{Capítulo 14 parte 1}
—Rouse...Es positiva, salió positiva la prueba. Rouse, estás embarazada.
Las palabras de Emily se sintieron como un estruendo que sacudió a la chica de cabello rojizo. Su cuerpo temblaba y sus dientes se movían de forma involuntaria, al final Rouse Amery estuvo apunto de caer desmayada de no ser porque Emy la tomó en sus brazos acostando a su amiga en la cama.
—Tranquila Rouse, creo que deberías ir con un doctor para que te revise y pensar en como decirle esto a sus padres.
—Muchas gracias Emily. Ya me voy, no quisiera molestarte más.
—No es ninguna molestia Rouse, por favor cuidate. Y no te preocupes yo no le diré a nadie todo lo que sé.
Rouse se marchó junto a su guardianes caninos y esta vez no tenía un plan, simplemente el embarazo le había llegado sin avisar y ahora su cabeza estaba hecha un laberinto del que le era completamente impoaible encontrar la salida. Al final de su regreso, ella subió hasta su habitación evitando hablar con alguien y eso incluía a sus hermanas. Recostandose en la cama sus dedos marcaban el numero de Lucas en el teléfono de su recámara.
—Por favor, Lucas. Contesta... Tienes que saber esto. —Pero nadie tomaba el teléfono, puesto que en Ciudad Imperial ya era de madrugada.
La lágrimas de Rouse mojaban su almohada mientras esta callaba sus quejidos por esta situación tan asfixiante para ella. Bongo y Lady subieron a la cama de su ama para acostarse a un lado de la chica pelirroja. Así hasta que una deprimida Rouse Amery se quedó dormida a la espera de que su novio tomara el telefono.
...
Y así. Un nuevo día estaba empezando en Ciudad Imperial. Los chicos luego de quitarles de encima las palomas a Corina y Lucas siguieron viendo la ciudas por un buen rato. Fueron a la heladería donde "accidentalmente" Aga le tiró encima su helado a Luzbel y él "por accidente" le tiró su malteada al suelo. Al final su día fue muy divertido a pesar de los altos y bajos.
Y aunque nadie los sospechaba: si era un día importante, uno muy especial en realidad. Era el cumpleaños de Luzbel Goetia. Cuando el escritor abrio los ojos, fue sorprendido por sus amigos gritando al unísono.
—¡Sorpresa!
—¡Sorpresa!
—¡Sorpresa!
Luz estaba algo sorprendido, no recordaba haber celebrado su cumpleaños muchas veces antes, salvo algunas ocasiones en las que salió a comer con Valentino. Y ahora tenía delante suyo un pequeño pastel y gente que lo estaba celebrando, algo que hasta hacía unas semanas no se habría imaginado.
—Muchas gracias, lo aprecio bastante.
—¡Aww Luci-Luci esta sonrojado! No es adorable?
Una vez que Luzbel se levantó de la cama, todos fueron al comedor para desayunar juntos y comer pastel. Que especialmente pidieron que fuera de manzana.
—Y bueno, quién tuvo la idea de celebrarme? No recuerdo haberles contado a ninguno de ustedes cuando era mi cumpleaños. —Aga, Cori y Lucas se miraron a los ojos para ignorar la pregunta de Luzbel.
—Bueno, o me dicen de quién fue la idea o me acabo el pastel yo sólo.
Los demas rieron y fue Corina la que terminó confesando, una sorpresa bastante especial para el escritor.
—Bueno, en la mañana mandaron a mi habitación por error un paquete para ti y en la tarjeta decía que era de Valentino deseándote feliz cumpleaños.
Luz cambió su expresión levantándose de golpe exigiendo ver su regalo a lo que Agatha lo tranquilizó para que Lucas fuera por el paquete que había llegado. Una bella bolsa de regalo color escarlata brillante con lineas doradas y la famosa tarjeta colgando a un lado.
Luzbel sujetó la bolsa y se despidió lo mas rápido que pudo de sus amigos, para volver casi volando a su habitación.
"Querido Luzbel. Feliz cunpleaños.
—Valentino" —Dictaba la tarjeta recibiendo al escritor como si el mismo Val abrazara al hombre.
En su interior yacía una flor algo seca pero que todavía mantenía su esencia viva junto a un collar dorado que terminaba en una manzana plateada. Debajo del todo, una carta que el demonio tomo con su mano que sin saber por que esta temblaba.
"Hola Luzbel, cuando leas esta carta espero que sea en tu cumpleaños. No se que fue lo que nos sucedio la ultima vez, creo que sabes a que me refiero. Ninguno de los dos reaccionó bien, pero. Algo que dije si fue verdad y es que yo estoy enamorado de ti, puedo aceptar que tu no sientas lo mismo que yo aunque me duela pero no quiero que dejemos de convivir como hasta ahora. Jamás mencionaré lo que pasó y sólo te deseo lo mejor. Amigo.
P.D. yo tengo el collar dorado que hace juego con el que te di."
Una lagrima bajaba por la mejilla del Luz hasta caer sobre la carta, y luego otra, y otra más después de esa. Tomando el plateado collar y poniéndolo en su cuello, enseguida sujetó la flor entre sus dedos con delicadesa para llevarla hasta su nariz para poder sentir su aroma. Que irónicamente ya le recordaba a Valentino.
Un petalo calló de la roja flo, mismo pétalo que Luzbel levantó y usó para secar sus lágrimas. Pocos minutos después, Luz volvió un poco más tranquilo para seguir disfrutando de su cumpleaños.
—Que lindo collar, es del señor Valentino? —Preguntó Corina haciendo que Luz regresara de sus pemsamientos a la tierra.
—Si, fue una sorpresa recibir un regalo... Nunca fui muy fan de celebrar mis cunpleaños.
Lucas y Agatha abrazaron a Luz, y aunque pareciera más un gesto de cariño en realidas era para sostenerlo y Corina pudiera darla un pastelazo al escritor. Al final de la mañana los cuatro reían y se divirtieron. Luzbel sintió una mezcla de alivió por saber que Val no le guardaba rencor y angustia por no saber que iba a pasar con ellos de ahora en adelante.
...
Mientras tanto, Lucas retrataba la ciudad deslumbrante que podía observar desde la enorme ventana de su cuarto en el hotel, su pincel iba de lento a suave y viceversa para tener una imagen más clara de lo que sus ojos contemplaban, mezclando distintos colores que hacían ver la obra como si fuera una fotografía.
Después de su día anterior en su viaje con sus amigos por la ciudad y en la mañana haber celebrado el cunpleños de Luzbel, Lucas no había tenido tiempo para escuchar sus mensajes ni ver las llamadas perdidas que pudiera tener.
La puerta de su habitación sonó de repente, el muchacho dejó su pincel para ir a ver de que se trataba y para su sorpresa resultó ser la misma Agatha Petrov.
—Hola Lucas, puedo pasar? No interrumpo verdad?
—Hola señorita Petrov, pase por favor...
—Tranquilo niño, me puedes decir simplemente Agatha. Vine contigo porque hay algo de lo que me gustaría hablar contigo.
Lucas invitó a Agatha a pasar mientras que la señorita Petrov se ponía comoda en el sofá y contemplaba la pintura que el chico estaba haciendo.
—Sabes, podrías dejar tonos mas oscuros para el cielo si quieres un acabado de como de un alba, pero el anaranjado del atardecer me gusta bastante. —Decía Aga mientras Lucas la observaba intrigado a su invitada no invitada. —En realidad pensaba en añadir tonos amarillos y dorados para que las nubes cubrieran al sol.
—Bueno me dejaré de rodeos, conoces la Academia de Arte Geoda? La que esta aquí en Ciudad Imperial.
Lucas asintió mientras se sentaba junto a Agatha. El pintor estaba todavía algo confundido y no sabía a ciencia cierta de que era de lo que Aga quería hablar con él. —Bueno, el director de la academia me ofreció trabajar ahí como una maestra; como profesional se que esta es una buena oportunida, pero como artista no me gustaría estar atada.
Lucas sintió algo dentro de él, algo similar llegó a pensar hace tiempo luego de la muerte de su padre y fue ese sentimiento artístico que lo hizo discutir con todos sus maestros con el pensamiento "El arte debe ser libre y sin reglas" o "El arte no tiene sentido, la belleza no es una verdad absoluta". Esas fueron las palabras que Lucas llegó a decir antes de dejar su escuela de artes.
—Creo que una mujer como tu no necesitaría lidiar con estudiantes, también creo que el arte debe ser libre. Pero no deberías cerrarte a cosas nuevas.
—Oye Lucas ¿Siempre has sido sabio? No sabía que Luzbel tuviera a un poeta en su equipo de trabajo jijijijo
Agatha y Lucas rieron un poco dejando que la tensión se fuera un poco. En cierto modo ambos eran parecidos, pintores que desafiaban las reglas que existen para crear e ilustrar. El arte libre era su mantra y como artistas habían desarrollado admiración por su trabajo.
—En realidad mi novia es la poeta, y que decidirá dobre trabajar en la academia?
—Awww el pequeño Lucas tiene noviaaaa ¿Y como se llama? ¿Está guapa? ¡Ay Dios! No lo sé, esperaré para volver del viaje y pensaré en algo.
—Para mi es la chica más guapa del mundo, se llama Rouse Amery...
—Queeee?!
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