18
-¿Notas algo extraño?- preguntó Nezu a nadie en específico, estaban en la sala de observación, nuevamente se había realizado el juego de Héroes vs Villanos en la clase de heroísmo de la 1A. Les había llevado las últimas dos horas de escuela del día de ayer llevar a cabo el evento, sólo ésa mañana pudieron ver las grabaciones de las batallas.
Varios maestros conservaban la batalla que se desarrollaba en el gimnasio gamma, la pareja de héroes Bakugou y Kirishima se enfrentaba a la de villanos conformada por Jirou y Sato. Aizawa se veía profundamente cansado, más de lo normal, a su lado, Toshinori estaba confundido, sin embargo algunos de los maestros se veían compungidos de alguna manera.
-No confía- fue la respuesta de Nemuri.
All Might se sobresaltó, miró con algo parecido al desconcierto a la mujer, sin embargo ésta lo ignoró, su mirada permanecía en las pantallas, Nezu sólo asintió con seriedad, la misma que poseía desde el incidente de Izuku Midoriya.
-Trabajan en conjunto, pero no deja de mirar sobre los hombros, como si no creyera que Kirishima hiciera lo suyo protegiéndolo- habló la voz cansada de Aizawa.
-Eso no puede ser verdad- All Might dijo con testarudez, pero el maestro de aula sólo apretó los labios con cansancio.
-Deja de ser testarudo, no vivimos en un mundo de rosa donde tras una disculpa todos volvemos a confiar entre todos, madura- le gruñó con saña. El rubio sólo suspiró mirando sus manos entrelazadas, aunque por su expresión se sabía que seguía sin creer nada.
-Es justo como dijo Aizawa, el joven Bakugou probablemente nunca vuelva a confiar en sus compañeros de aula, es un hecho- volvió a hablar Nezu.
-Bueno pero no podemos hacer un cambio de aula sólo por cada alumno que no confíe en sus compañeros- ésta vez fue el turno de Vlad para hablar.
-No, no se puede- murmuró Aizawa.
-De hecho- fue Nezu quien volvió a retomar la palabra -Y aunque no sólo es el joven Bakugou, sino también Todoroki y Aoyama- en pantallas diferentes se mostraba los ejercicios de los últimos mencionados, en uno Aoyama trabajaba con Mineta como Villano contra Yaoyorozu y Tokoyami, en el otro Todoroki y Uraraka contra Lida y Shoji.
-Ellos ahora son los más cercanos a Midoriya- señaló Vlad -Junto con uno mío, Monoma-Kun-
-Lo he notado también-
-No podemos hacer nada-
- No es como si pudiéramos obligarlos a confiar en personas en las que no lo hacen- exclamó otro.
-Solo debemos dejarlos así- volvió a hablar Aizawa con voz resignada -Están enojados, dolidos y traicionados, si los forzamos sólo empeorará-
-¡Pero no podemos dejarlos así!- Toshinori se levantó del asiento exaltado, incapaz de creer lo que sus compañeros héroes y profesores decían -La confianza entre héroes y compinches lo es todo- señaló.
-All Might si crees que a éstos niños les interesa lo que tú especialmente pienses sobre la confianza, eres un idiota- dijo de forma contundente el héroe clandestino.
-No es por agregar más sal a la herida- dijo Vlad mientras se removía incómodo en su asiento -Pero la otra vez los oí hablar- de repente había un montón de ojos sobre él hombre, lo que lo puso más nervioso - Se oían como si te odiaran- y All Might sólo pudo abrir la boca estúpidamente, como si su pequeña mente no pudiera concebir algo así.
-Lo único que podemos hacer ahora es dejar que todo siga su curso- Nezu nuevamente volvió a tomar la palabra. Interrumpiendo lo que probablemente sería uno de los discursos moralistas del rubio -Éstos niños aprendieron algo realmente oscuro del mundo de los héroes, sólo esperemos que éso no los haya desanimado para poder ser uno- el silencio que les siguió fue tenso.
Bakugo se encontraba en la sala con Aoyama realizando una rutina para el rubio; del cuarteto de amigos era el único quien no manejaba de manera adecuada las batallas cercanas, hacía dos días que Izuku lo había mencionado en su pequeño chat grupal y desde entonces el rubio explosivo y el usuario de fuego y hielo probaron sus conocimientos y habilidad, para, en base a ello realizar una rutina de ejercicios y prácticas de peleas cuerpo a cuerpo.
Ahora, en la tarde de viernes después de la escuela, ambos rubios miraban los horarios de cada uno para encontrar un par de horas donde cada uno pudiera practicar. Tenían un par de hojas sueltas en la mesa de café de la sala comunal y algunos cuadernos con apuntes de Izuku mientras discutían cómo empezarían el entrenamiento, todo ello siendo observado por el que alguna vez fue el Bakusquad, quienes desde la mesa del comedor los miraban sin nada de disimulo, sobre todo cierto pelirrojo con cara de cachorro apaleado.
-Katsuki- escucharon la voz monótona de Todoroki que salía desde la cocina con una bandeja con un servicio de té para los tres chicos, el rubio saltó al oír su nombre, antes de sonreír un poco; solo un poco, y levantarse a ayudarlo y buscar un par de dulces para comerlos con el té.
-Usas demasiado mi nombre- reprochó casi con cariño, el de ojos bicolores sonrió con suavidad mientras se sentaban junto a Yuuga, quien les sonreía casi con indulgencia.
-Me diste permiso- mencionó Todoroki -Además me hace sentir más cercano a ti- el rubio sólo frunció el ceño mientras un suave rosa se instalaba en su mejillas, ignoraron los jadeos provenientes de la mesa del comedor, demasiados absortos en su pequeño grupo como para tomarles importancia.
La conversación continuó con Aoyama decidiendo pedir él mismo el permiso para utilizar uno de los gimnasios de la escuela y confirmando con un mensaje que Izuku se reuniría con ellos en cada sesión de entrenamiento. Él resto de la clase parecía orbitar alrededor de los tres muchachos, quienes ignoraban olímpicamente a los demás, se podía ver a Kirishima y Kaminari quienes se removían incómodos en sus lugares en las sillas del comedor mirando a Bakugou, un poco más lejos estaban Lida y Uraraka, quienes susurraban entre ellos sin dejar de lanzar miradas a Todoroki, más cerca de ellos en el sofá paralelo a ellos estaba Tokoyami revisando algo en el celular pero siempre lanzando miradas de reojo a Aoyama.
Se sentían perseguidos, pero no podían hacer nada pues los dormitorios eran de todos y no se encerrarían en sus habitaciones sólo por que el resto de sus compañeros sean unos traidores.
Katsuki suspiró mientras se recostaba en el sofá y se extendía en él; su cabeza sobre una de las orejas del gran sillón y sus pies alcanzando el otro extremo, frente a él pero sentado en el piso ahora estaba Yuuga con la cabeza descansando casi sobre su estómago, a quien por supuesto decidió acariciar los cabellos; se veían muy suaves, y no se negaría a sí mismo el acariciarlos con el sentimiento de domesticidad que lo inundaba, no pasó mucho tiempo hasta que Shoto se uniera. Tomó las piernas del rubio explosivo tomando su lugar en el sofá donde dejó las piernas de Katsuki sobre su regazo dando pequeños masajes a sus tobillos logrando que el agresivo rubio se relajara aún más. Yuuga también decidió desparramarse sobre parte de sus rodillas aún sin alejarse de las manos de Katsuki que le peinaba los cabellos con sus dedos.
-Ésto es lindo- murmuró por lo bajo Yuuga, el de ojos bicolores sólo asintió con una sonrisa mientras Katsuki sólo hizo un ruidito de satisfacción, casi un gemido y casi un ronroneo.
La mirada roja de Kirishima no se apartaba en ningún momento de ellos, Bakugou nunca fue así cuando se juntaban para estudiar o sólo pasar el tiempo, nunca dejó que ninguno de ellos lo tocara con tanta libertad como lo hacía Todoroki. Con los labios apretados siguió mirando, incapaz de hacer mucho por remediar la situación. Él rubio se lo había dicho, ya era tarde... Y era demasiado cobarde para intentar algo.
Bajo la atenta mirada de todos los estudiantes de la 1A, una nueva amistad se consolidaba, una que no temía en defender sus convicciones, sólida y forjada a través de la desgracias, una amistad con la que sólo podían soñar, la amistad que pudieron tener pero, por sus propias malas decisiones nunca pudieron hacer crecer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro