Capítulo 1

Las hermanas Swan corrieron a través del bosque, la fría brisa invernal azotando sus rostros. La Guardia Volturi las perseguía implacablemente, sus sombras alargadas acechando detrás de cada árbol. Estaban acorraladas, sin escapatoria a la vista.

Justo cuando la desesperación comenzaba a apoderarse de ellas, una figura emergió de las sombras. Era un hombre, su rostro oculto por la capucha, pero sus ojos brillaban con una intensidad sobrenatural. Con un gesto, detuvo a sus perseguidores, creando una barrera invisible entre ellos y las hermanas Swan.

Las hermanas se quedaron paralizadas, sin poder creer lo que veían. "¿Quién es usted?", preguntó la mayor, su voz temblorosa.

"Tranquilas, solo quiero ayudarlas", respondió el hombre, su voz suave y tranquilizadora. "Me retracto, podemos ayudarlas".

En ese momento, tres mujeres de una belleza sobrenatural surgieron de la oscuridad. Tenían el cabello de un rubio resplandeciente y sus ojos brillaban con una intensidad que parecía desafiar la luz de la luna.

"Calma, ellas son mi familia y pueden confiar en ellas", dijo el hombre, señalando a las mujeres. "Sus dones son preciosos".

Las hermanas Swan intercambiaron miradas incrédulas. "¿Cómo sabe nuestros dones?", preguntó la mayor con cautela.

"Mi nombre es Eleazar", respondió el hombre, "y mi don es conocer los dones de los demás. Y los suyos son extraordinarios".

Las hermanas se miraron entre sí, aún desconfiadas. La menor, con voz tímida, preguntó: "¿Y cuáles son sus dones?".

"Creo que este no es el lugar adecuado para hablar de eso", interrumpió una de las mujeres, con el cabello de un rubio más oscuro. "La Guardia podría estar cerca".

"Tiene razón", asintió Eleazar. "Pueden acompañarnos".

Las hermanas Swan se miraron, dudando. Finalmente, asistieron con la cabeza. Agarradas de la mano, siguieron a los extraños hacia un lugar desconocido.

Al llegar a la mansión Denali, las hermanas Swan quedaron maravilladas por su belleza y su tamaño. La casa parecía surgir de la misma naturaleza salvaje de Alaska, una fusión perfecta entre la arquitectura y el entorno.

"Me podrían contestar la pregunta", dijo la hermana menor, rompiendo el silencio. "¿Cómo saben sobre nosotros?"

"Claro", respondió una de las mujeres, con una sonrisa amable. "Yo soy Carmen, y soy la pareja de Eleazar. No poseo ningún don".

"No sabía que algunos vampiros no tenían dones", murmuró la hermana menor, sorprendida.

"Yo soy Irina Denali, y tampoco tengo un don", dijo otra de las mujeres. "Y espero que podamos ser amigas".

"Mucho gusto", dijo la tercera mujer, la más joven. "Yo soy Tanya".

"Mucho gusto, chicas", dijo la castaña mayor. "Yo soy Kate Denali y tengo el don de crear una descarga eléctrica psíquica".

La hermana mayor, Paloma, asintió. "Gracias por su ayuda", dijo. "Somos Paloma y Bella Swan. Nosotras somos mitad humanas y mitad vampiro".

"Como habrán oído, nuestros corazones laten más rápido que los de un vampiro normal", continuó Paloma. "Y tenemos otros dones, muy poderosos, según la Guardia Volturi".

Paloma continuó su relato, explicando cómo habían matado a sus padres y cómo habían sido perseguidos desde entonces.