
capítulo 74
POV CHRISTIAN
Emocionado observo cómo Ana, amamanta a nuestro hijo recién nacido.
Maldita Carla, me robó maravillosos momentos con Liz, sé que no es lo mismo con Ted, pero de alguna forma quiero vivir en él todo lo que me perdí con Liz.
Teddy, es el bebé más hermoso del mundo: Su pequeña naricita, su pequeña y rosada carita. Sus ojos no estoy seguro de su color, pero podrían ser azules... Confío que así sea, mi bebé de ojos azules como los de su madre.
- ¿No te duele los pechos? Quiero decir él está succionando tus pezones. Sé que yo hacía lo mismo contigo, pero era por placer- las mejillas de mi esposa se tornan roja.
No hay nadie en la habitación nena.
- No duele, y no es lo mismo- dice avergonzada.
- Obviamente no es lo mismo...
- ¡Christian! No hables así delante de tu hijo- me riñe
- Es un bebé recién nacido nena- tomo un mechón suelto y lo acomodo detrás de su oreja
- Aún así es incómodo. - Añade
- Disculpa- le doy un beso en la cabeza.
Estoy sentado a su lado en la cama viendo cómo mi dulce esposa alimenta a nuestro bebé. A Ana, no le han dado el alta medica, y en estos momentos estamos esperando a Liz, quien muy pronto conocerá a su hermanito. Los que no tardan en llegar son la familia, anoche pudieron conocer a Ted, por un momento cuando se los enseñé... Todos estuvieron de acuerdo que Teddy es precioso y que se parece a mi, excepto Kate, dijo que él bebé era igual a Ana, pero yo no sabría decir, seguramente Ted tendrá algunos rasgos de mi y otros de Ana. Liz es prácticamente mi clon, mismos color de ojos, pelo y color de piel, de Ana sólo ha heredado su pequeña naricita.
Mi móvil anuncia un mensaje entrante.
Hemos llegado.
- Es Mía, y dice que han llegado- le digo a mi esposa.
- ¿Crees que Liz, estará feliz? Sé que ha estado muy entusiasmada con la espera de Teddy, pero tal vez...- pongo mi dedo en los labios de mi esposa.
- Nuestra hija estará feliz de conocer a su hermanito- le aseguro. Confío que así sea.
Ana me regala una sonrisa.
- Iré a buscar a nuestra hija mayor- le doy un beso en la frente.
Me pongo de pie.
- Ya regreso.
Salgo de la habitación y voy hasta la sala de espera.
- ¡Papi!- Chilla mi hija al verme y corre hacia mi.
- ¡Liz!-
Tomo en mis brazos a mi princesita, la abrazo y beso su pelito.
-¿Ya nació mi hermanito? - Me pregunta entusiasmada.
Sonrío: obvio que mi niña querrá su hermanito
-Ya, cariño.- Le respondo apartandola un poco de mi
-¿Mi mamá como está?
-Están bien los dos. Tu mamá te echa de menos y Ted aún es pequeño, pero sabe que lo esperábamos.
-¡Cool! Quiero conocer a mi hermanito.
-Vale, pero no hagas ruido, ¿vale?
-Vale, papá.
Desvío mi mirada hacia Mía ¿Y el hermano de Kate?¿Que hacen juntos?
- ¿Que hacen ustedes juntos?- Frunzo el ceño. Me sorprende verlos tan juntitos.
- Buenos días hermano- responde Mía.
Mmm, ya hablaremos hermanita.
- Que tal Christian- Ethan me tiende su mano. - Felicidades por tu nuevo bebé.
- Gracias- ¿Tratando de ganar puntos?
- Ya hablaremos- le digo a Mía.
- Lo sé, pero ahora hemos venido ver a Ana y por supuesto mi sobrino- sonríe nerviosa.
- Quiero un momento de privacidad, después puedes entrar- le doy una mirada a Liz.
- Entiendo. Entraré en un momento más.
- Permiso.
Entramos a la habitación y todo está en silencio, Ana mira a nuestro pequeño que descansa en la cunita que nos facilitó el hospital. Liz en cuanto ve a su madre, de pie junto a la cama
- ¡Mamita!-corre a abrazarla y llenarla de besos.
- ¡Mi Liz!- Responde Ana y le devuelve el abrazo y los besos a nuestra hija.
-¡Te extrañé mucho, mamá!- exclama Liz sin apartarse de Ana.
-Yo también te eché de menos, mi vida...- le responde Ana y se aparta un poco y le pregunta con una enorme sonrisa, -¿Quieres conocer a tu hermanito?
-Sí, mamita.
Ana hace que Liz se siente sobre la cama y toma a nuestro hijo de la cuna para dejarlo en los brazos de su hermana mayor.
- Te presento a tú hermanito Theodore Raymond Grey- susurra Ana visiblemente emocionada.
-Hola, Teddy. Soy Liz, tu hermana mayor. Te estuve esperando y quiero que sepas que ya te quiero mucho. Quiero que crezcas para que juguemos juntos y no tendrás nunca miedo, porque yo te cuidaré.
Ana y yo escuchamos conmovidos las palabras de nuestra hija a su hermano menor y no podemos evitar derramar una lágrima de emoción mientras miramos como Liz se deshace en cariños hacia su hermano.
-Es muy bonito mi hermano, mamá. Ya quiero cuidarlo y jugar con él.
- Él está muy pequeño para jugar, pero estoy segura que cuando esté más grandecito no querrá separarse de ti- le digo.
- Ya quiero que llegue ese momento- me contesta ansiosa.
Ana y yo sonreímos.
Ha valido la pena tanto sufrimiento. Soy muy afortunado al haber tenido una segunda oportunidad con mi primer y único amor. Voy a disfrutar de mi familia cómo si todos los días fueran el último.
Tiempo Después.
- ¡Lizbeth Grey!- Grito
- Papi- responde avergonzada.
Desvío mi mirada hacia el muchachito que estaba tocándole la manito a ¡Mi Liz!
- ¿Que están haciendo apartado de los demás?- Enserio estoy conteniendome y no gritarle al mocoso que ha tenido la desfachatez de tocar la mano de ¡Mi hija!
- Luke...- ya sabía que era el mismo mocoso que estuvo en mi boda. Ahora que recuerdo es pariente del Lilly la amiga de Mía - en realidad yo invité a dar un paseo por el jardín a Luke- siempre tiene respuesta para todo.
- Ve con Ana y tus hermanos.
- Pero...- se queja
- Nada de «peros» y obedece.- Mi tono es duro.
Obedece niña!
- Regresemos a la fiesta Liz- dice el mocoso... No te quieras pasar de listo.
- Tú y yo vamos hablar- le digo - y tú hija, ve con tu madre.
Liz, le da una mirada a Luke y se va echando chispas porque seguramente he arruinado su ¡Cita! Sobre mi cadáver va tener citas, además sólo tiene 10 años ¡Joder 10 años! No quiero imaginar cómo será a los 15, pero estoy seguro que cuando yo no pueda estar pendiente de ella, mandaré a todo un equipo de vigilancia trás ella.
- Yo debo irme- dice Luke temeroso.
Que bien que me tema.
- Te advertí hace unos años atrás que no quería que le toques un pelo a mi hija ¿Y que acabas de hacer?- El mocoso me observa con miedo
- No hice nada malo- susurra
- Pero tenías intenciones de hacer algo malo, si no ¿Para que le tenías tomado la manito a mi hija?-
- Yo... Yo.
- ¡Christian Trevelyan-Grey!- Mierda
Justo cuando iba acorralar al mocosa aparece mi esposa.
- Ana, nena- llegaste en un muy mal momento.
- ¿Que estás haciendo con ese niño?- Me pregunta y pone sus manos en su cintura. Parece molesta.
- Nada- sólo quería darle un susto para que no se le ocurra volver a tomar la mano de mi hija.
- ¿Me puedo retirar?- Susurra el mocoso
- Por supuesto cariño- le responde Ana.
El mocoso se va y Ana me fulmina con la mirada.
- No le hice nada - me defiendo antes que diga algo.
- Cómo si no te conociera, ¿Creiste que no me daría cuenta que saliste detrás de los niños?- Pensé que no te había dado cuenta.
- Sólo quise vigilar que no hagan travesuras- digo inocentemente
- Ay Grey ¿Que voy hacer contigo?- Se acerca a mí. - Deja que tú hija tenga amigos, no puedes pretender tenerlo encerrada.
- No me opongo que tenga amigas- ella rueda los ojos.
Rodeo su cintura con mi brazo atrayendola a mi.
- Haz puesto los ojos en blanco señora Grey.
- No desvies la atención, estamos hablando de nuestra hija de diez años y tú obsesión de querer controlar cada paso que ella da.
- Yo sólo quiero protegerla de quien sea, y no sólo a ella, también a Phoebe y Ted.
Ana me regala una sonrisa.
- No tiene el mismo problema con Phoebe, ella tiene seis meses.
Pero tendré el mismo problema «los pretendientes de mis hijas»
- Serás un suegro terrible- añade
Le doy un beso en la nariz.
- Ven, vamos a bailar- doy por zanjado el tema, pero sé que Ana y yo tendremos muchas discusiones acerca de cómo queremos que vivan nuestras hijas... Con Teddy no tendré el mismo problema. El es niño.
Regresamos a la pista de baile.
Estamos celebrando la boda de Mía y Ethan. Grace se esforzó por dar una hermosa fiesta a su princesa.
Me acerco a mi padre.
- ¿Cómo te sientes por qué tú princesa se irá de tu lado?- Le pregunto
- Feliz, orgulloso y nostálgico- responde mirando a Mía que está bailando con Teddy. - Feliz y orgulloso por ver en la mujer que se ha convertido tu hermana y nostálgico por qué volará con alas propias.
- Ella siempre será tú niña.
- Lo sé... Sabes hijo, las hijas hacen que un padre vea el mundo con otros ojos, obviamente los amo a los tres por igual, pero Mía, mi hija me hizo ver el mundo desde otra perspectiva, me enseñó hacer más sensible, empático... No sé, pero siempre quise que Mía encuentre un hombre que la ame tanto como yo.
Fijo mi mirada en Liz.
Tiene razón papá, Liz me hizo sentir esas cosas que acabas de mencionar, excepto por lo de querer un hombre que la ame tanto como yo. No sucederá.
- Ya te sucederá lo mismo que estoy sintiendo.
- ¿A qué te refieres?
- Tus hijas te volverán loco, los reñiras, serás su peor dolor de cabeza, pero cuando te necesiten, estén donde estén, hazle saber que siempre estarás ahí. Nunca encontrarán a alguien que los quiera tanto como tú, pero hazle saber que lo más importante para tí es su felicidad.
- Tendré en cuenta tu consejo papá, ahora te dejaré para ir a bailar con mi esposa.
Me acerco a Ana, que sostiene a nuestra hija de seis meses. Mi Phoebe, cuando supe de su existencia creí enloquecer de amor. Mi Ana por fin cumplió el sueño de nombrar Phoebe a su hija.
- ¿Me concede un baile señora Grey?-
- Dame a Phoebe- dice mi madre
Tomo a mi princesita de seis meses de los brazos de su madre, le doy un suave beso en la frente y le hago entrega a mi mamá.
Tomo de la mano a mi esposa y nos dirigimos a la pista de baile.
- ¿Te dije hoy lo hermosa que estás?- Ella lleva puesto un vestido en capas color fucsia de hombros caídos, escote de corazón tipo strapless en organza y satén.
- Me lo haz dicho unas veinte veces- me sonríe.
Rodeo su cintura con un brazo y empiezo a moverme al compás de Witchcraft de: Frank Sinatra, pero entonada por la banda que contrató Mía para su boda.
- ¿Yo te he dicho lo guapo y sexy que te ves?- Estoy vestido con un traje azul marino.
- Si, pero no lo suficiente-
Ella rodea mi cuello con sus brazos y me da un beso demasiado corto para mí gusto.
- Te amo - añade haciendo que una vez más mi corazón se hinche de felicidad
- Y yo la amo a usted.
Sigo bailando con mi Ana, hasta que veo como el mocoso está bailando con mi Liz.
¡¿Cómo se ha atrevido?! Le prohibí estar cerca de mi hija.
- No sé te ocurra- me dice Ana cuando estoy por soltarla e ir arrebatarle mi hija al mocoso.
- Pero...
- Son unos niños, no veas maldad dónde no la hay... Por favor-me dice con tono de súplicas.
Suelto un suspiro. Por ahora no hay maldad del mocoso hacia mi hija, pero es por qué es pequeño.
- Está bien.
Te tendré vigilado Luke o como te llames.
- Está mejor así. - Ana me regala otro beso en los labios. - Gracias por tu comprensión- añade.
No le pierdo la vista a mi hija.
- Por usted cualquier cosa señora Grey.
- Mmm, eso de cualquier cosa te lo voy a cobrar más tarde, estoy algo caliente- susurra en mi oído y provocando que mi miembro se agite.
- Tal vez deberíamos escaparnos- creo que Elliot y Kate se han escapado, no los veo por ni ningún lado, dejaron a Eamon al cuidado de su hija Ava de un año.
- Si tal vez, ya sabe que siempre estoy para ti.
- Lo sé.- Ronronea.
La abrazo con fuerza.
He vivido los mejores años con Ana y mis hijos, por fin nuestras vida existe solo las luces y nada de sombras.
- Te amo- le repito una vez más.
- Lo sé... Y yo te amo a ti- susurra.
Gracias vida, por darme tanto.
Capitulo final.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro