La pelea había terminado, el brazo de Valentino era levantado por el referí mientras el eufórico presentador lo declaraba como vencedor. Entre los aplausos de la gente, el actual campeón mundial que contempló la pelea desde las gradas lanzó su mirada contra Val con tanta suerte que sus ojos se cruzaron. Sin mediar palabras se dijeron una cosa clara: "Muy pronto nos disputaremos ese cinturón del campeonato".
...

Pasaron unas horas que más bien se sintieron como días, al fin Luz, Cora y Aga salían del estudio fotográfico, hechos polvo cabe aclarar.

—¡Estoy agotada! ¿Qué dicen si vamos a comer algo? —Preguntó Agatha subiendo al auto. —La verdad yo preferiría volver al hotel, quisiera ver como sigue Lucas. —Dicho eso, Aga se quedaría para ir a pasear un rato mientras que Luzbel y Corina irían a ver a su amigo.

Cuando llegaron al hotel fueron de inmediato a la habitación de Lucas. Tocaron la puerta pero el pintor no atendía, volvía a sonar el golpeteo sobre la madera de la puerta pero nuevamente no hubo respuesta salvo por un muy débil y a duras penas perceptible ruido que se asemejaba a una botella siendo arrastrada.

Corina giró la manija llevándose la sorpresa de saber que la puerta no tenía seguro. Al entrar a la habitación contemplaron a su amigo tirado en la alfombra rodeado de más de 4 botellas de alcohol completamente vacías. —Ay no, ¡Lucas despierta! ¿Qué hiciste, animal? Rápido Luzbel hay que hacer que se le pase su borrachera cósmica.

—No se supone que Lucas estaba enfermo? Tu que sabes de todo esto, Corina? —Dijo Luzbel mientras entre los dos cargaban el cuerpo dormido de Lucas. —Se que Lucas no esta bien, pero no esperaba que se pusiera a tomar teporocho en banqueta.

Entre los dos llevaron a Lucas a la bañera de su recámara para que le diera un poco de agua fría. De la boca del artista no salían más que quejidos bajos sin mucho sentido. —¿Me dirás que está pasando, Corina? —Preguntó algo molestó. —Es un secreto de Lucas... El se metió en un problema junto a su novia es lo único que te puedo decir.

—Bien. Entonces que Lucas tome un baño, lo metemos a la cama y esperaré a que me despierte y me diga que sucede. —Después de darle una ducha muy improvisada, Luz cargó a Lucas y dejó caer su cuerpo contra las sábanas de su cama. —Pobrecito, no lo regañes... A todos nos afectan los problemas con la persona que amamos, no lo crees? —Tras decir esas palabras Corina se marchó de la habitación.

—...Si, es verdad. —Susurró el escritor tomando asiento a un lado de la cama del muchacho. —En que lío te habrás metido, Lucas? —Se preguntaba Luzbel cuando poco a poco iba cerrando los ojos; Luz quedó muy cansado luego de su sesión de fotos, tanto que podría dormir todo el día.

...

Corina🐦

Caí sobre mi camita, esas fotos demoraron bastante... No sabía como era que Aga todavía conservaba energía para salir a pasear por ahí. Me quite las medias para sentir aire entre mis pies (se que suena raro). Cogí el teléfono de la habitación y me pedí algo para comer, Luzbel me llegó a decir que los organizadores de su festival pagaban todo y que podía pedir lo que fuera; y ahí estaba yo: comiendo fruta con chile viendo la telenovela que mi hermano veía cuando volvíamos del trabajo así que se me ocurrió llamarle para saber como estaba.

—Hola Dani ¿Cómo estas?
—¡Cori! Es un gusto escucharte, extrañando a mi hermana pero voy a sobrevivir. Tu cómo estas? No ha pasado algo malo?
—Que exagerado eres Daniel, pero yo estoy bien y nooo. Nada malo a pasado aquí. Solo habló para saber como estaban las cosas por allá, es todo.
—Me alegra saber que estas bien, todo sigue igual... Ah de hecho vino Margarita hace unos días y me pidió que te dijera. "Cuídate de la mujer blanca" dice que tuvo visiones o algo así.
—Margarita? Dale un saludo de mi parte cuando la veas por favor. ¿Mujer blanca? Y qué se supone que es eso?
—No lo se, pero por favor cuídate mucho Corina. Te dejo porque se me están quemando las palomitas.
—Jaja lo haré, chao Dani.

Dejé el celular a un lado de la cama, el sonido de pasos torpes me hicieron quitar la vista de la televisión para asomarme por la mira de la puerta. ¡Era Agatha! Se estaba cayendo de borracha ella también. —¡QUE MIERDA! Hoy todos se van a embriagar? —Salí corriendo, descalza cabe aclarar, y vi a Aga siendo cargada por una mujer algo delgada y bajita de estatura, con unas gafas rosas y de mica redonda. —Ho... Hola, disculpe las molestias... —¡Nada de disculpe! ¿Quién eres tu?

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—Me llamo Ana, soy la asistente de la señorita Agatha. Ella dijo que necesitaba que viniera de inmediato a la ciudad. —Explicó la chica mientras intentaba abrir la puerta sin mucho éxito, Cora notó esto y tomó la llave del cuarto ayudando a abrir la puerta.
—Mu... Muchas gracias; cuando la señorita Petrov me pidió que viniera así que  tomé el tren para llegar, vine tan rápido que no he podido cambiarme de ropa. —Ana siguió explicando mientras que Corina le ayudaba a Ana cargando a su amiga hasta la cama. —Así que eres Ana? Bueno, yo me llamo Corina ¡Un gusto! —La gran sonrisa de Corina hizo su magia calentando el corazón de Ana. —Un gusto Corina, gracias por haberme ayudado ahora voy a cuidar de la señorita Petrov para que se le baje todo lo que bebió. 

—Esta bien, yo estaré en la habitación de enfrente si necesitan algo. ¡Adiós! —Luego de despedirse, Cori volvió a la cama y esta vez apago la televisión quedándose dormida al instante.

...

Katrina salió a su encuentro con la persona que haría su "encargo especial", claro que el sujeto se llevó una sorpresa al ver el nuevo aspecto de la mujer. —Katrina Goetia? En verdad es usted señora? —Si, yo soy Katrina Goetia... Vine para hacer un pequeño cambio al como debe tratar al objetivo. —Dijo Katrina con la voz que esperaría oírse de un muerto.
—Claro que sí, usted paga y yo cumplo sus ordenes.

—Perfecto, quiero que el día en que yo le indiqué no lo mate... En su lugar quiero que lo secuestre y lo lleve a esta dirección. Es un lugar apartado y ahí podré matarlo yo misma. —El asesino podía detectar como Katri estaba danzando en el valle de la locura. La mujer entonces le dio una nota con el lugar a donde llevaría a cabo su aterrador plan

—No se preocupe señora, muy pronto usted va a tener a la persona que quiere arrastrándose como un gusano... Nos vemos el viernes cuando le lleve su paquete. Adiós.

Una vez en casa, Katri dejó caer su ropa al suelo mientras caminaba descalza sobre el piso dando manotazos al aire sabiendo solo ella y dios a que. Sus ojos no paraban de mirar su cuerpo desnudo que ahora era completamente pálido como una hoja de papel. —Jeje ¿Por qué me debería avergonzar de mi cuerpo? Después de todo, pronto va a cubrirse con la sangre de mi hermano. — Fue en ese momento que Katrina se empezó a acariciar cada zona de su cuerpo como si nunca antes hubiera sentido el tacto de la piel. Las yemas de sus dedos iban desde sus mejillas y cuello hasta sus muslos y entre sus piernas al tiempo que la escena se había inundado en risas casi demoníacas.

...

Luzbel🌸

La sensación era más bien extraña, lo último que recordaba era haberme quedado junto a Lucas cuando regresé de la sesión de fotos. Pero ahora estaba de pie en medio de un pastizal rosa y azul con una suave brisa que corría mi piel. —"Esto debe ser un tipo de sueño lúcido, nunca había tenido uno." —Pensé mientras caminaba dejando rosar mis manos por la hierba alta de colores particulares. Intenté hablar y mi garganta no producía ningún tipo de sonido así que supuse que ese sueño era de esos que olvidas al despertar así que me dispuse a caminar entre el pastizal sin ningún rumbo.

Mi camino me llevó a un árbol elevado del resto del lugar aunque eso no fue lo que me sorprendió, ¡Mi madre estaba recostada en el árbol! Descansando con los ojos cerrados.

No podía emitir ningún grito para llamar su atención, aquello me hizo entrar en desesperación que pensarlo corrí hacia mi madre para despertarla, pero no tuvo ningún efecto.

—Lizi, ¿Qué haces aquí, hijo? —La voz de mi madre se escuchaba en todos lados pero su cuerpo seguía dormido delante de mí. No sabía como poder responderle así que sólo me resigne a acostarme junto a ella. —Aquí las palabras no sirven, cariño. Deja que tus pensamientos hablen.

Entonces lo entendí, cerré los ojos y deje de intentar hablar por la boca. Meditar mis palabras fue lo único que se me ocurrió.

—Hola mamá.

—Bienvenido Luzbel.