Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4.


El primer mes de clases fue difícil para todos, nadie podía negarlo. Pero más para los alumnos de Gryffindor, en mayoría, y algunos de las casas Hufflepuff y Ravenclaw. Los castigos de los hermanos Carrow –los cuales eran aplicados, por obligación, por los cinco jóvenes de Slytherin- eran totalmente crueles, aunque acostumbran a serlo mucho más fuertes cuando Alecto y Amycus Carrow estaban delante de ellos. Pero, los Slytherin no podían hacer nada para evitarlo, pues serían ellos y sus familias quienes sufrirían las consecuencias de sus actos; y ellos no querían que eso pasara, eso era lo último que quería que pasase. . . por esto aplicaban esos castigos y les dolía hacerlo, aunque nunca lo aceptarían.


Ese domingo por la mañana, todo estaba muy tranquilo. A duras penas se veían alumnos fuera de sus salas comunes, a excepción de las horas de comida: las ocho, el desayuno; a la una y media, la comida; y, a las ocho, también, la cena. Y, obviamente, la biblioteca no era la excepción. Eran pocos los alumnos que se encontraban allí haciendo deberes, trabajos o estudiando para los exámenes que se avecinaban en pocos días.

Madame Pince abrió la biblioteca a la misma hora de siempre: las diez y media de la mañana. Theodore Nott y Hermione Parkinson, junto a dos alumnos de la casa Ravenclaw, fueron los primeros en entrar en el lugar. Los cuatro se dirigieron a una de las mesas más alejadas de la puerta de la biblioteca, donde había una enorme ventana, por donde podías ver parte de los jardines desde ese mismo sitio. Se sentaron allí y sacaron las cosas, listos para empezar con el trabajo de Transformaciones que la profesora McGonagall hacía tres días y que tenían que entregar el siguiente viernes, y aún no habían empezado. . . pero sabiendo cómo era, conociéndolos, a mitades de la siguiente semana, martes o miércoles aproximadamente, ya lo tendrían terminado y listo para ser entregado.



El trabajo de Transformaciones les llevó más tiempo de lo normal, pues entre las clases que tenían, a pesar de las horas libres por las mañanas y las tardes, y los demás deberes, por lo que por la noche del jueves todavía lo estaban terminando. Pero, gracias a Morgana, a las once en punto ya lo tenían listo para entregarlo la mañana siguiente.

Theodore y Hermione entraron a la sala común, pues hacía un rato que un niño de primer curso les había dicho que Pansy les estaba buscando para charlar, encontrándose a sus amigos en el pie de las escaleras. Rápidamente y sin pensárselo dos veces, se acercaron a aquel lugar dónde estaban todos.


―Hemos recibido una carta de Draco ―susurró Pansy, mientras subían las escaleras hacia las habitaciones de los chicos.


Al pertenecer a Slytherin, desde primer curso, que todos tienen habitaciones individuales. Eso era algo que a algunas personas les encantaba, de modo que podían tener todas sus pertenencias cómo quisieran o cómo más les gustase; pero como en todo a la vida, había otras tantas que no les gustaba eso, envidiando el hecho que las otras tres casas restantes tuviesen las habitaciones compartidas tanto por chicas como por chicas, divididas en los siete cursos.

Los cinco amigos se encontraban reunidos en la habitación de Blaise, pensando cómo ayudar a sus familias y a su amigo desde el colegio.


― ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Y por qué no me lo habías dicho? ―preguntó Hermione, totalmente alterada, cerrando la puerta, después de que Daphne y Pansy entraran, detrás de ella.

―Ahora lo explicamos, tranquila.


Las tres jóvenes se sentaron entre la cama y los sillones. Hermione y Pansy en la de Blaise, siendo Hermione la que se apoyara en el regazo del moreno; y Daphne en un sillón, junto a Theo, pues ambos eran novios y a las otras dos chicas no les importaba que ellos estuvieran más estrechos que la pareja.


―Podríamos haber quedado en mi habitación de Premio Anual, haber hecho aparecer cuatro camas y estaríamos mucho más a gusto que aquí ―se quejó la castaña―. Pero bueno, vamos al grano. ¿Qué es eso que habéis recibido una carta de Draco?

―Esta tarde, a primera hora para ser más exactos, recibimos una carta del hurón diciendo que habían pillado a los dos Weasley y a Potter infiltrados en el Ministerio pero que, como otras tantas veces, se habían escapado ―empezó a hablar la mayor de las Greengrass, dejando que fuesen Blaise y Pansy quienes terminasen el relato.

―Por suerte, ninguna de nuestras familias ha sufrido ningún daño, pues no ha sido culpa de nadie esta vez. . . nadie que no fuese Pius Thicknesse o Travers ―continuó Pansy Parkinson, quitándole el dolor y el sufrimiento a los dos que no sabían nada―. Pero no termina aquí, no pensáis que pasó todo tan bien y que no habrás consecuencias después de esto.

― ¿Qué pasará a partir de ahora, entonces? ―se atrevió a preguntar Theodore, pues Hermione estaba pensando en ello, intentando sacar sus propias conclusiones, sin decirles nada al resto.

―El Señor Tenebroso. . . él nos marcará por Navidad ―murmuró Blaise, en un tono casi inaudible, el cual no pasó por desapercibido por ninguno de ellos.


Ninguno de ellos pensaba que los marcarían tan temprano. Es más, tenían la esperanza de que no serían marcados, a pesar de que demostraban serle fiel, por precaución propia y la de sus respectivas familias. Pensaron que, por alguna razón del destino, no tendrían que llevar la marca en su antebrazo izquierdo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro