Pasó el tiempo y mientras Luz y Val hablaban en la oficina de este ultimo, Luzbel conversaba con su amigo de forma tranquila sobre distintos temas. Corina tomaba una siesta dentro de su pequeña oficina y Lucas aparentemente seguía trabajando en la portada.

—¡La terminé! Ufff por fin terminé la portada.

La voz de Lucas y ciertamente su grito de entusiasmo despertó a Corina quien al parecer no había tenido suficiente con el descanso luego de su cita en la mañana.

—Genial, puedo verla Lucas?

—Mira y asombra esos ojos tuyos.

Lucas le mostró a su compañera el resultado final. Dejándola sorprendida enormemente, nuestro pintor hizo un gram diseño en relativamente poco tiempo y sin duda si que se había lucido. Así que Cori rápido lo conectó a la llamada de la oficina de Val.

Mientras tanto en la oficina de Valentino, el teléfono sonó con la alegre voz de Cora luego de que fuera Luz quien contestara.
—¿Qué pasa? —Preguntó Luzbel aún con cansancio en la voz. —Hola señor, soy Corina y le iba a decir que ¡Lucas ya terminó su portada!

Los ojos de Luz y Val (que escuchó por el altavoz) se abrieron de par en par.
Ninguno de los dos se podía creer que él muchacho haya hecho un trabajo que el resto de diseñadores tardaron casi una semana. Rápido el escritor y su amigo salieron a la oficina de Luzbel sólo para encontrarse con Lucas y Corina descansando y mirando con orgullo la portada.

Valentino hecho una mirada al diseño final preguntándole a Luz que tal le parecía y éste último no ocultó su agrado. —Felicidades, Lucas. Lo has hecho muy bien. —Comentó un sonriente Valentino con una palmada en el hombro del artista que se veía exhausto, para de inmediato volver a su oficina.

Como una forma de agradecerle a Lucas haber hecho la portada y a Corina por mantener todo calmado en su cita con Agatha. Les obsequió a cada uno un par de sus extrañas manzanas violetas brillantes.

A fin de cuentas, las pruebas mas difíciles ya las habían pasado.

Dos días pasaron desde el incidente con la portada y la cita en la agencia de modelaje. Ya había llegado el fin de semana y los ánimos en toda la editorial eran similares a los que posee un caballo listo para salir a una carrera; todos estaban esperando a que llegara la hora de la salida y hacer suyo el fin de semana. Corina llego tan alegre como siempre, ella mas que nadie esperaba el día en que saliera con Dani a conocer la ciudad. Lucas iba a salir con Rouse el sábado, tenía ganas de sentir de nuevo a su novia y el domingo estaría en casa mirando alguna serie.

Mientras todo esto se preparaba para pasar, Luzbel llevó a revisión final la portada y su historia para que Valentino diera luz verde al libro del escritor y en poco tiempo se hiciera el primer ejemplar de prueba de calidad.

Aunque Valentino actuaba de forma extraña, algo que de hecho Luzbel notó. Val estaba mas apresurado por terminar sus pendientes y marcharse del lugar. —¿Todo bien, Val? Luces con algo de estrés. —Preguntó Lucifer mirando un poco preocupado a su amigo.

—No te preocupes, Luz. Lo que pasa es que tengo un "asunto" al rato en la noche y quiero salir temprano.

—Vale, si tu lo dices. Bueno te dejó, ya terminé del libro y ahora sólo me voy a dedicar a pensar en festival.

—Suena bien. Oye Luz, no quiero ser grosero pero ¿Me podrías dar un momento? Terminaré la revisión de tu historia y te marco.

Un gesto de sorpresa se formó en el rostro de Luz al escuchar lo que si amigo le decía, pero al final obedeció a Val y salió para su oficina. Mientras caminaba por el pasillo otros escritores de la editorial pasaban a su lado; todos hablando sobre el Festival de Literatura en Ciudad Imperial.

Entre las decenas de murmullos que los escritores hablaron. Lucifer escuchó perfectamente lo siguiente:
—"Rayos, si el fenómeno participa es claro que nosotros no tenemos ni un chance" —Fue obvio que se referían a Luz que antes de entrar a su oficina volvió a poner atención a lo que esas personas decían. —"Ese estúpido escritor es sólo un arrogante. Apuesto que su equipo de trabajo ya esta harto de él" —Estas palabras causaron un fuerte sentimiento de inconformidad en el pecho de Lucifer, alguien frío y distante para todos. Pero como cualquier otro ser humano, las opiniones, las quejas, las críticas dolían y dolían bastante.

Entrando a su oficina luego de un largo y pesado suspiro, Luz revisó su agenda mirando que esa noche sería su cita con Belén y el día siguiente por la mañana sería su cita con diferentes medios de noticias sobre su libro. Y el domingo por fin sería su día de descanso. —"Perfecto, el único inconveniente es el trato que hice con Agatha" —Pensó el escritor para si mismo, y casi como una coincidencia; su celular sonaba mostrando en la pantalla el numero de la señorita Petrov.

—Hola Luci-Luci... Me extrañabas, yo sé que si.

—Noup, la verdad estaría bien sin saber de ti. Pero supongo que me hablas para cuadrar la dirección de la "condición" que pusiste.   

—Estas en lo correcto, Luz. Será aquí en mi casa además tu ya sabes la dirección... ¡Oh por cierto! Envié a tu trabajo un paquete donde esta tu material para el trabajito que me vas a hacer. ¡Te veras tan rico con la ropa que te mandé!

—Dudo totalmente que a lo que sea que hayas mandado se le considere ropa... ¡Agh! Esta bien, nos vemos la próxima semana en tu casa.

—Nos vemos pronto, Lucifer.

El escritor tragó saliva mientras una cara de miedo se comenzaba a formar en él. Agitando la cabeza, Luz hizo que los pensamientos de su deuda con Agatha pasara a segundo plano pues ese día seria su cita con Belén y no  habría nada que fuera a arruinar su noche.

...

¡La hora de la salida por fin había llegado!

Corina y Lucas se despidieron de su jefe y cada uno salió a su casa para disfrutar el fin de semana. Lucas y Cori descansaban sábado y domingo así que el horario de trabajo junto con lo que ganaban de hecho fue más lo que los convenció de trabajar ahí en primer lugar.

Por parte del escritor, Luzbel también se despidió de Valentino. Ahora si y con todos sus pendientes terminados subió a su auto y se fue hacía el hospital donde iba a recoger a Belén.

—Hola Luz ¿Cómo estás? —Saludo la enfermera de rosado cabello con un beso en la mejilla de Bel. —Hola Belén, estoy muy bien y aún más de sólo verte.

—Que cosas dices Luz? —Con una cara enrojecida por las palabras del escritor. Belén le dio un empujón amistoso al escritor para enseguida él la abrazara y ella correspondiera.

La estatura de ambos era casi igual así que sus labios estaban a solo centímetros de distancia.

—Tu cabello huele muy bien. —Dijo Luzbel con una sonrisa juguetona reteniendo a Belén por la cintura y a su vez, Belén pasaba sus brazos sobre los hombros de Luz. Lentamente sus rostros se fueron acercando más y más hasta que ocurrió lo inevitable.
Los labios de ambos se fusionaron en un apasionado beso que a pesar de ser algo corto, su efecto duraría toda la noche.

—Creo que deberíamos ir a la función, o podríamos llegar tarde.

Con su semblante todavía ruborizado, Belén fue llevaba por Luz hasta su auto, listos para ir a ver la el show.

Mientras Luz y Belén llegaban a un estadio de aspecto imponente para enseguida ir a sus asientos y esperar. Era de hecho Valentino quien también esperaba impaciente a que empezara el espectaculo. Había una gran verdad detrás del extraño compartamiento que Val estuvo teniendo desde la mañana...

Y la respuesta era que Valentino iba a ser quien peleara en la primer ronda de la función. Así es, Valentino todos los viernes entraba a un ring al mero estilo de la UFC y peleaba dejándolo todo en la arena. Este era el pasatiempo y deseo culposo del Jefe de la Dirección Creativa de la editorial Casa Roja, Valentino Durán

El paso de los minutos se hizo eterno. Pero al final la función de MMA dio inicio.

—¡Damas y Caballeros, bienvenidos a este gran evento! Hoy tenemos duelos que los mantendrán al filo del asiento... Sin más que decir ¡Que comience el show!

Un presentador de traje elegante y voz entusiasta abrió la noche con bastante euforia. Seguido de los gritos de todos los fanáticos de este deporte.

Belén tenía boletos para las primeras filas, además. Aprovechó para cambiar su blusa por una camiseta que vendían en la entrada del estadio y que Luz le compró con gusto. Y hablando del escritor. Aunque él no sabía sobre el mundo de las artes marciales mixtas. Le agradaba estar con ella.

—Ahora dará inicio la primer pelea... ¡¿Están listos?!