17
-Ésto no está yendo a ninguna parte- murmuró All Might, aún incapaz de cruzar miradas con Izuku tras lo último que el chico le había dicho.
Izuku permaneció en silencio, simplemente mirando la figura encorbada del rubio en el sofá frente a él, a su lado, Katsuki permaneció con el rostro en blanco aunque, sus manos en puño revelaban mucho sobre lo que sentía acerca de la situación, la tensión dentro de la habitación aumentó cuando la puerta fue abierta, ni más ni menos que por el maestro de aula de la 1A, Aizawa Shota.
-Tienes razón, ésto no lleva a ninguna parte- Izuku habló, ignorando deliberadamente la presencia del otro adulto -Como te he estado diciendo durante la última hora, no volveré a entrenar contigo, si necesito algo, probablemente lo hablaré con Gran Torino o con Endeavor-San-
-¡¿Endeavor?!- medio gritó con indignación Toshinori, a su lado; silenciosamente se había acercado Aizawa, mirando con curiosidad y una tristeza apenas velada en sus ojos negros.
-Sí- dijo casi con satisfacción el peliverde -Ya sabes, el único héroe que me creyó- explicó arrastrando su voz con todo el desprecio que podía.
Con un asentimiento a Katsuki, ambos se levantaron y comenzaron a marchar hacia la salida de la habitación, pero la mano de Aizawa en el hombro del usuario de OFA los detuvo, y de repente, todo había quedado en silencio, y pequeños rayos verdes comenzaron a salir del cuerpo de Midoriya, alertando tanto a All Might como al otro adulto.
-¡No me toques!- siseó con furia Izuku, golpeando la mano en hombro con fuerza, se giró a mirar a ambos adultos con toda la furia que sentía, la mueca de desagrado presente en su rostro -Ésta ha sido una ocasión única, All Might, una simple cortesía de avisar que ya no entrenaré contigo, pero no te vuelvas a acercar a mí, o tú- ésta vez señaló al héroe clandestino - No estoy para nada satisfecho con ésta escuela y no me temblaría la mano para irme de aquí- ambos hombres se vieron positivamente pálidos mientras los dos adolescentes se marchaban de la habitación.
Poco después, Nezu había llegado a ellos, su rostro animal sin ningún tipo de expresión, aunque había una furia silenciosa en su andar.
-La Dr. Cho fue bastante clara cuando exigió que no se acercaran a Midoriya Izuku- su pequeña figura tomó asiento en el mismo lugar donde los adolescentes estuvieron -Entonces... ¿Por qué acaban de salir el joven Bakugo junto con un alterado Midoriya de ésta habitación?- preguntó.
-Queríamos hablar de su entrenamiento- comenzó el rubio, pero la pata levantada del director lo detuvo.
-Él ya no es tu pupilo, All Might- dijo con fuerza, sin ningún tipo de desvíos, sólo la brutal honestidad -No es tu trabajo velar por su entrenamiento, de ninguno de los dos- agregó antes de dirigir su mirada a Aizawa, quien sólo pudo hacer una mueca y asentir -Ése chico fue bastante claro, lo único que lo mantendrá en ésta escuela es si alejamos a todos ustedes de él, fue una petición razonable desde mi perspectiva- el silencio que siguió fue pesado -Tengo en mi escritorio un formulario de transferencia a Shuketsu a nombre de Midoriya, sí ése formulario es enviado al Ministerio de Educación va a ser únicamente culpa de ustedes- sin nada más que decir, la quimera se marchó de la habitación, los rostros resignados de ambos profesores siendo lo último que vio de ambos.
La habían cagado de forma monumental, debían vivir con ello, no había otra manera.
En otra dirección de la escuela, más específicamente en el pasillo de la clase de héroes de primer año A y B, Monoma, Yuuga y Shoto esperaban a sus otros dos amigos, los dos de la clase A lanzando miradas venenosas a cualquiera de sus compañeros, lo suficientemente idiotas como para que intentaran acercarse a ellos. Una vez llegaron Izuku y Katsuki, compartieron algunas palabras, sobre todo de su reunión con All Might y lo bien que había ido éso, sin embargo fueron interrumpidos cuando cierto pelirrojo se acercó a ellos.
-Umm, Bakugo, ¿crees que podríamos hablar un minuto?- Kirishima había llegado y los miraba atentamente, aunque su ojos permanecieron fijos en el rubio explosivo.
Sin embargo antes de que cualquiera pudiera habla, Todoroki se había acercado detrás del rubio, colocando suavemente una mano en su espalda baja en la que Bakugo se apoyó con agradecimiento en él, lanzando una de sus peores miradas de indiferencia al pelirrojo que alguna vez había considerado su amigo y tal vez, quizás... en otra realidad, un poco más.
Tras ellos, Yuuga y Monoma compartían risitas al ver cómo Shoto se ponía en modo protector alrededor del otro rubio.
-¿Qué quieres?- dijo bruscamente. Kirishima se removió incómodo bajo la seria mirada roja de Bakugo y tras él, los ojos bicolores del usuario de fuego y hielo parecían querer enterrarlo tres metros bajo tierra.
-Solo... quiero hablar contigo, desde que llegaste no te has acercado a ninguno de nosotros- murmuró, apenas alzando la voz lo suficientemente para que escuchara, por la visión periférica notó que en una de las esquinas del pasillo se hallaban tanto Kaminari como Ashido, ambos con rostros preocupados y tristes, tras ellos estaba Sero, con una expresión incómoda esperando también.
-¿Por qué querría hablar con ustedes?- hizo la pregunta, como si realmente no entendiera -¿Por qué querría relacionarme con alguien lo suficientemente estúpido como para creer lo que la perra de Uraraka dijo?- alzó una ceja poco impresionado -¿Por qué querría estar con personas que no confían en mí?- a medida que iba hablando, el rostro de Kirishima se iba deformando en una mueca de dolor y tristeza.
-Pero...-
-Ésto no se trata sólo de que ustedes se hayan puesto en contra de Izuku, de que lo hayan traicionado y que nos hayan prácticamente exiliado de nuestro propio dormitorio sólo por que lo defendimos- se señaló a sí mismo junto con Shoto y Yuuga, ignorando deliberadamente el estremecimiento del pelirrojo y las miradas desconcertadas tanto de Izuku como de Monoma por escuchar lo último -Se trata de confianza, se trata de que te dije, te expliqué de que ésas notas Izuku las hacía desde que era un niño y que no podía ser el maldito traidor...- le gritó.
Su respiración estaba agitada y sus ojos increíblemente brillantes tal vez por lágrimas de rabia. Sin embargo la decepción estaba escrita en todo su rostro y éso le dolía más que nada a Kirishima.
-Y no me creíste- terminó.
El silencio luego de éso fue sepulcral, el pelirrojo retrocedió como si lo hubieran golpeado en la cara, y el rubio se veía increíblemente vulnerable, Todoroki aprovechó éso para acercarse más a Katsuki, quien no dudó en apoyarse en el chico más serio, tanto Yuuga como izuku se pusieron delante del rubio en posiciones defensivas.
-Como puedes ver, Kacchan no tiene nada que hablar contigo- habló con seriedad el peliverde.
-Estás siendo increíblemente injusto Midoriya- habló Kirishima con rostro triste, luego de dar unos pasos hacia atrás, más lejos de ellos.
-Podría decir lo mismo de ti, fuiste increíblemente injusto conmigo- atacó, una mueca de desprecio en sus labios.
-Se recibe lo que se da- agregó Yuuga, y mirando una última a vez a Bakugo, casi en brazos de Todoroki para su infinita incomodidad, el pelirrojo se alejó, con los hombros caídos y la cabeza gacha.
-¿Quieres volver a los dormitorios?- escucharon murmurar a Shoto, quién le regalaba una mirada suave a Katsuki, quien sólo negó con la cabeza.
-No les daré el gusto- murmuró en respuesta.
Izuku y Yuuga compartieron otra mirada y sonrisas de complicidad antes de apartarse unos pasos de la pareja y mirar a su nuevo invitado.
-Bueno, éso fue increíblemente incómodo de ver- murmuró Monoma mirando a Shoto y Katsuki -Pero el enfrentamiento fue divertido- agregó con una sonrisa un poco cruel -¿Tienen hambre?- ofreció un poco de pan de yakisoba ya que ambos se habían perdido sus almuerzos, el rubio y el peliverde asistieron y tomaron los panes, lo siguiente que sucedió fueron unos minutos de tranquilidad antes de que el grupo de cinco se separara y cada uno fuera a sus respectivas aulas.
El día había ido tan mal como todos lo habían supuesto, pero al menos Izuku había conseguido una especie de aliado en Monoma.
Bueno, no podías pedir algo sin perder algo a cambio, se dijo el pecoso, ignorando hábilmente las miradas de disculpa que el profesor Vlad le enviaba.
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