Mortífero
Aquellas palabras habían abierto los ojos de Davys, no le fue tan difícil asimilar su descaro, pues al fin y al cabo, él era quien más la conocía, sabía que era malvada, pero no por eso el dolor era menos, escuchar de sus labios que nunca lo quiso dolió igual que el enterarse que su abuela en realidad nunca lo quizo, se sentía completamente solo, todo era demasiado, toda esa información era muy difícil de procesar y estaba al borde del colapso.
—¿Como se sintió conejito? —le pregunto Lisa con voz suave.
—¿Que?—Davys se quedó confundido por su pregunta.
—¿Fue doloroso? Enterarte de que tú madre se suicido porque no eras suficiente razón para estar con vida, saber que tu padre te aborrecía y que tú abuela nunca te quiso ¿fue doloroso? Me imagino que si, veo tu cara y me refleja que estás devastado, y como no estarlo, nadie te quiere, siempre fuiste despreciado por las personas que estaban obligadas a amarte, marginado por la sociedad que te dio la espalda, tuviste que crear a un salvador para que te rescatara de esa vida trágica que tanto te ahogaba, naciste siendo un desdichado, tanto era tu dolor que tu mente fantaseo con una abuela tierna y amorosa que te recibió en su casa con los brazos abiertos, pero en realidad se trataba de tu mente daña...—Davys la interrumpió abruptamente, no podía soportar sus palabras.
—!Ya basta¡ no quiero escucharte...—exclamó destrozado, pero la cruel Lisa sonrió emocionada de lo que estaba logrando y prosiguió con su cruel experimento.
—Pero no estoy diciendo nada que no sepas ya jaja, solo intento mantener refrescada tu memoria para que tu mente no vuelva a bloquear tus verdaderos recuerdos, quiero que te quede claro que esta vida es cruel, que el infierno está aquí en la tierra y que no necesitas vivir en un lugar como este, tienes el poder de adormecer tu dolor Davys, solo tienes que sufrir lo suficiente para desearlo.
—No necesitas ser tan cruel Lisa ¿Enserio crees que lograrás tus objetivos hiriéndolo de esa manera? Cada día me impresionas más, cuando creo que no puedes ser más malvada, me callas la boca con una versión de ti siendo mil veces peor.—exclamó Dan con molestia, pero Lisa ni siquiera lo volteó a ver, lo único que hizo fue apuntar su arma y le disparó en el hombro.
—¿Toda vía estabas aquí? Que molesto, porque mejor no te callas.
—Dan...—Davys se quedó petrificado al ver la frialdad de Lisa, Dan estaba tirado en el suelo con los ojos bien abiertos y antes de que pudiera tomar su arma, Lisa le disparó en la pierna, quería que se desangrara.
—!Ahh¡ !maldita loca¡—Dan se estaba retorciendo de dolor, la sangre le brotaba causándole una gran preocupación y rápidamente intentó parar la sangre.
—Espero que te desangres pronto.—le dijo Lisa quien se acercó un poco a Davys y este dio varios pasos hacia atrás.
—¿Porque le haces esto? Él te ama...
—Ay Davys, a estas alturas ya deberías saber lo poco que me importa eso, de hecho, me importa un poco menos lo que tú sientes por mí ¿De verdad me querías tanto como decías? ¿Creíste que tu amor podría cambiarme? ¿Hacerme buena? Conejito, el árbol que nace torcido jamás endereza, por eso te pasa lo que te pasa, eres demasiado ingenuo, tanto que aún sabiendo cómo soy, seguiste confiando en mí.
—Alguien que nunca te amó.
—Ya no quiero escucharte...déjame en paz.—Davys se tapaba los oídos pero Lisa gritaba aún con más fuerza.
—!Deja de tomar la luz y trae de vuelta a la bestia¡ ¡renuncia al control y deja de sufrir¡ es la única manera de que puedas ser feliz, nadie te quiere Davys, estás completamente solo.
—!Ya cállate¡ —gritó Ben con todas sus fuerzas, él y el oficial Sullivan habían llegado Justo a tiempo, o eso creían.
—!Sabemos cuáles son tus verdaderas intenciones Lisa¡ !No voy a permitir que mandes a Davys a la oscuridad¡
—Ben ¿Te crees el héroe de esta historia? ¿Por qué vienes a donde nadie te llamo? —le dijo Lisa mirándolo con desprecio.
—No puedo creer lo estúpido que fui...Emily tenía razón sobre ti, siempre fuiste la mala de esta historia, me arrepiento de no haberlo notado desde antes.—el amor que Ben se tía por Lisa había desaparecido y en su lugar quedaba un desprecio inmenso.
—Ben...
La inestabilidad estaba apunto de apoderarse de Davys, tantas decepciones comenzaban a fracturarlo emocionalmente.
—¿Viniste a decirle la verdad a Davys?
—¿De que estás hablando? —Ben estaba desconcertado, no tenía idea de la infamia de la que sería acusado.
—Tu también le has mentido a tu amigo, crees que es un monstruo, jamás podrás aceptar a un inadaptado como él, Davys de e saber lo que planeas hacerle.
—¿Que? !estas mintiendo¡ no tengo idea de lo que estás diciendo.
—Davys, cómo te lo dije en un principio, todos te hemos mentido y no nos importas en lo absoluto ¿ves a ese policía? Ben se unió a él y planea entregarte a cambio de una recompensa, actualmente tu nombre he imagen están en todos los noticieros, todo Field sabe que tú eres la bestia, un asesino en serie que se convirtió en su enemigo, tu cabeza tiene un precio ahora y una vez que te entreguen será tu fin.
—No, eso no es cierto Davys, está mintiendo, tienes que creerme, yo jamás te haría algo así.
—!Él tiene razón muchacho¡ nosotros estamos de tu lado.—expresó Sullivan quien se encontraba al lado de Dan ayudándolo a detener la sangre de sus heridas.
—¿Como saber quien dice la verdad Davys? Las tienes todas de perder, deja que la bestia se encargue de todo y deja ya de sufrir.
—!Deja de confundir su mente¡ no te saldrás con la tuya, Emily traerá consigo a toda la policía y tú serás arrestada asesina.
—Mira todo ese desprecio, se ve que ya dejaste de ser una marioneta, pero llegaste demasiado tarde, parece que al final si logre lo que quería, yo siempre gano.
—La bestia está con nosotros.
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