14.- Problemas
Sasuke se mira en el espejo y arregla el nudo de su corbata por cuarta vez. Aunque desde un principio desea tener su vestimenta desarreglada y recibir al rubio de esa manera, pero lamentablemente sus padres están presentes y no quiere recibir una llamada de atención que lo podría poner en vergüenza frente a Naruto.
-Bien - alisa su traje con las manos y toma su maletín.
Cuando estaba a punto de salir, alguien llamó a la puerta.
-Adelante -
Kakashi se asoma con una sonrisa incomoda en su rostro.
-Joven amo - le dice - el mayordomo de los Namikazes, me entrego una carta -
-¿Una carta? - Sasuke mira el sobre que Kakashi le tiende y lo toma con una expresión confusa en su rostro - ¿No dijo de quién era? -
-Del joven Namikaze -
-¿Cuál de los dos? -
-Su alumno -
Sasuke sonrie al escuchar el termino "alumno" y abre la carta, tira el sobre en el suelo y lee con atención. Eran pocas palabras, tan cortantes y ni siquiera había una excusa.
"Lo siento, no puedo ir a nuestro estudio de hoy"
-Su mayordomo... ¿No dijo algo más? - pregunto el azabache.
Kakashi negó con la cabeza.
-Bien, puedes retirarte - Sasuke se desato el nudo de la corbata y dejo el maletín en la silla.
Kakashi asiente y con una leve inclinación abandona la sala.
Sasuke no se siente molesto, más bien la situación le hace gracia. Solo al pensar que en la próxima clase será más rudo con él, le hace sonreir.
-Pequeño girasol ¿A dónde estarás ahora? - se pregunta y se sienta en el sillón, leyendo de nuevo la carta. Su escritura no es nada elegante, más bien algo torpe... Quien sabe, a lo mejor solo escribio natural sin tener la necesidad de impresionar a alguien.
Y eso le gustaba a Sasuke, que el rubio mostrara su verdadera naturaleza cuando estaba con él. Nada de etiquetas, nada formal y nada de tener que estar presumiendo sus cualidades.
Solo ellos dos, siendo personas "normales"
Sasuke escucho pequeños golpes en la puerta y se metió la carta en el bolsillo de su pantalón - Adelante -
Su madre entra con una expresión desanimada, cierra la puerta detrás de su espalda y se queda frente a ella.
-¿Qué sucede? -
-Supe que no va a venir el joven Namikaze ¿Estás bien? -
-¿Por qué no lo estaría? -
-No te gusta que te dejen plantado -
-Ah... Eso es pasado -
Mikoto suelta un suspiro y se acerco a su hijo - Ya que no vino el joven Namikaze ¿Por qué no aprovechas en ver a tu prometida? Ella pregunta mucho por ti -
"Es verdad, tengo una prometida"
El azabache se impresiona al haberse olvidado de algo tan importante, se queda viendo a su madre por unos minutos y pregunta con cierta duda - ¿Cuando es la boda? -
Mikoto parpadea - Dentro de dos meses ¿Ya lo has olvidado? -
-Es muy pronto -
-¿Qué? -
Sasuke ignoro la expresión de su madre y se levanta del sillón - La ire a ver, hay que cambiar la fecha de la boda -
-¡¿Qué es lo que estás diciendo?! - Mikoto mira a su hijo como si fuera un completo desconocido - Tu mismo pusiste la fecha de la boda -
-No lo pensé, fui muy imprudente - Sasuke camina hacia la puerta - Hay muchas cosas que tengo que hacer y estar atado a un matrimonio me quitara esa libertad - abrió la puerta y salio de la sala.
Mikoto se sintió desfallecer ¿Qué es lo que le pasaba a su hijo? ¿Por qué cambio tanto? Tiene una ligera sospecha, pero primero tiene que estar segura.
**********
La puerta se abre de golpe, haciendo que se sobresaltaran las jóvenes y se levantaran rápido de sus sillas. No tenían el valor de enjorobarse o de lanzar un comentario sarcástico y si fuera posible querían dejar de respirar.
Tsunade frunció el ceño y miro a las jóvenes una por una, se paseo delante de ellas y repetía su camino sin apartar la mirada en sus rostros.
-¿Qué es lo que sucedió? - pregunto - Se supone que se tienen que cuidar entre ustedes -
Ninguna respondió.
Tsunade soltó un suspiro - Entiendo que se tienen que ganar el pan de cada día, pero no es una competencia. Miren lo que le sucedió a Ana por querer ganar más billetes ¡Le han deformado el rostro! Y casi no puede caminar. Los clientes tienen prohibido sacarlas sin mi autorización, pero ustedes vieron que se la llevaron y nadie me lo notifico; si no fuera por la policía, no me hubiera enterado de lo sucedido -
Las jóvenes se miraron entre si y se mordieron los labios.
-¿No van a hablar? Bien - Tsunade aplaudió - A partir de hoy, lo que ganen se les quitara y será para los gastos médicos de Ana -
-¡No puede hacer eso! -
Tsunade miro a la joven rubia y se acerco a ella - Claro que puedo, soy tu jefa y mi palabra es la ley y si no te gusta, te puedes ir. ¡Esto es para todas ustedes! - grito y barrio con la mirada a las jóvenes - Si alguien tiene los ovarios suficientes para decirme la verdad, se puede acercar a mi oficina, mientras vayan preparando su dinero - hizo una seña y las mujeres se dispersaron.
-Lady Tsunade - una mujer joven de cabello corto y lacio de color oscuro, se acerco a Tsunade - Un joven llamado Naruto, vino a verlo -
Tsunade al escuchar el nombre, abrió los ojos de sorpresa y después se lleno de cólera "¡¿Qué rayos hacia el heredero de los Namikazes en este lugar?!" Él ya no era parte de esto, ahora si alguien lo llegara a ver, los rumores iban a circular y se metería en problemas.
-Dile que se vaya -
-No puedo hacer eso -
Escucho la voz de Naruto detrás de su espalda y se gira rápidamente. La vestimenta del rubio era muy diferente a los harapos que usaba cuando estaba en el burdel. Vestía con un traje negro, guantes y un sombrero de copa que casi no se le podía ver sus cabellos dorados.
-¡¿Qué demonios haces aquí?! -
Tsunade tomo su brazo y lo arrastro hacia una habitación vacia. Azotó la puerta detrás de su espalda y se cruzo de brazos, deseando matar con la mirada al rubio.
-Tu ya no puedes regresar aquí como si nada ¿Y si alguien te ve? -
-Me cerciore de que nadie me siguiera - Naruto se quito el sombrero - Leí el periódico ¿Qué diablos paso? ¿No has conseguido protección? -
-¿Crees que la protección es gratis? Esos bastardos muertos de hambre, me piden casi un millón por proteger mi negocio - Tsunade escupió - No puedo darme esos lujos, tengo que remodelar el lugar y pagarle a estas señoritas -
-¿Quieres dinero? Te lo puedo dar -
Tsunade negó con la cabeza - No, hasta que heredes el ducado, aceptare tus limosnas. Si me das el dinero ahora, empezaran a sospechar -
-A mi padre no le he pedido nada, desde que entre al ducado. Puedo ayudarte aunque sea un poco -
-No lo necesito - Tsunade se palpo su ropa y frunció el ceño - ¿Dónde deje mis cigarros? -
-Lady Tsunade...- Naruto soltó un suspiro, estaba seguro de que si seguia insistiendo tendría la misma respuesta, mejor haría las cosas por si solo - Por lo menos dime ¿Quién fue el tipo que agredió a Ana? -
-¿Por qué? ¿Lo vas a buscar y golpearlo? -
Naruto no respondió, porque precisamente era lo que tenia en mente.
-Conozco esa cabeza tuya, todo lo arreglas a golpes - Tsunade se rindió en la búsqueda de sus cigarros - Pensé que las clases te cambiarían ese pensamiento -
-Estoy en proceso -
-Claro...-
-Entonces... ¿Me dirás el nombre? -
Tsunade miro fijamente al rubio, entonces supo que el plan de golpear al bastardo fue desechado y que al parecer tenía otro plan.
-Es el joven de la familia Hozuki -
Naruto todavía no conoce a la alta sociedad, solo le presto atención a la familia Uchiha al ser socios de los Namikazes y en el día del debut, Sasuke estuvo pegado a él como una garrapata y no pudo socializar como su padre le había pedido.
-Yo me encargaré de él y no será a golpes - aseguro.
Tsunade asintió con la cabeza - Haz lo que quieras, mientras no te arruine la vida - se dio la media vuelta y tomo el pomo de la puerta - Ya que sabes lo que paso, es mejor que te vayas -
-No me lo has dicho... ¿Por qué Ana salió del burdel? ¿Tu le diste permiso de irse con ese hombre? -
-Claro que no, nadie me quiere decir que sucedió. A lo mejor ese bastardo compro a mis chicas para que no dijeran nada - Tsunade sonrió cínicamente - Bueno, espero que les dure, porque yo ya dije que me quedare con sus sueldos para pagar los gastos médicos de Ana -
Naruto sonrió - Eso esta bien... Por cierto, tengo un favor que pedirte -
-¿Qué es? -
*********
Naruto sube al carruaje con una maleta. Iruka lo nota, pero no dice nada por el momento.
El clima es desagradable, más en Newham ya que las calles se llenan de lodo y el olor a orina es más fuerte por la llovizna. Iruka golpea la pequeña ventana, el chofer lo toma como una señal y golpea a los caballos para que el carruaje se mueva.
Iruka posa sus ojos en él junto con una ligera sonrisa en su rostro.
-¿Qué es lo que planea hacer? -
-Nada - contesta Naruto en voz baja - No puedo meterme en problemas ¿Verdad? -
Iruka parece ver a través de su mentira, porque la sonrisa se elimina de su rostro para dar un paso a una expresión más seria pero con cierto toque de preocupación.
-¿Qué es lo que lleva en la maleta? - Pregunta - ¿Son armas? -
Naruto se queda callado, devolviéndole la mirada sin comentar nada aún. ¿Debería de ser sincero o mantener una compostura y mantener una imagen de que no planeaba nada? ¿Podía confiar en Iruka? Después de todo su padre lo contrato y no sabia si era fiel a él o a su padre. Se queda pensando en sus palabras por unos cuantos segundos, buscando la manera de disfrazar la verdad.
-No son armas, solo es ropa que se me quedo aqui. Lady Tsunade los iba a tirar a la basura -
Y es verdad... Solo era ropa.
Iruka frunció el ceño, si solo era ropa no era la mejor vestimenta que un futuro Lord tenga que usar.
Como si Naruto adivinara sus pensamientos, respondió - No me lo pondré, es solo un recuerdo. Después de todo pase la mitad de mi vida en este lugar -
-Entiendo - el mayordomo responde, sin ninguna expresión en su rostro - Por cierto, le mande la carta al mayordomo de la familia Uchiha -
-¿En serio? ¿Dijo algo? -
-Me quite tan pronto como lo entregue, usted dijo que tenia prisa -
-Bien - Naruto ya no quiso conversar, asi que miro hacia la ventana para fingir distracción.
Pero a pesar de eso, Iruka no quiso dejarlo en paz.
-No le diré nada a su padre, a pesar de que el me contrato... No significa que le sea leal, solo lo seguire a usted y cubrire sus artimañas -
Naruto asiente.
-Gracias -
El trayecto sigue y esta vez ninguno de los dos comenta nada más al respecto, ni Iruka se esfuerza en descubrir la verdad a pesar de que en su mente se proyecta la imagen de la maleta. No es muy grande, ni pequeña... Es verdad que solo sirve para guardar la ropa y no armas, tenia algo de miedo de que el joven Caleb encontrara la maleta y se burlara del joven Namikaze por traer ropa vieja.
Sale de sus pensamientos cuando escucha la voz del joven Namikaze.
-¿De verdad puedo confiar en ti? -
Iruka parpadea y asiente - Si no me cree, puedo hacer un pacto de sangre -
-No exageres - Naruto suelta un suspiro - Es verdad que no puedo hacer esto solo - susurro para si mismo - Descubrí quien fue el que lastimo a una de mis hermanas, necesito acercarme a esa persona sin dañar mi imagen -
-¿Qué piensa hacer? -
Naruto confeso su papel en el burdel e Iruka se impresiona.
Lo que el joven Namikaze pensaba a hacer, iniciara muchos problemas.
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