VIII
-¿Cómo que una tormenta?- preguntó Jonesy
-¡Sí, mirad! ¡Se acerca por allí!- gritó Palito asustado
Todos vieron cómo se acercaba la tormenta.
-No... ¡la Alameda Aullante! ¡Carroñera y el Señor Muerte están allí!- gritó Cuervo
Cuervo se fue corriendo.
-¡Cuervo, espera!- gritó Jonesy
Jonesy empezó a correr tras Cuervo.
-¡¿A dónde van?!- gritó Ramírez preocupada
-No lo sé, pero quedémonos aquí- dijo Líder Arrumacos -Estamos en una zona segura-
-Por ahora- dijo Bombardera Brillante abrazada a Deriva
-En mi mundo no había visto una tormenta de tal magnitud- dijo Deriva abrazado a Bombardera Brillante
-¡Lo sabía, sabía que el fósil que apareció era una señal!- gritó Rex asustado -¡VAMOS A MORIR!-
Bananín y Palito se miraron, y después empezaron a bailar.
-¡No es momento para bailar, joder!- les gritó Ramírez
En Alameda Aullante.
La tormenta todavía no había invadido toda la zona.
-¡Cuervo, espera!- gritó Jonesy
Cuervo se quedó mirando a Jonesy fijamente.
-¡No sabes lo peligroso que puede ser estar dentro de esta tormenta!- gritó Jonesy
-Ya, pero ahí dentro está la gente que me importa- dijo Cuervo -Y sacrificaré mi vida si hace falta-
Tras decir eso, Cuervo se metió en la tormenta.
-¡Joder! ¡Cuervo!- gritó Jonesy metiéndose en la tormenta
Al entrar en la tormenta, vieron que todo el paisaje estaba de un color morado, hacía un viento horrible y caían rayos.
-¡¿Cuervo?! ¡¿Dónde estás?!- gritó Jonesy buscándolo
Pero mientras caminaba, Jonesy notaba que la tormenta le hacía daño poco a poco en el cuerpo.
-Esto... ¿qué narices es?- preguntó Jonesy mientras caminaba
En ese momento, vio a Cuervo con Carroñera y el Señor Muerte.
-Chicos...- susurró Cuervo casi llorando preocupado por sus compañeros
Jonesy agarró a Carroñera.
-Te ayudaré a sacarlos, ¡vamos!- dijo Jonesy
Cuervo agarró al Señor Muerte, y así, corrieron y lograron salir de la tormenta, volviendo con el resto de los protagonistas.
-Ya está, toma estas vendas, Carroñera- dijo Jonesy -Te vendrán bien-
Pero cuando Cuervo dejó al Señor Muerte en el suelo, notó que no se movía.
-¿Señor Muerte?- preguntó Cuervo -¿Estás...?-
El Señor Muerte respiró con dificultad.
-Perdón por no haberle hecho sentir orgulloso, señor...- dijo el Señor Muerte
-No, Señor Muerte, por favor...- suplicó Cuervo entre lágrimas
Y tras eso, el Señor Muerte se desintegró.
-¡NOOOOOOOOOOOOO!- gritó desgarradoramente Cuervo
Todos estaban cabizbajos ante la muerte del Señor Muerte.
-Cuervo, debemos movernos, la tormenta se acerca cada vez más- dijo Jonesy -Si nos quedamos aquí, el Señor Muerte no será el único fallecido hoy-
-Tienes razón- dijo Cuervo levantándose -Hay que mover el culo-
Todos empezaron a correr.
-¿Y si vamos a Pisos Picados? Es del lado contrario a la tormenta- dijo Bananín
Pero cuando se acercaban a su destino, se dieron cuenta de que también se acercaba la tormenta por esa zona.
-Ostia puta... la tormenta no sólo viene por un lado...- dijo Jonesy -¡Es circular!-
Y así era, la tormenta estaba envolviendo poco a poco toda la isla.
-Yo tengo una idea- dijo Carroñera
Todos le prestaron atención.
-Es redonda, pero habrá un momento en el que llegue a su límite y no pueda avanzar más- explicó Carroñera -Y ese es el centro de la isla-
-Y en el centro está mi casa- dijo Palito
-Exacto, debemos ir a Balsa Botín- dijo Carroñera -Ahí estaremos a salvo hasta que la tormenta se vaya-
-De acuerdo, ¡pues vamos!- dijeron todos
Pero mientras iban hacia Balsa Botín, la tormenta llegó hasta la zona en la que estaban ellos, haciéndoles daño.
-¡Maldita sea! ¡¿Desde cuándo las tormentas te hacen daño?!- gritó Deriva -¡En este mundo nada es normal!-
En ese momento, varios coches aparecieron de la grieta.
-¡Encima siguen apareciendo cosas por la maldita grieta del cielo!- gritó Bananín -¡Desde que cayó el meteorito, nada ha vuelto a ser lo mismo!-
Pero entonces, todos escucharon un gran rugido. Y cuando se giraron, vieron a un poderoso y gigantesco monstruo detrás de ellos.
-¡¿PERO QUÉ DEMONIOS ES ESA COSA?!- gritaron todos
-SOY EL REY DE LA TORMENTA- dijo este -EL CREADOR Y DOMINANTE DE ESTA-
-Tú eres el causante de la muerte del Señor Muerte...- dijo Cuervo enfadado -¡Hijo de puta!-
Cuervo empezó a disparar con su escopeta al Rey de la Tormenta.
-¡Vamos, Cuervo! ¡No la líes más!- gritó Jonesy
Al recibir los disparos, el Rey de la Tormenta preparó un gran ataque que acabaría con todo aquel que lo recibiera.
Pero antes de que lo pudiese lanzar, Jonesy agarró a Cuervo y se fueron corriendo, escapando todos de la tormenta.
Tras un rato corriendo, llegaron a Balsa Botín y entraron en la casa de Palito.
-Según mis cálculos, la tormenta debería detenerse ahora- dijo Carroñera
Pero la tormenta se seguía acercando.
-¡ESTO NO SE DETIENE, VAMOS A MORIR!- gritó Rex
Palito y Bananín se pusieron a bailar, debido a que si tenían que morir, morirían felices.
Y cuando la tormenta iba arrasar la casa de Palito, se detuvo. Unos minutos después, la tormenta había desaparecido de la isla.
-¿Ya está?- preguntó Jonesy
-Eso parece...- dijo Ramírez
Al salir de la casa de Palito, vieron que todo había vuelto a la normalidad.
-Menos mal- suspiró Jonesy aliviado -Ojalá no volver a vivir algo así-
Bananín miró al cielo.
-Pero ni la tormenta ha podido acabar con la grieta del cielo- dijo Bananín
Pero en ese momento, la grieta lanzó un rayo, estaba trayendo algo de otra realidad.
-¿Qué estará trayendo ahora?- preguntaron todos
Pero el rayo esta vez era más potente de lo normal, el rayo se estuvo volviendo de un color morado.
-¡¿QUÉ ES ESTO?!- gritó todos
Y así, se descubrió que lo que la grieta había traído era... un cubo de color morado.
-¿Qué cojones?- preguntó Jonesy -¿Un cubo?-
CONTINUARÁ...
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