El día por fortuna transcurrió de lo más normal. Luzbel arreglaba sus bocetos de su gran lanzamiento. Corina agendaba encuentros de su jefe y algunos periodistas que lo verían para una entrevista sobre su próximo libro que tenía expectante a una enorme cantidad de personas. Y Lucas agendaba una cita con Agatha Petrov, una de las dueñas de la agencia de modelaje más importantes del país. Además de que era una gran maestra del arte y su nombre era bastante conocido.

—Lucas ¿Ya quedó agendada la cita con Agatha Petrov mañana? —La voz de Luzbel asustó por un segundo al joven Lucas por la difícil tarea de conseguir una cita con una de las mujeres más ocupadas del momento.

—Su asistente personal me dijo que ella me confirmaba en unos minutos. Así que estoy esperando.

—Bien, y tu Corina? Que pasó con las citas que te encargué?

—Pues ya tengo cuatro encuentros confirmados. De la revista "Arte de la Literatura", También confirmó el blog "El Árbol de lo Libros Jóvenes".
Y un periodista del canal de "Impactó Férrico". Todos el fin de semana desde las 6:00 am.

—¡Excelente! Cuando hayan noticias sobre Agatha Petrov. Avísame, Lucas.

Luego de esa gran carga de trabajo. Luzbel se estiró por el cansancio de estar sentado casi todo el día y salió un momento de su oficina para ir a la de Val. Faltaba poco tiempo para que fuera la salida del trabajo y Luz cuando recibió el papel de la dirección no identificó por donde quedaba el lugar. Así que preguntarle a Valentino era lo lógico.

Mientras tanto, la linea en la que esperaba Lucas fue tomada por la mismísima Agatha, tomando por sorpresa al pintor.

—Hola, buenas tardes. Habla con Agatha Petrov, mi asistente me informa que solicitan una cita conmigo.

—Muy buenas tardes señorita Petrov. Así es soy parte del equipo de trabajo del escritor Luzbel Goetia y me pidió que...

—¡WOW WOW WOW! Luzbel Goetia quiere una cita conmigo? Esta hecho, por favor dígale a Luz que lo veré mañana por la mañana en mi agencia de modelaje... Oh disculpa mi entusiasmo, con quién hablé?

—No se preocupe señorita. Habló con Lucas Adam'S. Entonces le avisaré al señor Goetia. Muchas gracias.

La linea del teléfono se colgó y Lucas esperaría a que Luz llegara para contarle la buena noticia.

Luzbel llegó más rápido de lo anticipado. Acordó todo lo necesario para su salida con Valentino y la noticia de su cita con Agatha Petrov le dio aún más alegría... Ya hasta parecía que su día no fue tan malo.

—Señor Luzbel, la señorita Petrov confirmó la cita mañana en su agencia de modelaje por la mañana.

—Bien hecho, Lucas... Ve y llama a Corina. Les daré un aviso a ambos.

En un segundo. Cora y Lucas estaban delante de su jefe esperando lo que sea que Luzbel les estuviera por decir. El día pasó de ser extrañamente nuevo para los tres, a un momento de pasión con su amada para Lucas, un diluvio de recuerdos y emociones para Luz, y para Cora la oportunidad de conocer a sus compañeros de trabajo.

—Mañana tengo una cita con Agatha Petrov... Lucas quiero que vengas a las 11:00 de la mañana a la oficina y que busques a los diseñadores gráficos de la editorial para que empiecen con los bocetos de la portada de mi libro; Corina, tu irás conmigo a las 6:00 de la mañana directo a la agencia de modelaje para la cita. ¿Queda claro lo que haremos mañana?

El equipo de trabajo asintió y Luz les dio las horas que quedaban libres para que fueran a casa a descansar. Una idea interesante se formo en la cabeza de Luz: Lucifer los pondría a pruebas de estrés y presión sin que ellos lo supieran para saber si realmente ellos viajaría con él a Ciudad Imperial.
Así que para Corina y Lucas el juego a penas iniciaba.

De inmediato cuando Lucas y Corina se fueron. Luz caminó hacia su armario de la oficina y se cambió la camisa por una color vino, además de colocarse un saco azul que hacía juego con su pantalón.

Unos segundos después llegó Valentino con una sonrisa de oreja a oreja como acostumbraba.

—Listo para irnos? —Preguntó el sonriente hombre entrando a la oficina de Luz mientras este último alistaba pequeños detalles en su vestimenta.

—Si... Vamos, aún no se bien por que escogiste un karaoke pero que más da. Vámonos. —Rápidamente Luzbel y Valentino se fueron cada uno en sus respectivos autos a la dirección del bar y karaoke,  la fachada del lugar era despampanante con un gran letrero con luces neón y una fila bastante grande; cosa que sorprendió a Luz. Obviamente Valentino había hecho una reservación en el lugar hacia unas horas asi que no tuvieron problemas en la entrada.

—Pues el lugar es... Agradable. —Luz hizo un gesto de extrañeza por ver el karaoke, creo que sobra y basta decir que la mayor actividad social que Luzbel tenía fuera de los asuntos laborales era mínima así que estar tan rodeado de muchas personas le resultaba algo incómodo. 

—Tranquilo, Luz. Te vas a divertir, te lo aseguro. —Val aun tenía ánimos de que esa noche haría de todo para animar a su amigo así que rápido se abrieron paso hasta la mesa para dos que tenían reservada. De inmediato una mesera se acerco a ellos para tomar sus ordenes. 

—¡Buenas noches! ¿Qué les gustaría para beber? —Una sonrisa claramente falsa se formo en el rostro de la mesera.

—Hmmm... Me gustaría un café, y tu Val? —Solo el hecho de que Luzbel pidiera algo que no fuese o llevara manzanas le resultó tremendamente extraño así que en ese momento cayó en cuenta de algo que a pesar de ser obvio no había notado hasta ese momento: "Estaba en una cita con Luzbel y no tenia idea de que hacer"

—Oh buenoooo... Creo que un café también para mi por favor. —En seguida la mujer se fue y Luz estiró un poco los brazos para estar algo mas cómodo, a su vez Val disimulaba con la iluminación del lugar el sudor frio que bajaba por su frente.

No tardó mucho tiempo en que llegaran con sus órdenes así que debían de sacar un tema de conversación y rápido antes de que la noche se pusiera realmente extraña para ambos.

—Y entonces... Como vas con tu libro...

—Por favor, los amigos de la mesa 4 ¡¿Que canción van a pedir, mis amigos?! —El presentador y animador del bar interrumpió a Val iluminando la mesa de ambos lo que en verdad sorprendió a Luz quien sólo se encogió de hombros tratando de seguirle el ritmo a la situación.

—¿Quieres pedir la canción tu? —Cuestionó Luzbel a su amigo a lo que Valentino negó con la cabeza para seguir bebiendo de su café y pensar en que haría para no desmayarse de pena.

—En ese caso... Me gustaría si pudiera poner: "We're Not Gonna Take It" Sería fantástico. —Valentino dejo de pensar tanto y quedó confuso al escuchar la canción que luz pidió.

—No tenía idea de que te gustara el rock y el metal. —Comentó el hombre intrigado mientras tomaba un sorbo de su taza de café.

—Me gustan muchos géneros, pero el rock y el metal son un gusto culposo. —Respondió Luzbel con una risa baja mientras una sonrisa sincera se creaba en él. Valentino dejó de lado querer que todo fuera perfecto y al mismo tiempo la canción iba en aumento pasó su brazo por los hombros de su amigo a modo de abrazo.

—Sabes Luz, me alegra ver que estas mejor a como hace rato. —Valentino estaba más calmado y esas palabras hicieron repercusión en Luzbel quien le devolvió una sonrisa más cálida.

—Ya veo porqué siempre sonríes... Es fantástico.

Luz se puso de pie un momento e invitó a Val a que salieran un momento del bar.
—¿Qué pasa, Luz? No te gusto el sitio?

—No es eso, Val. El sitio esta bien... Sólo quiero un poco de aire y platicar. Tu sabes con todo el ajetreo de hace rato no pude contarte lo que pasó y quería disculparme por como te hablé en nuestro almuerzo.

—¡Oh Luz! No tienes que disculparte. Se que tu pasado es algo que te duele y yo comprendo que reacciones así. No tienes que explicar nada. Pase lo que pase estaré contigo.

—Gracias Val. Se que a veces es muy difícil lidiar conmigo, a ciencia cierta incluso hasta yo me harto de mi mismo... Sabes es gracioso, normalmente no hubiera aceptado venir contigo a esta salida. Tal vez las cosas puedan cambiar para mi.

—Ahhh ¿A que te refieres con las cosas pueden cambiar? —El corazón de Valentino iba a 1000 por segundo y su rostro estaba rojo como una fresa. Expectante a lo que Luzbel estaba por decirle.

—Es obvio, siento que algo pasará y que será magnífico. No soy alguien que se destaque por ser positivo pero quiero creer que vendrá algo genial. Y tu estarás ahí conmigo cuando suceda, verdad?

—Da lo por hecho, Luz.