Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

2. Conociendo al primer amigo

Pronto el invierno se puso más frío con cada día que pasaba, hasta el punto en que los cachorros ya no podían ir al jardín, ya que era muy peligroso para ellos.

En esos tiempos es cuando la pequeña Skye se la pasaba con el joven Ryder jugando juntos, acurrucados en la chimenea y comiendo de las deliciosas galletas con chispas de chocolate preparadas por Ryder.

Éstas galletas significaban mucho para ella, ya que se las hacía desde que la había adoptado, muy traumada por la pérdida de sus padres biológicos, Ryder le hacía éstas galletas para sacarle una sonrisa cuando más lo necesitaba, algo que a la pequeña Skye le gustaba mucho.

Ese día, Skye se encontraba en el fuego de la chimenea tratando de calentar sus pequeñas y frías patitas, cuando el joven Ryder se acercó a ella para pedirle un favor.

Ryder: Escucha mi pequeña, ¿crees que puedas llevarle éste pedido a nuestra vecina de la que te hablé? (le pasa una caja con una cama para cachorros hecha a mano)

Skye: Ah pues claro papi, puedo hacerlo con gusto

Ryder: Qué bueno mi pequeña, sé que hace frío, trata de regresar pronto, iré a revisar unas cosas en el taller

Skye: Está bien, nos vemos (toma la cajita)

Así la pequeña Skye salió de casa con la caja, no sin antes abrigarse lo más que podía y tomar su canasta de galletas con chispas de chocolate, por si tenía hambre en el camino.

Caminando con algo de dificultad, pero con una actitud positiva, Skye iba por las calles del frío pueblo, sus patitas se estaban congelando, por lo que se arrinconó en una esquina por un momento para descansar.

Vio su canasta y le quitó el trapo pudiendo ver sus galletas con chispas que permanecían tibias y tenían un delicioso aroma.

Skye: (Come algunas galletas) Mm, delicioso, amo éstas galletas jeje (sigue comiendo)

Después de unos minutos, quedando solo la mitad de las galletas en la canasta, Skye sigue su camino hasta que logra llegar a la casa en donde debía hacer la entrega de la camita para perros.

Se dio cuenta que el cachorrito que vivía allí era apenas un bebé, la casita era casi igual a la suya, y el cachorrito al ver su nueva camita aullaba de felicidad y no tardó más de dos minutos y se quedó dormido en ésta cómoda camita, haciendo sonreír a la pequeña Skye.

Después de eso, Skye caminaba de regreso a casa mientras miraba todo su pueblo el cual estaba solo, no había nadie a su alrededor, por lo que trataba de llegar a su casa lo más rápido posible.

Pero más adelante cerca de algunas tiendas, Skye escuchó un chillido de cachorro, por curiosidad se acercó al sonido para ver qué ocurría, y cuando por fin vio la fuente vio a un pequeño cachorro.

Éste cachorro era un moteado dálmata, parecía ser ligeramente mayor que ella, pero lo que se notaba sin dudas, era que el pequeño estaba encogido en una esquina con mucho frío y miedo.

Skye: (Se acerca tímidamente) Eh ¿hola? ¿cachorro?

???: (Temblando) H-hola ¿q-quién eres?

Skye: Me llamo Skye, ¿tú cómo te llamas?

???: M-Marshall, estoy de paso

Skye: Ah entiendo, y ¿qué haces aquí afuera?, hace mucho frío

Marshall: Llevo días vagando por aquí, e-estaba buscando un lugar donde pasar la noche, tengo mucha hambre y frío

Skye: Owww te entiendo, yo también vagué por éste pueblo hace poco, pero sé de algo que te aliviará

Marshall: (Levanta la mirada) Ah sí? ¿qué cosa?

La pequeña Skye en ese momento dejó su canasta con galletas con chispas cerca del pequeño dálmata, y al quitarle el trapo, el cual usó para abrigarlo, el cachorrito se sorprendió con tales bellezas que aún estaban calientes.

Skye: Éstas las hace mi padre, adelante puedes comerlas

Marshall: Wao gracias (empieza a comer rápidamente) Mm son muy deliciosas

Skye: Lo sé, recuerdo que papi me contaba cuando estaba bebé que éstas galletas son mágicas, ya que tienen el poder de la felicidad y de dar calor a todos

Marshall: Wao suena hermoso, y creo que funcionan (sigue comiendo)

Skye: Lo sé, pero bueno, yo ya me tengo que ir, (toma su canasta y deja las galletas junto a Marshall) Puedes quedártelas si quieres

Marshall: Muchísimas gracias Skye, por ayudarme

Skye: No hay de qué Marshall, que tengas una buena tarde (se va caminando)

Marshall: (Mira como Skye se va y sonríe)

Así, después de unos 10 minutos, la pequeña Skye volvió a casa con Ryder, a quien estaba muy feliz de verlo y pasaron la tarde los dos juntos calentándose junto al fuego y charlando un poco los dos juntos entre padre e hija.

Mientras tanto cierto cachorro moteado la veía desde la ventana de su casa con mucho cariño viendo como la pasaba aquella cachorrita que se decidió a ayudarlo.


Continuará.............................................

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro