Una semana había pasado en un parpadeo.

Y el día que menos quería había llegado.

-Espero que hayan hecho los ejercicios, jóvenes-advirtió la "profesora"-. Comenzaré a llamar por lista, así que no me decepcionen.

Suelto un suspiro. La profesora Agatha, tiene el pelo corto y rojo, casi naranja, unos ojos grandes y verdosos que parecen mirar tu alma y siempre lleva la boca pintada de un color vino, haciendo su sonrisa tetrica y un poco intimidante. Pienso, que probablemente, si no fuese porque parece la reencarnación de Winnie Anderson, posiblemente tendría muchos pretendientes.

Aunque quizás su actitud intimidante no haría que se quedarán, sino todo lo contrario.

-Elena Hopkins-solicita con la vista fija en su carpeta con los nombres de la clase.

La tal Elena, se levanta de su lugar y camina hacia el escritorio, entrega una carpeta y luego vuelve a tomar asiento, y puedo jurar que soltó un suspiro tembloroso.

Turbio

El salón se mantiene en sombrío y consumidor silencio. No sabría diferenciar si por la imponente presencia de la bruja o por estar muertos de miedo por las consecuencias de no haber hecho sus trabajos.

Quizás se trataba de ambas

Yo, estaba sentada a una distancia considerable, así que se me hacía fácil observar perfectamente a todos desde mi lugar, por esa razón, no me fue difícil notar el movimiento nervioso que hacía Charly con su pierna izquierda, moviendola rítmicamente de arriba abajo sin parar.

Es sorprendente cómo el cuerpo humano logra delatar lo más mínimo de tus emociones.

Simplemente sorprendente.

Ya habían llamado a la cuarta persona, así que traté de centrar mi mente en otra cosa. Abro mi libreta y empiezo a hacer garabatos cualquiera, paso así varios minutos hasta que me percato de dos cosas.

Una sombra cubría mi cuaderno por completo, por no mencionar el silencio que se formó más denso y pesado en la estancia. Cosa que advertía que la responsable de dichos acontecimientos era nada más y nada menos que:

-Veo que está muy entretenida con mi clase, señorita Jones-anunció la profesora, el sarcasmo era latente en su voz-Disculpe por interrumpirla, pero la llamé tantas veces que por un momento contemplé la idea de que tuviese problemas de audición.

Aseveró, remarcando la última palabra.

Las risas no tardan en llegar, y cegada por la rabia hablé impulsivamente.

-No se preocupe, profesora, me encuentro perfectamente de audición, es solo que, mi mente suele tener la mala costumbre de desconectarse cuando algo le parece carente de importancia- replico con mi mejor cara de inocencia.

Jadeos en conjunto se hacen escuchar y trato con todas mis fuerzas de reprimir una sonrisa orgullosa.

Yo no seré objeto de burla de nadie.

Es cierto que, ningún alumno se había atrevido a contestarle así jamás, quizás por miedo a que le lance una maldición o peor, ser el nuevo objetivo de su borrador de pizarra.

A pesar de ello, la molestia de que le hable de esa forma a los estudiantes siempre me ha puesto de los nervios, por no mencionar que ella parece tener una particular fijación conmigo. Así que, he de admitir que siempre había querido responderle de esta forma y devolverle un poco de su propio veneno.

De todas formas, ¿qué es la vida sin un poco de peligro?.

El que tenga miedo de morir que no nazca.

-Creo, señorita Jones, que usted necesita aprender a tener un poco de respeto hacia sus mayores-declaró entre dientes, con sus ojos verdes brillando de la furia-. Sin embargo, hoy estoy de un humor suficientemente benevolente para dejárselo pasar-sonríe, fingidamente, frunzo el ceño-Solo por esta vez-musito para las dos.

No me convence, simplemente ella no conoce lo que es ser "benevolente", algo debe tramar.

-¿Gracias?-recito sin saber que más decir.

Sus orbes verdosas se quedan en mi por unos minutos, los suficientes para hacerme sentir un tanto incómoda. Así que trato de disimular llevando mi vista a cualquier otra cosa que me distraiga, pero mi atención recae en el único chico del aula que no tolero y el cual luce tan pálido cómo un papel.

Enarco una de mis cejas en su dirección, sonriendo ligeramente, burlona y es entonces cuando sus ojos se posa en mí, para mirarme con reproche y me atrevo a interpretar que, con cierto resentimiento.

Alguien se aclara la garganta, y por alguien, me refiero a la profesora la cual me sigue observando con fijeza.

-Señorita Jones, ¿podría decirme dónde estan los ejercicios que debían realizar el señor Cox y usted?- inquirió con una ceja enarcada.

Tragué saliva audiblemente, mi mirada se desvía automáticamente hacia Charly el cual parece estar al borde de un infarto, dada su palidez.

Irónico el cambio de circunstancias ¿no?

-¿Algún problema?-pregunta la profesora, con ojos entrecerrados al ser conciente de cómo ambos intercambiamos miradas.

-No.

-Sí.

Frunzo el ceño al ver a Charly caminar hacia nosotras, decidido.

Blanqueo los ojos.

-¿Algo que decir, señor Cox?-indagó la profesora, al verlo acercarse.

Su porte de macho, flaqueó un poco, aún así se recuperó rápidamente.

-Sí, nosotros no...

Me aclaro la garganta, atrayendo la atención de ambos hacía mí. Extiendo el trabajo hacía la profesora, ganando así una mirada llena de desconfianza por parte de la docente y otra ceñuda del idiota.

-Espero no encontrar errores-advirtió antes de marcharse a su escritorio.

Aplano mis labios para reprimir la respuesta que quisiera darle, y solo porque estoy segura de que está sí no me la dejaría pasar y lamentablemente necesito su máxima nota en esta materia.

Siento una mirada pesada puesta en mi. No tardo mucho en descubrir a quien le pertenece.

Charly se encuentra en el mismo lugar, observandome con una mezcla de indignación y molestia, antes de darse vuelta e irse a su puesto de nuevo.

Enarco una ceja con superioridad.

El hecho de que no me importe su nota, no significa que no me importe la mía. Es obvio que haría el trabajo por los dos, y no con la intención de ayudarlo, más bien, con la intención de conservar mi paz mental.

Después de eso, la clase pasa sorprendentemente rápido, y cuando el timbre suena, es imposible no sentir una inmensa felicidad dentro de mí.

Felicidad que se esfuma al escuchar la voz de la profesora Agatha.

-Señorita Kyra, venga un momento, por favor.

Me cuelgo mi bolso, para acercarme a su escritorio con desconcierto.

-Oh, señor Cox, usted también, venga.

El mencionado, se acerca, con lentitud, cómo si le hubiesen dicho que debía acercarse a una bomba a punto de estallar.

Y si lo meditas un momento, quizás sí se trataba de algo parecido a una bomba.

-He terminado de revisar su trabajo-comienza, y mi confusión se hace más notable. Sé que el trabajo está bien, no seré una genio en matemáticas, pero algo sé-y todo estuvo muy bien, exelente diría yo, solo hubo un pequeño problema...-frunzo el ceño, ¿para eso nos llamó? ¿no era más fácil colocarlo y ya?-. Y es que no logro entender cómo es que si el trabajo era en parejas, aquí solo está la letra de la señorita Jones...

Ay, joder.

Me golpeo mentalmente. Tenía que haber hecho diferentes números.

-Profesora, lo que sucedió fue que...-charly intenta interceder, pero ella lo corta.

-Lo que sucedió fué que ustedes dos no trabajaron juntos. Eso es lo que pasó-asegura con severidad-, no trate de engañarme señor Cox, yo también tuve su edad.

-Hace muchos años-murmuro, pero logra escucharme y fija su mirada en mí.

Trago, por más que trate de hacerme la fuerte, debo admitir que está mujer intimida un poco, por no decir mucho.

-Podemos explicarlo...-vuelve a intentar Charly, consiguiendo el mismo resultado anterior.

-Me parece, señor Cox, que su explicación no valdrá de nada-declara, haciéndolo callar, trato de hablar, pero ella continúa-. ¿Saben por qué los coloque juntos?-tengo la respuesta perfecta a esa pregunta, aún así decido guardar silencio- desde hace un tiempo me he dado cuenta de varias cosas, y una de ellas es que no se llevan bien, simplemente uno no puede estar donde el otro, se evitan, por eso lo hice.

Frunzo el ceño, ¿Esto fue al propósito? ¿Es en serio?

-¿Osea que somos su experimento?

Me ignora, para seguir hablando.

-Quería lograr un cambio entre ustedes, al menos que se toleraran más, pero dado que no cumplieron con mis instrucciones, he tomado una decisión-continua, mirándonos a ambos-. Serán compañeros en todos los trabajos de mí materia, por lo que resta del año escolar-dictamina, todos mis músculos se congelan y empiezo a negar frenéticamente, en mi cabeza.

Esto. No. Puede. Estar. Pasandome.

-Profesora no creo que sea una buena idea...

Me apresuro a hablar, pero sé, por las mirada decidida y autoritaria de la bruja que no habrá nada que la haga cambiar de opinión.

-¡Pero, si a mí me parece estupenda!-exclama-. Será como un ganar, ganar, entre ustedes. Estuve hablando con el Profesor Wess y me informó que el señor Cox debía subir sus notas para permanecer en el equipo-miro a Charly, el cual luce, para mí sopresa, extremadamente serio- y con respecto a usted señorita Jones, no es una sopresa para ninguno de los profesores que quiere graduarse con las notas más altas del curso y que se está esforzando para lograrlo, y si no estoy mal, la única materia en la que necesita puntos es la mía...

Esto parece chantaje, pero... ¿que gana ella con todo esto?

-Sí, pero...

-Perfecto, entonces ya está dicho, los veré en la próxima clase, pueden retirarse.

Los ojos verdosos de la bruja, brillan de sobremanera, me atrevo a decir que llenos de crueldad, lo que significa que, después de todo, hoy no estaba tan benevolente cómo afirmaba minutos atrás.

Nota de autora:

Hellos mis linduras, espero se encuentren muy, pero muy bien.
He aquí otro capítulo más de esta historia new, ¿Qué tal si comenzamos con el chisme? Vamos a ellos.

*Se abre seción de chismes*

Eso de que la semana te pase en un parpadeo es terrible, recuerdo que yo rezaba porque las pruebas de matemáticas se retrasaran o el profesor no fuera. Ufff, Moments Student panic.

¿Alguien se ha enfrentado alguna vez a un odioso profesor? Me encantaría leer esa anécdota.

¿Y que hay de Charly? Amigo era obvio que ella iba a hacer el trabajo por tí, es una de sus reglas, baby.

Yo sabía que esa amabilidad era mentira. Ella buscaría formas de vengarse Kyra, caiste en su juego, ¡Muy mal! ¿Ahora cómo soportaras a Charly tanto tiempo? Ni yo lo sé, pero lo que sí sé es que lo descubriremos pronto.

*Fin de la seción de chisme*

Bueno, a llegado el fin de la seción de chismes, espero vernos pronto y también espero fervientemente ver un comentario por allí o una estrellita, ciao.