Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2.




Salió del vagón de la zona más lujuriosa perteneciente a los alumnos de Slytherin y se dirigió, sin mirar si alguien se interponía en su camino, hasta la otra punta del tren, donde se encontraba el vagón de prefectos donde la estaban esperando, ya que la habían elegido como premio anual durante ese año, por las buenas calificaciones que había obtenido desde primer curso, por el buen comportamiento, por ser una de las mejores alumnas de su promoción. No le sorprendió a nadie que Severus Snape eligiese a Hermione Parkinson, en realidad, puesto que pese a ser miembro del bando de las fuerzas del mal, su expediente era intachable e inmejorable. Por así decirlo, fue un premio por obtener todo eso; además que conllevaba muchos beneficios, entre ellos, un dormitorio para ella sola, aunque ya tenían dormitorios individuales en las mazmorras pertenecientes a la casa de Salazar Slytherin. Y eso, a decir verdad, era de su total agrado, pues siempre le había gustado mucho la soledad y le favorecía en demasía en cuanto a estudios y planificación de horarios para las patrullas de los demás prefectos se refería. Así como también, para su tranquilidad. Le iría bien estar alejada un año de la caótica sala común que había pisado durante seis años.


Un largo suspiró salió de sus finos labios sin poder evitarlo. ¿Cómo iban a tomarlo todos? Al fin y al cabo, era una de las mayores influencias en el colegio, tanto en estudios como en popularidad. Además de provenir de una de las familias más conocidas por la pureza de sangre y descender de los mejores magos de la historia, pues de alguna forma u otra, Morgana era antepasada de la familia Parkinson (historia que algún día contaría si le preguntaban, pues se había asegurado de leer todo sobre sus antepasados, desde el principio del linaje Parkinson hasta que se cruzó con la gran hechicera Morgana con alguno de sus descendientes y se unieron a la familia británica de sangre pura). Abrió la puerta del vagón y se adentró en él, donde ya visualicé al otro Premio Anual, un chico de la casa Ravenclaw, también de último curso. Sangre Pura, gran físico y gran intelecto, pero era considerado un traidor por su familia. Eso no quitaba que tuviese un gran físico, además de ser deportista y capitán del equipo de Quidditch de la casa Ravenclaw desde quinto curso.


―Todos ustedes son prefectos, por lo que tienen más beneficios que el resto de alumnos ―empezó a hablar el joven perteneciente a la casa de las águilas, una vez Hermione se sentó junto a él―. Yo soy Lucas Rowle, premio anual de la casa Ravenclaw. Ella es Hermione Parkinson, premio anual de la casa Slytherin.

―Si han sido seleccionados como prefectos es por su buen comportamiento y sus buenas calificaciones, básicamente ―fue el turno de hablar de la fémina, cortando a su compañero, sin importarle que se molestase por ello―. Como ya sabéis, soy yo la que hace los horarios de patrullas y, por una vez, haré la excepción de preguntar por vuestras preferencias, así que intentaré que todos obtengan algo de beneficios respecto a las patrullas nocturnas. Como ya saben, cada pareja de prefectos patrullará a la par con otra pareja, por lo que se irán alternando los días con las parejas restantes. Así pues, los días pares patrullarán dos parejas y los días impares las otras dos parejas. Y así sucesivamente.

En el vagón de los prefectos se hizo una pausa, en la que Hermione aprovechó para mirar a los prefectos uno a uno. Evitó soltar un bufido, conocía a algunos y se sorprendía que hubiesen llegado hasta ese nivel, aunque teniendo en cuenta que el colegio era dominado por los mortífagos, tampoco era de extrañar que fuese así. Pese a ello, no iba a tolerar que ninguno de ellos bajase su rendimiento o se aprovechase de la placa que les pertenecía en esos momentos, pues se encargaría personalmente que se les retirase de inmediato si se atrevían a vulnerar los derechos y deberes de un buen prefecto. Y no le importaría ponerse a más personas en su contra, pues no le importaba lo que pudieran decir de ella. Ni siquiera, prestaba atención a comentarios insignificantes.

―Ahora sí, pido que escriban aquí sus preferencias en cuanto a patrullas y mañana por la noche tendrán el horario ―comentó, sacando un pergamino que llevaba en el bolso, junto a una pluma que me había regalado un famoso y conocido periodista del mundo mágico unos meses atrás―. Sin tachones, a poder ser ―añadió con tranquilidad, sin meterles prisa alguna.


Las horas pasaron y Hogwarts volvía a sentirse como un hogar, aunque no cómo se habían sentido los años anteriores. Sentados ya en el Gran Comedor, Severus Snape empezó su discurso después de la ceremonia de selección, una vez se habían seleccionado a los nuevos alumnos que, a diferencia de antaño, eran bastantes pocos y, curiosamente (en realidad, no), ninguno había sido seleccionado para la casa Gryffindor. La mayoría habían sido seleccionados para Ravenclaw o para Slytherin.


―Este año ha habido muy pocos alumnos nuevos, ¿no creéis? ―preguntó Theodore Nott, a lo que todos asintieron, sabiendo la respuesta.

―Los padres temen por sus hijos, es normal. Además, los sangre sucia no han recibido su carta ni han permitido que asistan―se encogió de hombros la actual Premio Anual, como si hubiese dicho algo totalmente obvio y natural―. A excepción de nuestras familias, el resto temen por sus hijos.

El discurso del director fue corto y con escasez de palabras, como si no le importara en absoluto la dirección del colegio y lo estuviera haciendo por obligación, cosa que algunos notaron nada más empezó a hablar.


Al terminar la cena, rápidamente se dirigió hacia su habitación, situada en la Torre de los Premios Anuales y, sin esmerarse en nada más, se sentó a realizar los horarios de patrulla, horario que terminó duplicando en varias ocasiones mediante magia al terminarlo, para que todas las casas pudieran tenerlo en sus salas comunes y cada prefecto lo tuviera a mano para cuando lo necesitase; además de entregarle una copia al director, tal y como le había pedido.

Una vez se aseguró que estaba todo correcto, lo alzó y, con la luz de la luna que entraba por el ventanal de la habitación, podía leerse cómo se había organizado los turnos de patrullas:

"Los prefectos de Gryffindor y de Hufflepuff patrullarían los lunes, los miércoles y los viernes. Los prefectos de Ravenclaw y Slytherin los martes y los jueves. El primer fin de semana, patrullarían los prefectos de Slytherin; el segundo, los de Hufflepuff; el tercero, los de Gryffindor; y, finalmente, los prefectos de Ravenclaw."

Hermione terminó su maravilloso trabajo, que le había llevado más de dos horas, pero había quedado satisfecha con el resultado. Hechizó los horarios de modo que pudieran actualizarse cada mes cuando ella cambiase el horario original, que se quedaría en su habitación. Se actualizaría de manera que cambiarían los turnos (los fines de semana, más que nada).

En su reloj de pulsera, que le habían regalado al cumplir la mayoría de edad como tradición en el mundo mágico, marcaban casi las dos de la madrugada. Y es que, cuando salió del Gran Comedor para dirigirse a hacer su primera tarea como Premio Anual, el director Snape la interceptó, para contarle algunos detalles que necesitaba que hiciera durante el año. Por ello, junto a la reunión inesperada con el que fue su profesor de Pociones durante cinco años y su labor con los horarios de patrulla, el tiempo había pasado volando.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro