Canción del capítulo: Tony Ann - Reflections.

Pocas veces había tenido un almuerzo a solas con su madre. Cuando eso ocurría, era extraño tener a sus hermanas allí preguntando cualquier cosa, HeeRan siempre quería hacer ese tipo de cosas con su madre, estar las dos solas y esa necesidad estaba creciendo con la adolescencia en su máximo esplendor, se sentía un poco egoísta al querer a su madre sólo para sí la mayor parte del tiempo, siempre se callaba esos pensamientos creyendo que estaba mal. ¿Por qué le parecía que cuanto más crecía más complicado se volvía el mundo y ella misma? JooHee tomó uno de los mandu con sus palillos colocándoselo a HeeRan en su plato, sabía que era la comida favorita de ella, ese gusto nunca cambió.

—Gracias.

—Sé lo mucho que te gustan. Este restaurante cocina muy bien los mandu.

—No, los mejores son los tuyos, omma—sonrió un poco.

Para JooHee seguía siendo tierno cuando JungKook y HeeRan cocinaban juntos. En ocasiones el uno o el otro veían escenas por internet terminando por replicarlas, era un hobbie que tenían juntos.

—Iba a preguntarte como estuvo la escuela hoy, pero...—HeeRan dejó de masticar—Creo que es una pregunta estúpida.

—BongDae está molesta conmigo—confesó con sus mejillas llenas. Su madre le colocó atención mientras removía su sopa.

—Es la primera vez que te escucho decir eso, nunca tuvieron problemas, ni siquiera al conocerse.

—No sé que pasó exactamente—hizo una pausa—Dijo que...debería hablarlo contigo, que tú sabrías lo que ocurre.

—¿Qué?—JooHee dejó ver su confusión.

—Omma—HeeRan tragó primero. Limpió sus labios con la servilleta para luego hablar—¿Por qué te pusiste mal cuando te pregunté sobre Lianna?, ¿Conoces al padre de BongDae realmente?

Su madre tomó una bocanada de aire pensando cuidadosamente lo que diría. JooHee se cruzó de brazos apoyándolos sobre la mesa, su hija la veía con atención notando su incomodidad además de nerviosismo. La pelinegra aclaró su garganta tardando quizás un poco en hablar.

—Sí, lo conocí hace siete años. Fue antes de conocer a JungKook—indicó.

—¿Significa que Lianna eres tú?

—Es...un apodo viejo—respondió no muy contenta. Seguía esperando el día que dejara de ser tan difícil hablar del pasado, pero ese día no llegaba aún—El cual me trae desagradables recuerdos.

—Appa parecía un poco molesto cuando el señor Eom te llamó así—llevó un mandu a su boca. Masticó para luego preguntar—¿Qué tiene que ver con las palabras de BongDae?

—¿Recuerdas cuando estabas pequeña?, cuando HeeJin estaba cerca de cumplir su primer año.

—¿Poco antes de que appa llegara?—asintió siendo consciente de ello—Sí, recuerdo que trabajabas por la noche y nos dejaba con la tía NaYeon.

Eso de "tía" era un apodo que comenzaron a decir cuando JunHee inició esa costumbre. Cuando la menor de las tres hermanas empezó a hablar, HeeJin se acostumbró a llamar tanto a NaYeon como a TaeHyung "tíos", luego HeeRan también se unió a esa costumbre.

—¿Recuerdas lo que te dije sobre ese trabajo?

—No mucho—se mostró pensativa—Recuerdo que no solías usar ropa como ahora, me refiero a...—señaló sus brazos—Solías cubrir todo tu cuerpo. No íbamos a piscinas o playas en verano, te veías más cansada, ¡Ah!—tuvo un flashback—Mencionabas algo de un karaoke, creo que acompañabas a los clientes.

—Bueno...no era un karaoke precisamente—mencionó con más cuidado. HeeRan sin entender frunció el ceño, JooHee tomó una bocanada de aire jugando con sus manos sobre la mesa.

—¿No acompañabas a los clientes?

Era un poco tierno que la chica mantuviera esa ingenuidad e inocencia de siempre, aunque también apretaba más el corazón de JooHee quien comenzaba a sentirse una pésima madre.

—Yo...trabajaba en un...club.

—¿Un club?—HeeRan dejó de comer.

—Tal vez no lo recuerdes porque eras muy pequeña, antes de que HeeJin llegara a la familia y sólo te tenía a ti, la situación fue...la peor de todas—señaló—Encontrar un empleo era igual de complicado, no me importaba no comer nada durante el día, pero era diferente teniéndote a ti. Eras una niña, no quería que nada te faltara.

—Sé que siempre has hecho todo por nosotras—repitió sus palabras.

—Y es cierto, cielo—se apresuró a decir.

—¿Qué ocurrió en el club?, ¿Conociste al padre de BongDae allí?

—Sí.

—¿Y?, ¿Por qué ese nombre es tan malo?, hay personas que trabajan en clubes, no lo veo tan malo.

JooHee tragó con dificultad. Estaba siendo más difícil expresarse de lo que pensaba, aclaró su garganta y...

—¿Has escuchado la palabra dama de compañía?

—¿Dama de compañía?—repitió. HeeRan hizo memoria rápidamente, en su recuerdo, aparecía su madre y NaYeon hablando sobre algo, allí mencionaban esa palabra.

—Sí.

—¿Sabes lo que significa?

—¿No es una forma más "elegante" de llamar a las prostitutas?—cuestionó. Por unos minutos hubo silencio, HeeRan identificó ese brillo triste en los ojos azules de su madre—Omma...

—Conocí al padre de tu hermana allí, él...dirigía el club, un día...fui a pedirle empleo—contó bajando la vista—Entré al club porque necesitaba el dinero, debía mantenerte, tenía una hija y debía pensar en ella más que en mí—su voz fue bajando cada vez más—Mi función era ser...la dama de compañía de algunos clientes.

Para HeeRan aquello cayó como un balde de agua fría, ¿Su madre había sido una prostituta?, ¿No se supone que son mujeres sin respeto alguno y que son como una mancha en una prenda favorita?, ¿Una mancha que quieres quitar porque opaca lo bonito de esa prenda? El interés por los mandu quedó a un lado, no sabía si era la mezcla de emociones en ella, pero tenía náuseas. JooHee al notar el silencio tomó la mano de su hija sobre la mesa.

—¿El...padre de BongDae y...HeeJin fueron...tus clientes?—preguntó temerosa.

Hubiera deseado poder decir que no.

—Sí—admitió.

"HeeJin le rompería el corazón saber la verdad de su padre"

Por un tiempo, cuando era pequeña, HeeRan había creído que HeeJin y ella compartían el mismo padre. Cuando su madre le confesó estar embarazada por segunda vez, se había emocionado un poco con la posibilidad de que su padre apareciera finalmente, en su lugar, la soledad siguió acompañándolas a ambas. Cuando JungKook llegó a la vida de ellas lo había visto como una amenaza en su totalidad, que un desconocido irrumpiera en sus vidas de ese modo no le gustó, su madre la abandonaría y eso le aterraba, por supuesto, con el tiempo pudo ver que no era así.

—¿Conociste a appa de ese modo?

—JungKook fue un cliente diferente—de eso no tenía duda—Él me ayudó a salir de ese mundo por ti y tu hermana.

—Pero era un cliente igual.

—HeeRan...

—¿Solían llamarte así?, ¿Lianna?—ahora entendía porque ese nombre no se mencionaba en lo absoluto.

—Sí.

Lentamente soltó las manos de su madre dejándole ver el primer rechazo a ella, algo que dolió intensamente a la pelinegra. Eso era lo que más temía.

—Supongo que...BongDae sabe esto. Sino, nunca me hubiera dicho que hablara contigo.

—No sé a qué se refiere exactamente, su padre no pudo comentarle nada al respecto, ¿Qué clase de padre le diría algo así a su hija?

—¿No lo entiendes?—resopló—Omma, destruiste ese matrimonio, por esa razón se divorciaron.

—¿Ella te lo dijo?

—¿Eres tan estúpida para no verlo?

JooHee quedó atónita por su forma de hablarle. Nunca le había hablado así.

—Jeon HeeRan, soy tu madre.

—No. Ya no estoy segura de eso—tragó el nudo en su garganta—Mi madre nunca habría sido la puta de otros hombres.

—No digas eso, lo hice por...

—¿Enserio?, ¿Por mí?—sus ojos contuvieron las lágrimas. ¿Por qué quería llorar?, ¿Rabia?, ¿Impotencia?, ¿Decepción?, no lo sabía—¿Por HeeJin?, ¿Fuiste tan descuidada para tener otro bebé?

Parecían que los roles habían cambiado, algunas personas comenzaban a ver aquel drama.

—Tu hermana no tiene la culpa del monstruo que era su padre...

—Podías abortar.

—Dios mío, HeeRan, estamos hablando de tu hermana.

—La cual fue producto de tu asqueroso trabajo—se levantó de la silla—No tengo hambre. Me iré a casa.

—Espera—JooHee la detuvo tomando su muñeca—No te irás sola. Escúchame un poco más...

—No quiero—se soltó de su agarre—No quiero escuchar lo que tengas que decir.

—Querías que te contara la verdad...

—Y ahora hubiera preferido no saberla—giró sobre sus talones alejándose de la mesa.

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El auto se detuvo al llegar a casa. Afuera caía una débil llovizna, el silencio estaba cargado de incomodidad y pesadez, JooHee volteó a ver a su hija, la castaña tenía ojos brillantes por las lágrimas que contenía. El arrepentimiento por haberle contado la verdad estaba apareciendo, ¿Por qué la verdad siempre era dolorosa?, ¿Por qué era más sencillo vivir en la ignorancia? HeeRan veía hacia al frente sin mirar nada en realidad, en su mente se imaginaba todos esos hombres asquerosos aprovechándose de su madre. Cuando niña siempre odiaba el hecho de no poder dormir con ella y no poder pasar tiempo con la mujer más importante de su vida, se sentía como una tonta al haber crecido entre mentiras.

—HeeRan—al intentar alcanzar su mano, obtuvo un segundo rechazo. Su corazón se rompió y acto seguido sintió las lágrimas subir a sus ojos.

La castaña tomó su bolso bajando del vehículo. Cerró con un portazo fuerte dirigiéndose a la puerta de la casa, escuchó a sus hermanas con su padre en la sala, siguió a las escaleras alcanzando a distinguir la voz de JunHee llamarla, apresuró el paso encerrándose en su habitación. Tenía mucho que procesar en ese momento.

Ay ._.