CAPITULO 8 Las clases continúan
La campana del salón de clases sonó, anunciando el inicio de una nueva lección en el distrito escolar en Reddosilva. Los estudiantes se acomodaron en sus asientos, listos para aprender más sobre la historia y los secretos de su ciudad. Sin embargo, esta vez, la maestra Ginne tenía algo especial preparado para ellos.
—¡Buenos días, queridos estudiantes! —saludó la maestra Ginne con una sonrisa en su rostro—. Hoy será un día emocionante porque hablaremos sobre los poderes y dones que existen en nuestra querida Reddosilva.
Los ojos de los niños se iluminaron con curiosidad e intriga. Habían oído hablar sobre los poderes de los vampiros y los dones de los médiums, pero todavía no tenían una comprensión completa de estas habilidades extraordinarias.
—Para empezar, quiero que todos se pongan de pie y formemos un círculo en el centro del salón —indicó la maestra Ginne.
Los niños se levantaron emocionados y se agruparon en el centro del aula.
—En Reddosilva, vampiros, humanos y médiums poseen poderes y dones únicos que los hacen especiales. Estas habilidades han sido parte de nuestra historia desde tiempos ancestrales —continuó la maestra Ginne.
La maestra Ginne explicó los poderes de los vampiros, tomando nota en el pizarrón para enfatizar sus puntos.
—Así es, la fuerza y la velocidad son poderes inherentes a todos los vampiros, gracias a la naturaleza de nuestra sangre. Estas habilidades nos diferencian en gran medida de los humanos y nos otorgan una ventaja en muchas situaciones.
Respecto a la magia, como bien mencionaron, algunos vampiros poseen la capacidad de utilizarla, pero no todos. La magia elemental es una forma de magia que algunos vampiros pueden dominar, y es gracias a su linaje y la composición especial de su sangre. No obstante, también hay humanos que han desarrollado la habilidad de utilizarla, aunque lograrlo requiere de un entrenamiento arduo y dedicado.
La maestra Ginne se acercó al niño que había dado la respuesta anteriormente y le sonrió.
—Es bueno ver que estás prestando atención y que ya tienes conocimientos sobre los poderes de los vampiros. Pero, como siempre, hay mucho más por aprender. Ahora, quiero que todos ustedes se preparen para una demostración práctica.
Todos los alumnos se emocionaron ante la perspectiva de presenciar una demostración de los poderes de la maestra. La maestra Ginne se posicionó frente a ellos y, con un gesto de su mano, un viento suave pero perceptible comenzó a soplar en el aula, haciendo que algunos papeles volaran ligeramente.
—Como pueden ver, esta es una muestra de mi control sobre el viento, una de las formas en que los vampiros pueden usar la magia elemental. Sin embargo, cada vampiro puede tener una afinidad diferente con un elemento específico, como el fuego, el agua o la tierra. Es importante descubrir cuál es tu afinidad y entrenar para desarrollarla.
Los elementos que se pueden controlar con esta magia con mayor precisión son el agua, la tierra, el fuego y el viento. Por ejemplo, yo puedo manejar la magia elemental del viento y crear pequeñas ráfagas que puedo dirigir hacia donde yo quiera, cortando cualquier cosa que esté en su camino. De su mano empezó a formarse un remolino y de él salió algo parecido a un rayo que lanzó hacia la puerta. Cuando miramos hacia donde había ido la ráfaga, vimos que la puerta tenía pequeñas cortadas.
Oímos un carraspeo y volvimos a dirigir la mirada a la maestra.
—Este es solo un ejemplo de lo que puedo hacer, pero es una magia básica y simple. Otro ejemplo de la magia de viento es que, si quisiera, podría hacer que los objetos vuelen, pero esa ya es una magia un poco más avanzada y requeriría un artefacto para amplificar el poder y alcance de esta magia natural.
—Recuerden que con grandes poderes también vienen grandes responsabilidades. La magia debe ser usada sabiamente y con cuidado, siempre en beneficio de los demás y nunca para causar daño.
Los niños asintieron, impresionados por la demostración y los consejos de su maestra. La clase continuó con más lecciones sobre la historia y los poderes de Reddosilva, y los alumnos se sintieron emocionados por todo lo que estaban aprendiendo.
—El artefacto del que les hablo sería el conducto por el cual la magia elemental aumenta su poder y por eso a este tipo de magia la llamamos magia amplificada. —Se acercó al escritorio y de ahí tomó un libro—. Yo utilizo este libro como conducto —nos lo mostró, pero para mí parecía solo un libro común.
—Es solo un libro, maestra —dijo un estudiante.
—Así es, como dije, si alguien sin magia lo sostiene, solo sería un libro normal. Pero el truco está en que se necesita que el artefacto, o en este caso, el libro, cumpla tres requisitos para que pueda amplificar la magia —continuó la maestra mientras se dirigía al pizarrón y seguía escribiendo—. El primer requisito es que tiene que ser algo perteneciente al vampiro, o más bien, al mago; el segundo es que este objeto haya estado en contacto directo con el elemento que se quiere amplificar, además, este elemento tiene que ser de una gran pureza.
—El tercero y último requisito es que tiene que tener grabado con una tinta especial el nombre del dueño. Aquí, el nombre es importante, ya que una vez escrito, funciona como interruptor y el objeto se convierte en un artefacto de conducción de magia —terminó de explicar la maestra.
Otro alumno levantó la mano y le preguntó si con eso en el libro podría volar.
—Sí, con eso sería posible —respondió la maestra.
—¿Y me podrían hacer volar por los aires, maestra? Siempre he querido volar alto, bien alto —agregó el niño.
La maestra le sonrió y, con un movimiento de su mano, abrió una de las ventanas.
—Será mejor que no lo haga, pero les puedo mostrar algo similar —dijo mientras tomaba el libro que había dejado en la mesa y lo abría por la mitad. Cerró los ojos y el libro empezó a emitir una tenue luz que pronto se volvió más intensa. De los pies de la maestra surgió un símbolo que también brilló y, en segundos, la vimos flotando unos centímetros del suelo.
Los objetos del salón, como plumas, libros y otros elementos, también comenzaron a brillar y flotar, mostrando el mismo símbolo en sus superficies. Después, la maestra giró su cabeza hacia la ventana abierta y los objetos flotantes se dirigieron hacia ella.
La señorita Ginne les pidió a todos que regresaran a sus asientos. Una vez que lo hicieron, devolvió los objetos a sus dueños y cerró el libro, guardándolo en una bolsa.
—Después de esta demostración, espero que tengan más claro este tipo de magia. Sigamos con los poderes —continuó—. Aparte de lo ya mencionado, la fuerza, la velocidad o la magia, tenemos algo que llamamos dones. Estos se clasifican según su uso; algunos son la inteligencia superior, el manejo de armas, los escudos, el control, la inmunidad, el lenguaje o la mejora de lenguaje. Son los más comunes, y también hay diferentes grados entre ellos.
Una niña le preguntó algo a la maestra.
—Maestra, ¿cómo manejar un arma es un don?
—Buena pregunta. Mira, las armas las puede manejar cualquiera con un buen entrenamiento y dedicación constante, al igual que la magia. Pero para nosotros, los vampiros, probablemente el que obtiene este don puede hacer de una simple hoja de árbol un arma letal, además de convertirse en un experto en el uso de cualquier arma. Y para esa persona, no es necesario un entrenamiento extremadamente difícil, con saber lo básico, y en ocasiones, ni eso, se vuelve experto en su manejo.
—Aunque la mayoría normalmente elige especializarse en una o dos armas comunes, como las espadas, lanzas o cuchillos, hubo un sujeto que usó su propia sangre como un arma; pero esos ya son casos muy raros —terminó contando la maestra—. También nos explicaron que no todo era bueno para quienes tienen el don, ya que están expuestos a riesgos más altos, tanto ellos como su familia, pero no dijeron qué eran adecuados.
Los niños observaban boquiabiertos la demostración de magia de la maestra Ginne. El aire en el aula parecía vibrar con una energía palpable mientras los objetos flotaban suavemente a su alrededor. Los ojos de todos brillaban con asombro y emoción. Tiara, especialmente, estaba embelesada. "Cuando me convierta en vampira," pensó, "me pregunto qué tipo de magia tendré. ¿Será fuego, como mi hermana, capaz de crear y controlar llamas con solo un pensamiento? ¿O quizás tierra, como mi hermano, que puede moldear el suelo y las rocas a su voluntad?" La idea la llenaba de entusiasmo y curiosidad. "Me gustaría ser capaz de controlar el fuego," se dijo a sí misma, imaginando cómo las llamas danzarían en sus manos. "Pero también sería increíble poder mover la tierra y hacer crecer plantas con solo un toque." Mientras soñaba despierta, la maestra Ginne continuaba con su lección, y Tiara se prometió a sí misma que descubriría su afinidad mágica y la dominaría por completo.
Blossom, la amiga de Tiara que también compartía salón de clases, cuestionó a la maestra sobre un tema pendiente de la clase anterior.
—Maestra, ayer, con el tema de las razas, no terminamos de hablar de los humanos.
La maestra se volvió hacia la niña y le dijo:
—Oh, sí, disculpa, con esto de la magia se me olvidó. Bien, sigamos entonces.
—Está bien, empieza tú, ya que estás interesada en los humanos —le respondió la maestra a la niña.
—Sí, bueno... la raza de los humanos es la que habita la ciudad en menor proporción dentro de Reddosilva. Ammm...
—Sus características más destacables serían la creatividad, algunos pueden usar magia, viven menos que los vampiros, y también algunos humanos pueden ser bendecidos con el don de la inmortalidad dado por los vampiros.
La maestra felicitó a su alumna. Quería explicar este tema más tarde, pero ya que la niña lo sacó a colación, lo haría ahora.
—Como dice su compañera, un vampiro puede convertir a un humano en uno de nosotros cuando lo mordemos y deseamos que se convierta en un igual. Esto no pasa seguido, si no, aquí solo seríamos vampiros —trató de bromear la maestra—. Lo que quiero decir es que solo si queremos, esa persona se convertirá, principalmente si tenemos un gran apego a esa persona. Para nosotros no existe lo que ustedes llaman género; si nos gusta alguien, simplemente nos gusta y ya, y por lo tanto quisiéramos estar más tiempo con él o ella.
—En otros casos, lo hacemos si consideramos amigo o aliado al humano. También influye cuánto cariño le tengamos, ya que le podemos otorgar parte de nuestro poder. Claro que en el recién convertido sería más débil que en nosotros, pero con el tiempo se acostumbrará.
—Finalmente, aquellos a quienes convertimos tendrán que pasar por una ceremonia... digamos que más dolorosa, para convertirse totalmente en uno de nosotros. Pero eso no les toca saber a ustedes aún.
Volviendo al tema de los humanos, la maestra le dio una mirada a Blossom, quien esperaba feliz que su respuesta hubiera sido la correcta.
—Me alegra que pienses así de los humanos —respondió la maestra—. Niños, tienen que hacer más preguntas. Está bien que no sepan, por eso estamos aquí, para aprender.
Se escuchó el sonido de la campana y, al hacerlo, la maestra nos informó que la clase había terminado y que continuaríamos en la siguiente sesión.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro