Las tres bestias
Los conocí después de que me acostara con el oficial Dan Smith un hombre de veintiocho años, bien parecido y con una reputación impecable, estaba en busca de aliados para mi venganza contra Charlie, aproveche mis atributos para embelesarlo y convertirlo en una de mis marionetas, no hay nada más irresistible para un hombre que una mujer vulnerable y femenina, le pedí su lealtad y su silencio a cambio de mis caricias y fue ahí cuando me habló de dos cachorros que serían sacrificados por ser demasiado cobardes y no cumplir con los roles que demandaba la policía, le pedí a Dan que me llevara con ellos que tenía ganas de abrazarlos antes de su inevitable muerte y accedió como un idiota a mi petición y entonces los vi, dos bolas de carne temblorosas, acurrucadas en sus propios desechos, menospreciados y aislados por un humano que decidió que no servían y que los condenó a muerte solo por su ignorancia y egoísmo, por mi pasado tortuoso mi habilidad para sentir cariño o compasión se habían perdido, pero cuando los vi mi corazón se hizo uno con ellos y decidí quedármelos yo sería su madre o lo que sea que ellos necesitaran, a cambio les pediría su fuerza el día que la necesitara y ese día por fin había llegado, el día en que debían demostrarle su amor a su madre asesinando a su enemigo.
—¿Que es eso? ¿Quien anda ahí?...—preguntó Charlie mientras temblaba sin control.
—¡Fiut!—Lisa lanza un silbido penetrante y Jenna y Darki salen de tras de ella.
—¿Son...perros? —Ven y Davys se quedan sorprendidos al ver la obediencia de esos canes.
—Eres un mal hombre, una amenaza para esta sociedad, te recomiendo que corras con todas tus fuerzas pues mis cachorros no han comido...
—¿Que?....
La mirada aturdida de Charlie se desvió hacia los dos enormes perros, eran tan grandes que parecían sacados de un cuento de terror, sus ojos brillantes parecían las fauces del infierno.
—¡Darki! ¡Jenna!—los perros gruñen y se preparan para saltar en cuanto su ama les dé la orden.
—¿Estás loca? ¿De donde sacaste a esos perros? Pregunta Charlie aterrado, no podía creer que Lisa estuviera comportándose de esa manera tan siniestra.
—Tienes diez segundos para correr basura.
—¡¿Que?! ¿Estás hablando enserio?
—Uno....dos...tres....
Lisa comienza a contar y Charlie comienza a desesperarse miró cómo loco a su alrededor y al escuchar las patas de esos perros enterrarse bruscamente entre la tierra, cuando vio cómo se relamían ansiosos el hocico, se llenó de pánico y agarró a Davys del brazo y le puso el cuchillo en la garganta.
—Cuatro...cinco....—Lisa sigue contando sin detenerse.
—¡¿Que crees que estás haciendo?! !Déjalo ir! —grita Ven lleno de adrenalina.
—¡No te acerques o te juro que le entierro el cuchillo!
Davys estaba temblando, la fiebre le había subido más y su vista era borrosa, no podía defenderse , estaba mareado y apenas se mantenía en pie.
—Seis...
—¡Tu vendrás conmigo mocoso!
Charlie se llevó a Davys con el y comenzaron a correr , Charlie pensaba que si llevaba a Davys con el Lisa recapacitaría y dejaría su plan de lado y en el peor de los casos, se lo lanzaría a los perros para que el pudiera escapar.
—Ven estaba desconcertado, tenía el impulso de ir a rescatar a Davys y al mismo tiempo miraba a los perros ansiosos,la Lisa que estaba ahí no era la chica que el conocía, esa mujer daba mas miedo que esos perros.
—ocho....
—Lisa...por favor no cometas una locura... no tienes por qué ensuciarte las manos, ahora somos tres testigos contra el, no podrá salvarse, no volverá hacerte daño....detén a tus perros , deja que yo me encargue de esto, traeré a Davys de regreso, lo prometo, tú llama a la policía.
—nueve...
—¿Lisa?
—Diez.
Lisa lanza otro silbido, pero ven se percata de que es diferente al primero pues sus perros al instante se separaron y se sumergieron a lo profundo del bosque .
—¡Por favor has lo que te pido! Llama a la policía...no dejare que salgas perjudicada, yo te ayuda....
En ese momento alguien le golpeó la cabeza a Ven y este cae al suelo desmayado.
—Lamentó llegar tarde, no sabía cuando golpearlo, este chico habla demasiado.—le dice Dan, mientras carga a ven en su espalda.
—lo hiciste bien, quédate con el hasta que despierte, dile que se tropezó y se golpeó la cabeza con una piedra, que lo encontraste tirado en medio de la nada.—manifiesta Lisa con seriedad mientras se aleja.
—¿Estarás bien?
—No es de mi de quien debes preocuparte.
—¿Y si te encuentras con la bestia? —le pregunta Dan preocupado.
Lisa lo voltea a ver y sonríe de manera diabólica y añade.—Oh, cariño,"Yo soy la bestia"
Dan traga saliva, estaba enamorado de Lisa como un adolescente, no le preguntaba a grandes detalles lo que hacía o los favores inusuales que le pedía, el había prometido ayudarla en lo que sea que ella necesitara, pero eso no quitaba la incertidumbre y la ansiedad de su corazón,el sabía que era malvada, pero estaba bien con eso, la aceptaba tal como era.
—Lo siento amigo, espero no haberte golpeado tan fuerte, pero estabas hablando de más...—le dice Dan a Ven mientras le limpia la sangre.
—¡Maldición vienen detrás de nosotros! Puedo escucharlos....—Charlie estaba cansado de correr y de cargar con Davys pues este era más un estorbo para el, pues no podía ni con su alma debido a la fiebre tan alta que tenía.
—No...no...Ya viene...corre...—Davys comenzaba a delirar y transpiraba demasiado y Charlie se desesperó al encontrarse con un panorama completamente oscuro y con los perros tras el decidió arrojar a Davys en su último acto de desesperación.
—¡Ahh! ¡Aléjense de mi malditos!
Charlie estaba acorralado y se tranquilizó por un momento al pensar que los perros estaban ocupados devorando a Davys, pero su tranquilidad se esfumó al no escuchar los gritos de aquel muchacho.
—¿Estás asustado papi?—la voz de Lisa se escucha en la oscuridad, pero Charlie no ve nada.
—¿Lisa?.... Por favor deja de jugar con esto... ya no es gracioso.—le dice Charlie temeroso.
—¿Y quien te dijo que estoy jugando?
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