-Luzbel fue el nombre del niño y Katrina el de la niña. Para este punto Charles aún no sabía de la existencia de Azael. Como sea, los años pasaron, Luzbel y Katrina tenían cerca de 15 años y la familia vivió muy normal hasta que Azael volvió a enfermar de gravedad y tuvieron que internarlo en el hospital por lo que Mary empezó a despilfarrar mucho dinero en el tratamiento de su otro hijo. Y por no tener cuidado en esconder los movimientos bancarios fue que Charles se enteró de toda la verdad para que en un arrebato de furia amenazó con divorciarse, llevarse muy lejos a sus hijos y dejar sin nada a Mary. -Los ojos fríos de Katri y Luz lloraban bastante, una cruda verdad se estaba revelando ante ellos mientras compartían el mismo sentimiento de sentir como su mundo era una falacia.

-Un día, Mary pensaba en engañar a su hijo Luzbel para que de mayor le diera parte del dinero de su padre a Azael. Pero cuando Charles la descubrió... Mary se... Se suicidó en la bañera de su habitación delante de su hijo. Dejando a ambas familias rotas, y bueno creo que el resto de la historia ustedes la conocen.

El silencio con sabor a muerte se podía percibir en el ambiente, los hermanos junto al padre secaban sus lágrimas. La rabia dentro del escritor era bastante evidente para su familia y cuando se puso de pie todo se salió de control.

-Una farsa... ¡¿Me estás diciendo que todo lo que yo creía de mi madre era mentira?! ¡¿Y POR QUÉ NOS DICES TODO ESTO AHORA?! -Gritó Lucifer tomando por los hombros a su padre al tiempo en que Katrina tiraba de su hermano para separarlo de Charles.

-Por favor Lizi...

-¡NO ME HABLEN! Mierda, soy un idiota por haber venido. Sabía que era mala idea... ¡¿Y que paso con el otro hijo de mi madre?! ¿Dónde esta Azael?

Luzbel ya no volvió a sentarse, Katrina igualmente veía con desespero a esta situación. Sus llorosos ojos indicaban el dolor que sentía en sus adentros. Charles secó sus lágrimas y, con mucha pena y dolor siguió con su historia.

-Azael vivió una vida muy difícil... Cuando su madre murió, el padre abandonó al niño en un orfanato de mala muerte creciendo con una actitud muy agresiva. Cuando volví a saber del niño ya habían pasado muchos años, se graduó con honores en una buena universidad y formó una familia. Hace poco supe que trabajaba en un edificio como administrador. Vive en el centro de Ciudad Férrica ahora.

-No... No puedo más, lo lamento papá. -Dijo Katrina saliendo de la casa para volver a su hotel; una mezcla de ira, confusión y rencor yacían en su cabeza. Luzbel lloraba desconsolado en una esquina de pie hasta que su padre puso su mano sobre el hombro de su hijo.

-Se que estas molesto hijo... Pero quiero que sepas porque nunca les conté la verdad. Todos nos alejamos, no quería que tu forma de ver a tu madre cambiara, porque sabía lo que tu madre representaba para ti y no quería manchar su recuerdo: pero tenías que saber la verdad algún día. Se que pedirte perdón no basta, pero si pido que entiendas.

Luz ya no dijo nada más, tomó su bolsa de regalo de cumpleaños para darle un último abrazo a su padre murmurando un gracias casi imperceptible, saliendo de la casa de su padre; el escritor subió al auto marchándose esta vez sin un rumbo fijo; apagó su celular aún con la cabeza hecha un desastre continuó manejando hasta llegar a una carretera en el límite de la ciudad. En un pensamiento fugaz sólo pensaba en volver a Ciudad Férrica lo antes posible, quería enviar el concurso al diablo ya que ahora sabía que tenía más de un motivo para volver. Hablar con Valentino y conocer a su medio hermano Azael.

Un camino recto estaba delante del escrito que veía imposible la idea de volver tan rápido a casa. Poco a poco empezó a recuperar la calma así que volvió al auto con la intención de volver al hotel. Se tenía que mantener sereno y tranquilo para que nada malo ocurriera, encendió su vehículo y dio media vuelta dejando sola a la imponente carretera.

...

Agatha🔥

La copa estaba casi llena y perfectamente balanceada entre mis dedos bailando de un lado para el otro. Luego de mi charla con Lucas decidí tomar un poco de vino en el bar del hotel para intentar tener una idea más clara sobre mi pequeño dilema. Abrirme a nuevas experiencias podría ser divertido y no lo dudaba, pero mis ideales eran muy solidos como el diamante. Al final solo le di un trago a mi copa, así que pedí la botella y la llevé a mi habitación junto a mi triste trasero. Me quite la ropa y usé una pijama de dinosaurio por el resto del día.

Me tiré sobre la cama cubriendo mi cuerpo con las cobijas, dirigí mi mirada a la pila de ropa y maletas que yaceían frente al armario lo que me provocó un gesto de fastidio que rápido fue opacado por una idea, tomé mi celular y comencé a llamar a mi querida asistente Ana.

-¡Hola señorita Petrov! Es un gusto saber de usted ¿Cómo está? -La alegre voz de Ana me hizo feliz así que le pedí a mi asistente que encendiera su camara ya que quería verla. -Todo ha salido bien, pronto empezarán los eventos importantes aquí en el festival. Pero me he sentido sola, Ana... Y ya que veo que tu estas sola en tu apartamento quizá podríamos jugar con video llamadas.

Incluso por la camara del móvil pude ver la tierna cara de Ana siendo sonrojada mientras giraba la cabeza avergonzada. -N... No se a que se refiera señorita Petrov.

-Aww me encanta cuando eres tan inocente ¡Me gustaría jugar contigo, pequeña Ana! -Le dije dejando un pequeño mordisco en mi labio y Ana empezaba a quitarse sus anteojos.
-Pe... Pero, usted esta en otra Ciudad. ¿Cómo podría jugar conmigo? -Sus palabras juguetonas me hacían temblar, reí por los bajo mientras acercaba la botella de vino y bebía un poco. -Aún tienes puesto tu uniforme, Ana? Sabes, yo sólo tengo puesta la pijama. -Luego de mis palabras, mí Ana se quitó su camisa tan lento y adorable para que yo pudiera disfrutar más y más de la vista. Pasaba mi lengua por mis labios cada vez que le daba un trago a la botella.

Ana prosiguió para quitar el resto de ropa estorbosa así que hice lo mismo con la pijama y para cuando lo noté; el vino, mi ropa y la poca que Ana conservaba ya había desaparecido.

...

La inmensa soledad de Katrina Goetia se sintió cada vez más asfixiante, luego de la enorme sorpresa que su padre reveló, la carga de estrés hizo que las manchas de su cuerpo no pararan por nada del mundo y al fin terminaron de cubrir el cuerpo de la mujer. Desde las puntas de sus dedos hasta su frente se habían vuelto blancas como la sal. Sus bellos ojos que alguna vez estuvieron llenos de vida ahora carecían de brillo, eran como los de un cadáver.

Katrina permanecía desnuda sobre el piso de su baño con el espejo hecho trizas por todo el lugar. La sangre caía de sus manos por varios hilos que llegaban hasta el piso donde este empezaba a verse como la escena de algún crimen, luego de mirar todo su cuerpo y comprobar que en efecto toda su piel se había vuelto blanca; la ira invadió a Katrina quien comenzó a golpear el espejo hasta quebrarlo en miles de pedazos sin importar que sus manos sangraran en el acto.

El único resto de color que quedaba en su ser era su larga cabellera negra que colgaba de su cabeza. Nuestra mujer entonces fue por un bote de colorante blanco para el cabello y lo vacío sobre si misma. ¡Estaba completa! Katri tomó un enorme trozo del espejo roto entre sus manos para contemplar su rostro en él y contemplar el resultado de su metamorfosis.

-Ya estoy lista para mi venganza... No es así, Dios?

-... estas lista... surge y cumple tu propósito... Katrina.

-¡Si mí Dios! Haré que estés orgulloso de mi. Tanto tiempo planeando esto y por fin veré los frutos de mi paciencia.

Luego de tantos sucesos por fin se quebró, Katrina Goetia había traspasado la barrera de su cordura y ahora se encontraba en un punto en el que el retornar sería muy complicado e incluso imposible. Todo su cuerpo parecía un copo de nieve y su mente tenía el desorden que esperarías encontrar en el sótano de una casa en ruinas, ahora Katri ya no habitaba su cuerpo más bien pareciera que la locura por fin se había apoderado de su mente.

-Que la justicia caiga sobre los culpables y el cielo se abra para los nobles y justos... Y la espada del ángel castigue al demonio. Amén.