81 d.C.

Todo estaba muerto en las faldas del Monte Vesubio, cascarones duros de cenizas que cubrían a la gente, la muerte estaba regada por todo ese campo en el que antes la vida brotaba, un grupo de asalta tumbas que visitaba el lugar seguidamente volvía por otra dotación de oro y plata hecho bloques, con todo este pueblo se hicieron millonarios en muy poco tiempo.

Pero esta vez sera diferente, uno de esos hombres vio una espada dorada cerca a uno de los cascarones humanos, le parecía raro nunca antes la vieron y eso que pasaron muchas veces.

Esta espada brillaba como el sol, estaba tan afilada que del solo verla te cortaba hasta el alma, la ambición de ese hombre fue mucha así que fue hacia el arma para tomarla aunque al quitarla  la espalda del cascaron se rompió lentamente revelando el cuerpo desnudo vivo de una mujer.

Esta mujer ya liberada de su prisión estaba confundida, miraba a todos lados viendo muerte a su alrededor ademas de su espada, el hombre asustado porque algo estaba vivo en ese gran cementerio trato de escapar, pero rápidamente fue apuñalado por esa mujer, una tajada limpia, lo mato al instante.

¿Que paso? mis últimos recuerdos fueron ese volcán y ese...

¡¡ BASTARDO!!

Ya era hora para volver a embarcar, ya acabo la hora de robar así que todos se buscaban para que a la hora de pagar no faltara ni un tesoro.

La mujer tomo su espada y rápidamente se oculto de los hombres que se acercaban, claro robando la ropa del ya cadáver, una vez los ladrones vieron el cadáver alertaron a todos, pasaron los minutos y todos se amotinaron, momento preciso para robar el barco, cosa que esta mujer hizo, llevándose a los esclavos que hacían que esta avanzara prometiendo riquezas si la obedecían, cosa que aceptaron sin dudar.

¡¡ME LLAMO RUBÍ Y A PARTIR DE HOY EL QUE ME SIGA CONSEGUIRA GLORIA, RIQUEZAS, TODO LO QUE A DESEADO, INCLUSO SI ES POSIBLE, LA VIDA ETERNA!!

Para los esclavos lo que decía Rubí eran puras locuras, pero si prometían botines así de buenos entonces ya sabían a quien obedecer.

Primera parada Roma

Rubí sabia que había que empezar de 0, la traición de su ex amor era el comienzo para una cacería que ella ansiaba con todo su alma incluso con la de su hija, que ya no estaba, aun se preguntaba como había resucitado porque ya no tenia su barriga acaso ¿el Dios le robo a su hija?, muchas preguntas que sabia que nadie le respondería.

Pasaron unos días para llegar al gran imperio romano, la marea estaba muy turbulenta como para llegar rápido, al desembarcar, las voces no pararon de sonar, tal parece que la reputación de Rubí la había seguido en varias partes del globo, muchos campesinos que ella salvo la recibieron dándole comida para ella y a su ahora nueva tripulación.

Finalmente un momento de paz pensó ella, pero no paso mucho tiempo para que incluso los guardias romanos la reconocieran.

Hey muchachos ¿acaso una mujer no puede disfrutar de un poco de pan y vino?

Trato de burlarse pero sin darse cuenta fue derribada de un simple golpe en la nuca por un soldado.

La gente veía a su heroína siendo llevada por los guardias, trataron de detenerlos sin mucho éxito, estos guardias llevaron a Rubí hasta los pies del nuevo emperador romano Domiciano, al parecer tenían un trabajo para ella.

Porque me traen a esta sucia mujer, acaso me ven que quiero alguna esclava sexual o alguien que me limpie la espalda.

Dijo el emperador, rápidamente un guardia se le acerco para mencionarle quien era esa mujer y para que problema podría ayudarles.

Levántenla, necesito hablar con ella.

Obedeciendo los soldados arrojaron agua a Rubí, la cual ni corta ni perezosa apenas se despertó tomo los brazos de los guardias que le despertaron para rompérselos casi al instante, eso sorprendió incluso a la misma Rubí, parece que su fuerza también había aumentado con la resucitación. 

De un movimiento rápido tomo los pies del emperador atrayéndolo lo suficientemente cerca como para tomarlo del cuello.

¡Que quieren de mi!

El emperador el cual estaba tomado del cuello con una señal de sus manos logro alejar ligeramente el brazo de la guerrera de su cuello solo para decir.

Eres la guerrera de la cual tanto hablan por aquí, quiero hacer un trato contigo

Todos los guardias del emperador se acercaban a Rubí todos fuertemente armados, eran una docena de legionarios, la mujer sabia que corría mucho riesgo si intentaba matarlos a todos ademas lo suyo no era quitarle la vida a los de su misma raza.

Ella con el emperador tomado del cuello se acercaba a una ventana arrojándose con el dejando al emperador colgado.

¡Ayúdenme idiotas!

Ya con el emperador rescatado este dio una orden clara.

¡Capturen a esa mujer y ejecútenla!

Esa orden recorrió toda roma muy rápido, la orden de captura de la mujer, viva o muerta, todo aquel que deseara el favor del emperador ya sabia que hacer, pero debo agregar eran muy pocos, Rubí era tan conocida que la mayoría de embaucadores, asesinos, ladrones sabían que meterse con la mujer que mata gorgonas como si fueran moscas era mala idea, algunos intrépidos lo intentaron por días, no saliendo bien para ellos.

Muchos hombres con el cuerpo totalmente roto aparecieron por casi todo el imperio, Rubí no los mataba ella trataba de mandar un mensaje, el cual era déjenla tranquila.

Por otro lado su tripulación de la mujer estaba gastándose toda la fortuna que robaron antes de encontrar a Rubí, no les importaba su ahora capitana cosa de lo cual se arrepentirían.

En una cueva que solo era alumbrada por una pequeña fogata la mujer comía una serpiente mientras esperaba que amaneciera para seguir su camino hasta su barco que ya no se encontraba lejos a un par de kilómetros.

Maldita sea esos idiotas, cuando los vuelva a ver les romperé el maldito cuello, se arrepentirán de no venirme a buscar.

La mujer descansaba su mirada recostada en el frio suelo hecho de piedra, tratando de relajarse pero no pasaba, ella escuchaba el sonido de los pájaros, las pequeñas piedras moviéndose por el viento incluso escuchaba el caer de las hojas sobre el pequeño riachuelo al caer de la montaña, eso volvía loca a la mujer que le estaba pasando no lo entendía pero si no lo controlaba perdería la cabeza.

Pero no había tiempo para eso, con ese sentido auditivo que la volvía loca podía escuchar como más de una docena de hombres venia subiendo la montaña podía olfatearlos, ese olor a sudor, estaban nerviosos ellos sabían a quien se enfrentarían, lograron subir hasta la cueva y cuando dieron una pisada la fogata se apago, los hombres sostenían su espada temblando.

Un pequeño silbido se escucho en la cueva como advertencia, un seseo , los hombres se asustaron pero solo eran serpientes ellos rieron nerviosamente hasta que la mujer cayo sobre un hombre golpeándole en la espalda con una piedra pesada.

Los demás retrocedían lentamente, los ojos de la mujer brillaban en dorado como si fuera un monstruo, eso les asusto comenzaban a correr hacia la entrada pero fueron detenidos porque un hacha gigante de madera cayo sobre la puerta matando a uno de ellos.

Un monstruo los había seguido, un ciclope durmiente se percato de todo ese combate o quizás de todo el olor de un grupo de humanos nerviosos, eso lo despertó ahora este estaba tapando la entrada, la decena de hombres que ahora quedaban entraron de lleno a la cueva, de todos modos morirían como sea, Rubí con un par de piedras en forma de pico corrió a toda velocidad hacia el ciclope tirandose con toda su fuerza sobre el hacha moviéndola pero no era suficiente.

¡Ayúdenme si quieren sobrevivir!

Todos los hombres estaban nerviosos, pero con nada mas que perder se unieron a Rubí para mover el hacha gigante, ya cuando estaba floja, Rubí escalo el hacha y con el mango del arma entre manos tomo impulso para caer sobre el ciclope cayendo con el toda la montaña, ella los había salvado.

Todos asombrados bajaron rápidamente la montaña en busca de su héroe ademas de comprobar si estaban fuera de riesgo, ya abajo ellos con sus espadas temblantes rodearon al ciclope hasta que ese ojo salio disparado hacia arriba y la mujer salio cubierta de sangre recuperando su aliento.

Ahora todos me deben la vida únanse a mi o sufran las mismas consecuencias que este monstruo, ustedes escogen.

No había nada que pensar..

Un par de días pasaron y finalmente Rubí llego a su barco junto a sus nuevos reclutas estaba mas que enojada almenos sus "soldados" le dieron un buen recibimiento digno de un rey.

Roma ya no es lugar seguro muchachos es hora de partir y nunca volver, viajaremos por muchas tierras sin un rumbo fijo, pero donde haya dinero donde haya recompensas estaremos ahí y todo sera para nosotros.

Y todos pusieron manos a la obra confiados de la palabra de su ahora capitana, la única persona que no confiaba en esas palabras era la misma Rubí, ella no le importaba la recompensa o riqueza solamente quería respuestas, la cabeza de ese Dios que odiaba sobre su espada dorada y si podía matar a las plagas como el mejor para ella.

Su viaje empezó por los turbulentos mares controlados por Neptuno, parece como si los dioses sabían que una mujer podría matarlos porque el clima no estaba de su lado, olas del tamaño del coloso de Rodas, truenos que parecían enviados por el mismo Júpiter en esos viajes por el inmenso mar encontraron otras embarcaciones en peligro, atacadas por monstruos que eran desconocidos aunque escucharon los nombres cuando se acercaron a ellos, la mayoría  que decían los nombres eran griegos miedosos.

Rubí entro junto a su tripulación a lo que parecía una parte del mar hecha de sangre, las nubes que cubrían esa parte parecían ciclones, como si los Dioses habían dejando de lado esa partecita de océano.

Atrapados en ese océano se encontraba una tripulación que solamente gritaban por ayuda en vano porque no había nadie, hasta ahora.

Un tentáculo con cabeza de perro azotaba el océano jugando con ese pequeño barco parecía que se alimentara del miedo y desesperación de la tripulación.

Rubí no soportaría mas eso, dio la orden de acercarse con un tono de mandato muy fuerte, su tripulación ya quería huir nadando pero al ver a una simple mujer queriendo ir al peligro, se les olvido el sentido común por un segundo y fueron hacia ese monstruo desconocido.

SCYLLA...

SCYLLA...

¿Que clase de monstruo es ese?

Risas como de una niña se escuchaban salir del océano, parecía una pesadilla aunque para Rubí era un nuevo desafío, ya cerca del monstruo Rubí exclamo.

No teman, mi tripulación acercara mi barco para que suban a el, los sacare de aquí.

La Scylla escucho esas palabras y saco uno de sus tentáculos con cabeza de perro frente al barco de Rubí, esta sin miedo tomo su espada dorada y se lanzo a esa cabeza la cual directamente se hundió en el oscuro y frio océano.

Por otro lado ambos barcos se habían juntado, la tripulación se ponía a resguardo aparte de que eran ayudados en alimento y agua.

La tripulación de Rubí no veía a su capitana en ese océano oscuro ya la daban por muerta, ya que varios minutos habían pasado, ellos aprovecharon en saquear el barco de esta tripulación perdida.

Uno de sus hombres menciono.

Si ella no vuelve nos iremos, debemos salir antes de que ese monstruo vuelva.

El tiempo de espera termino, se preparaban para irse, hasta que el grito de una niña salio del océano, era tan fuerte que hizo que el cielo se despejara y el océano volviera a ser cristalino, los soldados no sabían que había pasado se asomaron por el borde del barco para ver, y 6 cabezas de perro salían de las profundidades.

Alguien puede darme una botella de vino, parece como si me hubiera bebido la sangre de Neptuno.

La mujer sorprendió a su tripulación, estando mas que lista para irse fue la única mujer que libero esa parte de océano que ni el mismo Dios del mar tenia el valor de tomar.

Ahora ya estando listos, los hombres sorprendidos pusieron manos a la obra, era momento de volver a seguir el viaje.

La muerte de Scylla era algo que no pasaría desapercibido, los Dioses griegos pusieron sus ojos sobre la mujer, ellos pensaban que era devota del trueno y del océano así que le brindaron su favor controlando mejor el clima para que ella pudiera seguir su viaje.

Los días pasaron en un abrir y cerrar de ojos, la tripulación había crecido ahora estaban sin un tipo de rumbo, pensaban que morirían en el mar hasta que llegaron a tierra firme, una nueva tierra la cual dio expectativas nuevas a los tripulantes, excepto para la líder, ella sabia que habían muchas mas tierras pero no sabia que monstruos habían o con que se podrían encontrar.