Perverso
Y ahí estaba Lisa, inconsciente a causa del golpe que Jeremy le había dado en la cabeza, su piel blanca estaba al descubierto, estaba apunto de ser asesinada por uno de sus enamorados , un amor no correspondido que se había convertido en su verdugo.
Mientras estaba inconsciente, Lisa yacía en medio de un bosque carmesí, todo a su alrededor parecía cubierto de sangre.
—¿Y este lugar? ¿Donde estoy?, lo último que recuerdo era estar frente a ese insignificante imitador, supongo que no puedo despertar, el mal nacido me golpeó la cabeza.
De repente, un relámpago iluminó el cielo enrojecido y al mirar al suelo había ante ella un conejo blanco con los ojos rojos.
—Tu me recuerdas a alguien muy especial para mi, mi querido asesino enmascarado.— le dijo Lisa mientras tomaba al animal en sus brazos.
Otro relámpago cayó iluminando todo a su paso, y de entre el espeso bosque apareció la bestia.
—Tienes que despertar, aún no es el tiempo de que caigas al infierno, le dijo la voz varonil del enmascarado.
—Si tú estás en mi infierno no tendría problema en quedarme.—le dijo Lisa con seriedad.
—Abre los ojos , aún no ha llegado tu hora.—la bestia se lanzó sobre ella enterrándole un cuchillo en el estómago y eso la hizo despertar Justo cuando Jeremy dejaba caer sobre ella su daga.
—¡Está será la última muestra de amor por ti!
Lisa logró esquivar su ataque , y en un intento de safarse de él, Jeremy le hirió el vientre.
—¡Si no te mueves no te dolerá tanto! No intentes suplicar, estoy decidido a asesinarte.
—Yo jamás te suplicaría por nada.—dijo Lisa adolorida.
—¡Muere!
En ese justo momento, un disparo lo saca de su estado de frenesí, una bala le ha rosado la oreja, se trata de Dan quien junto con Davys y Ven a llegado a la escena del crimen.
—¡Aléjate de ella imbécil!
—¿Que?—Jeremy voltea sorprendido, no contaba con esto.
—Ríndete Jeremy, somos tres contra uno, más te vale no intentar nada.—Ven, miro las heridas de Lisa y se lleno de ira, quería estrangular a Jeremy.
—Lisa...—Davys sentía que ardía, que las llamas del odio lo consumían y corrió con todas sus fuerzas hacia ella.
—¡Davys cuidado! —le gritó Ven al ver que Jeremy se abalanzaba con el cuchillo.
—¡No me la vas a robar!—grito Jeremy desquiciado
—¡No estoy jugando desgraciado! —Dan le dio un tiro en el brazo haciendo que Jeremy soltara la daga.
—¡Ahhhh! !Maldición! ...Carajo...—Jeremy se retorcía de dolor, pero no se daría por vencido tan rápido.
—No...no pienso perderla...
—¿Que tanto estás murmurando infeliz? —Dan quería correr a los brazos de Lisa, pero tenía que actuar y asegurarse de que Jeremy estuviera indefenso.
Por otro lado, Ven se había tomado la libertad de llamar a la policía para que Dan tuviera apoyo, sabía que un dementé como Jeremy no se rendiría tan fácilmente.
Mientras esto pasaba, Davys se llevaba a Lisa a un lugar seguro, la llevaba cargando cómo podía y una vez que Ven terminó la llamada los siguió, pensaba que Dan era el único capaz de detenerlo, pues era un policía capacitado, además ya había pedido ayuda y al ver el estado de Davys ,sentía que era su deber sacar a Lisa de ese bosque para que alguien la auxiliara.
—¿A donde pudieron ir en ese estado? No los veo, está tan oscuro que no veo.—expreso Ven lleno de adrenalina.
Por otro lado en la oscuridad del bosque...
—Lo siento tanto Lisa...—exclamó Davys con la voz quebrada.—no pude evitar que te lastimaran...
—No, llegaste Justo a tiempo conejito.—Lisa estaba muy herida pero en su rostro se dibujaba una gran sonrisa, sus dientes resaltaban en la oscuridad.
—Estoy perdiendo la cabeza, todo me da vueltas, siento que voy a desaparecer.—expresaba Davys tembloroso, con una fiebre irracional.
—Está bien, todo está bien.—susurro Lisa con voz suave.
—Algo me está consumiendo y tengo miedo, no quiero dejarte...Ven debe estar cerca el te ayudará a salir de aquí, yo...yo...—De pronto Davys se desploma y cae al suelo.
—No te preocupes conejito, es su turno de tomar la luz.
De pronto un aire helado sacudió las copas de los árboles y aulló con temor y pavor por todo el pueblo de Field, algo se aproximaba.
Por otro lado...
—!Déjame en paz! !necesito traerla de vuelta! Tenemos que estar juntos...—gritaba Jeremy mientras le escurría la baba por la barbilla.
—maldito enfermo, nunca te perdonaré por haberla lastimado de esa forma.
—¿Como puedes sentir lástima por ella y no por mi? !Ella me hirió a mi de forma permanente¡ es un ser maligno, si no me la como nos consumirá a todos.
—¡Cállate bastardo! No me tientes más... tengo unos deseos bestiales de matarte yo mismo.
—No vas a detenerme por más tiempo, iré por ella después de esto.—Jeremy saco de su bolsillo una granada y se la lanzó a Dan provocando una gran explosión.
—¡Ahh!
—No lo entiendes... ella es el enemigo, yo solo trato de terminar con esto.—Jeremy se disponía a huir de ahí para recuperar a Lisa, pero no contaba con que Dan aún herido le daría otro tiro en la pierna.
—¡¿Como puedes seguir con vida?!
—Soy policía imbécil...— exclamó lleno de ardor.
Dan estaba sangrando de un oído, se había herido la cabeza y tenía varias quemaduras en los brazos, de milagro no estaba muerto, su deseo de ver a Lisa lo mantenía de pie.
—¡Maldito entrometido! !Me voy a desangrar por tu culpa¡ así cómo estás no podrás detenerme, aún arrastrándome iré tras ella y me la comeré, seré el que gane, seré yo quien me quede con Lisa...la chica demonio.
Debido a la explosión, había fuego al rededor de ellos, Jeremy había agotado todos sus recursos y dando pasos hacia tras sin despegar la mirada de Dan, buscaba su daga para ir en busca de su víctima, pero al ver la expresión de asombro de Dan, él se desconcertó y en uno de esos pasos chocó con algo que lo dejó helado.
El cazador se había convertido en la presa, la verdadera bestia estaba detrás de él, con su daga en la mano.
Volteo lentamente, sabiendo que su vida estaba en peligro, ahí estaba el enmascarado, imponente y aterrador.
Tenía la máscara de conejo llena de sangre, la sangre de sus antiguas víctimas, su presencia era tan aterradora como la de Lisa, solo que a quien tenía enfrente no era la belleza desquiciada, si no el asesino de Field.
—La bestia...—Jeremy tragó saliva y se paralizó de miedo, Dan por su parte no podía creer que lo tuviera tan cerca, sabía de él por Lisa, por la extraña alianza que tenía con ella, nunca se atrevió hacerle preguntas al respecto, preguntas cómo...
¿Quien se esconde tras la máscara? ¿Por qué te refugias en alguien como él? ¿Porque en un asesino y no en mí?
Por fin tenía al misterioso justiciero, al que castigaba la maldad y los pecados de los inmorales, el era el verdugo de los que hacían el mal, el infierno una vez más había soltado a su bestia.
—¿Tu también eres una de sus estrellas?—le pregunto Jeremy tartamudeando y añadió tembloroso.—No, tú debes ser su luna...
Sin pestañear, la bestia le corto la garganta de un tajo, y cayendo Jeremy de rodillas delante de él, recibió una gran herida en el vientre y fue destripado aún consiente y sintió cómo le sacaba las viseras y agonizaba mientras veía el vapor desprenderse de sus entrañas y así murió el enamorado que se atrevió a lastimar a Lisa.
—Esto es por él, lastimaste a la mujer que ama.—le dijo la bestia al cadaver humeante de Jeremy.
Y una ves puesto de pie, la bestia hizo algo inimaginable, delante de Dan se quitó la máscara dejando al descubierto su rostro.
—No puedes ser...tú...—Dan no podía creer a quien tenía delante suyo, se quedó perplejo y las palabras se esfumaron de su boca.
La bestia se alejaba mientras la policía se acercaba a Dan para auxiliarlo.
—¡Oficial Dan! ¿Se encuentra bien?
—No...
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