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Walker acababa de terminar de lavar y secar los platos cuando una de las camareras se le acercó y le dijo que dos pájaros estaban fuera del restaurante y que querían hablar con él. Una pequeña punzada de inquietud se mezcló con la curiosidad enroscada en su estómago cuando se preguntó quiénes podrían ser los que querían hablar con él. Tenía el presentimiento de que eran esos dos clientes raros de ayer y, honestamente, no estaba seguro de si quería verlos o no. No obstante, el camarero todavía estaba con el lema de que el cliente siempre tenía la razón. Así que rápidamente puso los platos ahora limpios en el lugar que les correspondía y se dirigió a la calle.

"Hola Walker, hermoso día ¿no es así?" Saludó al gallo cuando vio al pato salir y caminar hacia él. "Confío en que hayas tenido un buen día hasta ahora".

"Ha sido bastante bueno", respondió Walker con una pequeña sonrisa forzada. El gallo le estaba echando una mirada que lo inquietaba. Sus profundos ojos rojos ... parecían brillar con algún tipo de esperanza y por alguna razón estaba dirigida a él. ¿Estaba este cliente esperando algo de él? Walker no lo sabía y no estaba tan seguro de querer averiguarlo. 

"Entonces ... ¿hay algo que necesiten de mí? Tengo que volver al trabajo pronto". De repente, sonaron fuertes alarmas de alerta en su cabeza cuando la sonrisa del pájaro rojo y marrón se volvió agridulce.

"Sólo tu perdón por hacer esto".

Cuando el pato azul se dio cuenta de que alguien estaba detrás de él, era demasiado tarde para evitar que el mazo verde se estrellara contra su cabeza. El dolor surgió no solo de su cabeza, sino también de su pecho. ¿Por qué los pájaros lo atacaron así? ¡Pensó que se suponía que eran amigos! Mientras rodaba por el suelo con dolor, era vagamente consciente de que le habían arrojado algo mojado y alguien le estaba frotando las plumas con un cepillo de algún tipo.

"... ¡No está saliendo! ¡El azul no está saliendo! ¡Oh, Panchito, creo que hemos cometido un terrible error!"

"El azul no estaba saliendo?" ¿Qué querían decir con eso? Por supuesto que el azul no se caería; Eran sus plumas naturales después de todo ...

"... ¡¿Cómo puede ser esto ?! ¡Estaba tan seguro de que este era nuestro pato perdido! ¡Hemos buscado en cualquier otro lugar y él no ha estado por ningún lugar! ¡Esta fue nuestra última opción!"

Walker estaba entrando y saliendo de la conciencia hasta el punto de que ya no podía concentrarse en las voces que lo rodeaban. Lo único en lo que podía pensar era en el dolor que le causaban. Siempre tuvo esa sensación inexplicable de que algo así sucedería si se acercaba demasiado a ellos. Sus entrañas estaban en lo cierto, lo habían lastimado. Así que con su último gramo de fuerza, Walker se levantó del suelo y corrió hacia el restaurante.

"D ... ¡Walker espera! ¡No quisimos lastimarte así ...!" Gritó José al pájaro que huía, pero su súplica cayó en oídos sordos, el pato ya había corrido dentro.

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Matt acababa de darle los toques finales a la hamburguesa de bourbon de un cliente cuando Walker entró corriendo al edificio, empapado, mojado y con lágrimas en sus ojos azules. "Amigo, ¿qué diablos te ha pasado?"

El pato azul se detuvo en el mostrador y miró al hombre. "Ayer dijiste:" Solo mantén la calma y sonríe, no significan ningún daño para ti ", eso es lo que dijiste, ¡pero mentiste! ¡Me hicieron daño!"

Antes de que Matt pudiera decir más, el camarero salió corriendo a una de las habitaciones de atrás. Algunos de los clientes observaron cómo el pato huyó antes de dirigir su atención al cocinero. Él entendió sus preocupaciones y rápidamente fue tras él. Una vez que estuviera seguro de que su amigo estaba bien, iría a ver al propietario para informarle del problema.

Cuando Matt llegó a la sala de descanso, el pato azul estaba acurrucado debajo de la mesa con una toalla marrón que lo envolvía, gimiendo suavemente. 

"Oye amigo, ¿quieres salir de allí y hablar sobre eso?" Cuando el pato cubierto con una toalla no se movió, lo intentó de nuevo. "Vamos, Walky, me gustaría estar allí contigo, ¡pero mi instinto me impediría levantarme!" Matt le dio una palmadita a su gran estómago para enfatizarlo y sonrió cuando recibió una risa acuosa de su amigo. "Eso está mejor, ahora sal y habla conmigo".

La ave acuática finalmente asomó su cabeza de debajo de la toalla y miró al otro sujeto. "Tenía la sensación de que este día sería malo".

El cocinero apenas se detuvo de decirle a su amigo que siempre pensó que el día saldría mal. El pato era demasiado cauteloso y hoy se demostró que tenía razón. "Entonces, ¿qué pasó allí?"

Walker abandonó su santuario de la mesa y se sentó en una de las sillas de madera. "Una de las camareras me dijo que las aves de ayer querían hablar conmigo afuera. Cuando llegué allí, solo estaba presente el gallo y comenzamos a hablar, y luego el loro apareció detrás de mí y me golpeó la cabeza con un mazo.!"  Se estremeció al recordar y acercó la toalla grande a él. "¡Y luego me echaron agua y debió haber tenido jabón porque me estaba quemando los ojos!"

Matt se quedó pensativo mientras procesaba lo que acababa de escuchar. "¿Así que querían que te bañaras?" No pudo evitar reírse un poco.

Walker, a pesar de sí mismo, se echó a reír también. "Pareciera que sí. No pensé que olía mal hoy. ¿Acaso apesto?"

"No podría decirlo porque estoy en la cocina oliendo comida todo el día", respondió encogiéndose de hombros, pero estaba feliz de que su amigo se sintiera un poco mejor. "¿Por qué no te quedas aquí y descansas un minuto mientras yo hablo con el Sr. Miller sobre tus nuevos" amigos "?" Le dio una palmada al camarero en el hombro antes de volverse para irse.

"Gracias Matt, eres un buen amigo".

"No hay problema amigo."

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"Entonces, ¿ustedes dos son los chicos que atacaron a uno de mis camareros?" preguntó un anciano barbudo con un bastón de madera para caminar. Sus espesas cejas blancas hacían difícil decir si estaba enojado o no, pero el tono de su voz era un claro indicador. "Me llamo Miller y soy el dueño de este restaurante. Y no puedo dirigir un negocio pacífico si alguien está acosando a mis empleados".

Panchito y José dieron un paso adelante e inclinaron sus cabezas con remordimiento. "Lamentamos mucho la forma en que actuamos hacia ... Walker. Pensamos que era otra persona".

"¿Había alguien más a quien querían golpear en la cabeza con un mazo?"

"NO ... me refiero a que sí, quiero decir ... pensamos que Walker era nuestro amigo perdido de hace mucho tiempo y que necesitaba un golpe en la cabeza para recuperar sus recuerdos sobre nosotros. Pero golpearlo en la cabeza no funcionó".

El hombre mayor se acarició la barba y meditó sus pensamientos. "¿Y qué aspecto tiene su amigo perdido?"

Panchito sacó su última foto de Donald y se lo entregó al hombre más bajo. "Su nombre es Donald 'y ha estado desaparecido por bastante tiempo. Su familia y sus amigos están realmente preocupados por él".

Miller se quedó mirando la foto y tuvo que admitir que el parecido entre Donald y Walker era asombroso, pero dijo: "No puedo evitar notar que tu amigo tiene plumas blancas. Así que supongo que por eso empapaste a Walker con agua". Pero, ¿alguna vez se les ocurrió que tal vez Walker se baña regularmente?

Ambas aves se miraron y se frotaron la parte de atrás de la cabeza con timidez. No, ese pensamiento no cruzó sus mentes en ese momento. "Lo sentimos mucho y nos gustaría pedirle disculpas a Walker, si está bien".

"Walker está bastante conmocionado por los eventos de hoy. ¿Por qué no vuelven en dos días y dicen que lo sienten entonces?" Cuando los pájaros asintieron con la cabeza, el hombre mayor se volvió para entrar, pero antes de hacerlo, golpeó a José en la rodilla con su bastón antes de usarlo para golpear a Panchito en la cabeza. "Eso fue por Walker. Chicos, tengan una buena noche".a

"El señor Miller es bastante fuerte para ser alguien viejo", murmuró el loro mientras cojeaba hacia el auto. "Tuvimos suerte de que solo nos golpeara una vez".

El gallo se frotó la cabeza adolorida y asintió con la cabeza. Una vez que llegaron al auto, Panchito comenzó a preguntarse qué debían hacer a continuación. No podían volver al restaurante en dos días y la persona que creían que era Donald podría no ser Donald después de todo. "¿Qué vamos a decirle a la familia?"

José sacudió la cabeza y miró a la luna que comenzaba a aparecer con la puesta de sol. Encendió otro cigarro y le dio una larga calada antes de encontrar dar una respuesta simple. "Les diremos la verdad".

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