pierdas esta oportunidad!
Es así como Librado, Rosa y los niños bajan con Librado a casa. Librado se lava bien sus manos y cara llenas de lodo, se pone sus zapatos y, así con la ropa sucia y llena de arcilla, se dirige a la Iglesia y se inscribe en el concurso.
Ya está Librado inscrito; comienza una minuciosa búsqueda de materiales reciclables y naturales para la construcción del pesebre. Rosa y todos colaboran. Está vez trabajarán en equipo.
Rosa ubica un lugar frente a la calle, para que todo aquel que pase lo vea. Debe tener un techo para que la lluvia y la llovizna no dañen los muñecos de arcilla. Librado se dedica a diseñar cada figura con mucha concentración y mucha, mucha paciencia. Pasabas largas horas sentado, dedicado a hacer un trabajo lo mejor posible. Se trataba de la arcilla o el barro que se convierte en milagro; de eso se trata el misterio de la Navidad y engendra una gran maravilla. Silvio Rodríguez lo establece en una canción:
! Debes amar la arcilla que va en tus manos.
Debes amar la arena hasta la locura;
Y sí no, no la emprendan, que será en vano;
Solo el amor alumbra lo que perdura.
Solo el amor convierte el milagro en barro.
Sabina con el resto de sus hermanos, Carlota, Guadalupe y hasta Eduardo buscaban piedras, matas, palos, bolsas de papel y cajas de cartón. Muchos materiales; algunos los pedían a los vecinos y en las bodegas.
Librado, ya tiene listos los muñecos que darán forma al pesebre y su madre y el resto de sus hermanos ya tienen casi terminada la estructura del pesebre. Solo faltan detalles; Librado, en compañía de Elio, van al potrero y traen Barbas de Palo. Ese material, se utilizaba como especie de grama verde para decorar los pesebres. Solo faltan un toque de luz y la estrella de Belén. Deben apurarse, solo faltan 3 días para que los jueces pasen a evaluar el 21 de diciembre y el 24 de diciembre, Día de Navidad y Noche Buena, sería la elección del pesebre ganador.
Rosa envía a Carlota a la bodega y pregunta ¿en cuánto están las luces navideñas? Ella quiere colocar, aunque sea, una línea de luces de colores. Eran costosas, por lo tanto, solo compra una.
Por fin, el 21 de diciembre en la mañana, ya el pesebre elaborado de arcilla estaba listo para ser evaluado. Un hermoso pesebre grande, muy grande. Los muñecos median como medio metro (1/2); cada uno. Todos los muñecos fueron hechos en arcilla; desde las docenas de ovejas, las casas, la Iglesia, los camellos, la Mula y el Buey. Todo de arcilla. Fue una gran experiencia familiar. Un trabajo en conjunto dónde todos participaron. Pero Librado fue el gran pequeño escultor.
Las personas y habitantes del pueblo que pasaban frente a la casa de Rosa, dónde estaba ubicado el pesebre; se quedaban observando el simple, pero a la vez extraordinario diseño del pesebre. Fueron muchos los curiosos que fueron a visitarlo y tomarle fotos.
Fue una gran competencia, había pesebres llenos de luces navideñas que cambiaban de todos los colores, diseños espectaculares dentro de música y movimientos verdaderos de las quebradas de agua. Muñecos que movían sus manos de un lado a otro.
En resumidas cuentas, era una competencia muy reñida.
Pero Rosa, en compañía de sus hijos, demuestra que, como hermanos, siempre deben trabajar unidos ante cualquier circunstancia o dificultad. Que jamás los separe el orgullo y la prepotencia que, en vez de criticar defectos entre ellos, deben amarse uno al otro. Les plantea que trabajen en forma conjunta para que Dios envíe las suficientes bendiciones y en la vida de adultos nada les falte.
"...La vida los pondrá a prueba más adelante, su madre lo sabe".
Por fin llegó el día de la evaluación de los jueces. Por horas de la tarde llegan a casa de Rosa. Librado los recibe; eran varios los encargados de evaluar los diseños. Observaban y se comunicaban entre ellos. Rosa y los niños estaban sentados solos, observando de lejos, debajo del gran árbol Zapatero, mientras Librado los atiende. ¡Claro! Era él quién representaba su pesebre. Le hicieron preguntas sobre que lo motivó hacer su pesebre y él les responde que la idea fue de su mamá. Y su mayor inspiración era ayudar a sus hermanitos y mamá si llegase a ganar.
Es así como los jurados toman nota y se retiran hacia la siguiente casa a evaluar el siguiente pesebre. Librado no los nota muy animados con el pesebre. Pero igual está orgulloso porque sabe que hizo un gran trabajo.
Solo toca esperar 3 días más para saber los resultados. El día 24, el toque de las campanas de la iglesia a las 7 de la noche avisa que ya comenzó la misa de la Navidad. Los niños de Rosa no asisten a la misa; ya tienen claro que no cuentan con buena ropa, presentable para asistir, por ello, Rosa no los deja asistir. De igual forma, ninguno cree que su pesebre resulte ganador. Ni siquiera las figuras estaban pintadas con acuarelas. No tenían dinero para comprar comida, mucho menos pintura.
Rosa está de cumpleaños y hace un pan de horno, muy rico con masa de maíz y papelón. Lo cocinó en las brasas del fogón y le quedó muy bueno. Esa sería nuestra cena. Ya está listo el pan y huele muy rico. Rosa reúne a los niños para darles su trozo de pan.
Mientras que, en la Iglesia, ya después de dar por terminada la celebración de la Misa de Noche Buena, el Padre procede a dictar el nombre de los ganadores de los 3 primeros lugares del mejor pesebre. Nombra el 3er lugar; luego el 2do lugar y por último, se dirige a todos los presentes y exclama muy feliz el gran ganador del mejor pesebre del año y menciona:
Sacerdote: ¡el ganador de este año es Morles Librado! Todos en la Iglesia se miran a la cara mientras él Sacerdote repite nuevamente... El ganador Librado Morles, que se acercó a retirar su gran premio.
Pero todos murmuran y se miran; nadie se levanta. Se preguntaban entre ellos. ¿Quién es ese Librado Morles? ¿Quién es, dónde vive... aquí en la Iglesia no se encuentra esta noche...?
Pero, por causalidad de la vida, la vecina Chena esa noche sí fue a la misa y de inmediato les dice a todos: -Yo sé quién es Librado Morles, es un niño que vive frente a mí casa... el hijo de Rosa, dame un momento que ya salgo a buscarlo.
El Padre o Sacerdote le pide que sí; que vaya a buscarlo y lo traiga ante su presencia. Quiere conocerlo y además felicitarlo por tan esmerado y hermoso trabajo.
En eso de las 8 de la noche, mientras los niños y Rosa están comiendo su pan con un vaso de Carato, la vecina Chena viene bajando la loma y llamando;
-¡Librado... te solicitan en la Iglesia, hijo... el Padre te manda a buscar; ganaste el 1er lugar del mejor pesebre, ¡vamos, ponte los zapatos y vamos a la Iglesia que el Padre te espera...! Ganado el 1er lugar. Habían hecho un buen trabajo juntos, unidos.
Sabina pensaba, ¡mamá tenía razón; sí trabajamos juntos o Unidos seremos mejores...! Chena le pide a Rosa que, también lo acompañe José, su hermanito, ya que son muchas las cestas de comida y Librado solo no podrá cargar con todo. Los niños salen con Chena y todos los demás se quedan en la casa en la espera. Sabina estaba callada. Solo sentía él palpitar de su corazón. Era algo increíble. Era el día de Noche Buena, el día del cumpleaños de su mamá y el día del nacimiento del niño Jesús.
Sabina: -¡El Niño Jesús este año sí que de verdad se acordó de nosotros... nos trajo demasiada comida... que alegría! Dios acababa de responder una de las preguntas de Sabina. Dios puede tardar... Pero jamás olvida lo que promete.
Mientras sus hermanos vienen bajando la loma por la calle, casi sin poder caminar del peso de tanta comida y alimentos... Y entregan el dinero a Rosa para comprar lo que haga falta. Y es ahí donde, Librado le entrega a Sabina una imagen tipo pergamino doblado y le dice:
Librado: - ¡Hermanita, esto es para ti!
Sabina lo toma y lo abre lentamente... Se trataba de aquel señor de pelo largo y barba corta con una manta entre blanca y gris y un corazón en medio de su pecho rodeado de una corona de espina con gotas de sangre... el mismo que colgaba encima de la pared dentro de la escuela de Monjas.
¡Era la misma imagen: ¡El "Sagrado Corazón de Jesús" ... quién se convertirá en su mejor amigo, protector y apoyo en todo su recorrido por la vida! Fue una hermosa Navidad. Como nunca, sobró la comida y la bebida. Los dulces y golosinas. Fue el mejor de los regalos que el Niño Jesús pudo darles ese año.
Librado... Mamá te llamó así, dedicando tu nombre al médico que te atendía cuando eras un bebé, el doctor Mario Librado. No tengo cómo agradecerte tantos cuidados en la escuela. A tu lado aprendí a no abandonar nunca a tu hermano. El ser tu niña, me hacía sentir segura en cualquier lugar. Estas palabras son para ti...
-Nacemos con la sabiduría necesaria para cumplir los sueños.
Somos sabios cuándo tomamos las decisiones acertadas y trabajamos Unidos como hermanos.
-Somos sabios cuándo trabajamos en forma conjunta para dar paso a un gran proyecto de vida
; somos sabios cuándo escuchamos el consejo de nuestros padres; somos sabios cuándo confiamos en lo que hacemos; -Somos sabios cuándo creemos y tememos a Dios.
-Somos sabios con el simple hecho de creer que cada dificultad tiene o viene acompañada de un propósito.
-Y somos sabios cuándo entendemos el mensaje de Dios.
Gracias, hermanitoooo...
Dios seguirá sorprendiendo a Sabina y llenándola de una gran espiritualidad basada en la bondad y en ayudar a los más necesitados...
Después de la tormenta siempre llega la calma; las dificultades y las heridas siempre vienen acompañadas de grandes oportunidades... todo depende del ángulo que lo veas. No importa el tipo de problema que enfrentes, por más duro o doloroso que sea, siempre traerá un cambio a tu vida en lo personal y en lo espiritual. Nada sucede por casualidad; Dios está detrás de todo lo que sucede a nuestro alrededor; bueno o malo, todo es con un propósito divino.
Solo mantén a Dios en todos tus planes y proyectos y verás el regalo inesperado.
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