{Capítulo 10 parte 3}
Los rayos de la mañana brillaban con intensidad indicando la llegada de un nuevo día. Luzbel amaneció de cabeza sobre la cama conbu los pies donde se supone que deberían ir las almohadas.
—¿Qué rayos? ¿Cómo me pude haber embriagado con unas cuantas copas de vino?
Esas preguntas pasaron a segundo plano para el escritor cuando el olor del desayuno siendo preparado atrajo todos sus sentido. Caminando hasta la cocina de la casa, Luzbel pudo ver a Valentino aún en pijama preparando pancake's con una gran taza de café.
—Despertaste justo a tiempo ¡Ven! Ya está listo el desayuno.
—Huele muy bien, gracias.
Luz se sentó justo enfrente de su amigo. En una pequeña mesita a la que la luz de las ventanas la iluminaban además de un florero brillante entre los dos hombres.
—Oh casi lo olvido, tengo jugo de manzana ¿quieres un poco?
Valentino le pasó la jarra con jugo a su amigo que asintió contento. Era como si un cuadro familiar se estuviera pintando para Luzbel y Valen. Durante ese período de tiempo nada podría detener su calma. Era como una paz antes de la tormenta que aún nadie sería capaz ver a la distancia.
—Muchas gracias por el desayuno... Creo que debería ir a casa.
—Mas bien gracias a ti por venir a verme. Sabes, estaba pensando en salir a correr y quizá puedas acompañarme. A no seeeer que no aguantes un ejercicio básico.
Luzbel abrió los ojos como platos por lo que Valentino decía para enseguida echar a reír. Si bien el escritor no tenía un cuerpo tan pulido como el de Valen si que estaba en una condición mas que aceptable. Además de que sin importar la era o tiempo había algo innegable: no hay hombre que rechace el reto de otro hombre cuando se refiere a actividad física.
Ahí su ego, orgullo y hasta un poco su inmadurez y estupidez sale a relucir.
—¿Me estas retando? Jajaja Venga ya Val, ¿tienes ropa deportiva que me prestes? quiero ganarte en una carrera cuanto antes.
—Yo creía que el gran escritor Luzbel Goetia no iba a aceptar un ejercicio que hace un peleador como yo. Pero esta bien, vamos. —Tanto Valentino como Luzbel sonreían retadores. Así que rápido se cambiaron de ropa por algo mas adecuado.
Luz ahora usaba un conjunto morado mientras que Val vestía uno negro y luego de un rápido calentamiento donde Valentino trato de ocultar que no dejaba de mirar la parte trasera de Luzbel mientras se estiraba los dos estaban listos para su carrera.
—Bien Luz, te parece si gana el primero en darle tres vueltas a la manzana?
—Me parece perfecto... Empecemos.
Los dos hombres se perfilaron en la entrada de la casa de Valentino y el ladrido de la perrita french poodle fue lo que marcó la salida e inicio de la carrera. Luzbel arrancó con todo desde el principio dejando atras a Valen que iba a buen ritmo.
Al cabo de la segunda mitad de la manzana, Luz ya estaba viéndose con sudor en la cabeza mientras que Val ya lo había alcanzado y todavía lucía muy fresco. Ya para la segunda vuelta Valentino aceleró todo lo que pudo y dejo a Luzbel comiendo polvo.
Al final Val ganó la carrera como era de esperar, luego de tanto ajetreo mañanero ambos tomaron un baño (en baños separados para desgracia de Valentino) y cuando llegó la hora partieron al trabajo. Val ya estaba mas recuperado y tenía que estar todo listo antes de su viaje a Ciudad Imperial.
...
Mientras tanto en la oficina de Luzbel, Corina leía una revista que Lucas le dio sobre Ciudad Imperial y todo lo importante que se debe visitar. Y hablando de Lucas, él jugando en la computadora. Ya no había trabajo para ellos y sólo iban al trabajo por que era su obligación.
El auto de Val llegó a la editorial de donde bajó él y Luzbel. Todo parecía normal hasta que el escritor y su amigo llegaron a su oficina y Cori notó algo cuanto menos peculiar: Luzbel y Valentino traían el cabello mojado y Luz estaba usando la ropa del día anterior... Si eso no significaba que eran pareja entonces Cora era muy mala profeta.
—Pssss ¡hey Lucas! —Llamó Corina a Lucas tratando de no hacer mucho ruido.
—¿Qué pasa, Cora? Estoy en una partida muy importante justo ahora.
—El chisme es mas importante. —Corina insistía pero si amigo estaba hipnotizado en su videojuego sin prestar atención a su alrededor.
—¡Hazme caso o yo misma te doy tu partida... Pero de madre! —Lucas de inmediato cerró su juego y volteó a ver a su amiga que con mucha insistencia y casi muy poquita intimidación le estaba hablando amablemente. (A y por su alguien se lo preguntaba, Lucas estaba jugando Rocket League)
—¿Qué quieres? Mas te vale que tu chisme sea bueno, y no es porque sea chismoso solo es curiosidad.
—Si, si, si ajam... Bueno, vi que el señor Luzbel y el señor Valentino llegaron con el cabello mojado y aparte nuestro jefe viene con la ropa de ayer. ¿No te parece eso curioso?
—Oye eso si es mucho suponer ¿Crees que ellos sean pareja? Quizá hasta ya estén viviendo juntos.
—¡Lucas! A lo mejor eso de que el señor Valentino se lastimó el brazo fue pura fachada para ocultar lo de alguna mudanza. Y en realidad hasta ya vivan juntos.
Y así fue como Corina y Lucas empezaron a hacer una película en sus cabeza donde Valentino y Luzbel eran "una pareja incomprendida" y que así como en Hollywood terminarían casados frente a la playa em la puesta de sol. Claro que esto no eran más que investos de ellos. Aunque quizá lo que sucedería a continuación les daría cierta razón.
...
Luz y Val estaban sentados en la oficina de Luz platicando un poco sobre las reservas en el hotal donde se hospederían por el Festival de Ciudad Imperial.
—Lucas confirmó ayer, Agatha Petrov igual desde hace días, tu y yo obviamente y sólo faltaría Corina. ¿En que hotel será donde nos vamos a quedar? —Luz comentaba aún con el pensamiento de saber si Cora iría con ellos o no al viaje a otra ciudad. Cada vez faltaban menos días para que se le acabara el tiempo de decidir.
—Nos quedaremos en el Hotel "Plex Prix Fancy" se supone que será una habitación individual para cada uno en el piso 12. El hotel tiene de todo así que no habrá incomodidad para nadie.
—Eso suena perfecto... ¡Auch! —Un pequeño grito de dolor salió de la boca de Luzbel que alertó a su amigo.
—¿Qué pasa Luz? Te sientes mal? Te duele algo? Llamó a enfermería?
—Tranquilo Val, sólo me duele el pecho por lo de la carrera de esta mañana. Es como una punzada en el pecho. No te preocupes.
—Oye mi entrenador me enseñó un masaje para el pecho cuando tengo dolores así o cuando recibo golpes rectos. Deja que te lo haga.
—Enserio no hace falta, Val. Sólo tomaré unas pastillas para el dolor.
—Nada de eso, desabrocha tu camisa y deja que yo haga el masaje. Soy muy bueno haciéndolos.
—A si que sabes dar masajes? Hay algo más que no sepa de ti Val?
—Ufff si yo te contara...
...
Corina salió de su pequeña oficina para preguntarle a su jefe si es que necesitaba algo y además para decirle que si iría al viaje rumbo a Ciudad Imperial. (Cori estuvo hablando con Lucas, y después de hablar la noche anterior con su hermano. Decidió que ella quería vivir esa aventura).
Y lo que la chica protagonista miró fue "incómodo" —¡Que #&$£#%! Ok... Mejor regreso a la oficina. —Dijo Corina totalmente roja de la pena y avergonzada de ver lo que vio.
Y ¿Qué fue lo que puso así a Cora? Simple: a Valentino frotando sus manos una y otra vez contra el pecho de Luzbel y a este último soltando quejidos bajos. Obviamente Valentino le estaba dando el masaje de pecho a Luzbel por su dolor de pecho, pero Corina los vio muy fuera de contexto.
—Lu... Lucas. Reee Turbiooo ¡Están haciendo cositas raras!
—¿Qué rayos? Wow, wow, wow. —Dijo Lucas totalmente sorprendido por la noticia y corriendo a pegar el oído a la puerta de su oficina.
Y cuando los dos hombres notaron que Corina los había visto en esa posición tan fuera de contexto. Fueron rápido a tratar de aclarar esa penosa situación. Luzbel les explicó a los muchachos que Valen le estaba haciendo un masaje. Aunque claro ya no sacó de la mente de ellos que Luz y Val eran pareja.
Al final de toda esa alocada situación. Ya todo parecía ir mas calmado, Corina le dijo a Luzbel que si iría con ellos a Ciudad Imperial.
Lucas fue con Valentino para pedir disculpas sobre lo que pasó con la portada del libro de Luz, así alimando asperezas y ganándose halagos por haber hecho un buen trabajo.
Y nuestro demonio Luzbel, bueno. Ya todos estaban listos para el viaje. Horas después le llamó a Belén Poe para avisarle de su viaje. Le dijo que podrían reunirse esa noche y hablar sobre ello.
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