-Buenos días joven Namikaze -

Iruka aparto las cortinas de la ventana dejando que se filtrara la luz del sol. Cuando el calor lo molesto, aparto la mirada y se fijo en el bulto que se encontraba en la cama.

-Joven Namikaze, su padre lo espera para el desayuno - dijo Iruka.

-Mmm - Naruto soltó un quejido.

-Recuerde que hoy es el gran día, debe de comer lo suficiente para aguantar hasta la cena -

Naruto no quería moverse de la cama ni siquiera mover un dedo, pero con las palabras que había soltado el mayordomo no le quedaba de otra.

Se levanto de la cama y aparto las sabanas.

Iruka se acerco al ropero y saco una muda de ropa y un par de zapatos. El traje que esta noche iba a usar su amo estaba perfectamente planchada y los zapatos bien lustrados.

-Hoy es solo un pequeño desayuno, después me encargare de su ducha y de su vestimenta -

Naruto hizo una mueca y miro el reloj de la pared - Es muy temprano para que te encargues de esas cosas - dijo.

Iruka negó con la cabeza - Usted no sabe, pero cuando es el día del debut las horas pasan muy rápido, así que es mejor empezar ahora, por favor quitase la pijama -

El rubio quería lavarse la cara para despertar completamente, pero el mayordomo no lo dejo y dejo que lo vistiera.

Al salir de la habitación, se encontró con varias mucamas que tenían en sus manos todo tipo de trajes.

-¿Qué están haciendo? Ya tengo un traje -

-Es por si acaso -respondió una joven sirvienta.

Su compañera le dio un codazo en sus costillas y respondió - Joven Namikaze, estos trajes son por si se presenta algún accidente -

Naruto lanzo un suspiro y se hizo un lado para que las sirvientas entraran a la habitación.

-Con su permiso -

"Siento que este día va a hacer un caos" pensó y siguió con su camino.

Al bajar las escaleras, escucho la voz de Caleb.

-Marie preciosa, ¡Me honra de que hayas aceptado ser mi compañera! -

La dulce voz de una mujer respondió - Oh Caleb eres tan modesto, a mi me alegra que me hayas elegido - hizo una pausa - ¿Donde esta tu hermano? -

Caleb chasqueo la lengua.

-¿Por que preguntas por ese bastardo? ¿Acaso viniste porque lo querías ver? -

-¡Ay no! - lanzo un chillido - ¿Quién quiere ver un vagabundo haciendo de conde? Más bien tengo ganas de insultarlo por haberte robado tu lugar. Si, quiero verlo para maldecirlo -

Naruto se cruzo de brazos y se recargo en la pared escuchando a la graciosa pareja que no se daba cuenta de su presencia.

Caleb parecía estar haciendo una mueca.

-No necesito que una hermosa dama ensucie su boca -

Marie rio.

-No te preocupes, no me ensuciare la boca si insulto a un vagabundo. Mi conciencia estará limpia, porque veo por el bien de un amigo -

Caleb pregunto amargamente.

-¿Todavía me ves como un amigo? -

Al parecer Marie no supo como responder ya que cambio de tema.

-¿Sabes si la familia Uchiha esta invitada? -

Naruto escucho atentamente. La familia Uchiha son socios de su padre, a pesar que no se veían mucho las caras, arreglaban las cosas por medio de cartas y si el asunto es muy serio mandaban a los abogados.

-Claro que si - Caleb gano un tono orgulloso - Después de todo tienen que ver la persona que se encargara de los negocios -

El rubio reflexiono un momento, se aparto de la pared y bajo los dos últimos escalones, dejando que sus pisadas sonaran muy fuertes.

En ese momento, los dos amigos, Caleb y Marie, estaban coqueteando entre si y gritaron cuando una persona se paro a lado de ellos. Naruto sonrió, mostrando sus perfectos dientes y se inclino levemente ante Marie.

-Un placer señorita - tomo gentilmente la mano de la pálida mujer - Mi nombre es Naruto Namikaze, es un gusto conocerla - le dio un beso al dorso de su mano.

Marie se sonrojo y aparto la mano suavemente.

Caleb sintió que perdió su orgullo frente a Marie al haber gritado y no podía aceptar tal humillación, así que salto y agito las manos como si estuviera espantando a un perro.

-¡Lárgate de aquí! ¡¿Por que demonios apareciste?! -

Caleb lo trato peor que un mendigo o una mosca. Naruto acostumbrado a sus berrinches, le dio un golpe en la frente con su dedo.

-Que comportamiento más infantil viniendo del gran heredero de los Namikazes ¿Cómo es que se encargara del negocio familiar? ¿Se tirara al suelo y pataleara al ver que sus negocios no salen como quiere? -

Después de decir esto, se dirigió hacia el comedor.

Las sirvientas iban de un lado a otro con algún traje en la mano. Casi Naruto choca con ellas, pero se las supo arreglar para llegar a la mesa.

-Varios hijos de familia prestigiosa estarán ahí...-

Escucho la voz de la condesa, sus palabras tenían un significado oculto que no paso desapercibido para Naruto.

"¿Tratando de hacer conexiones? Nada mal"

El rubio no borro su sonrisa y llego al comedor.

-Buenos días padre y condesa -

Su padre aparto el periódico de su cara y sonrió al ver a su hijo - Me alegra que Iruka te haya logrado despertar. Vamos siéntate y come, hoy será un día muy movido -

Naruto obedeció y se sentó a lado de su padre.

La condesa no correspondió al saludo de Naruto y bebió su taza de te.

-¿Estás nervioso? ¿Te sientes presionado? - su padre lo abordo con preguntas.

-No, estoy preparado - respondió Naruto y tomo un pan de la canasta.

Bertha dejo la taza de té y comento - Deberías de estar asustado, después de todo verás a gente desconocida y algunos hombres que puedan ponerte a prueba y humillarte -

Naruto entendió sus amenazas - Me las sabre arreglar, gracias por preocuparte por mi... condesa -

-Es un placer, después de todo eres parte de esta familia -

El rubio sonrió como respuesta y siguió comiendo.

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Próxima actualización 11 de Marzo.