{Capítulo 4 parte 3}
Luz entró a la pieza de Mary (la madre de Luzbel y Katrina) donde esperaba verla como todos los días, sentada delante de su espejo cepillando su cabello castaño.
Pero lo que el joven Luz vio lo dejo sin palabras. La habitación de su mamá estaba destrozada, muebles tirados y su espejo donde su madre lo sentaba en sus piernas de niño deshecho en mil pedazos.
Luzbel avanzó en silencio, casi inconscientemente hacia el baño de su madre solo para ver todavía a su madre agonizando en su bañera.
—¡Mamá! ¡Mamá! ¡Hay Dios mío! APOLO AYUDA.
—Tranquilo, mi niño... Mi querido Luz nada de esto es tu culpa... Es la mía por no ser fuerte... Mi querido angelito... Te amo... Lizi. —Con su ultimo esfuerzo, la madre de Luz le dio trozo de papel que pudo mantener secó en su mano.
Un grito desgarrador sonó por toda la casa, Luz calló al suelo de impotencia tras ver a su madre agonizar tras sus últimos segundos de vida. Llantos ahogados salían de la boca del chico quien aun de rodilla agitaba el cuerpo de su madre rogándole que por favor despertara.
—Por favor mamá, despierta te lo suplico... No me dejes sólo...
Apolo llegó demasiado tarde, sólo pudo tomar rápido al joven por la espalda y arrastrarlo fuera de la habitación a pesar de los gritos de Luz, por su parte Charles (el padre de Luzbel y Katrina) entró corriendo al cuarto cerrando la puerta detrás de él con un portazo.
Luz se quedó arrodillado en el suelo justo afuera de la habitación de su madre, y a la distancia justo en el segundo piso se podía ver a Katrina llorar en silencio igualmente de rodillas.
Para cuando Luz vio a su padre salir del cuarto de Mary, sólo recibió una patada en su rostro del hombre al que llamaba padre.
—¡¡¡Es tu culpa!!! ¿Qué hiciste?
—Yo... Yo... Papá, yo no...
—¡No me llames así!
Soltando un bofetada contra su hijo, Charles lloraba de frustración por haber visto la impactante escena de su esposa sin vida y con las venas destrozadas con un gran fragmento de su espejo.
—¡Eres una maldita basura! —Charles iba a golpear de nuevo a Luz hasta que el propio Apolo apartó al pequeño. —Es suficiente señor, deje que yo llevé al señorito Luz a su habitación y llamaré a los servicios de la funeraria.
Por un instante, Charles vio en la mano de Luz la nota que su madre le acababa de dar. -—Dame eso mocoso! —Grito el padre en otro arrebato de ira intentando quitarle el papel a Luzbel. El muchacho solo pudo arrancar la mitad de la nota y guardarla en su manga de la ropa sin que Charles se diera cuenta.
Cuando el padre de Luz tuvo la mitad de la nota solo la rompió en decenas de pedazos pequeños dejando irreconocible la mitad del masaje que Mary dejó para su hijo. Antes de que las cosas se pusieran mas tensas. Apolo levantó rápido a Luz en sus brazos y lo llevo cargando hasta su habitación.
Luzbel estaba en shock por lo que acababa de ver y no era para menos, él vio a madre morir frente de si y no pudo hacer nada para evitarlo. Lo único que aun tenia de ese momento fue la mitad de la nota que le quedaba. De forma inconsciente desenvolvió el papel solo para encontrar un nombre escrito: Azael
Después de leer ese nombre, el chico cayó desmayado y abatido en su cama...
De inmediato, Luzbel dejo de divagar en sus pensamientos. Haber recordado ese día oscuro de su pasado le había hecho mucho daño así que sólo se puso de pié y caminó hasta su ventana para respirar un poco de aire
—"Estoy jodido" —Pensó el escritor para si mismo dejando que la brisa a acariciara su rostro. Luzbel quería y se imploraba que dejara de pensar en aquel trágico día pero le era imposible. Lentamente varios sollozos salían de Luz que ni si quiera hizo el intento para contener sus lágrimas. Sus ojos parecías dos cataratas así que sólo se mantuvo mirando hacia el cielo esperando a que algo ocurriera.
Luzbel con los años dejó de ser una persona que creyera en alguna religión. Pero aún en su corazón existía la mínima esperanza de que si moría podría ir a ver a su madre, la única persona que lo amó, en eso que los creyentes llamaban el paraíso.
De forma misteriosa su señal divina llegó, la puerta de su oficina sonó sorprendiendo a Luzbel.
—Oye Luz... Me acaban de mandar 4 boletos de avión para el festival de Ciudad Imperial... Quieres que tu nuevo equipo de trabajo venga con nosotros? —Valentino entró hablando aun en un tono incómodo por la pequeña discusión que tuvo con Luz. —Bien... Tendría que preguntarles. —El escritor respondió lo mas cortante posible tratando de evitar que su voz reflejara que estaba llorando... Y obviamente no lo logró. —Luz, estas bien? Suenas muy raro.
Para cuando Val terminó su pregunta, Luzbel volteó la mirada dejando ver sus ojos rojos rápidamente corriendo a abrazar a su amigo. Como cuando un niño siente miedo a la oscuridad.
—Por favor no te vayas, Val. Tu no me dejes tampoco...
—Tranquilo Luz, no te dejaré nunca.
Val mantuvo su abrazo con Luz y lo acompañó a sentarse en el sofá de su oficina. Luzbel ya no decía ninguna palabra sólo se limitó a mantenerse a lado de Valentino como si estar a lado de su amigo le diera un gran consuelo. Por su parte, Valentino no veía esta situación para aprovecharse y acercarse a Luz cuando parecía vulnerable. De hecho pudo comprender mas a su amigo... Su compañero de trabajo... Su amor platónico... Su amor no correspondido.
...
Como si se tratara de esas coincidencias especiales que la vida suele dar, Katrina Goetia permanecía en el suelo con la mirada perdida en la pared recordando el día en que descubrió el odio y el rencor... El día en que su madre se fue de este mundo...
Ella llego de la escuela con su hermano, en ese entonces su relación con Luzbel no estaba tan rota como ahora. Katrina subió con Apolo a su habitación, una gran cuarto rosado con flores blancas. -Apresure se a cambiarse su uniforme, iré a ver a su padre y vendré para ayudarla con su tarea señorita Katy. -Le dijo Apolo saliendo un momento de su habitación.
Katrina apresuró a cambiarse de ropa y antes de llamar de nuevo a Apolo, sacó una pequeña libreta donde empezó a escribir muy rápido.
-"Querido diario...
Soy yo, Katy. Hoy el día fue bastante neutral en la escuela incluso puedo decir que aburrido. Hoy en verdad tenía ganas de acercarme a Luzbel para platicar, se que aun a estado triste desde que papá descubrió que él le robaba libros de la biblioteca para regalarlos en las escuela a otros niños. Padre en venganza tomó los libros personales de Luz y los quemó frente a él con solo 8 años... Siento tanta pena por él."
Al momento en que Katrina cerró su libreta, un grito desgarrador de su hermano resonó por toda la casa. Salió corriendo de su habitación y asomó su cabeza por las escaleras sólo para mirar a Apolo correr hacia la pieza de su madre. Gritos y pataleos de su hermano por querer regresar con su madre sonaban en la casa.
Escuchar como Charles golpeaba a Luzbel fue suficiente para que ella se llenara de decisión de bajar y ayudar a su hermano. Salvaría a su hermano de las garras de su padre. Pero, una palabra que su padre dijo la hizo detenerse en seco: -Es tu culpa que tu madre haya muerto... ¡Tu maldita culpa! -Ahí fue cuando un pensamiento cruel llegó a la cabeza de Katy: -"Mi? Mi hermano mató a mi madre, ese un demonio, es el diablo".
Nuevamente Katrina dejó de recordar esos tragos amargos del pasado y se puso de pie caminando hacia su ventana dejando sobre de ella el cielo nocturno de Ciudad Imperial.
—Solo un mes y Luzbel Goetia descansará 3 metros bajo tierra... Serás alimento para gusanos hermanito. —Dijo Katrina para si misma con la mirada perida en el cielo.
De repente el sonido de la puerta de su habitación la interrumpió de sus pensamientos. —¡Servicio a la habitación! Traigo la champaña que ordenó disculpe la demora. —Dijo el empleado pasando a la habitación mirando a Katrina de espaldas con la mirada pérdida en la terraza.
Cuando Katrina volvió a estar sola se acercó a la champaña y sirvió su primer copa de la noche.
—¡Brindo por la voluntad de Dios! Y porque el demonio será castigado muy pronto. Oh madre ya pronto tu asesino va a pagar por lo que te hizo.
Con esas palabras, Katrina bebió de su copa sintiendo como poco a poco recuperaba la calma dentro de si. Haber vivido por muchos años con el rencor de saber que su hermano tuvo la culpa de lo que le paso a su madre le pudrió el corazón. Porque para ella Luzbel Goetia fue el verdadero asesino de su madre... ¿Verdad?
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