🐜 = 🦋 / 23 - "Ambas" contra todo [final].
Nayeon se confunde al principio, sintiendo lo peor, porque no la están llevando hacia una comisaría ni la esposaron, sino que la estaban llevando hacia la casa Jeon.
Woohyun seguramente reportó que su hija robó su camioneta en un acto de rebeldía, para así solo traerla hacia la casa Jeon, la atraparían para ellos hacer el trabajo, para seguramente matarla de alguna manera, desaparecerla.
Nayeon se preparó, tomó un fuerte respiro mientras ordenaba un poco sus ideas. No la entregaron, y eso solo los va a hundir. Nayeon asintió convencida, adentrándose a la casa mientras Woohyun hablaba con los oficiales y Jungkook la veía desde el sofá.
— Es momento de acabar con lo que nunca debió empezar — Woohyun dice una vez vuelve y los tres están solos. Nayeon la mira mientras sigue pensando en lo que hará y cómo librarse, pero en su distracción Jungkook la toma por detrás, agarrandola fuertemente. Nayeon se retuerce, murmurando insultos y maldiciendose por haber dejado a Jungkook sin su vigilancia— Al baño — ella ordena.
Su hijo acata su orden, llevando a rastras a Nayeon hacia el baño para dejarla arrodillada. Sus rodillas queman ante el contacto de algo duro, y sus manos siguen arañando al chico para separarse de él, pero no puede lograrlo con facilidad.
Woohyun lleva una cuchilla, y se acerca a Nayeon para tomar su brazo e inmivilizarlo con sus piernas. Nayeon se da cuenta, le va a cortar las venas para hacerlo pasar por suicidio, pondrá de excusa que fue secuestrada y torturada psicológicamente por ocho años, y con dinero convencerá a todos. Abrió mucho los ojos, con su mano libre toma por detrás de la rodilla de Jungkook y jala para hacerlo caer hacia atrás, haciendo que la suelte y pueda liberarse.
Con tropiezos sale del baño, pero Jungkook la sigue y pelean en el camino. Cuando llegan por el pasillo, Jungkook la golpea duramente en el rostro, dejándola aturdida, pero desliza su pie tomando un impulso que hace a Jungkook caer al suelo. Nayeon se sube encima para encestar puños en su rostro repetidas veces, sabiendo que sus golpes pueden ser brutales cuando quería.
Solo es cuando Jungkook usa toda su fuerza y cambia la posición, Nayeon está abajo soportando golpes. Nayeon en igual de apartarse, engancha sus piernas a las caderas del chico, y este se intenta levantar para apartarla. Con un impulso, Nayeon hace que Jungkook se levante y la levante consigo, pero para que le sea más difícil atacarle con su fuerza. La castaña fortalece su enganche en la cadera del chico, no iba a soltarlo y eso Jungkook lo notó. Nayeon seguía dejando golpes, pero Jungkook se arriesgó y corrió para que la espalda de Nayeon colapsase contra la pared.
Con el aire sacado de sus pulmones, Nayeon aflojó solo un poco su enganche, y Jungkook aprovechó para sacarse su cuerpo de encima, aventandola lejos de él, pero en consecuencia haciendo que caiga por las escaleras.
El cuerpo de Nayeon rueda un poco hasta detenerse al final, dándole la espalda a Jungkook. El chico se encuentra cansado y adolorido pero puede ver que Nayeon no tiene ningún movimiento, ni de tics ni de respiraciones. Suelta un suspiro, sintiendo un deja vu.
Justo así fue como su hermanita murió hace años.
Woohyun se acerca a un paso lento, y Jungkook nota que en ningún momento la ayudó con la brutal pelea que esa psicópata le dió, sino que se quedó en el baño junto con las cuchillas.
— Debemo-... — la voz de Woohyun es interrumpida por un tono de llamada un poco lejano.
Woohyun va hacia el sonido, ya que esa canción era la que tenía de tono de llamada para Kun. Jungkook la sigue, pero solo para sentarse en el baño y ver sus heridas en el espejo, empezando a limpiarlas con el agua del lavamanos.
— ¿Mi amor? — Woohyun intenta sonar lo más normal posible, mientras de nuevo se dirige hacia las escaleras junto a su hijo.
— ¿Woohyun? — la voz de Kun suena preocupada — Estoy de regreso, me acaba de notificar la policía sobre la camioneta y Jiyu — Woohyun maldice bajo, apartando un poco para que no se escuchara por la línea telefónica — ¿Qué ocurrió?
— No lo sé — Woohyun intenta sonar frustrada, mientras pensaba en cómo salir de ese aprieto — Pareció extrañarte y como que se molestó, tomó las llaves, chocó un auto por accidente y aceleró sin rumbo. La policía hizo algo y Jiyu está... — su voz se hizo débil cuando se dió cuenta que Nayeon no estaba tirada en el suelo ahora — ... bien — termina, tragando saliva al no saber dónde estaba la psicópata a la que le permitió estar en su casa.
Maldice a sus decisiones, mientras que se despide de Kun. Suelta un suspiro. Nayeon no estaba muerta y se despareció. Genial, lo que les faltaba.
— La loca no está y lo peor es que Kun viene de regreso — murmura hacia su hijo, quien suelta un suspiro y una queja alta — Jungkook — lo llama, haciendo que el chico la mire cuestionante — Matala a como sea — Jungkook asiente a sus palabras y se va a buscar su espada de esgrima, sabiendo que puede ser útil en ese momento.
En cambio, Woohyun cierra los ojos, estresada.
#♡>☆
Mina se remueve en su cama cuando escucha un ruido, y salta de esta cuando una sombra se hace presente en su habitación, pero se relaja considerablemente al reconocer a su novia en medio de la oscuridad que la rodea. Su mano va hacia la lámpara, encendiendo la luz para poder ver a Nayeon.
— ¿Por qué estás aquí tan tar... de? — su sonrisa de bienvenida se desvanece cuando capta en Nayeon con hematomas, heridas abiertas y una expresión cansada — ¿Qué ocurrió? ¿Quién te hizo todo esto? — sus preguntas no son contestadas. En cambio, recibe a Nayeon abrazandola repentinamente — Nayeon, ¿qué ocurre?
— Tienes que tomar una decisión, Mina — Nayeon habla entre jadeos, sintiendo el corazón acelerado en su pecho, como si pronto fuera a salir. Y este era el momento esperado, la decisión de Mina. Se separa de su abrazo, para verla de frente. Nayeon se para a como puede, sintiendo los golpes en su cuerpo — Entregarme a las autoridades o escapar conmigo — pone las dos opciones, mientras Mina frunce más el ceño sin saber qué ocurría.
— ¿Entregarte o escapar? — la pelinegro ladea la cabeza — ¿A qué te refieres eso? ¿Quién te hizo daño? — sus preguntas de nuevo no son respondidas, porque Nayeon jadea y toma respiraciones rápidas, sin prestarle demasiada atención a sus preguntas.
— Mira, Mina — Nayeon traga saliva para empezar a explicarle — Woohyun y Jungkook mataron a Jiyu, ¿no? — Mina asiente en entendimiento — Yo lo sabía desde hace mucho, porque Woohyun me descubrió y me hizo un trato — Mina asiente de nuevo — Yo hacía feliz a su esposo fingiendo ser su feliz hija, mientras no me entregaban al psiquiátrico. Ahora ese trato terminó, ella trató de envenenarme una vez y yo ahora traté de empujarla a ella y a su hijo hacia las vías del tren — Nayeon espera el asentimiento de Mina, aunque tarda en llegar, llega mientras también tiene una cara consternada — Me golpearon e intentaron asesinarme, pero escapé y aquí estoy — termina, esperando que Mina reaccione a su explicación más resumida posible.
Ni siquiera mencionó lo de la camioneta y los policías, pero no era importante ahora. Nayeon solo quería que Mina decidiese.
— ¿Asesinarte? — Mina murmura esa palabra como si fuera demasiado ajena. La simple idea de perder a Nayeon la hizo estremecer, sintiendo una corriente eléctrica por su columna, y cosquilleos en las manos y estómago, pero eran cosquilleos malos, se sentía mal. Eran como las hormigas en el estomago, pero no solo caminaban, sino que le picaban, sintiéndose como pinchazos aleatorios en su piel.
— Tengo un plan, pero solo lo pondré en marcha si vienes conmigo — Nayeon se recompuso, parándose recta y ya no con los hombros encorvados, viendo atentamente cualquier gesto que su novia hiciera — Si quieres entregarme y no meterte en eso, lo aceptaré, está bien — aseguró, asintiendo y sonriendo para darle confianza — Por favor, decide pronto, que no tenemos mucho tiempo antes de que descubra que estoy aquí — se decidió por sentarse en la cama, encorvandose a la vez que Mina seguía pensando en lo que estaba ocurriendo.
Le estaba ofreciendo escapar de todo, de simplemente desaparecer ambas en algún lado, la aseguraba tener un plan para poder escapar juntas. Tenía esa gran oportunidad y Mina estaba todavía considerándolo, no sabiendo por qué todavía no aceptaba la gran invitación que su novia le daba.
Cuando se ve en el espejo, puede observarse a ella destruida, con moretones, con cortes superficiales, con raspones, con su rostro lleno de colores morados, rojos, azules y oscuros. Su padre nunca se detenía en abusar físicamente de ella, aunque ya estaba acostumbrada a los ardores de las heridas. Todo eso, solo le confirmó lo que deseaba.
No quería seguir viviendo así, con miedo y humillada. Lo que la hacía feliz era Nayeon, y no podía dejarla ir de esa forma. No importaba cuántos asesinatos hizo o a cuántas personas engañó, Mina amaba cada gesto de Nayeon, cada sonrisa. Amaba hacerla feliz y amaba que Nayeon también la hiciera feliz a ella. No necesitaba pensarlo más.
Rápidamente se acercó a Nayeon, quien descansaba en espera de su respuesta. Nayeon recibió completamente a Mina cuando esta se deslizó por sus piernas hasta sentarse encima y besarla como si nunca lo hubiera hecho. Sus labios sabían a gloria, una calidez hermosa y una felicidad extrema. Mina solo se separó para dejar repetidos besos en la cara de su novia, hasta sonreírle alegre.
— Vamos, solo necesitas guiarme — Mina pide, haciendo a Nayeon abalanzarse a otro beso que pedía nunca separarse. Mina escuchó cada parte del plan, sintiéndose nerviosa pero decidida.
#♡>☆
Nayeon se ubica en el estudio, mientras esconde el arma que tomó prestada de la casa Myoui. Nunca había imaginado que el señor Myoui tuviera algunas allá. Esta feliz y firme en lo que iba a hacer, cada paso estaba calculado. Se había metido por la ventana, por la que también había escapado hace minutos, pero ahora regresaba con fuerzas y un plan siniestro.
Cuando la puerta se abre, es Jungkook quien entra cuidadosamente y la ve. Apunta la espada de esgrima hacia ella, a la defensiva al haberla encontrado.
— Por fin te encuentro — murmura, dando una sonrisa al saber que su madre estaría orgullosa cuando le quitara la vida a esa chica.
— Ya se me hacía mucho, Kookie. Casi me dormía del aburrimiento — se burla, mostrando su sonrisa encantadora. Sus heridas estaban limpias, la sangre había sido quitada por Mina, así que su rostro fuera de suciedad se mostraba hacia el chico que mostraba una superioridad en ganarle.
Posiblemente le ganaría, si no fuera porque Nayeon se agachó y tomó la ballesta que había escondido. La aprendió a usar en el camino, ya había disparado una flecha de practica, y se sabía que tenía buena puntería. Un flecha fue la que atravesó el hombro-pecho de Jungkook, haciéndolo caer hacia atrás por el impulso y la perforación.
Nayeon vió la espada caer lejos de él, y se acercó, dejando la ballesta en la mesa para acercarse. Su caminar lento seguramente era tortura para Jungkook, y a Nayeon le encantaba. Cuando estuvo frente a él, se agachó aún si recibía manotazos débiles del chico que trataba de soportar el dolor y la pérdida de sangre.
— Mal-... M-Maldita fenóme-... no — Jungkook pudo murmurar, pero no por tanto ya que Nayeon se subió encima sentándose en su estomago para tomar la flecha y sacarla.
El chico sacó todo el aire de sus pulmones, pero también uno de sus pulmones fue perforado cuando Nayeon volvió a atascar la flecha. Hizo el mismo proceso en diferentes zonas de su torso, viendo a Jungkook soltar sangre por la boca de sus órganos siendo perforados, y luego una pequeña convulsión que lo dejó quieto. Nayeon se aseguró de que estuviera muerto, aún si era obvio de que nadie sobrevivía a eso, y una vez confirmado se levantó.
Se quitó el suéter para limpiarse la sangre, viendo con orgullo el cómo había dejado al chico que intentó matarla.
Se separó de él cuando pasos se escucharon y Woohyun entró al estudio, no teniendo ninguna arma pero con los puños apretados del enojo y frustración, seguramente por no haberla encontrado por mucho tiempo.
Solo que Woohyun no pudo decir palabra alguna, ya que la recibió la imagen de su hijo con diversas perforaciones en todo su pecho, todo su torso estaba manchado de sangre, y sus ojos todavía abiertos veían vacíos hacia el techo.
Nayeon espero que rompiera a llorar, que pasara cualquier cosa, asi que dejo la flecha junto a la ballesta y se dispuso a esperar pacientemente al sufrimiento de Woohyun, pero la mujer totalmente errática se abalanzó hacia ella con totales intenciones de matarla. Su respiración acelerada y ojos llorosos demostraban lo dolida que estaba por su hijo, pero Nayeon la empujó y salió corriendo hacia la cocina, escapando de cualquier cosa que Woohyun fuera de control pensará hacerle.
Corrió rápido, pero Woohyun logró alcanzarla y en un impulso la empujó, haciendo que el peso de ambos cuerpos hiciera a la puerta abrirse y a ambas caer al suelo duro.
— Vas a morir, maldita — Woohyun estaba totalmente furiosa, y Nayeon apenas pudo evitar que la golpeara a la cara con sus dos manos hechas puños e impulsadas desde arriba.
Se deslizó para quitarse de encima a la mujer, acomodándose para aprisionarla y darle una patada en el rostro que la desorienta lo suficiente para darle otras más, hasta dejarla casi inconsciente en el suelo.
O eso piensa Nayeon, porque cuando se dispone a hacer algo en la cocina, recibe un cuerpo estrellándose contra ella. Ambas, entre forcejeos, ruedan por la isla con el impulso que Woohyun había dado. Nayeon es dejada sobre la estufa, y eso hace que se muevan diferentes cosas encima del objeto, mientras Woohyun intenta golpearla con todas las fuerzas que tiene. Woohyun la derriba, pero Nayeon se encoge y luego estira repentinamente para patear su estómago, sacándole el aire.
Se levanta para salir corriendo, con Woohyun siguiéndole ferozmente el paso. Ambas dejando que la cocina empiece a incendiarse por culpa de los forcejeos que hicieron encima de la estufa. El fuego se expande poco a poco por toda la casa.
Nayeon puede llegar a su objetivo, sonriendo felizmente al ver que había ganado.
Los pasos de Woohyun entran también en presencia, y la mujer se da cuenta que estaban en el estudio, donde su hijo estaba muerto en una zona de la habitación. Desvía la mirada, concentrando su ira en su peor error.
— ¿Sabes? Estoy segura que Myoui Mina nunca te querrá, porque sabría del monstruo que eres — sus palabras son con la total intensión de distraerla, pero en eso Nayeon solo se ríe de sus palabras ahora ya no significativas.
— Me gusta sorprender a la gente, así que voltea para atrás — Nayeon apunta hacia las espaldas de la mujer, haciéndola fruncir el ceño. Woohyun duda en voltear, no quiere bajar la guardia contra esa chica ahora que sabe sus habilidades en pelear, pero de reojo puede ver a alguien y se exalta, apartándose de ambas — Y de eso hablaba.
Mina tenía la ballesta en manos, con la flecha ensangrentada apuntando hacia Woohyun, quien se ve acorralada ahora mismo por ambas menores. Mina tenía esa expresión seria, una que Nayeon pocas veces ve, pero que le da a entender que Mina tomaba muy en serio el plan y estaba dispuesta a terminarlo.
— Desde un principio yo guste de Mina, y fue recíproco. Tan solo fue acercarse y me encontré con quien sería mi acompañante de vida. ¿no es romántico, mami? Saluda a tu nuera.
Sus palabras burlonas hacían que en Mina crezca una pequeña sonrisa, mientras tenía firmemente sus manos en el arma.
Woohyun no alcanza a decir algo, pues Nayeon le hace una seña a su novia para que dispare, y Mina no duda en ajustar su puntería para que la flecha pueda perforar el pecho de la mujer, haciéndola caer rápidamente al suelo. Nayeon se acercó cuidadosamente, viendo que la flecha dió justo en la zona izquierda del pecho, y seguramente fue una muerte certera porque el corazón fue perforado.
— ¿Todo listo? — Nayeon cuestiona hacia la pelinegro, quien baja la ballesta y la deja caer, asintiendo — Vamonos ya, Jihyo nos debe estar esperando afuera — le deja un pequeño beso en los labios, haciendo reír a la pelinegro y seguirla entre risas.
— Llenemos la mochila — Mina dice, quitándose la mochila vacía para que Nayeon se dé cuenta que quería tomar todo lo valioso de la casa, con lo que podrían vivir el próximo tiempo.
Entonces Nayeon la guía hacia las joyas de Woohyun, para tomarlas y meterlas de manera apresurada a la mochila. Podían oler el humo haciéndose presente, y los crujidos del fuego devorando la casa, así que el dinero y las joyas son lo principal que toman, yéndose por la ventana del estudio, por la que entraron.
Ambas salen a hurtadillas, aún si sabían que no habían vecinos que pudieran ver lo que ocurría. La oscuridad de la noche las recibió pero Mina encendió la lámpara del teléfono que le robó a Akari, y iluminó para así ambas salir hasta el patio, a las orillas del bosque donde pasaban muchas citas.
Ambas se voltearon a ver ambas casas en llamas. Mina había incendiado con gasolina toda la planta baja para que su familia muriera también. Ambas casas estaban completamente en llamas, y en eso una explosión pequeña ocurre en la casa Jeon, haciendo exaltar a ambas, pero luego reír por el susto que les causó, sabiendo que el cilindro de gas debió explotar.
Kun llega, encontrando la casa en llamas, y al entrar para salvar a su familia, inevitablemente nunca más saldrá de esa casa.
Ambas chicas ven al hombre llegar, Nayeon sintiendo pena por él, y Mina sintiendo tristeza porque fue uno de los pocos que la ayudó en su situación. Ambas no pueden pensar en eso para cuando un balbuceo y lloriqueo se escucha, haciéndolas voltear hacia Park Jihyo.
— Wow — Jihyo parece extremadamente sorprendida al ver ambas callas en llamas, y en sus manos sostiene débilmente a un bulto de mantas que se mueve en varias ocacioens — Hicieron... Wow.
— ¿Qué traes en las manos? — Nayeon se acerca a ver, abriendo mucho los ojos ante la pequeña bebé que se removió en sus mantas y soltó gruñido al estar molesta con sus guantecitos — ¿Qué-... ? — luego entiende, mientras gira hacia su novia, quien está especialmente nerviosa.
Park hace una mueca al estar entre la tensión de la pareja.
— Mi hermanita... — Mina murmura dándose por culpable de que la personita esté presente — N-No podía dejarla, Nayeon. Mi familia, es mi hermanita, es Sana — sus palabras son entrecortadas, teniendo miedo de que Nayeon esté en desacuerdo o niegue llevar a su hermanita con ellas.
Nayeon aprieta sus labios en una línea, acercándose a Park para darle un golpe en la cabeza, que la hace quejarse.
— Agh, ¿y eso por qué?
— Agarrala bien, ¿qué no sabes tomar bebés? Casi la dejas caer — Nayeon se notó preocupada por la pequeña, acomodando las cobijas y haciendo que Jihyo mantenga un firme agarre — ¿Sabes qué? Mejor yo la cargo, ¿tú qué vas a saber? — la castaña tomó a la bebé en sus brazos, sosteniendola a como un día se enseñó.
Recuerda que en el psiquiátrico estuvo una chica traumada con su hijo, a quien accidentalmente abortó. Tenía un muñeco que cuidaba como si fuera un bebé, le cantaba, lo "alimentaba", lo cambiaba, bañaba y de más, y también le enseñó a Nayeon a cómo cargar a los bebés cuando esta se lo preguntó por aburrimiento.
Tomó bien su cabecita y escuchó los balbuceos de la pequeña, sintiendo como encajaba en su torso. La acomodó hasta saber que estaba asegurada en su pecho.
Cuando estuvo bien, volteó hacia Mina, notando que esta tenía una expresión ilusionada. Nayeon se dió cuenta que podía estar pensando mal, así que se acercó sonriendole.
— Está bien, no estoy enojada — esas palabras aliviaron muchísimo a Mina, la relajaron — La voy a proteger como a ti, y la llevaremos con nosotros — asegura, haciendo a Mina asentir. Nayeon se inclinó, dejando un pequeño beso en los labios de la pelinegro, lamiendose los propios al encontrarse deseosa de besarle más. Pero Jihyo interrumpió.
— ¿Qué esperan? Vamonos ya, las autoridades vienen en cualquier momento — y cuando Park soltó esas palabras, las sirenas se escucharon y las tres se quedaron viento unas a las otras.
Rápidamente aseguraron sus cosas y salieron corriendo por el bosque, huyendo así de todo. Entre risas, Mina y Nayeon disfrutaron correr libremente por el bosque, sabiendo que ese solo era el principio de la libertad que tantos ansiaban en la vida. Eran ambas contra todo.
Con Jihyo regañando para que dejaran de besarse y siguieran corriendo, pero ese era un extra.
. . . . .
Chan chan chaaaaan. Me creerían si les digo que llevo escribiendo esta historia desde enero? Me estanqué demasiado algunas veces, pero por fin la terminé 🙃
Y ahora terminé de publicarla. Gracias por leer y apoyar, espero que se hayan entretenido, etc jajs. Nos vemos en otra historia. Baybay 👋🏻
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro