Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 28

Bastian, 20 años de edad. 

Bárbara, 15 años de edad. 

Otoño de 2005...

—Si sigues llorando así te vas a deshidratar —murmuro Dionne mirando de reojo a Bárbara.

—Pásame... Pásame algo —gruño Bárbara lagrimeando mientras se abraza a su almohada y extiende la mano hacia Dionne.

Dionne puso los ojos en blanco y le paso un pañuelo de la mesita de noche.

—Creo que todo esto es un malentendido, ojitos grises —comento con seguridad Dionne—. Escucha, no es tan malo ¿Bien?

—¿Malo? ¿Cuánto tiempo va a pasar ignorándome? ¿Qué fue lo que hice mal? ¡Solo! ¡Solo fue un beso tonto y fue hace meses! —Bárbara se sacudió la nariz mirando el nuevo color de cabello de Dionne—. Me gusta cómo te queda el castaño combina con tus pecas... —murmuro intentando desviar el tema.

Dionne se tomó un mechón de cabello y suspiro.

—Así me parezco más a mi hermano —Se encogió de hombros—. Pero escúchame, Bastian va en la universidad, apenas y tiene tiempo para respirar, solo no sé... —suspiro al ver más lágrimas bajando por las mejillas de Bárbara—. ¡Joder! ¡Qué complicados son! —gruño, exasperada, sin poder dar un discurso motivacional—. ¡Solo déjalo que bese culos universitarios y empieza a salir con alguien que sí vaya a nuestro instituto!

Dionne se mordió la mejilla al ver la mirada triste de Bárbara, preguntándose muy dentro de ella porque mierda se aferra tanto al imbécil de Bastian, no es un mal tipo, pero la situación es tan estúpidamente complicada que la exaspera.

—¡Tch! Ustedes siempre con su jodido misticismo y comunicación nula —Se levantó de la cama y empezó a dar pasos por la habitación de Bárbara—. Son dos cabezas de piedra ¡Ahg, llévame universo y escúpeme en la playa! ¡Esto es demasiado para mí! ¡Mi intelecto no es suficiente para entender estos problemas amorosos! —Se sacudió el cabello, exasperada, y empezó a mirar las fotografías con las que Barbara forro la pared para despejar la mente.

Dionne toqueteo el papel fotográfico con interés, solo observando todo el mosaico de lugares y personas; fotos de ella, Bastian, Luar, Bianca, parques, atracciones, muchas cosas que ver. Se concentró en una foto prácticamente oculta en una de las esquinas y la señalo. Está vieja por los años, los bordes amarillentos se doblan.

—¿Quién es ese? —cuestiono Dionne con interés intentando desviar la atención de Bárbara de su llanto incontrolable a otro tema de conversación.

Bárbara miró el punto que Dionne señala y se quedó en silencio, pensando que la foto que cubría la foto de ese hombre debió haberse caído, frunció el ceño y jugueteo con sus dedos antes de responder.

—Es mi donador de esperma —aseguro, con poco interés.

Dionne sonrió y miro con interés a Bárbara.

—Venga, no me hagas esos ojos. Es solo una cucaracha que camino por este apartamento hace mucho —gruño Bárbara limpiando su rostro, empezando a sentirse de peor humor.

—Uh... Para ser un simple bicho, tiene un buen lugar en la pared, arrinconado, pero al fin y al cabo está allí pegado —replico Dionne esperando una mejor explicación.

Bárbara suspiro sin querer empezar a hablar, pero luego de unos minutos de silencio decidió contarle la historia.

—Cuando era una niña, mis padres aún vivían juntos. Si te soy sincera, no lo recuerdo, solo son flashes borrosos de algo que no estoy segura si paso o no. Sin embargo, escuche de la tía Bi, que un día casi mata a mamá a golpes. Fue el mismo día que desapareció de mi vida, mamá pasa un tiempo en el hospital —desvío la mirada de la fotografía a los ojos de Dionne—. Realmente no sé qué paso, Bastian lo vivió mejor que yo y también lo recuerda mejor, lo suficiente para tener pesadillas sobre eso. No tengo su foto allí porque lo quiera conocer, es solo que quería saber cómo se ve y jamás olvidar su cara, si algún día lo veo en la calle, voy a fingir que no existe, después de todo él no es mi padre. Y su fotografía es solo para eso, reconocer el rostro que debo evitar. Además, la encontré por casualidad en unas cosas viejas que mamá lanzo a la basura.

—Uhm... Supongo que nos tocaron padres, que son escoria —Dionne volvió a sentarse en la cama y finalmente se acostó—. Yo solo pase por dos casas hogares —empezó a reír y miro con seriedad a Bárbara—. No era violenta porque me hubieran rechazado otros padres adoptivos, desconfiaba y odiaba a la gente porque quienes me abandonaron fueron mis padres biológicos. Mamá y papá realmente piensan que no lo sé, pero lo escuche muchas veces mientras estaba en la casa hogar. Un día alguien vio a una pareja bajando de un auto a una niña y esa niña fui yo, simplemente me dejaron botada en la acera —extendió la mano hacia el techo y formo un puño—. ¿Te lo imaginas? Pudo pasar cualquiera y llevarme, tuve suerte que una de las trabajadoras sociales me escuchara llorar hasta privarme, seguí llorando y rogando por ellos hasta que me desmaye muchas veces, dicen que llegue a los tres años, pero tal vez sea mayor que tú. Mis padres me adoptaron un año después, fue la única pareja que me vio con buenos ojos, yo mordía y le jalaba los cabellos a todos, siempre estaba tan enojada, tuve suerte.

—¿Todavía estás enojada? —pregunto Bárbara, preocupada al ver el rostro contraído de Dionne.

—¿Tú no lo estarías? Sigo enojada con ellos —comento con seguridad—. Muchas veces me pregunté, que había de malo conmigo para que me abandonaran —suspiro—. Tengo mala personalidad, lo admito, pero mis padres han hecho mucho por mí. Se esforzaron para que yo pudiese sanar mi corazón, aunque en el fondo sé que no puedo perdonar a los otros, tampoco quiero buscarlos, ellos solo comparten sangre conmigo.

—Yo no pienso que tengas mala personalidad —Bárbara hizo puchero.

—Ya estás más tranquila —comento Dionne con una media sonrisa desviando el tema.

—Sí —balbuceo abrazándose a su almohada—. Sabes... Él no me ve como una mujer.

—Uhm... ¿Por qué estás tan interesada en que él te vea como una mujer? ¿No puedes simplemente crecer y disfrutar despacio? Joder, no nos hemos emborrachado por primera vez y tú ya quieres ser adulta —opino Dionne mirando a Bárbara impaciente—. No tienes por qué apurarte ¿Acaso él te pidió que te convirtieses en una mujer adulta de la noche a la mañana? ¿O es que quieres tener sexo con él? Entiendo que quieras hacerlo, yo también tengo curiosidad.

—¡Dionne! —Bárbara se avergonzó—. Es solo... Que quiero que me mire, siento que cada vez nos alejamos más ¿Qué está pasando? ¿Por qué creció tan rápido? Ahora que va a la universidad, me siento aún más pequeña —murmuro haciendo una línea con sus labios—. No dejo de pensar que me estoy quedando atrás.

—Donde estamos nosotras no es atrás, o lo que sea que pienses, es nuestro aquí por así decirlo... Ugh... ¿Qué se supone que te diga? Voy a decirte lo que dice mi mamá; «Todos crecen y encuentran su lugar en el mundo a su propio ritmo» ¿Sí? ¿Captas el mensaje? —pregunto haciendo muecas.

Bárbara empezó a reír por la exasperación plasmada en las palabras de su amiga.

—Espero que mi lugar en el mundo se cruce con el de él —dijo Bárbara en medio de un suspiro.

—Yo espero que mi sitio en el mundo se cruce con un título universitario —Dionne se encogió mostrando una sonrisa—. Porque no sé qué quiero estudiar.

⠇⠁⠎⠀⠓⠁⠙⠁⠎⠀⠝⠁⠙⠀⠕⠙⠁⠝

Bastian sacudió su cabello antes de entrar a un café para encontrarse con Aarón, se acercó la tela de la camiseta que lleva puesta y le olió disimuladamente. Al ver a su amigo en una de las mesas cerca de la pared del local, tomo asiento y sonrió.

—Puedo olerlo sobre ti aunque intentes cubrirlo con perfume —Se quejó Aarón con una mueca en el rostro al haber notado el gesto de Bastian con su ropa.

—Te dije que solo es pasatiempo, me ayuda a calmarme mientras estudio —protesto Bastian intentando defenderse.

—Fumar hierba no es un hobby, Bastian —argumento con seriedad, Aarón, acercando la taza de café expreso a su boca, empujo un plato con galletas a Bastian para que tomase una.

—Lo necesito para dormir —murmuro Bastian mirando sus manos—. Podrías dejar de regañarme.

—Mira, sé que es un nuevo ambiente. También estoy preocupado porque es la primera vez que estudiamos en lugares diferentes y realmente me alegre al inicio cuando me dijiste que hiciste un grupo de amigo, pero Bastian... Apenas y los conoces —aseguro Aarón mirando a los ojos a Bastian.

Bastian dio un suspiro y metió una galleta a su boca, intentando no seguir hablando sobre el tema. No se siente cómodo, además, el grupo de chicos con quienes se la pasa en la universidad realmente lo tratan bien, solo lo invitaron a fumar, pero después de todo él fue quien acepto, puede parar cuando quiera.

—No es para tanto Aarón, estás exagerando —replico terminando de tragar la galleta.

—No, no estoy exagerando, que ellos te lleven a fiestas y te den hierba, no les hace tú amigos —gruño Aarón dejando de lado su café.

—Te lo estás aguantando, venga ya. «Son una mala influencia» —Bastian chasqueo la lengua—. No necesitas cuidarme, soy un adulto, no un niño.

—Nada más estoy preocupado por ti.

—Aarón, estás estudiando arquitectura, no tienes tiempo para preocuparte por cosas tontas como esta, puedo hacerlo bien, confía en mí.

—Todas las carreras son demandantes —objeto Aarón con mala cara—. Confió en ti, así que vamos a tener una cena tranquila, pero prométeme que no vas a obsesionarte con la hierba. Entiendo que quieras relajarte, pero sé que puedes encontrar otra forma de lidiar con ello.

—Tranquilo, puedo detenerme cuando quiera. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro