Ésta historia comienza en un pequeño pueblo de gente trabajadora, en donde vivían personas con sus perritos, la mayoría artesanos, y ellos hacían toda clase de cosas con mucho amor.

Aquí conocemos a la pequeña Skye, una cachorrita cocker que vivía con su dueño Ryder, un joven y muy cariñoso chico que amaba los animales, y se dedicaba a hacer con sus propias manos toda clase de comodidades para ellos, y con el dinero que ganaban podía mantener su hogar y a su pequeña cachorrita.

Skye: (Dormida en su camita hasta que el ruido de Ryder trabajando la despierta) Mm papi

Ryder: (La mira) Ouh, eh lo siento mi pequeña, no quería despertarte

Skye: Eh no no, no te preocupes (bosteza y se estira) Mm, ¿sabes? creo que ya casi es hora de ir al jardín de cachorros

Ryder: Sí es cierto jeje, vamos entonces

Skye: De acuerdo

El joven Ryder preparó a su pequeña cockapoo con una bufanda, una pequeña canasta con deliciosas galletas con chispas de chocolate y hasta un lazo color rosa, y así salieron de casa.

Pasando por el pueblo que poco a poco se hacía más frío, ya que el invierno recién estaba comenzando, se podían ver como los niños jugaban con sus mascotas muy felizmente en la nieve.

La pequeña Skye no tenía amigos en el jardín de cachorros, era muy tímida y apenas hablaba allí, el único ser con quien se sentía muy segura y querida era Ryder, a quien consideraba su padre.

Ryder: bien ya llegamos

Skye: Papá, creo que tengo miedo, otra vez, ellos no me consideran parte de la manada

Ryder: Tal vez deberías ser más sociable con ellos

Skye: Pero ¿cómo?, cada vez que alguien se me acerca, me altero, siento un nudo en mi garganta, y solo quiero huir mientras puedo

Ryder: Bueno, empieza por lo simple, saluda y lo más importante, sé amable

Skye: Oki (lame a Ryder) Nos vemos en la tarde (camina)

Ryder: Nos vemos mi pequeña (se va caminando)

Así la pequeña Skye entró al jardín de cachorros al que iba todos los días, se suponía que era para socializar con otros perritos y aprender valores sociales.

Pero la pequeña Skye era muy antisocial, no se juntaba con los demás cachorros y cuando lo hacía no duraba ni dos minutos ya que se sentía incómoda, pero algo que siempre hacía era escuchar las conversaciones de algunas cachorras que ella admiraba ya que siempre iban con prendas de gran calidad y siempre compartían el chisme de cuál era el regalo que esperaban tener cada quien.

Clío: Y bueno ¿qué onda con Charlotte?

Sweetie: Creo que un pajarito me dijo que le gustaría unas zapatillas nuevas ésta navidad

Zoe: Suena bien, para que deje de usar las mías

Las tres: (Se ríen)

Sweetie: Todavía me sorprende que le prestes las tuyas

Skye: (Tímidamente se acerca) Ehh ¿hola?

Zoe: (La mira algo disgustada) Ah hola eh cachorra

Skye: (Tímida) Perdón si las molesto, pero quería decir que está bien que presten las cosas, es muy amable

Clío: Sí supongo

Sweetie: Ciertamente jeje (mira la canasta) y ¿qué traes allí?

Skye: (Un poco triste) Mm son galletas con chispas de chocolate, pueden probarlas, mi padre Ryder dice que no hay nada que de más calor que una galleta con chispas de chocolate, hechas con amor y comerlas con mucha leche tibia, y todos tus sueños se cumplen

Zoe: Jajajaja qué graciosa

Sweetie: Prefiero mil veces una buena cena en casa junto a mis padres

Clío: Igualmente, ¿qué les cuesta a los tuyos hacer mejores cosas que esto?

Skye: En realidad... (suspira) No quiero hablar de mi vida, pero igual gracias por su tiempo, espero que tal vez podamos ehh ¿ser amigas?

Sweetie: Y realmente lo dudo, ahora nos vamos un rato, aléjate perra sucia

Skye: (Casi llorando) ....

En ese momento, la pequeña Skye tenía muchas ganas formarles un conflicto por haberla tratado de ese modo, pero recordó lo que le había dicho Ryder, que si lo hacía no sería mejor que ellas, tiene que ser amable.

La pequeña Skye pasó el resto de la mañana sola viendo como los demás perritos del jardín jugaban muy felizmente entre ellos, mientras ella comía las galletas que tenía en su canasta.

Veía como las cachorras se divertían siendo en centro de atención en el jardín, ya que eran las que tenían los lujos y siempre lo presumían, de vez en cuando intimidando al resto de los cachorros.

Aunque ella amaba su noble vida, en el fondo, la pequeña Skye quería ser como ellas, aunque no en el punto de tener todos esos grandes lujos, sino tener amigos que la quieran y más aún, que sus padres biológicos estuvieran con ella.

Como a las 2 de la tarde, Ryder llegó para recoger a su pequeña cachorrita, a la cual le preguntó cómo le había ido en su día y en su intento de hacer amigos, a lo que ella le respondió tratando de no llorar que todo había salido bien, y aunque el joven sospechaba, ella le confiaba de que todo estaba en orden.

Una vez en casa, la cachorrita ayudaba a su padre con su trabajo, para en la noche tratar de vender sus productos y así recaudar algo para la cena.

Ese día pudieron conseguir algunas ganancias por lo que tuvieron una linda cena los dos en lo que charlaban un rato.

Ryder: Y bueno mi pequeña, ¿qué tal el jardín?

Skye: (Comiendo) Mm, pues estuvo bien

Ryder: ¿Pudiste hacer amigos finalmente?

Skye: Ehh pues (en su mente) no puedo mentirle, él no me enseñó eso (sale del pensamiento) Pues no, creo que soy demasiado tímida (baja la mirada)

Ryder: (La acaricia) Oww no te preocupes mi pequeña, ya llegará el momento

Skye: Supongo, no digo que no quiera tener amigos, pero es... muy difícil (casi llorando)

Ryder: Jeje aww mi pequeña (la besa en la frente) Tal vez estés muy pequeña para entender, pero si quieres un amigo tienes que ser amigable

Skye: (En su mente) ¿Y qué pasa si por más que sea amigable, esa persona no lo es contigo? (sale del pensamiento) Supongo

Ryder: Jeje igual siempre me tendrás a mí para guiarte

Skye: Tú eres lo que tengo, sin ti no sería nadie (bosteza)

Ryder: (La recuesta en su camita y la arropa con una manta) Awwww jeje, te quiero mucho mi bebita, (le canta una canción de cuna mientras se duerme)

Así la pequeña cachorrita cockapoo se quedó bien dormida con una sonrisa en su rostro soñando con una vida llena de todo lo que deseaba, y con la esperanza de que algún día eso se cumpliría.

Continuará.....................................