Capítulo 91: Lazos o alianzas
Tsunade no indicó con precisión cual sería la misión por la cual estaba desplegando doce shinobi, divididos en cuatro escuadrones, con alta urgencia al país de la cascada. Tres equipos de asalto y uno de médicos recibieron órdenes de movilizarse directamente a una de las fronteras del país aliado. Pese a la falta de información que les fue entregada en la oficina de la quinta ninguno cuestionó la misión, sabían que los que estuvieran al mando de cada equipo debían de haber sido informados con anterioridad.
Kakashi estaba a cargo de un equipo y de la misión en general, había sido informado que Sasuke estuvo en territorio de Taki y la noticia llegó a Kumo, luego de eso la nación del Rayo desplegó un ataque contra la villa en la que se encontraba el Uchiha. Su misión era brindar apoyo militar al país de la cascada, que no había conseguido aplacar diplomáticamente a su agresor, mientras se organizaban para poder defenderse solos; al ser una villa ninja pequeña no estaba en capacidad de hacer frente a una de las cinco grandes naciones si no se les daba tiempo para prepararse. La Hokage dudó por unos instantes en intervenir, ya había tenido sus roces con el Raikage, pero al haber sido Sasuke el detonante no pudo negarse.
—Senpai —llamó Yamato, quien estaba a cargo de uno de los equipos conformado por Sakura y Sai, con la vista puesta en una nube de humo oscuro que se erguía hacía el cielo.
Era de noche, pero el humo proveniente de la villa a la que debían llegar avecinaba un panorama desagradable. Al igual que el país del Fuego, el territorio de la cascada estaba mayormente ocupado por grandes extensiones de bosque, la zona a la que se estaban dirigiendo tenía una vegetación especialmente densa.
—Lo sé. El ataque fue hace poco más de un día, pero aún no parece estar controlada la situación —asintió el jonin, antes de girar ligeramente el rostro y posar la mirada sobre el tercer capitán de escuadrón: Hyuuga Neji, que venía seguido por sus dos compañeros de equipo—. ¿Enemigos? —preguntó, produciendo cierta tensión en el resto de shinobis.
—No podría asegurar nada, pero hay ninjas de Taki y no están peleando en este momento —respondió el joven Hyuuga—. Si hay enemigos están ocultos en lo que queda de la villa, no rondando la zona.
—El equipo médico manténganse un par de metros detrás de nosotros hasta que nos aseguremos de la situación —ordenó Kakashi, posando la mirada en dos hombres e Ino—. El resto, estén preparados para entrar en combate.
Metros antes de llegar a la villa fueron interceptados por un grupo de shinobis de Taki. Todos visiblemente cansados y con marcas de combate reciente sobre sus cuerpos.
—¡Ya era hora que llegaran! —espetó un ninja de edad avanzada que parecía ser quien estaba liderando al grupo. Estaba al frente de otros cuatro shinobis, todos ellos cercanos a la edad de Kakashi exceptuando por un muchacho más joven de cabello oscuro y mirada despectiva.
—Akio-sama —saludó respetuosamente Kakashi—. Vinimos lo más rápido que nos fue posible —contestó, posando la mirada en lo que parecía haber sido una villa y que ahora estaba casi completamente derruida.
—Quizás si hubieran atendido sus problemas de traidores con efectividad nos habrían ahorrado todo esto —agregó con enojo el mismo hombre, dejando escapar un bufido antes de seguir hablando—. Si tienen un equipo médico comiencen a usarlo, más de la mitad de la gente de la villa está con heridas graves, tenemos la zona asegurada, pero nos faltan manos para terminar de apagar el fuego producido por el combate, simplemente lo hemos contenido para que no se extienda al bosque.
Kakashi asintió y luego observó al equipo médico de tres personas que inmediatamente ingresaron a la villa. Momentos después posó su mirada en Sakura quien también estaba comenzando a moverse pese a que no fue enviada en labor de médico.
—Sakura —llamó Kakashi, deteniendo a la joven—. Necesito que te mantengas con tu equipo —agregó, ganándose una mirada de desconcierto por parte de ella—. Yamato, Sakura, Sai, encárguense de apagar el fuego antes que se salga de control —indicó—Neji, Lee, Tenten —prosiguió y luego también llamó a los dos ninjas que habían sido asignados a él—, Tombo, Iwashi —acóplense a la vigilancia del perímetro de la villa.
—Enkei —llamó Akio, posando la mirada en el más joven de su equipo—. Ve con ellos hasta que Kakashi-san se les una —El joven asintió, no sin antes posar la mirada en Tenten y soltar una pequeña mueca de desprecio que no se gastó en disimular—. Contrólate, no es momento para tus tonterías —murmuró al notar donde es que estaba la mirada del muchacho.
La kunoichi endureció la mirada, jamás la habían visto así, sino fuera por la gravedad de la situación le habría reclamado, en especial viniendo de un joven cercano a su edad. Los compañeros de ella tampoco parecían muy predispuestos a trabajar con Enkai, con solo una mirada consiguió caerle mal a los dos jóvenes.
—Vamos, supongo que quieres el reporte de lo que ocurrido aquí —dijo Akio, comenzando a caminar en dirección a los restos de una casa.
—Tsunade-sama mencionó la presencia de Uchiha Sasuke —habló Kakashi cuando llegaron a la precaria construcción, que parecía ser donde estaban almacenando lo que quedó de alimentos de la villa.
—Tienen que hacer algo con ese muchacho —respondió el hombre, sentándose al lado de una columna que aún se mantenía en pie—. Mira lo que ha ocasionado, mucho de esto fueron los ataques de él contra los ninjas de Kumo que vinieron a buscarlo —soltó antes de elevar la mirada hacia el cielo nocturno—. Yo ya estoy viejo para esto, pensé que podría tener mi retiro tranquilo.
—¿Qué ocurrió?
—Uchiha Sasuke junto con tres shinobi más estuvieron aquí, tranquilos por lo que sé. Pero de alguna manera Kumo se enteró de su paradero... ya estoy enterado de el camino por el que está avanzando el Uchiha, así que no puedo decir que las órdenes del Raikage no estén fundamentadas —respondió Akio—. En cuanto un escuadrón de Kumo llegó inició el combate, la villa quedó atrapada en la mitad, no he podido recopilar mucha información de cómo se desarrolló exactamente la pelea, los civiles no tienen mucha capacidad para eso y además, deben de haber estado concentrados en tratar de escapar.
—Sé que trataron de hablar con el Raikage —mencionó Kakashi.
—Una hora antes del ataque se nos pidió asistencia para la captura del Uchiha. Nos negamos, somos aliados de Konoha y si Tsunade-sama no ha actuado aún espero que sea por una razón importante —contestó seriamente—. Luego de eso nos tacharon de estar dando asilo a un ninja peligroso —añadió con una risa silenciosa—. Vine con dos equipos a controlar la situación, pero los ninjas de Kumo que aún estaban en el área nos atacaron.
—¿Por qué?
—Supongo que por dar asistencia a un enemigo de Kumo. Pero eso es lo de menos, aunque aceptáramos hacer algo con Sasuke no permitiríamos la incursión de ninjas de Kumo por nuestro territorio —respondió moviendo ligeramente la cabeza en dirección a los restos de la villa—. No vale la pena todo esto simplemente para capturar a un criminal, las cosas no se hacen así.
—El Raikage es un hombre de poca paciencia...
—Entonces no debería estar en ese puesto —bufó Akio como respuesta antes de ponerse de pie—. Estamos esperando un ataque mayor, ahora que somos oficialmente enemigos de Kumo, espero que estén preparados para un combate... ya ha sido un año desde que Konoha fue atacada, espero que tus muchachos estén a la altura de esto.
—¿Planean traer más shinobi de Taki?
—No sé si se les ordene venir. No somos una nación grande, no podemos desplazar tantos efectivos de un día al otro sin dejarnos vulnerables y tenemos una frontera con Iwa que nos ha estado causando problemas.
—¿Se sabe el paradero de Sasuke?
—No, cuando llegamos ya no estaba en la zona, aunque tampoco hemos estado buscándolo.
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Cuando se le llamó para la misión sintió algo de emoción dentro de ella, pero no duró demasiado al enterarse que la deseaban como parte de un escuadrón médico. Ino había estado entrenando arduamente por varios meses bajo la tutela de Yugao. Pese a que su senpai no la trataba mal o atentaba contra su autoestima, estaba consiente de que sus avances no eran tan grandes como debían de esperarse para alguien que postulara a un lugar entre los ANBU, pero se lo habían dicho ya muchas veces, lo que esperaban de ella era una mejora de habilidades de combate para poder mandarla a misiones de infiltración peligrosas, no volverla una kunoichi de asalto.
Al llegar a una gran casa que estaba fungiendo de hospital, junto con los otros dos miembros de su escuadrón, se dio con una muy desagradable sorpresa. El ambiente estaba cargado con un olor a quemado, el humo del fuego aún no extinto llenaba el aparente único lugar con techo que quedaba en pie. Dentro todo estaba lleno de quejidos ahogados y un horroroso olor a cabello quemado.
Había mucha gente tendida en el suelo, siendo ayudada por quienes no estaban en mal estado. Ino pasó la mirada por todo el lugar, cuando estuvo ayudando en la muralla de Konoha durante el ataque no había visto algo siquiera parecido a lo que tenía en frente, esas personas no habían tenido oportunidad alguna de ponerse a salvo.
—Ino —llamó uno de los médicos—. Hay que comenzar a organizarlos.
La kunoichi asintió, quizás no era una médico niunja sobresaliente, pero sabía tratar a las personas y en ese momento iban a necesitar mucho tacto para poder hacer que se mantuviera la calma. En cuanto la presencia de los médicos se notó, varias personas trataron de arrastrarlos hasta donde estaba alguno de sus familiares heridos.
—Por favor —habló Ino de inmediato, elevando la voz—. Necesito que los que estén en condiciones de moverse despejen un área grande dentro de la casa, traten de ponerla lo más limpia que puedan —indicó, sin darle tiempo a nadie de realmente poder llevarse a alguno de los médicos—. Estamos aquí para ayudar, pero no podemos hacer todo solos —aclaró, respirando un tanto más tranquila al ver que un grupo de gente estaba comenzando a moverse, lo mejor era tenerlos ocupados y con la sensación de que estaban haciendo algo por sus seres queridos—. Los que tengan algo de experiencia médica acérquense —agregó en cuanto pudo darse una idea mayor de la cantidad de heridos. Luego de eso dio un par de instrucciones más sobre las cosas que podían necesitar.
—Vamos a comenzar a ver el estado de cada uno —indicó el mayor de los otros dos médicos—. Mayormente deben de ser quemaduras y fracturas.
Ino desvió por un momento la mirada hacia la entrada de la casa, había visto que Sakura trató de acompañarlos, pero Kakashi la detuvo, en esos momentos realmente deseaba que el jonin no lo hubiera hecho. Había muchos heridos y Sakura era sin duda una gran médico ninja.
En uno de los extremos de la villa el equipo de Yamato se colocó en frente de las llamas que aún hacía crujir la madera. El fuego estaba aún alimentándose de algunos restos de casas, pero lo que realmente estaba manteniéndolo vivo era que estaba devorando parte del bosque colindante. Para suerte del grupo de Konoha, los ninjas de Taki al verse incapacitados de apagarlo tumbaron una zona de árboles alrededor para evitar su propagación.
—Tenemos que apagarlo pronto —habló Sakura siguiendo con la mirada el humo—. Los heridos no pueden estar respirando esto.
Yamato estaba a punto de hacer un jutsu, pero se detuvo al escucharla.
—Si lo apago de prisa es probable que termine generando una ola mayor de humo —explicó el jonin mirando las llamas en frente de él.
—Podríamos tratar de sacar lo que aún pudiera servir de combustible que no haya sido usado —sugirió Sai, señalando una zona de arbustos que todavía no habían sido consumidos por las llamas aunque el calor ya estaba provocando que se secaran.
—Cuando el viento cambie de dirección terminaré de apagarlo, por ahora eso es lo mejor que podemos hacer —asintió Yamato—. Cuando terminemos esto ve a apoyar a los otros médicos Sakura.
Llegando al la zona donde comienza el perímetro de vigilancia establecido por Akio, llegaron los dos equipos de Konoha guiados por Enkai. El muchacho avanzó con ellos en silencio, simplemente hablaba si se le preguntaba algo, respondiendo concretamente.
Neji fue el único que emitió alguna pregunta que realmente considerara pertinente por parte de su equipo. No le agradó la mirada que le dio a Tenten y que se mantenía cada vez que posaba la mirada en ella, pero no iba a comenzar un enfrentamiento por algo así, mientras no la atacara o insultara directamente no iba a hacer un espectáculo.
—Les sugiero que tomen el perímetro interior —habló Enkai, dirigiéndose a Neji, al momento en que estaban decidiendo las posiciones—. Hay un equipo en el exterior y si hay un ataque es mejor que vaya el equipo más capacitado.
—¿Qué estás insinuando? —cuestionó el Hyuuga, sujetando a Lee por la muñeca antes de que se acercara más al joven.
—Ellos han sido un equipo desde hace años —intervino Tombo, ya cansado de la actitud del muchacho—. Se conocen mejor, pueden actuar mejor si algo ocurre.
—Pero llevar una kunoichi al frente solo va a bajar su potencial, por lo que he visto no es ninja médico y dudo que las ilusiones sirvan mucho contra un ataque sorpresa —explicó tranquilamente, dirigiéndose a Tombo.
—¡Tenten es tan buena peleando como nosotros! —exclamó Lee harto de mantenerse en silencio y aún siendo retenido por Neji.
—¿No es ilusionista? —cuestionó extrañado, posando la mirada nuevamente en la kunoichi, en esta ocasión sin el desprecio en la mirada sino mucha curiosidad—. ¿Y qué se supone que haces? No utilizas genjutsus ni curas... no me digas que peleas, las kunoichi no sirven para eso.
—Tenten... —intervino Neji, negando ligeramente con la cabeza, al notar que su compañera dio un paso al frente, lista para confrontar al muchacho que en cuanto percibió que iba a hablar volvió a tomar la expresión de desprecio—. Tomaremos el perímetro exterior —indicó Neji seriamente, ignorando el 'amable' consejo del ninja de Taki—. Ustedes están sin un capitán en este momento, nosotros seremos más efectivos.
—Entiendo —asintió Enkai afirmando ligeramente con la cabeza.
Cuando el equipo de Neji se alejó para dar el alcance al grupo de Taki que debía de estar vigilando la zona, Lee golpeó fuertemente un árbol.
—Ese tipo es un cretino —soltó Tenten apretando fuertemente sus puños, tratando de no gritar, jamás en su vida nadie había insultado sus capacidades de combate y de la nada aparece un shinobi que jamás la ha visto pelear y lo hace simplemente porque es una kunoichi.
—Lo es —afirmó Neji, activando su byakugan, ganándose la mirada de sus dos compañeros, él no tendía a expresar su opinión sobre otras personas. Él había tenido una opinión similar del nivel de combate de las kunoichis, pero jamás había sido tan radical como para pensar que no eran útiles en la ofensiva, además ya había visto que aunque la mayoría no destacaban en combate, algunas si eran capaces de hacerlo—. Pero no podemos generar un conflicto, es probable que haya un ataque nuevamente y pese a todo no creo que lo hayan traído si es un inútil.
—¿Por qué atacarían de nuevo? —preguntó Tenten luego de respirar profundamente, tratando de sacar a Enkai de su mente.
—Taki acaba de generarse un problema con Kumo y dudo que esto quede así.
—Neji... ¿Qué es lo que está pasando aquí? —insistió ella—. No se nos ha dicho mucho, pero... fuera del ataque a Konoha hace un año no ha habido nada grande, sólo incursiones cerca de nuestras fronteras por parte de Kiri.
—Kakashi-san es quien debe de decidir si la información debe de ser compartida —respondió, no iba a mencionar a Sasuke—. Sólo serviría para que entendieran que provocó el ataque, pero no ayudaría en nada durante un combate.
Cuando Kakashi terminó de hablar con Akio dio una inspección por los restos de la villa. No era un asentamiento muy grande, por lo que sabía no lo habitaban más de doscientas personas, pero eso no quitaba la gravedad con la que fueron golpeados. Casi no habían edificios de pie y muy pocos de los que aún se mantenían erguidos estaban en estado de acoger personas.
La prioridad de los equipos de Taki había sido asegurar la zona repeliendo a los ninjas de Kumo, controlar el incendio y tratar de ubicar lo mejor posible a los aldeanos. De Sasuke y su grupo no había rastros y para él era lo mejor, aún no tenía idea de cómo lidiar con el problema. Muy probablemente su antiguo alumno no buscaría un enfrentamiento, pero si llegaban a cruzarse no podía simplemente ignorarlo. También estaba el problema de tener a Sakura en el grupo, no estaba seguro como reaccionaría ella ante la presencia del Uchiha o incluso si se llegara a enterar que fue, en parte, causante del estado de la villa.
Suspiró ligeramente antes de dirigirse a inspeccionar el perímetro de la villa, que Sasuke no estuviera cerca no quería decir que Kumo fuera a dejar pasar la oportunidad de atacarlo; desde esa villa podían tratar de seguirle el rastro, que no tenía más de dos días.
—Sacudan esas sábanas antes de mojarlas y úsenlas para tapar las ventanas —ordenó Ino a la vez que utilizaba su chakra para tratar de cerrar una herida bastante profunda en la pierna de una mujer.
Habían conseguido armar un pequeño hospital improvisado y separar a los heridos por estado de gravedad. El humo que venía cargado con ceniza no ayudaba a tratar de mantener las quemaduras lo más limpias posibles, por eso estaban haciendo que algunos de los pobladores trataran de tapar las entradas de aire.
Un gritó precedido por el sonido de un recipiente cayendo alertó a los médicos. Una mujer estaba tratando de reanimar a su esposo que había caído inconciente al suelo, respirando con mucha dificultad. Ino se acercó de inmediato, el hombre que tenía a sus pies había estado ayudando desde el momento que ellos llegaron y no había notado nada malo en él.
El llanto de la esposa y sus manos sujetándola fuertemente no ayudaban a que se concentrara. Necesitaba hacer algo, pero primero tenía que averiguar que era lo que tenía.
—Ustedes dos, ayúdenme a cargarlo —ordenó a dos jóvenes, ignorando lo mejor que podía a la esposa mientras esta era sujetada por otra mujer que trataba de calmarla.
—Debe de tener los pulmones lastimados —habló uno de los médicos—. Dijo que estuvo sacando gente de las casas en cuanto fue seguro moverse.
—Casi no tengo chakra y aquí no tenemos los implementos necesarios para ayudarlo —susurró Ino mientras tensaba ligeramente los labios—. Que alguien busque a una kunoichi de cabello rosa —ordenó mientras utilizaba lo poco que tenía de chakra para tratar de ayudar al hombre con su forzada respiración.
Una mujer salió casi de inmediato diciendo que había visto a la kunoichi cuando fue a buscar agua. Ino se mantuvo con el hombre inconciente, concentrándose lo más posible para poder utilizar su chakra con la mayor precisión posible.
No transcurrió más de tres minutos y por la puerta de entrada ingresó la alumna de la quinta. La mujer que fue a buscarla no le explicó mucho, pero por suerte para ese momento ella simplemente estaba esperando a que el viento fuera el adecuado para que Yamato apagara las llamas, por lo que el jonin le ordenó que fuera a atender a los heridos.
—¡Ino! —llamó ella acercándose a donde estaba su amiga. En cuanto ingresó el olor del lugar la golpeó de frente, pero sabía que no podía perder segundos adaptándose, no cuando lo único que podía ver eran personas quemadas o llorando—. ¿Qué le ocurrió? —preguntó, quitándose los guantes y dejándolos caer al suelo a la vez que trataba de analizar exteriormente al hombre.
—No estamos seguros, se desmayó hace unos minutos, pero parece que sus pulmones están muy dañados —explico la rubia, aún manteniendo el fluido de chakra.
—Mantén lo que estás haciendo —indicó Sakura a la vez que ella comenzaba a emanar su propio chakra curativo, insertándolo a través de la piel del paciente—. Encárgate de que continúe respirando yo trataré de estabilizarlo y curarlo.
Casi una hora después, ambas kunoichis pudieron respirar tranquilas. Habían conseguido mantener al hombre con vida y al menos en aparente recuperación.
—¿Qué es lo que aún hay que hacer? —preguntó Sakura luego de inspeccionar con la mirada la habitación en la que se encontraba. Había mucha gente tendida sobre mantas en el suelo, podía ver que muchos de ellos tenían el cuerpo cubierto de quemaduras, pero la mayoría eran leves.
—En el cuarto de al lado tenemos a los que están más graves, aquí no podemos tratar las quemaduras adecuadamente... y es demasiado chakra como para tratarlos a todos, solo pudimos estabilizarlos y tratar de ponerlos en un ambiente limpio —explicó la rubia—. También tuvimos algunas heridas y roturas a causa de la caída de las casas, pero mayormente es el fuego lo que ha causado problemas... quizás deberías de ir a ver, hay un par de personas que dudo que sobrevivan sino se les atiende más.
Sakura asintió y se dirigió de inmediato a la habitación que le mencionó Ino. La entrada estaba cubierta con unas sábanas y adentro habían armado unas camas improvisadas con restos de tablas de madera para no tener a los heridos tan cerca del suelo. El lugar distaba de ser lo más adecuado para personas con el grado de quemaduras como las que estaban ahí, pero no parecía haber una mejor opción. Muchos de los heridos tenían zonas de la piel casi de color negro, otros unas desagradables pústulas en las áreas quemadas que amenazaban con infectarse.
—No pueden quedarse aquí... —murmuró, acercándose a cada uno de los pacientes y haciendo un análisis rápido de su estado antes de decidir como proceder. Si podía asegurar algo era que necesitan evacuar a ese grupo de personas cuanto antes.
La alumna de la quinta inició el tratamiento con chakra en varios de los pacientes, enfocándose únicamente en las quemaduras más propensas a una infección que pudiera deteriorar aún más el estado de las personas. El grupo médico había estabilizado a todos, pero no los logró tratar por falta de medicamentos y chakra, ella por suerte no había gastado chakra y podía sumarse efectivamente al grupo.
—Yamato me dijo que te había enviado aquí —escuchó que comentó una voz masculina detrás de ella.
—Kakashi sensei. ¿Ya habló con Taki? —preguntó de inmediato—. Hay que comenzar a planificar como sacar a las personas de aquí.
—Lo sé, este no es lugar para tratar heridos —concedió, mirando a los cuerpos que se encontraban tratando de reposar sin mucho éxito a causa del dolor.
—Uno de los equipos de Konoha podría acompañar al equipo médico hasta Taki —sugirió la médico ninja.
—Eso no va a ser posible —contestó Kakashi seriamente.
—¿Qué...?
—Los más graves serán evacuados con uno de los equipos de Taki que ya no se encuentra en condiciones de poder mantener una pelea, el resto tendrá que esperar a que la cascada pueda enviar sus propios médicos y shinobis —explicó Kakashi sin mayor ánimo, sabía que muchas de las personas de ahí debían ser evacuadas, pero no podía arriesgarse a tenerlos en la mitad del bosque durante un ataque y un grupo tan grande sería localizado con facilidad—. Kumo puede atacar en cualquier momento, sería demasiado riesgo para gente que puede aguantar permanecer aquí.
—¿¡Qué está buscando Kumo!? —cuestionó molesta al ver la negativa de enviar uno de los equipos y a los médicos como escolta.
—Eso ya no importa, Kumo acaba de declarar a Taki como enemiga y en cualquier momento se espera un ataque —contestó, seguro de que no debía de mencionar a Sasuke si deseaba tenerla lo más concentrada posible—. Sabes que la cascada no es una nación grande, vamos a tener que mantenernos aquí por unos dos o tres días, eso deben de demorarse en poder alistarse... ya debes de saber que están teniendo ataque de Iwa por la otra frontera.
—Pero toda esta gente... No podemos seguir atendiéndolos aquí —insistió, manteniendo la mirada sobre su sensei.
Kakashi suspiró, sabía que los que fueran evacuados por su gravedad ese mismo día necesitarían atención médica para poder llegar a Taki, pero no iba a dejar que Sakura fuera con ellos. A diferencia de los otros tres médicos que habían sido asignados ella podía tomar un puesto activo dentro de un combate.
—Alguien del equipo médico acompañará a los ninjas de Taki entonces, le informaré a Akio-sama de esto —aceptó, viendo cierto aire de alivio en su alumna—. Ojala podamos evacuar a todos los de esta área —añadió antes de retirarse.
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El sol asomándose por el horizonte lastimó ligeramente sus ojos, había sido una noche larga y cansada. Desde su posición de vigilancia no había visto ninguna amenaza pese a haber estado utilizando su byakugan, sabía que podía esperarse ninjas de Kumo o al mismo Uchiha Sasuke rondando la zona. Pero la nulidad de movimiento enemigo no estaba siendo imitada por sus compañeros, pudo ver como los médicos poco a poco achicaban sus auras perdiendo su chakra con cada jutsu, como el fuego cercano a la villa fue apagado y como Hatake Kakashi había realizado una inspección al perímetro, en solitario, antes de comenzar a dar las órdenes de evacuar a un grupo de gente gravemente herida.
Pero con el sol ya alumbrando el bosque la quietud había invadido el interior de la villa y notó movimiento en el exterior. Maldijo por unos instantes, acaban de dejar ir a un médico y los otros no se encontraban en condiciones de utilizar su chakra para apoyarlos.
Fijó su mirada a la vez que con un movimiento de mano alertó a sus compañeros. Contó seis equipos de shinobi de Kumo acercándose antes de retroceder hacia la villa, alertando en el camino al equipo de Taki que los había acompañado y al otro equipo de Konoha, al que se integró Enkai.
—Casi nos duplican —puntualizó Akio al escuchar las noticias. Kakashi lo llamó en el momento en que el Hyuuga le informó lo que estaba acercándose.
—No se están acercando aún, parece que han notado nuestra presencia —resaltó Neji, dirigiéndose tanto a Akio como a Kakashi.
—Deben de estar rearmando su plan, posiblemente no esperaban mayor resistencia —presumió Kakashi.
—Si creen que íbamos a dejarlos entrar a nuestro territorio sin un combate son unos idiotas —soltó Akio de mala gana—. Hay que organizarnos rápido, probablemente pensaban pasar por aquí, buscar su objetivo y continuar villa por villa hasta encontrarlo, si eso ocurre tendremos otro desastre como este.
—Pediré refuerzos a Konoha —dijo Kakashi invocando a Pakkun—. En poco menos de dos días deben de poder estar aquí y Kumo no se arriesgará a un ataque sin un plan bien armado, tenemos algo de tiempo.
—Los médicos tienen que descansar —indicó Akio—. No han dormido nada y han estado utilizando su chakra.
Kakashi asintió y luego le explicó la situación a su pequeño can para que este pudiera llevar el mensaje hasta Konoha.
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Kakashi llevaba fuera dos días y Katt no había conseguido dormir tranquila. Siempre se preocupaba por él, pero estaba consiente de que era suficientemente fuerte y hábil como para ser capaz de regresar de casi cualquier cosa que pudiera ponerse en frente de él. El problema es que si Sasuke era quien ocasionó que su esposo partiera no estaba segura de que las cosas fueran a ser muy sencillas.
Cuando sintió un jalón en su cabello bajó la mirada. Sayuri estaba observándola, obviamente en busca de atención, la pelirroja no estaba muy segura si era normal que un bebé de seis meses exigiera tanta atención, pero no había mucho que hacer al respecto.
—Posiblemente aprendiste del zorro... —murmuró, dibujando una pequeña sonrisa en su rostro—. Es hora de que te de un baño —dijo, elevando en frente suyo a la bebé que comenzó a sonreír.
Cuando terminó de asear a su hija sintió el sonido de un pergamino desde la habitación contigua. Con curiosidad fue a recogerlo, ella tenía un trabajo rutinario de unas cuatro horas al día en las que debía de estar en la muralla, ya ni pergamino le mandaban y sin Kakashi en casa no esperaba un mensaje.
En cuanto tomó el pergamino sintió que alguien llamó a la puerta y cuando estaba a media escalera, aún con Sayuri en los brazos y un pergamino sin abrir, escuchó a Anko llamándola.
—¡Ahí estás! —habló la kunoichi al ver a la pelirroja abrirle. Tenía en sus brazos al pequeño Dango, que miraba sin interés la calle, y una bolsa con cosas de bebé mal-cerrada—. ¿Ya estás lista? Tsunade-sama me pidió que te acompañara.
—¿Ah? —fue lo único que logró articular antes de mover ligeramente la cabeza y atinar a abrir el pergamino que acababa de llegarle. Lo leyó dos veces para asegurarse de que no estaba equivocándose y luego volvió la mirada hacia Anko, visiblemente desconcertada—. ¿¡Me están mandando de misión!? ¿Qué se supone que voy a hacer con Sayuri? ¿Meterla en una mochila y llevarla en mi espalda?
—Nos están mandando —aclaró Anko—. A mí también me llegó uno de estos. Alista las cosas de Sayuri, vamos a tener que dejarlos por un par de días —explicó la kunoichi, posando la mirada en Dango—. Como ya leíste, estamos yendo de refuerzo para el grupo que salió hace dos días, se espera un enfrentamiento con Kumo. Y no te quejes —añadió al ver la intensión de la pelirroja—. No eres la primera o última kunoichi que tiene que dejar a su bebé por unos días, aunque estoy segura de que Kakashi no va a estar muy feliz al verte llegar, se le nota algo sobre protector con Sayuri.
—¿Y dónde se supone que la voy a dejar?
—Dónde siempre —contestó la otra mujer.
—No lo sé, esa guardería está bien para un par de horas, pero por un par de días... —comentó con un tono de inseguridad, viendo como Sayuri trataba de alcanzar a Dango.
—Están capacitados —aseguró Anko—. Y mira, creo que Sayuri quiere seguir tratando ganarse la atención de Dango, con suerte lo consigue en estos días.
Katt suspiró pesadamente y asintió. Ya Tsunade había sido bastante clara con ella y las responsabilidades que aún debía de llevar con la villa pese a tener una hija pequeña, además el tener que ir como refuerzo a la misión a la que Kakashi había partido la preocupaba. Preparó las cosas para Sayuri con ayuda de Anko.
—Orion —llamó Katt al bajar las escaleras—. Te quedas con Sayuri —agregó al verlo.
—¿Vas a una misión? —preguntó la invocación.
—Sí, a Sayuri la voy a dejar en la guardería, pero quiero que te quedes cerca... sólo no te comas a nadie —explicó, pese a como era su zorro tenía la seguridad de que si algo ocurría al menos la sacaría a un lugar seguro, confiaba más en las habilidades de supervivencia de Orion que de casi toda la población de Konoha.
—¿Qué me vas a dar por cuidarla?
—¿Te tengo que dar algo?
—¡Quiero diez veces su peso en carne! —pidió el zorro, contento al ver como la kunoichi simplemente asentía—. Vamos a tener que engordarte Sayuri.
—¡Ni lo sueñes! —se quejó al escucharlo.
Dejar a su hija en manos de otra persona no resultó tan sencillo como pensó. Usualmente cuando la dejaba por un par de horas se demoraba en despedirse de la pequeña, pero la idea de dejarla por más de un día era espantosa. Sayuri comenzó a llorar cuando su madre se quedó con ella más tiempo de lo usual, quizás siendo contagiada del nerviosismo de Katt.
—Vamos —intervino Anko—. No la malcríes tanto, mira como Danguito no llora —agregó señalando a su hijo que se encontraba sentado cerca de unos juguetes en el suelo de la guardería.
—Es que no nota que te vas —resopló la pelirroja, a la vez que le entregaba a su bebé a una mujer que sonreía nerviosamente, probablemente el tener que cuidar hijos de shinobis no era una labor muy agradable, nunca se podía saber como reaccionarían si algo le ocurría a sus hijos.
—Claro que lo nota... ¡Dango! —contestó moviendo enérgicamente la mano y gritando el nombre de su hijo varias veces hasta que éste volteó—. ¿No vez? Ya me vio, y ahora —añadió tomando a Katt por el brazo—, nos va a ver irnos.
Katt suspiró con resignación, ya se habían tomado mucho tiempo dejando a los bebés como para seguir haciéndolo con reclamos e indecisiones. Además, en cuanto dejó de escuchar el llanto de Sayuri su mente se enfocó en la otra persona por la que se preocupaba.
En la oficina de Tsunade se encontraban dos equipos de shinobi. Katt iría acompañada de Kami, Panza y Sachi, los tres acababan de regresar de una misión así que no se les tenía nada asignado y podían partir de inmediato. Anko saludó a un sorprendido Genma que no parecía estar muy complacido con la llegada de las dos kunoichis para la misión, pero guardó su opinión, a Raidou y a Aoba.
—Necesito que partan lo antes posible para dar apoyo a los equipos que fueron a Taki —habló de inmediato la quinta, nombrando a los miembros que habían sido enviados con anterioridad—. Pakkun los guiará —agregó señalando al can que se hizo visible dando un salto al escritorio.
—Esto no va a ser bueno —susurró el can al ver a la pelirroja.
—Si Kakashi tiene algún problema, que se vuelva Hokage y el arme los equipos —masculló la rubia, sabía exactamente a que se refería el perro. Katt sonrió nerviosamente, ya llevaba mucho tiempo sin escuchar el tema de Kakashi Hokage y pese a lo que soltó Tsunade sabía que no la estaba enviando como una especie de presión.
Unos ligeros golpes en la puerta, cuando la Hokage planeaba explicar un poco más la situación, hicieron que se detuviera.
—Hokage-sama —saludó Temari, ingresando a la oficina seguida por Shikamaru que simplemente se mantenía negando con la cabeza—. Deseo integrarme al equipo que planea mandar a Taki.
—¿Qué? —preguntó Tsunade ligeramente sorprendida.
—Sé que mi trabajo es de contacto entre nuestras villas, pero Taki también es aliada de Suna y el grupo que está enviando es mayormente integrado por ninjas de capacidad ofensiva.
—¿Shikamaru? —cuestionó la quinta posando la mirada en el joven—. Es tu decisión, tú estás a cargo de todo esto.
—Va a ser problemático, pero creo que es lo mejor —asintió el joven.
—Entonces, como ya escucharon, Shikamaru está a cargo de esta operación, sigan sus órdenes. La situación en la frontera de Taki es complicada y necesito una estrategia útil y elaborada con rapidez —habló Tsunade antes de explicar la situación en la que se encontraban los shinobi que mandó con anterioridad—. Ha pasado casi un día, pero estoy segura de que el ataque no ha sido realizado al instante, pero ustedes posiblemente lleguen cuando esté ocurriendo.
—Kumo se demorará un poco en rearmar su estrategia al ver a Konoha ahí —explicó Shikamaru—. Pero confío en que Neji note nuestra llegada y avise a Kakashi —añadió, posando la mirada en Katt—. ¿A qué distancia puede verte?
—No estoy segura, pero bastante más lejos de lo que su byakugan usualmente le permite ver —contestó, ligeramente preocupada por Kakashi, ya antes habían tenido problemas con Kumo.
—Si están listos partimos de inmediato —indicó Shikamaru mirando atentamente a todos los ninjas que tenía en frente suyo—. Tengo una buena idea de que pueden hacer por los informes de las misiones y de las investigaciones que he revisado, así que he contemplado todo eso para la estrategia que vaya a utilizar, solo necesito estar cerca para plantear algunos detalles.
x x
Un grupo de explosiones tumbó un par de árboles cercanos a la villa fronteriza del país de la cascada. Desde que Neji percibió la presencia de Kumo había pasado más de un día para que se reacomodaran e iniciaran el ataque. Pese a pequeños ataques, aún no había comenzado un combate real.
La presencia de Kakashi y Akio parecía mantener a raya a los enemigos. Ambos shinobi eran reconocidos por sus habilidades y atacar sin un buen plan ocasionaría que la diferencia numérica, favorable para Kumo, se redujera en un par de minutos.
Todos los aldeanos fueron reunidos en el hospital improvisado, muchos estaban asustados, era el segundo ataque que tendrían que soportar en menos de una semana y no habían podido siquiera atenderse adecuadamente. Muchos deseaban escapar de la villa hacia el bosque, sabían que no eran objetivos de Kumo, pero Akio cortó sus intenciones al mencionar que los shinobi enemigos ya debían de haber colocado trampas y estas no distinguen entre aldeanos o ninjas.
Sai e Ino fueron los primeros en realizar un movimiento por parte de Konoha. La kunoichi ingresó al cuerpo de un ave para poder tener una mayor idea de cómo estaban dispuestos los enemigos, así como Sai utilizó un grupo de animales pequeños dibujados por él para la misma labor. Neji dejó de mantener su byakugan activo para no consumir chakra, ya cuando hubiera movimientos de todo el grupo alguno de los otros le avisaría.
Akio se mantuvo junto con Kakashi, Yamato y Neji, esperando a que todo comenzara. El hombre no se veía satisfecho con el grupo de Konoha que estaba apoyando a su nación.
—¿Estás seguro de que están capacitados? —cuestionó, ya habían pasado varias horas de mucha tensión y no le gustaban las pequeñas reacciones casi imperceptibles de los jóvenes ninja.
—Todos ellos tienen buenas capacidades —aseguró Kakashi.
—No es eso a lo que me refiero, y lo sabes —interrumpió bastante serio—. Quizás para un ojo no entrenado se les vea tranquilos, pero no lo están, no es fácil evitar sentirse como presa.
—Akio-sama, puedo asegurarle que no van a cometer errores —intervino Yamato.
—Tienen miedo, no sé si por ellos, por sus amigos o por los pobladores, pero puedo verlo en casi todos los niños que han traído... la excepción es el muchacho de la sonrisa extraña —explicó dejando salir un poco da aire desde su nariz—. Con ese incluso tengo problemas para tratar de ver que siente.
—Ellos solo han vivido ataques a Konoha y ya cuando han sido shinobi, no han tenido que crecer en una guerra, pero eso no quiere decir que no estén capacitados —aclaró Kakashi.
—Ese es el problema, ¿crees que el Raikage ha mandado ninjas en ese estado?
—Mis compañeros no dudarán en hacer lo que se deba de hacer —aseguró Neji, interviniendo por primera vez en la conversación.
—No dudo que tengan la intención, pero aquí van a tener que dejar cualquier idea de compasión por alguien que ya no esté en estado de pelear, no podemos arriesgarnos a que se recuperen, no teniendo a todo un grupo de pobladores que cuidar.
—No están buscándolos a ellos —respondió Neji.
—No, pero si están mandando todo esto a buscar al Uchiha, créeme cuando te digo que no dudarán en revisar a cada poblador de los que tenemos aquí y cuando el caos se expanda entre ellos y traten de huir los matarán para asegurarse de que el Uchiha no se encontraba entre ellos —explicó el shinobi de Taki antes de desviar su atención por un grito.
—¡Kakashi sensei! —exclamó Ino—. Ya están comenzando a moverse.
—Quiero a los dos que vinieron contigo y al muchacho de la sonrisa adelante, no voy a correr riesgos con los más jóvenes —sentenció Akio manteniendo la mirada en Kakashi a la vez que Neji activó nuevamente su byakugan.
—Muy bien, Tombo, Iwashi y Sai nos acompañarán en la línea delantera, luego nos moveremos por equipos —accedió el jonin.
El movimiento entre los árboles cercanos pasó desapercibido para los pobladores que se mantenían guarecidos, pero no para los ojos entrenados de los shinobi. Yamato esperó a ver a los primeros enemigos tratar de poner pie en la villa antes de formar una pared de madera alrededor de esta.
—Quédense atentos para pelear contra quien ingrese —ordenó Kakashi antes de salir del perímetro creado por Yamato, en compañía de Akio, otro ninja de Taki, Sai, Tombo, Iwashi, Neji y el creador de la pared.
—¿Crees que vayan a estar bien? —preguntó Ino a su compañera—. Neji dijo que eran seis equipos.
—¡No se distraigan! —espetó Enkai al ver a las dos mujeres—. Los de Kumo van a tratar de ingresar para buscar su objetivo, no van a quedarse afuera... ¿por qué me dejaron con un grupo de kunoichis? —agregó, tratando de no soltar lo último en voz alta.
El choque inicial del sonido de varios kunais rompió el silencio del bosque, luego el sonido de explosiones y la visión de las técnicas ninja que se elevaban por encima de la pared de madera. Poco después de un minuto varias sombras lograron adentrarse a la villa, por su dirección tenían dos objetivos; los shinobi de Konoha y el lugar donde se encontraban los civiles.
Lee fue el primero en reaccionar, desapareciendo de la vista de sus aliados y enemigos, apareció al costado de un sorprendido ninja de Kumo que recibió una patada en el pecho imposible de bloquear. Enkai fue el siguiente en reaccionar realizando una secuencia de sellos y generando de su cuerpo una sustancia muy similar al agua, pero de color negro. Tomando la forma de pequeños perdigones la sustancia negra se dirigió velozmente al camino por donde estaban tratando de avanzar los enemigos, golpeando a algunos y quemándoles la piel como si hubieran sido tocados por ácido.
Tanto Ino como el otro médico ninja se dirigieron al hospital que habían armado, ahí tenían a la gente que al sentir el combate no demoraron en comenzar a gritar, temiendo por sus vidas. Ambos se quedarían como respaldo, al menos mientras pudieran hacerlo.
Tenten se acercó más a la zona por donde ingresó el grupo de Kumo e invocó un gran número de armas por la espalda de los enemigos. Sakura esperó a que su compañera atacara y corrió contra los shinobi que acababan de esquivar los kunais, golpeando fuertemente el suelo y resquebrajándolo para que no pudieran caer adecuadamente y Lee ganara más ventaja para acertar sus golpes.
Del grupo que ingresó, dos se dirigieron, sin detenerse por el dolor del ácido, hasta el pequeño hospital. Ahí uno de ellos se detuvo instantáneamente, comenzando a temblar ligeramente. Su compañero lo observó, pero luego dio un salto para esquivar unos shurikens que venían en contra suya, lanzados por un médico ninja.
Ino se encontraba cerca manteniendo sus manos en posición para poder controlar uno de los cuerpos. Fue divisada por el segundo shinobi de Kumo, que trató de acercarse a ella, pero el cuerpo de su compañero lo interceptó. Pese a sus intentos, controlar un cuerpo desde el interior no era algo sencillo, no podía darle movimientos fluidos y eso permitió que el otro enemigo se acercara a ella.
Al verse en peligro la rubia soltó su jutsu y esquivó una patada que venía en su contra. El ninja ahora libre trató de correr en contra del médico ninja, pero volvió a quedar atrapado, imposibilitado de moverse en la dirección que deseaba. La kunoichi había vuelto a capturarlo por unos instantes antes de volver a dejar su jutsu de lado para esquivar otro ataque. Su taijutsu había mejorado desde que estaba bajo tutela de Yugao, al menos ahora era capaz de estar en una pelea sin que el primer enemigo que se le acercara la dejara fuera de combate.
Dejando unos instantes a su víctima se centró en el que tenía cerca de ella, el otro podría ser retenido por el ninja de Konoha. En cuanto logró tener el control del shinobi que la atacaba sonrió y buscó con la mirada a Sakura. Su compañera estaba pasando un mal rato tratando de acertar un golpe, luego de que los enemigos notaran su fuerza estaban haciendo todo lo posible por evitarla y su velocidad no era tan grande como la de Lee como para poder alcanzarlos.
—¡Sakura! —gritó Ino con una sonrisa en el rostro antes de obligar al ninja que tenía bajo su control que corriera directamente hacia la alumna de la quinta. Casi de inmediato la joven discípula de Tsunade acertó un golpe en el shinobi y lo lanzó hacia el bosque.
En la parte exterior de la muralla los golpes de Sakura no pasaron desapercibidos para los de Konoha, al menos estaban seguros de que se estaba llevando un combate en el interior. Kakashi estaba esquivando los ataques de Kanou, el shinobi al cual unos años antes le ganó en un torneo y que estuvo a cargo del intento de incursión a Konoha.
Yamato también estaba con las manos ocupadas, los shinobi que se habían quedado para pelear con ellos tenían muy buen nivel y lamentablemente en el momento en que estuvieron todos juntos lograron lanzar un buen número de ataques certeros. El ninja de Taki que los había acompañado había salido despedido contra unos árboles casi desde el inicio y fue seguido por un shinobi de Kumo que ahora se encontraba en frente de Yamato, posiblemente ya lo había rematado. Cerca estaban Iwashi y Tombo, bastante heridos, pero lamentablemente en ese momento no podían retroceder a buscar algún ninja médico. A Sai lo perdió de vista casi al iniciar el combate, pero estaba seguro de que en el peor de los casos su estado sería como el de los dos chunin.
Akio observó con algo de tristeza a los tres shinobi de Kumo que se colocaron en frente, para él aún entraban en la categoría de niños, quizás no tan jóvenes como los de Konoha, pero era casi lo mismo. En una secuencia de sellos increíblemente rápida su cuerpo fue rodeado por un líquido negro, era como si estuviera dentro de una gran burbuja de aguas negras. Un grupo más de sellos y la burbuja mutó, ganando extensiones similares a tentáculos que arremetieron contra sus oponentes ocasionando tres gritos de dolor al instante en que fueron tocados. Al igual que Enkai, el jutsu de Akio quemaba como ácido, solo que la cantidad era mucho mayor y más letal.
La barrera creada por Yamato fue parcialmente destruida por un jutsu de rayo, generado por Kanou al tratar de golpear a Kakashi. La explosión que desapareció la madera divisora tomó por sorpresa a los que combatían en el interior. Tenten que se había mantenido cerca de esa zona fue golpeada por los restos que salieron en su dirección, pero se puso de pie velozmente, había logrado notar a un shinobi ingresar por la brecha y correr hacia ella con un kunai en la mano.
La kunoichi lo pensó dos veces, si lanzaba una ola de armas ganaría más espacio entre ella y su enemigo, pero estas seguirían hasta golpear a sus aliados en el exterior. Sacando un pergamino pequeño invocó una katana y bloqueó el arma de su enemigo. El shinobi que tenía en frente era más musculoso y grande que su sensei, cosa que preocupó a Tenten. Ella era capaz de predecir los ataques de su oponente, pero estaba teniendo dificultades para acertar los propios, hacerlo significaba entrar dentro del alcance de los brazos de él.
Un potente golpe contra el costado de su enemigo le permitió acertar un corte profundo en el brazo de este. A su costado notó a Enkai, ligeramente golpeado y agitado.
—Pensé que tu amigo de verde dijo que eras igual de buena que él en combate —soltó, dirigiendo la mirada a donde Lee, este estaba luchando contra dos ninjas con ligera ventaja—. Ve al fondo y ayuda a la rubia que parece más inútil.
Tenten se mordió la lengua, detestaba a ese muchacho, pero se retiró. Si Ino necesitaba ayuda no la iba a abandonar solo para tratar de mostrarle a Enkai que no era débil.
Enkai buscó con la mirada a Akio, sonrió al verlo envuelto en el agua negra, pero su expresión cambió al notar a un shinobi de gran tamaño girando unas cadenas que despedían chispas.
—¿Qué les dan de comer a estos? —se preguntó casi en tono de burla, dirigiendo sus ataques en contra del que parecía quería atacar a Akio, pero sin salir de la zona en la que se le ordenó estar.
Neji se distrajo un momento al notar algo a lo lejos con su byakugan. En un primer momento no sabía que pensar, pero luego recordó que habían pedido refuerzos. Cuando logró quedarse solo buscó a Kakashi.
—Kakashi-san —llamó Neji apareciendo al costado del jonin—. Puedo distinguir el chakra de Katt acercándose... —agregó. Kakashi posó la mirada en el Hyuuga.
—¿En cuanto tiempo puedes ver cuantos ninjas envió Tsunade-sama? —preguntó, seguro de que Katt no había tenido un arranque de los que tenía antes y decidió escaparse de Konoha para estar con él.
—Diez minutos, si siguen así —explicó el muchacho—. En menos de quince deben de estar llegando si es que planean unirse a nosotros, sino en unos doce deben chocarse con los primeros ninjas de Kumo —agregó antes de fruncir el ceño y fijar la mirada en otra dirección—. Hay dos escuadrones más de shinobi que se están acercando desde el este.
—Respaldo de Kumo probablemente... Lleva a tu equipo a esa zona y distráelos, están más cerca, no podemos dejar que se acoplen a los que ya nos están atacando —ordenó Kakashi.
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El sonido y luces de la batalla podían escucharse a una buena distancia, las notas explosivas y jutsus eran algo difícil de ignorar a pesar de la densa vegetación. Shikamaru tomó algo de aire, estaban llegando con la pelea en proceso, eso era bueno, Kumo no estaría bien posicionado para hacerles frente.
—Temari —llamó Shikamaru—Ve con Katt, Sachi, Kami y Panza —indicó seriamente—. Trata de rodear un poco la zona antes de ingresar a la villa. Si se encuentran con algo encárgate junto con Katt y que el resto avance para ayudar al grupo de Kakashi.
—¡Ya escucharon! —exclamó Temari de inmediato, separándose de Shikamaru seguida por los cuatro ninjas de Konoha.
—¿Por qué nosotros solo tenemos que avanzar? —cuestionó Sachi no muy conforme con lo que escuchó, pero sin dejar de seguir a la kunoichi de la arena.
—Porque si nos encontramos con algo en el camino no va a ser un shinobi solitario y asumo que ninguno de ustedes tiene algo que pueda servir para atacar a varios a la vez —respondió tranquilamente—. Nosotras tendremos que crear una brecha para que puedan continuar —aclaró antes de posar la mirada en Katt—. ¿Has cambiado mucho desde que peleamos en Kumo?
—Un poco, pero básicamente es lo mismo —respondió la pelirroja.
—Bien, entonces no tendremos mayores sorpresas.
Cuando la villa a la que se dirigían ya podía entreverse por los árboles, el grupo se percató de la presencia de un escuadrón de Kumo. Temari indicó su ubicación con una de sus manos mientras con la otra tomó su abanico.
Un fuerte movimiento del brazo de la rubia ocasionó una poderosa ráfaga de viento que despejó el área de árboles y dejó a vista del grupo a los shinobi de Kumo que se vieron obligados a dejarse ver para poder esquivar el viento. Sachi apreció por unos instantes el jutsu antes de continuar avanzando junto con sus dos compañeros de equipo.
—Están lastimados —comentó Temari—. Parecen heridas de armas mayormente... el equipo del Hyuuga debe de estar moviéndose por aquí —agregó, señalando con un ligero movimiento de cabeza una gran cantidad de armas clavadas en las cercanías.
—No los siento por ningún lado, deben de estar moviéndose —dijo Katt, atenta para que nadie siguiera a los tres que seguían avanzando.
—Están haciendo tiempo, evitando el combate directo hasta que los refuerzos lleguen —explicó Temari—. Pero nosotras no estamos aquí para hacer tiempo —añadió, posando la mirada en los shinobi que tenía al frente.
Katt asintió, pese al caos que podía escucharse entre explosiones y algunos gritos, estaba segura de que la situación no estaba fuera de control para Konoha. Confiaba en que Kakashi podía cuidarse solo y no necesitaba que ella corriera con un grupo enemigo detrás hasta donde estaba él.
En frente tenía a cuatro ninjas, estaban ligeramente heridos, pero lo único que les podía dar algo de ventaja a las kunoichi era que estos se veían más cansados que ellas. Katt los observó con cuidado, probablemente se volvería un combate de dos contra uno; no era primera vez que le tocaría enfrentarse a más de un enemigo, pero no debía confiarse, dudaba que el Raikage hubiera mandado ninjas de segunda a una incursión.
Los ninja de Kumo hicieron cierta mueca de enojo al verlas, quizás tenían una vaga idea de que ambas estuvieron en su villa cuando su plan contra Konoha fracasó. Uno de los shinobi inició realizando una rápida secuencia de sellos con las manos mientras los otros tres avanzaron al frente contra las kunoichis, uno de ellos desenvainando una espada.
—Genjutsu —masculló la rubia posando la vista en el del fondo—. Detesto a los ilusionistas... —agregó dirigiendo un jutsu de viento directamente contra el enemigo del fondo, en un intento por cortar su técnica y dejando un pequeño cráter sin ningún rastro del shinobi.
Katt se adelantó un poco y lanzó una ola de fuego directamente contra los shinobi de Kumo. Estos la esquivaron, pero quedaron separados. Sin esperar a que su jutsu se disipara la pelirroja avanzó en contra del shinobi que había quedado más cerca y comenzaron a intercambiar golpes.
Temari cerró su abanico y lo utilizó como escudo contra una espada blandida en contra de ella con gran velocidad. Por detrás el shinobi restante trató de acercársele, pero un rayo de fuego impidió que lo hiciera.
El jutsu dirigido para ayudar a Temari le costó un corte en el brazo a Katt. Su contrincante no era un especialista en taijutsu, pero no podía negarse que necesitaba concentrarse en él para poder mantener el nivel de la pelea parejo. La kunoichi de la arena volvió a extender su abanico fuertemente, expeliendo ligeramente al shinobi de la espada y dirigiendo su ataque al que fue retenido momentáneamente por el fuego.
Katt se mantuvo atenta, sabía que había un cuarto enemigo en algún lado, probablemente esperando un buen momento para atacar o quizás analizando el combate para informar a algún otro grupo cercano cuando se acercaran al sentir el combate. Maldiciendo un poco decidió que mejor era no dedicarse a ir subiendo su nivel recién cuando la situación lo ameritaba, había un enemigo usando genjutsus y eso distaba de ser buenas noticias para ella. Concentrándose ligeramente dejó fluir su chakra a través de sus extremidades generando una envoltura de fuego en cada uno de sus golpes.
Su contrincante se vio obligado a esquivar los ataques y no a bloquearlos, pero pese a que trataba tomar distancia, Katt no lo permitía. El pequeño espectáculo de fuego llamó la atención de los otros shinobi de Kumo, con esto Temari aprovecho para volver a utilizar su abanico, en esta ocasión dirigiendo su viento con su chakra, en dos direcciones a la vez, para poder atacar a ambos shinobi que quedaron envueltos en dos torbellinos de viento cortante que se mantenía girando incesantemente.
A mitad del giro para dar una patada Katt vio como un kunai pasó muy cerca de su rostro y se incrustó en el brazo del ninja contra el que combatía. Terminando de dar el golpe desvió la mirada hacia el origen del arma y notó a Tenten junto a Lee peleando contra tres ninjas de Kumo.
Lee y Tenten se encontraban tratando de atacar a una mujer rubia que tenía ciertas similitudes con Tsunade, un hombre de cabello claro y una pelirroja, los dos últimos con espadas y usando sus cuerpos en una especie de danza que parecía muy efectiva para repeler y acertar ataques.
Por otro lado pudo notar a Neji golpear algo similar a un árbol que a los segundos cayó al suelo, revelando al shinobi que en un inició trató de hacer una ilusión.
Katt retrocedió, la acción tomó por sorpresa a su enemigo que hasta el momento no había conseguido quitársela de encima. Concentrándose ligeramente acumuló chakra y lo lanzó como una gran ola roja.
La ola de fuego fue esquivada con un hábil movimiento por parte del shinobi. Katt retomó una posición ofensiva, con la mirada clavada en su oponente y los sentidos atentos a los que estaban en luchando a varios metros. Pero algo llamó su atención, logró divisar a Temari que estaba a punto de agitar su abanico contra las llamas que acababan de ser esquivadas.
En el momento en que el shinobi de Kumo tocó el suelo una potente ráfaga de viento devolvió las llamas en su dirección a una velocidad incluso mayor que con la que habían sido generadas y también en contra de los dos torbellinos cercanos que seguían aprisionando a los que había peleado contra Temari. Katt dejó fluir su chakra alrededor de ella y utilizó un movimiento de sus brazos, a modo de ayuda al generar la forma correcta de chakra, para que la protegiera del fuego que acababa de ser regresado en su dirección, de la misma forma como una roca parte las aguas cuando chocan contra ella.
En el momento en que el fuego terminó de pasar alrededor de ella escuchó el sonido de un par de cuerpos cayendo pesadamente y el de un objeto metálico chocando contra el suelo. A unos cuantos metros pudo distinguir lo que estaba segura eran los cuerpos calcinados de los shinobi de Kumo y a unos pasos en frente de ella estaba Temari con su abanico cerrado.
—Generas más fuego que la última vez que te vi pelear —comentó la kunoichi de la arena—. Por un momento me preocupé, no te veía con intención de esquivar.
—Y tú más viento —respondió a la vez que observaba con atención los alrededores—. No creo que realmente haya una separación entre los que están en la villa y los que estamos afuera.
—Lo sé. Espero que Shikamaru tenga alguna idea o vamos a tener que ponernos más agresivos.
—¿Piensas atacar incluso con los otros en el medio? —cuestionó al notar a que se refería. Ella había preferido utilizar un jutsu como su rayo de fuego contra el shinobi que trató de atacar a Temari a uno más potente que pudiera también envolver a la otra kunoichi, pese a que con eso el shinobi no hubiera podido esquivar el ataque, y estaba segura de que Temari se encontraba en una situación similar.
—Si no hay otra opción sí, varios de los de Kumo que están peleando en la villa deben de ser jonin, al menos más de los que Konoha tiene aquí en este momento, no podemos seguir reteniéndolos así.
Neji divisó la ola de fuego consumir los cuerpos de los shinobi. Cuando recién fue generado ya era un jutsu potente, pero al mezclarse con el de Temari no solo la velocidad aumento, sino también la intensidad. El joven Hyuuga, junto con su equipo, se habían mantenido atacando a los ninjas de Kumo sin quedarse a entablar un combate real, pero uno de los equipos de respaldo que vio les dio el alcance cuando se estaban acercando a tratar de ayudar a Katt y Temari. Y por lo poco que había logrado ver de sus movimientos, los tres debían de ser jonins.
—¡Vayan a la villa! —ordenó al ver que tenía su atención—. Este es el único equipo de Kumo cercano.
Ambas kunoichi asintieron y se alejaron a la vez que Neji llegó al lado de sus compañeros. Pese a ser un joven bastante controlado no pudo evitar posar los ojos en la pelirroja que estaba peleando contra Tenten, sentir un ligero escalofrío al ver el color ámbar de sus ojos y pensar que debía de ser una mala broma. La mujer debió notarlo ya que le devolvió la mirada de mala gana.
—¿¡Tienes algún problema!? —le espetó, dirigiendo al punta de su espada hacia él y tomando un aposición de ataque.
—Karui, el joven Hyuuga es mío —intervino la rubia del equipo.
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El combate tomó su punto mayor al tener los refuerzos de ambos lados ya en combate. Los grupos iniciales que se enfrentaron estaban mucho más debilitados y sin capacidad de retener correctamente a los elementos que estaban ingresando.
Akio respiró entrecortadamente, pese a ser un ninja poderoso y reconocido ya no estaba joven y el combate estaba demostrando la necesidad de un cuerpo más resistente. Pese a esto aún conseguía mantenerse en pie y seguir siendo una piedra fastidiosa en el camino de Kumo.
Kakashi perdió de vista a Kanou en un momento en que una hilera de serpientes apareció desde un costado tratando de capturarlo. Con eso pudo estar seguro de que sus refuerzos ya estaban con ellos combatiendo a Kumo. Pero eso significaba que los equipos enemigos que Neji vio debían de haber llegado antes y él estaba seguro de que no se encontraban en el grupo que podía ver, eso sólo dejaba dos opciones; Neji los encontró y los detuvo o pasaron a combatir al grupo que aún estaba peleando dentro de la villa.
Sakura se limpió el rostro a la vez que se ponía de pie. Había recibido un golpe bastante fuerte proveniente de un shinobi que parecía recién haber llegado. Neji había llamado a Tenten y Lee minutos antes, no sin antes encargarse de algunos de los shinobi que rondaban la villa, pero la capacidad defensiva de la villa bajó.
—Muévete muchacha, no es contra Konoha, pese a que se lo merecen —advirtió el shinobi, observándola atentamente.
La kunoichi de Konoha pestañeó un momento y luego juntó sus manos a tiempo para liberarse de un genjutsu y esquivar un kunai que pasó muy cerca de sus ojos. Trató de calmarse, no había notado la ilusión inmediatamente, fue instinto lo que la llevó a dudar de la actitud de su enemigo; era el primero que le ofreció que se retirara.
Con un fuerte golpe reventó el suelo en donde un instante antes se encontraba el ninja de Kumo. Éste tomó una expresión más seria al ver el daño que la kunoichi provocó al lugar en donde había estado parado y luego se lanzó en contra de ella.
Enkai se mantuvo maldiciendo a Ino y al médico ninja, los consideraba inútiles para la pelea y al ver que un par de ninjas se acercaron a ellos no tuvo opción mas que retroceder para tratar de apoyarlos antes de que hubiera una masacre de aldeanos. Pese a los cometarios degradantes contra las kunoichis y médicos que no dejaban de salir de la boca del shinobi de Taki, Ino se mantuvo concentrada en tratar de controlar algún enemigo, o al menos entorpecer sus movimientos al tratar de ganar el control.
Un jutsu de agua en forma de dragón golpeó fuertemente a un shinobi de Kumo que estaba a punto de atacar a Akio. El artífice del ninjutsu era una mujer que llevaba la bandana de la cascada sobre su frente y venía seguida por un buen número de shinobi de su villa.
—¡Akio-sama! —gritó al ver al hombre recostándose contra un árbol.
Casi de inmediato los shinobi del rayo comenzaron a retirarse, ya no tenían la ventaja numérica y para esos momentos estaban casi seguros de que Uchiha Sasuke no estaba en los alrededores, de ser así ya lo habrían notado.
Neji saltó para interceptar el cuerpo de Lee que acababa de ser lanzado fuertemente hacia un lado por parte de los dos espadachines de Kumo. La mujer contra a que se había estado enfrentando lo observó un tanto desilusionada, al parecer no le agradó que su combate se viera interrumpido por un acto de compañerismo. Pero antes de poder continuar vio un dragón de agua elevarse en las cercanías.
—Son refuerzos de Taki —soltó Neji, los había visto llegar, pero no estaba seguro si podrían apoyarlo a tiempo.
—Nos estamos retirando —habló la rubia al notar a sus compatriotas moverse en las cercanías—. Acabaremos esto en otra ocasión —sentenció, retirándose junto con su equipo.
—Neji... —susurró Lee, sujetándose un lado de su torso para detener la sangre que brotaba—... Tenten...
—¿Puedes moverte? —preguntó, dejándolo a un lado y acercándose al costado de donde había colocado a Tenten luego de que cayera inconsciente a causa de la pérdida de sangre.
—Sí, lleva a Tenten con Sakura-san, ya se retiraron, yo voy detrás —pidió Lee, Neji asintió y cargó a su compañera, su amigo era suficientemente resistente como para llegar a rastras a la villa de ser necesario, pero no podía estar seguro sobre que tanto aguantaría la kunoichi de su equipo.
x x
Una hora después de la retirada de Kumo, Taki ya se había ubicado para cuidar la villa y los ninja médico estaban tratando de atender a sus compañeros. Las heridas de Tenten eran profundas, pero nada que pusiera su vida en peligro, las de Lee eran de la misma naturaleza.
Tanto Sakura como Ino estaban atendiendo a sus amigos estando bastante lastimadas, pero no podían gastar su chakra en ellas. Akio había caído inconsciente en cuanto pudo ver a Taki llegar, era de los que se encontraba en más peligro a causa de sus heridas y edad, pero también había shinobi delicados en el lado de Konoha. Iwashi y Tonbo perdieron mucha sangre y recibieron muchos ataques desde el inicio de la pelea, no habían recibido ningún tipo de atención hasta que fueron recogidos por Taki para que fueran atendidos y su estado distaba de tener una perspectiva positiva.
Katt llegó junto con Temari cuando los ninja de Kumo estaban casi de retirada, cosa que agradeció viendo que Temari parecía tener la intención de desaparecer todo lo que estaba peleando cerca de la villa, ya sea aliado o enemigo. Con todo tranquilo buscó con la mirada a su esposo hasta que lo encontró descansando cerca del hospital improvisado.
—¡Kakashi! —llamó la pelirroja, luego de suspirar aliviada al ver que no parecía estar realmente lastimado.
—Katt —respondió cuando la tuvo al costado abrazándolo, al parecer en el mismo tono tranquilo con el que siempre le hablaba—. ¿Dónde dejaste a Sayuri-chan? —preguntó.
—Guardería.
—No le gusta estar ahí sola.
—Orion se quedó con ella.
—Oh, espero que no se coma a los otros niños entonces.
Katt sonrió y lo abrazó más fuerte, pero lo soltó al sentir unos pasos acercarse. Una kunoichi llevando la bandana de Taki estaba observándolos.
—Perdón, pero no puedo esperar —se disculpó ligeramente—. Taki se encargará ahora de la situación, estamos muy agradecidos con su presencia y lamento tener que pedirles que regresen a Konoha.
—¿Algo sucede? —cuestionó Kakashi.
—Tengo órdenes de hablar con la Hokage sobre lo que ocurrió aquí y también creo que les interesará saber que divisamos a Uchiha Sasuke mientras veníamos —explicó la mujer enfriando su mirada a la mención del antiguo alumno de Kakashi.
—Cuando los médicos terminen nos retiraremos —asintió Kakashi.
—Ellos pueden quedarse, dudo que puedan mover a algunos de sus heridos y Akio-sama no llegará a Taki si no es acompañado de un médico —agregó la mujer—. Se que dos shinobi de Konoha están bastante graves y quizás no pasen la noche.
Katt posó la mirada en Kakashi, no tenía idea como estaba la situación de los que fueron asignados primero, pero al parecer no todos tuvieron la misma suerte que él.
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Sakura acababa de terminar de tratar a Tonbo, aún con la incertidumbre de saber si es que se salvaría o no. Había recibido órdenes de quedarse apoyando a Taki junto con los otros médicos y Shikamaru, éste último para planificar una buena defensa y recolectar los datos sobre lo ocurrido, el resto de ninjas de Konoha se habían retirado.
Cargando un depósito de agua comenzó a regresar a las carpas que habían sido armadas por Taki, el estado de estas era mucho más estéril que el de la casa en la que habían estado y podía tratar mejor a sus pacientes, aún así, distaba de ser un hospital. Los ninjas de Taki recién llegados parecían muy tensos y molestos cada vez que su vista se posaba en los restos de la villa.
—Esto es culpa del muchacho, debimos matarlo cuando estábamos de camino —escuchó que un shinobi habló.
—Estás loco, mira lo que ocasionó aquí, la mitad de nosotros no hubiera salido con vida —respondió otro, captando la atención de la muchacha de cabellos rosa que hasta ese momento no entendía por qué hubo un ataque en una villa sin mayor valor.
—Es un criminal, abandonó su villa hace años, no tengo idea por qué Konoha no da la orden de que se le persiga —insistió el shinobi elevando la voz.
El corazón de Sakura comenzó a latir más rápidamente, pocos ninjas encajaban en el rubro de traidores y sólo uno estaba libre de tener una orden de captura. Sus manos comenzaron a temblar, si lo que escuchaba era cierto quería decir que Sasuke había estado ahí e incluso que estuvo cerca de la ruta por la que los shinobi llegaron.
—Hablaran con la Hokage para ver que medidas tomará, solo espero que no sacrifiquen nuestra alianza por un traidor —continúo.
—No tendría lógica, mira como ha sufrido esta gente por no dejar que Kumo entrara a cazarlo, Konoha no puede simplemente ignorarnos. El Uchiha es un peligro que ronda nuestro territorio, no pueden simplemente decirnos que no lo ataquemos.
El sonido del depósito de agua cayendo al suelo y derramando el líquido hizo que los shinobi de Taki dirigieran su atención a la kunoichi de Konoha que acababa de dejarlo caer. Sakura estaba inmóvil, no tenía idea de que hacer, por un lado deseaba preguntarles donde se encontraba Sasuke, qué cosa sabían de él, pero las palabras simplemente no salían de su boca.
—¡Oye! ¿Estás bien? —preguntó uno de los ninja tomándola por los hombros.
—¿Qué le pasó?
—No tengo idea, hay que llevarla con los otros médicos, estuvo en el combate quizás tiene alguna herida... —presumió el shinobi que la sostenía hasta que notó como giró ligeramente el rostro para verlo—. ¿Estás bien? No nos des esos sustos.
—Oye, si estás cansada no deberías de estar cargando esto —prosiguió el otro.
—Estoy bien —respondió ella, incapaz de mencionar a Sasuke a los shinobi de Taki, no luego de todo lo que parecían haber pasado a causa de él—. Solo estoy cansada —añadió, tratando de aguantar las lágrimas. Ellos sabían dónde había estado Sasuke hace poco, podía tratar de ir con él, hablarle, tratar de convencerlo y llevarlo a Konoha para sorprender a Naruto cuando regresara de su entrenamiento, pero simplemente no era capaz de hacerlo, no después de ver todo el daño que parecía haber sido causado de alguna manera por él.
—Regresa a las carpas, nosotros te llevamos el agua —indicó uno de los hombres antes de alejarse—. Y trata de descansar, ya hiciste lo que podías.
x x
Tsunade suspiró antes de dejar que la representante de Taki pasara a su oficina. Sabía a qué se debía la presencia de la mujer en frente de ella y deseaba no tener que atenderla.
—Hokage-sama —saludó respetuosamente, inclinando un poco la cabeza—. Espero que no sea demasiado pronto y tenga un reporte de lo ocurrido.
—Lo tengo.
—No daré muchas vueltas, y me disculpó por la falta de protocolo de esto, pero necesito volver pronto a Taki —habló la mujer viendo como la rubia asintió—. Taki ha respetado sus deseos de no dar caza a Uchiha Sasuke, pese a su estado como criminal perteneciente a Akatsuki, pero su presencia en nuestra nación ha traído una tragedia, no sólo ha sido la gente de la villa en la que estuvo, Akio-sama está en un estado muy grave pese a que él ya había entrado en su retiro —Tsunade cerró ligeramente los ojos al escuchar el nombre de Akio, pero no interrumpió—. Hasta el momento hemos respetado sus deseos de no perseguir al Uchiha, pero ahora queremos un motivo real para esto o un cambio en el trato con él.
La Hokage la observó fijamente, pensando en cuál sería su respuesta, nuevamente Sasuke la había puesto en una mala situación. Ahora debía de escoger entre los lazos de Sakura y Naruto o la alianza con Taki, una tercera opción sería difícil de divisar en tan poco tiempo.
Bueno, como había mencionado en el capítulo anterior, este ya estaría más enfocado a la acción, claro que tampoco es que todo el capítulo haya sido pelea. Una ausencia de pelirroja al comienzo, no era misión para ella inicialmente y tampoco me hubiera sentido cómoda poniendo desde donde ella aparece, hubieran quedado muchos huecos de que estaba ocurriendo que al final hubiera tenido que terminar haciendo que alguien comience con un monólogo o hacer flashback, así que para eso mejor como lo he escrito. Aunque de por si casi no he puesto a Katt en este xD (Quizás debí de centrarme en los otros personajes más que en ella, pero bueno)
No quise centrarme en cada pelea porque pese a que tengo imaginación, tampoco puedo andar inventando cosas nuevas para cada capítulo (de paso por esto es que prefiero a Katt, me evita inventar cosas cada página) y como voy a seguir con la acción no quiero usar todo en uno xD Akio y Enkai son mis niños nuevos, no los verán mucho, pero igual, eso no implica que las otras naciones no tengan gente con nombre. Quizás para el inicio del siguiente capítulo haga que alguien de un reporte de cómo ocurrieron las cosas así se sabe un poco que estuvo haciendo cada uno, incluso los que no mostré ahora.
Sakura... estoy comenzando a pensar que las partes que no me gustan de ella me impiden poder escribirla bien. Como es la mujer protagonista y buena parte de sus escenas se la pasa o llorando o golpeando a Naruto... pues como no quiero esas facetas me cuesta trabajo, también el que no considere de que la muchacha sea TAN eficiente en combate me la restringen un poco (Fuerza tiene, pero técnica y velocidad son cosas de las que no goza según los databook y lo poco que se puede ver de ella peleando luego de la pelea contra Sasori)
Numéricamente hablando Katt es mejor que Temari, pero sigo insistiendo en que más importante para la efectividad es la forma en la que uno se maneja o sabe usar sus poderes. La pelirroja es eficiente, pero eso si la pongo al costado de alguien de Konoha, la gente de Suna la veo mucho más efectiva, su estilo las veces que han sido mostrados por Kishimoto es mucho más agresivo y de por si el que vivan en un desierto les suma más puntos aún xD
Dejar a los pequeños... quizás debí de hacérselo más complicado a Katt, a fin de cuentas recuerdo que mi mamá me decía que detestaba ir a trabajar y tener que dejarme con mis abuelos (y eso que era solo ocho horas de trabajo de oficina donde la vida no peligra) por suerte Katt es un tanto volátil y aunque quiere a su bebé sabe que aunque las dos se pongan a gritar y patalear Tsunade la va a mandar de una patada a la misión o en todo caso si llega a esos extremos darle de baja como ninja (y ninguna le hace gracia, en especial la primera xD)
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