
14
Izuku miró uno por uno a sus nuevos compañeros, una vez se dio inicio a las clases, Vlad le había pedido que pasara a frente a saludar, el peliverde sólo había entrecerrado los ojos hacía el héroe profesional; disfrutando de la incomodidad que demostraba, desde luego Izuku hizo todo lo posible por permanecer lo más alejado del hombre; tanto por su propio bien como para causar malestar al hombre. Y ahora se encontraba frente a todos éstos adolescentes, potencialmente compañeros, potencialmente traidores como los de la clase 1A, tras observarlos a todos detenidamente, hizo una pequeña reverencia y se presentó.
-Mi nombre es Izuku Midoriya, tengo quince años y por algunos inconvenientes pedí ser trasladado a la clase 1B, encantado de conocerlos- habló Izuku, ni muy alto ni demasiado bajo. Vlad hizo una mueca ante lo dicho pero le pidió que tomara asiento en uno de los lugares frente a la clase, un lugar que se había puesto el domingo por la tarde justo enfrente de toda la clase debido a que los alumnos hacían un número impar y era la mejor solución a todo.
-Bien niños, las presentaciones terminaron, comencemos la clase-
Las siguientes tres horas pasaron rápido, con cada cambio de profesores, los alumnos de la clase 1B notaban lo tenso que se ponía su nuevo compañero alrededor de ellos y éso no hacía más que provocar aún más curiosidad al grupo, cuando el receso fue anunciado y todos comenzaban a prepararse para ir a la cafetería, la llegada de tres alumnos de la 1A tomó por sorpresa a los que aún quedaban en el aula, la sonrisa que el peliverde había regalado a esos chicos había sido la más real que vieron de Midoriya y sólo pudieron observar mientras el chico iba junto a ellos a la cafetería.
Ahora más que nunca deseaban saber qué ocurrió para que el chico dejara atrás a sus antiguos compañeros, o al manos, la mitad de ellos.
Monoma los observaba desde una de las mesas de la cafetería, notando que el peliverde hablaba únicamente con aquellos dos rubios y el de cabello bicolor, sin embargo, al resto de sus compañeros ni siquiera le dirigía una mirada, parecía ser que su nuevo compañero estaba más que enojado con los miembros de la 1A, y Monoma no podía evitar querer acercarse a ellos, por lo que no tardó en ir hacia la mesa del peliverde y sentarse junto a él.
-Hola- saludó a todos en la mesa, recibiendo un par de miradas curiosas y una de fastidio.
-¿Qué demonios es lo que...-
-¡Kacchan! No seas grosero- interrumpió Izuku, sólo recibiendo un gruñido inconforme del rubio que se cruzó de brazos.
-Hola, Monona-Kun- saludó el pecoso.
-No pude evitar notar la obvia fractura entre tus antiguos compañeros y este pequeño y variopinto grupo- comenzó, alzando una ceja ante la tensión en los hombros de los cuatro presentes -Y me dije, cualquiera que muestre tal nivel de desprecio a la clase 1A encontrará un amigo en mí- sonrió beatificamente, sin embargo sólo recibió miradas en blanco a cambio -Me siento herido, pero supongo que un odio mutuo no es una buena base para la amistad, así que me presentaré, Monoma Neito, cumplo años el 13 de mayo, me gusta la comida francesa y soy fan de las historietas de las aventuras de Tintín- sonrió entonces, ésta vez más real.
-Un hombre de cultura, mon ami- mencionó Yuuga y la sonrisa del don que copia sólo se hizo más amplia, el resto del grupo permaneció durante unos minutos en silencio.
-Interesante- murmuró Izuku -Si logras que ellos dos se vayan, consideraré que seas nuestro amigo, ya tienes el voto de Yuuga, sólo debes convencer a los demás, son algo protectores- y Monoma miró al mismo lugar que el peliverde notando que un tipo grande de lentes y una niña de mejillas rosadas se acercaban.
-Oye- llamó Bakugou, llamando su atención -Son unos traidores, así que destrózalos- la sonrisa de Monoma ahora era una cosa despiadada mientras esperaba a que los dos estudiantes se acercaran, sus rostros se veían incómodos y sus ojos nunca parecían quedarse demasiado tiempo sobre Izuku.
-Vaya Vaya, pero si son los traidores de la 1A- habló en voz alta el rubio, notando cómo los otros dos adolescentes quedaban tiesos en su lugar, sin ser capaz de avanzar más -¿Qué es lo que desean? ¿Algunos nuevos planes de conspiración contra otro de sus compañero, tal vez? ¿Debemos esperar más desertores de la 1A? ¿Me preguntó que tan profunda fue la herida de la traición como para que uno de los mejores de ustedes no desee ni siquiera mirarlos?- Iida sentía sus mejillas arder de vergüenza mientras escuchaba todos los susurros que parecían rodearlos ahora, maldito sea aquél rubio por hablar demasiado fuerte, y Uraraka apenas podía contener las lágrimas, apretaba su falda en puños mientras miraba destrozada hacia el peliverde que sólo comía en silencio, sin siquiera dirigirles una mirada de soslayo.
-Deku- murmuró con voz rota.
-Oh por favor ¿tienes algo de dignidad, chica?- preguntó Monoma -Olvídalo, claramente no lo tienes, mi querido amigo aquí ya me contó lo que ustedes, sucias ratas le hicieron- tanto Iida como Uraraka retrocedieron ante los insultos del desconocido, desde luego Monoma no sabía absolutamente nada, pero era inteligente, debía ser algo muy grave como para que el chico de pecas se alejara tanto de ellos al punto de pedir un cambio de aula -Traidores como ustedes no deberían ser bienvenidos en la UA, me pregunto incluso si deberían considerarse héroes, tal vez están eligiendo una carrera inadecuada- sonrió cuando poco a poco iban retrocediendo.
-Personas indignas de confianza jamás serán héroes- y aquello dicho por Izuku fue suficiente para que sus dos antiguos amigos dieran media vuelta y se marcharan con rapidez, el peliverde los miraba irse con el ceño fruncido y un desagrado escrito en todo el rostro.
-¡Demonios!- murmuró Bakugou por lo bajo -Éso debió doler-
Shoto asentía en confirmación mientras que Yuuga sólo sonreía tomando un poco de jugo de uva en una copa, Monoma observaba al grupo con demasiada curiosidad y antes de que pudiera decir nada, los susurros se hicieron mucho más fuertes y fue el mismísimo All Might quien apareció frente a ellos.
-Joven Midoriya- llamó, y el rubio de la 1B notó con confusión la terrible tensión sobre los hombros del chico peliverde, también notó por supuesto, como su rostro se limpió de cualquier expresión. Otra cosa realmente notable fue como sus tres amigos de la clase 1A lanzaban miradas de muerte al héroe rubio.
-Desearía hablar contigo un momento a solas- pidió el símbolo de la paz.
-No- fue la respuesta de Izuku, sorprendiendo a Monoma -No iré contigo a ningún lado, mucho menos solo-
-Es importante- presionó el héroe.
-No me interesa, creo que mi psiquiatra fue muy clara cuando dijo que no se acercara a mí- replicó bruscamente el adolecente, All Might respiró profundamente, su rostro dolorido como si alguien le hubiera dado un puñetazo.
-Es sobre One for All- murmuró por lo bajo, aún así, los cinco adolescentes a su alrededor lo escucharon.
Izuku por otro lado, no se veía para nada sorprendido de que usara la carta de su don heredado para pedir una audiencia con él, intercambió algunas miradas con Bakugou que sólo asintió antes de tomar su caja de jugo y levantarse, el peliverde imitando su acción.
-Dirige el camino- pidió, sin el respeto y el fanatismo habitual, vamos, no estaba siendo irrespetuoso, pero tampoco era el trato habitual que le daba al hombre.
-Necesitamos hablar a solas- volvió a pedir el héroe.
-Yo le dije que no iré a ningún lugar sólo con usted- gruñó Izuku mirando con el ceño fruncido al rubio mayor -Así que, o hablamos ahora con Kacchan a mi lado o no hablamos en lo absoluto, usted decide-
-Vamos- murmuró el mayor, llevándolo hacía la sala de maestros, una charla incómoda y dolorosa se acercaba, sin embargo, ya no para Izuku.
Bakugou sólo dio un apretón a su hombro en una rara muestra de apoyo, mientras tuviera a sus compañeros, a sus verdaderos amigos a su alrededor, podría superar cualquier cosa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro