Luego de salir del panteón, Beatriz tomó un taxi para ir de regreso a su casa mientras que los novios irían a caminar al parque un rato y pasear a los perros guardianes de Rouse, en especial para despejarse.

—Me imagino que para ti el día de hoy debe ser duro, verdad? —Dijo Rouse mientras con una mano se sujetaba de Lucas y con la otra avanzaba su bastón.

—Si, aunque más que ser duro es más un día donde reflexionó sobre las cosas importantes de mi vida. —Los enamorados avanzaban en medio del parque hasta sentarse en una banca para el picnic debajo de la sombra de los árboles. —Por ejemplo, tú y mi madre son las dos personas más importantes en mi vida. —Lucas se acercaba lentamente a su novia hasta que "Bongo" le mordió la camiseta y tirando de ella los separó.

—Creo que a Bongo no le gusta ver que nos besemos. —Rouse se rió por aquello y acarició la cabeza de sus perritos que se sentaron junto a su dueña. Ese par de caninos eran muy protectores y celosos con la chica pelirroja, no tenían nada contra Lucas. De hecho hasta podían ponerse a la defensiva con cualquiera que le gritara a Rouse

La pareja se mantuvo hablando por un rato más hasta que un par de voces conocidaa dejaron sorprendido a Lucas.

—¡Hey Lucas! Hola muchacho.
—... Oh si, hola Lucas.

Eran Valentino y su jefe Luzbel. Al parecer otra vez habían quedado de salir a correr y habían aprovechado que ese era su día de descanso para poder salir juntos.

—Eh hola, señor Valentino. Hola señor Luzbel que gusto verlos.

Al escuchar el nombre del escritor, Rouse se emocionó e n sus adentros ya que prácticamente delante de ella estaba uno de sus escritores favoritos.

—Por cierto, ella es mi novia. Rouse Amery.

Lucas sostuvo la mano de su chica y ella sonrió alegremente levantando la mano para saludar. —Es un gusto conocerlos, señor Goetia soy muy fanática de su trabajo como escritor. Disfruté su libro "El Cautivo" fue una maravilla. —(Obviamente Rouse leía las historias de Luzbel en libros escritos en Braille)

—Me halaga señorita para mi es un placer escuchar sus palabras, no nos gustaría interrumpir su cita... Un gusto haberla conocido, nos vemos este fin de semana para el viaje. Lucas.

Mientras Val y Luz caminaban alejándose de la pareja, Valen pareció reconocer el apellido de la novia del pintor.  —Claro, ya recordé de donde conozco el nombre de la chica. "Rouse Amery" si no mal me equivoco es una de las hijas de uno de los diplomáticas que trabajan en el gobierno. Una vez lo conocí en las fiestas de le editorial. Me sorprende que Lucas tengo esos dotes de conquistador. 

Luz se sorprendió por eso, le hacia sentir bien que una chica tan importante valorara su trabajo. Aunque también estaba cuestionándose como Lucas le hizo para ser novio de una chica tan guapa.

—Pues eso suena interesante, como sea. Vamos a correr que eso es a lo que venimos. 

Los dos hombres le dieron dos vueltas completas al parque, claro que Luz tuvo que tomar mas descansos que Valentino, al final de la tarde los dos ya estaban algo agotados. Hasta que fueron a sentarse en unas bancas para descansar. En ese momento Val sentía que podía tener una charla mas calmada con Luzbel y esperaba también poder llenarse de valor para confesarse. La brisa iba muy calmada y el clima era refrescante en general así que Val se perdió mirando a Luz secarse el sudor de la cabeza pues para Valen cada Angulo de su amor platónico era hermoso. 

—Vaya, correr tanto me dejó muy cansado, que tal si vamos a caminar solamente? —Luzbel le tendió la mano a Val y este la cogió con gran alegría; caminaban en silencio a paso lento sobre un camino solitario pero lleno de calma, Valentino tarareaba una canción y Luzbel reía por lo bajo. Y como si fuese un regalo, el sol comenzó a descender en una muy bonita puesta de sol, la aves silbaban bajamente y en algunos momentos los hombros de Luz y Val se rosaban haciéndolos reír un poco.

—Oye Val, crees que ganare el festival de libros? Hace un tiempo cuando fui a ver a Agatha, Corina me dijo unas palabras que me hacen pensar. "no hay que perder de vista lo que nos lleva a los triunfos" Digo, lo que me hizo ser escritor fueron los sentimientos reprimidos por culpa de mi padre, y el salió hace poco del hospital y... Y, debería perdonarlo? No lo se, estoy muy confundido. 

Valentino estaba genuinamente sorprendido por las palabras que oía de Luzbel decía, desde que lo conoció, Val sabia que el escritor era muy seguro de si cuando se trataba de sus obras pero, ahora no conocía ese lado de Luzbel. Así que con su sonrisa mas cálida, Valen tomó a Luz por los hombros para que sus miradas se quedasen fijas en los ojos del otro. 

—Escúchame Luz. Tu mismo lo dijiste: "Eres el mejor escritor de nuestra era" y que te sientas confundido sobre tu padre significa que tu corazón ya esta listo para perdonar y encontrar el amor.

—V... Val, eso crees? No estoy seguro de que es lo que me pasa quizá solo sea la presión de estos días pero quiza tengas razón. Muchas gracias siempre puedo contar contigo. —Luzbel se apartó un momento para mirar al suelo y sonreirle a su amigo haciéndole un gesto con la cabeza para que siguieran caminando, a medida que Luz avanzana se dio cuenta que Valentino se había quedado detenido y sin moverse. Val apretaba los puños y no había ni volteado a ver su amigo cuando este le habló.

—Ey Val, qué haces? ¿Val? Todo esta bien amig...?

—No. Luz ya no puedo con esto, me he callado por años pero ya no más ¡Luzbel, estoy enamorado de ti!

Una gran ola de aire recorrió el lugar junto con una corriente eléctrica subía por la espalda de Val que le hacían temblar las manos al tiempo que miraba a Luz esperando una reapuesto. Por más pequeña que esta fuera.

Los ojos de Luzbel indicaban su sorpresa por la notícia. Su corazón latía cada vez más rápido y no sabía porque su respiración lo estaba sofocando así que desvío la mirada por un momento y luego de un minuto que se sintió como una eternidad su mirada volvió a ser tan fría como hacía un tiempo que inició esta historia.

—Lo siento Val. No me esperaba esto, te aseguro que no. —Ahora la voz de Luzbel era calmada, como si el cansancio del ejercicio que hizo hace un momento ya no pesara en su voz. O como si la frialdad regresara a su alma. —Pero no siento lo mismo por ti Val, sólo eres un amigo para mi. Jamas podríamos llegar a ser algo más, nunca... Lo lamento.

Algo pareció quebrarse dentro de Valentino que dio un paso hacia atrás y luego otro y otro más después de ese hasta estar a unos 5 metros de distancia. Como si se estuviera alejando de quien creía era su amor platónico. Todo el esfuerzo y valor que Valen estuvo reuniendo para poder declarar lo que sentía se acababa de ir por la borda. En un último cruce de miradas entre ambos hombres, Val pudo ver los ojos de Luzbel, ¡NO! Esos ya no eran los ojos de su amado Luzbel, esos eran los ojos del demonio LUCIFER.

—¡¿Por qué?! ¿Cómo estas tan seguro de que nunca podríamos ser algo más? Si quiera sabes todo lo que siento por ti? —El corazón de Valentino ahora estaba hecho pedazos y esas palabras fueron dichas más bien de forma casi inconsciente.

Pero también estaba pasando algo, algo que era imposible de ver para Val que estaba segado por su tristeza y su dolor. Luzbel gritaba en su mente pidiéndole a su amigo que por favor comprendiera pero, su boca no era capaza de obedecer.

—... Preguntas por qué? Y eso a ti que te importa? Cuida tus palabras "amigo"

El demonio dio medía vuelta listo para marcharse y dejar sólo a Valentino que dejó caer algunas lágrimas por como lo trataba quien él consideraba su amor. Aún cegado por lo que había pasado, Valentino fue corriendo a encarar a Lucifer. Cuando sacudió al escritor con fuerza, Valen lanzó un potente golpe con su puño izquierdo directo a la cara de Luz pero... Ni siquiera fue capaz de golpearle, el amor es un sentimiento hermoso y doloroso a partes iguales.

Lucifer no dijo ni una palabra más y se marchó em silencio dejando con el corazón hecho pedazos a Valentino que solo podía contemplar a alguien que no era su Luzbel, ese demonio era alguien completamente distinto.

—¡BIEN, LARGATE! ERES UN IDIOTA, TANTO TIEMPO ESTUVE A TU LADO PERO SE ACABÓ... ¡CON ESTO NO ERES TAN DIFERENTE DE TU PADRE!

Ese último grito de Val fue escuchado por el demonio que con fuertes lágrimas en los ojos, jamas volteó la mirada a su amor.