{Capítulo 12 parte 2}
Ya los ánimos estaban mas calmados una vez que todos subieron al avión, claro estaba que los organizadores del festival pagaron los boletos de todos y de hecho a petición de Valentino que pidió que el avión fuera exclusivo para ellos. Así que solo irían nuestros protagonistas en el vuelo.
Luzbel se fue a sentar en una parte alejada de Agatha y su equipo de trabajo, todo con el pretexto de querer dormir un rato. Pero era para pensar en lo que pasó con Val. Y por otro lado. Lucas, Corina y Agatha se fueron en la misma fila de asientos para platicar.
—Te sientes bien Corina? Estas algo pálida y todavía ni despegamos ¿Quieres que le pida a la azafata una bolsa para el mareo? —Lucas veía que su amiga no se encontraba en el mejor estado cosa que Agatha también notó a excepción de que Petrov dio en el clavo sabiendo que le pasaba a Cori.
—Es la primera vez que viajas en avión, verdad Corina? No te preocupes toma nuestras manos y todo irá bien. —Haciéndole caso a Agatha, Cori le dio una mano a sus amigos y tanto Lucas como la señorita Petrov sostenían las manos de la chica. Mientras tanto Luz los observaba con curiosidad desde su asiento.
—Por cierto, lamento haberte golpeado hace rato, Agatha...
—Ni te preocupes chica, yo me lo busque. Ya estás más tranquila por lo de viajar a miles de pies de altura?
—Pues no es tan aterrador como parece. Aunque debo admitir que tengo algo de hambre, pero he oído que no distingues bien los sabores cuando viajas.
—Esta bien, a decir verdad yo igual tengo hambre. Sobrecargo Podría traerles algo ligero a ellos y a mi una copa de vino. Y tu vas a querer algo Luci-Luci? —Lüzbel alzó la vista por un momento sólo para el también pedir una copa de vino y seguir metido en su cabeza.
—Y tengo curiosidad de ustedes dos. Como fue que terminaron trabajando para Luzbel?
—Bueno yo me enteré un día que fui a comprar libros a la misma librería de la editorial y escuché a dos personas hablando de que el señor Luzbel necesitaba un equipo de trabajo. Nada extravagante. —Dijo Lucas mientras se agachaba los hombros y regresaba su atención a la ventana del avión para seguir viendo el cielo.
—Y yoooo, pues mi hermano Daniel fue quien me dijo del trabajo aunque nunca me dijo como se enteró.
—Ya veo... ¡Hey Luz! Ven acá, no seas tan tímido Luci-Luci.
—Gracias... Pero no gracias. Llegaremos en unas horas y me gustaría dormir un poco.
Durante un buen rato, los cuatro se quedaron dormidos como unos bebes, de hecho durmieron la mayor parte del viaje y ocasionalmente despertaban para ir al baño y regresaban a dormir.
...
Y luego de horas de vuelo, ronquidos de Lüzbel que Agatha tuvo la delicadeza de callar a punta de periodicasos, pláticas de Lucas y Agatha sobre cosas raras de arte que Corina pensaba que hablaban en chino, y también Agatha tratando de convencer a Cori de que dejara a Luz y fuera a trabajar con ella de modelo. En general, todos se estaban divirtiendo en el viaje hasta el momento de su llegada.
Al bajar del avión, fueron muy bien recibidos por trabajadores del festival que los estaban esperando para llevarlos al hotel y pudieran estar mas cómodos. Algo que tanto Cora como Lucas notaron era el trato tan importante que le daban a Luzbel y a Agatha. Se notaban mucho lo talentosos que era para que los trataran tan bien.
—Es un placer y honor conocer a dos grandes escritores, de inmediato los llevaremos al hotel para que puedan descansar y por la noche se les dará el itinerario del festival. —Dijo una mujer mientras los acompañaba hasta un auto bastante grande.
Después de que el auto les diera un recorrido muy rápido por la magnífica Ciudad Imperial. Los protagonistas llegaron a la entrada del hotel "Plex Prix Fancy" —¡Fantástico! Este lugar es enorme... Nosotros nos vamos a quedar aquí? —Preguntaba Cori sin poder creer lo alto que era ese edificio al momento en que todos salían del auto. —Así es, tenemos ya la reservación de nuestras habitaciones en el piso 12. —Un trabajador del hotel llevó el equipaje de los protagonistas hasta su piso y una empleada recibió muy amablemente a los chicos.
—Lo estábamos esperando, señor Luzbel Goetia. Intentamos llamar al señor Valentino Durán para saber cuando llegarían pero no contestaba las llamadas. —Decía la mujer mientras el escritor llenaba unos papeles y sentía como apretaban su corazón. Realmente le había dolido separarse de Val, Lucifer no lo entendía aún y quizá esa confusión se combinaba con todo el dolor que el demonio cargaba desde hace tantos año. Sea cual fuese el caso, ya era claro para el escritor que quería hablar con Valentino.
Lo que siguió después fue que Lucas fue metido casi a la fuerza por Agatha y Lüzbel al elevador ya que al pintor le daban cierto miedo subirse a ellos. Claro que Corina le dijo unas alentadoras y cariñosas palabras de mejor amiga como era propio de ella: —"O subes con nosotros o yo te dejó inconsciente y te subo a rastras por las escaleras".
Las habitaciones eran muy agradables. Muebles brillantes, una cama enorme, un baño cómodo y una gran vista de la ciudad que de noche sin duda las luces de la ciudad la harían verse fabulosa. Cuando todos entraron a su respectiva habitación. Luzbel salió al pasillo sin que nadie lo viera para entrar a la que sería la habitación de Valentino. Pero como si fuera un sexto sentido, Corina sintió la presencia de alguien andando por el pasillo así que salió a revisar en parte también por su curiosidad y claro que para Lüzbel su descuido fue no cerrar la puerta.
Y ahí estaba él, sentado en la cama con las luces de la recámara apagadas siendo solo iluminando por la luz del pasillo. Luz no notó que Cori lo observaba en silencio porque ella sabía lo que se sentía estar sola a pesar de estar rodeada de gente. Eso sintió ella antes de llegar con su hermano hace un tiempo.
—Señor, necesita algo? Preguntarle si esta bien sería inútil creo.
Lucifer alzó la cabeza mirando a Cora caminar hasta él y sentarse a su lado. El escritor quería gritarle que se fuera pero ya estaba muy cansado como para si quiera levantar la voz así que sólo negó con la cabeza.
—No tiene que decirme que le pasa, pero puedo quedarme aquí. Quizá se siente... Quizá te sientes sólo.
Los ojos de Luz se alzaron hacia Cora que seguía sin despegarse de su lado, y que le hablara como a cualquier otra persona y no como su jefe le hacía sentir que ella era sincera.
—No se que te haya pasado, pero nadie puede ayudarte más que tu y es difícil como no te imaginas. La soledad pega tan fuerte como la propia vida.
—¿Por qué me dices eso, Corina? Deberías estar disfrutando de tu habitación.
—Luzbel, a mi me gusta ver feliz a la gente. El mayor miedo de cada persona es estar solo y ahora que te vi así me di cuenta de que estas sufriendo... Como dije, no se que te haya pasado, pero allá afuera aunque no lo creas tienes más que un equipo de trabajo, tienes amigos.
Al final, Corina le dio un abrazo a Luz para enseguida salir de la habitación y dejando al escritor totalmente impactado y sorprendido. Unos minutos después Luzbel Goetia cerró la habitación y volvió a la suya un poco más tranquilo.
...
—Hola Rouse, ¡pufff al fin llegué a Ciudad Imperial! —Lucas y Rouse hablaron por teléfono esa noche. Ninguno de los dos quería olvidar la voz del otro. Un amor que superaba la distancia.
—Que alegría Lucas, y dime... ¿Cómo es la Ciudad? ¿Cómo te sentiste al llegar? Cuéntame todo, amor.
—Sólo dimos un recorrido muy rápido cuando llegamos pero si de día es bonita, de noche yo creo que se verá fabulosa. Y bueno, ya estar aquí es alucinante.
—Me lo imagino, sabes no a pasado ni un día y ya te extraño, Lucas. Y extraño aún mas cuando estábamos solitos.
—¡Diablos señorita! Bueno jeje... Yo también extraño eso, en especial la vez que lo hicimos en el piso. Espera... ¿Por qué estamos hablando de eso?
—Fue en el piso? Yo pensaba que fue en mi meso, eso explica porque estaba tan dura. Quizá tu también extrañas eso.
—Te extraño más a ti, cielo. Y dime ¿Qué tal estuvo tu día? Ya revisaron la pintura que me mostraste?
—¡Siiii! Los maestros me dieron una A+ en ese proyecto y mi maestra de poesía válido con máxima calificación mi poema... Lo quieres oir? Es secreto amor pero, lo hice pensando en nosotros jijijiji.
—Honor que me hace usted señorita Amery. Sabía que te iría bien.
—"El secreto de amar.
Todos dicen saber su secreto
Pero nadie sabe contarlo
Cuando nuestras lagrimas caen yo pienso que es por dolor
Cualquier cosa me haría llorar
Solo si tu eres quien limpia mi dolor
La vida se vuelve a ver
Amarte es como amarnos a los dos
Si la vida me permite
Y la distancia se esfuma
Yo podría descubrir
El secreto de amar".
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