Aquella sensación que le recorrió el cuerpo a Ven era tan abrumadora que lo dejó completamente tieso, su cara se puso tan caliente que sentía cómo los colores le iban y le venían con tanta rapidez que estaba apunto de desmayarse, pero cómo pudo se apartó de Davys pegando un fuerte grito lleno de horror.
—Maldito...me besaste...—Ven se limpia la boca avergonzado, tenía el corazón acelerado y no podía ni verlo a los ojos.
—Lo sabía, no me correspondes...—exclamó Davys con un chillido tormentoso.
—¿Que? !Claro que no! !Ni lo sueñes idiota! ¿Que te pasa?—Ven tenía los ojos llorosos y hasta estaba temblando.
—Eres una chica mala, muy mala con mi corazón...—expresa Davys entre lágrimas.
En ese momento, Ven se dio cuenta de que Davys estaba fuera de sus cabales y lo había besado por error.
—Maldición Hill ¿En quien estás pensando por qué que me haces pasar por todo esto? Quizás...—Ven llega a la conclusión de que probablemente Davys fue rechazado por Lisa, al igual que muchos otros y se compadece de el.
Creyó esto porque Lisa y Davys se quedaron solos en el bosque.
—Quizás ahí te le declaraste, pobre de ti, ella siente algo por mi, es una lastima que te hayas hecho falsas esperanzas, pero lo superarás pronto, aún así no puedo perdonarte por el asqueroso beso que me diste.—Ven le da un golpe en el hombro y Davys se queja para caer perdidamente dormido en su sillón.
La noche avanzó con normalidad, Ven, había cargado a Davys hasta su habitación y el se quedó en el suelo, en una colchoneta inflable, Ven lo contó a su madre la situación y al día siguiente les había dejado listo el desayuno antes de irse a la escuela.
—Oye Hill ¿Estás despierto? —Ven le quita la cobija de encima.
—Mmm...déjame en paz abuela, deja de atormentarme...—exclama Davys soñoliento.
—No soy tu abuela, así que levántate, mi mamá nos dejo servido el desayuno, vamos a llegar tarde si no te apresuras.
—¿Que? —Davys lo mira confundido y luego pega un gran brinco al darse cuenta que durmió en la casa del chico más popular de la escuela.
—¿Que hago aquí?...—le pregunta Davys angustiado.
—Te encontré ebrio en una banqueta, parecías un vagabundo, tuve que traerte a mi casa para que descansaras.—le dice Ven mientras le avienta ropa limpia.
—¿Tu hiciste eso?
—Si, no iba a permitir que te asaltaran o te hicieran algo peor.
—Eh, gracias.—le dice Davys apenado.
—No lo hice por ti, lo hice por mi conciencia, apúrate a bañarte, espero que así desaparezca el olor a alcohol barato.
—¿Hice algo vergonzoso? Te lo pregunto porque nunca antes me puse ebrio, ademas si hice algo tengo que disculparme.—manifiesta Davys con un gran dolor de cabeza.
La cara de Ven se puso tan colorada que parecía un tomate y comenzó a tartamudear lleno de nerviosismo.
—¿Enserio no te acuerdas?—le pregunta Ven acalorado.
—No, lo siento...¿Te hice algo?
—¿Que? ¡No! ¡Claro que no! Apresúrate o llegaremos tarde a la escuela.—Ven salió corriendo de la habitación.
—¿Que le pasa?...
Davys se metió a bañar mientras trataba de recordar lo que había pasado pero su mente estaba borrosa, lo único que recordaba era el motivo por el cual tomó, sus sentimientos hacia la enigmática Lisa Jones.
—Ya es demasiado tarde para mi.—se dice Davys entre suspiros.
Después de unos minutos Davys había terminado de arreglarse y ya estaba sentado a la mesa con Ven, su madre les había preparado pancakes con huevo y tocino.
—¿Que es esto? —Davys señala una flor que le habían dejado al lado de su desayuno y una nota en donde le deseaban un feliz día.
—Ah, mi hermana te lo dejo, no te atrevas a rechazarlo,  ya se le pasara.—le dice Ven adolorido, pues el colchón inflable le había causado dolor de espalda.
Davys se quedo quieto de repente, un silencio sepulcral se apoderó del ambiente y entonces las imágenes de todo lo que había pasado anoche llegaron a su mente de forma agresiva y el trago de agua que tenía en la boca se le salió en forma de chorro callándole todo en la cara a Ven.
—¡Me besaste! —grita Davys señalándolo mientras se aleja de Ven.
—¿Que? ¡Claro que no! Tú.... Olvídalo fue un accidente...
—No puede ser...—expresa Davys horrorizado.
—Más te vale no contarle a nadie sobre lo qué pasó, estoy igual de traumado que tú, lo superaremos.—añadió Ven con enojo.
—No,jamás se lo dire a nadie...
—Por cierto...¿Cuáles fueron las preguntas que le hiciste a Lisa? ¿Por que tanto misterio? —le pregunta Ven con seriedad.
—Solo quería saber sobre sus perros, tenía miedo de que fueran capaces de lastimar a alguien  sin su supervisión, el oficial que la ayuda no me dio buena pinta, eso es todo, podría meterse en problemas si Darki y Jenna no están bien cuidados.
—Ami tampoco me cayo bien, creo que esconde algo, no creo que Lisa deba estar rodeada de tipos como él, tenemos que vigilarlo, podría decirle a la policía una versión equivocada sobre lo qué pasó esa noche.
—Si...
Davys y Ven se fueron juntos a la escuela y a la mitad del camino Lisa los interceptó, llevaba su hermoso cabello largo suelto, adornado con un listón rojo , sus mejillas parecían granadas y sus labios, sus labios parecían salpicados por el vino tinto, era irresistiblemente peligrosa.
—¿Desde cuando ustedes dos se llevan tan bien?
—¡Lisa!