Hice un rápido recorrido por toda mi vida, recordando cosas que nisiquiera sabía que habían pasado.Reviviendo sentimientos olvidados, hasta que volví a la realidad, a mi pelea actual.
Aún con los ojos vendados pude ver todo. El chakra brotaba de todo mi cuerpo, algo en mi interior me inpulsaba a triunfar. Pude parar todos los shurikens en menos de un segundo. El Sol ya se estaba metiendo, me sorprendió todo el tiempo que había pasado.
Kumo se acercó a mi. -Eso era justo lo que queríamos que pasara- me felicitó -Por fin liberaste todos los sentimientos que te bloqueaban, ¿Ahora lo vez? Todo ese odio, tristeza, enojo con el mundo hacian que fueras menos fuerte, literalmente te cegaban. Y la verdad es que me has sorprendido, tu madre necesitó mucho más tiempo para liberarse de todos esos sentimientos , y tu tan solo unas horas- me explicó. Y ciertamente sentía la diferencia, ahora todo era más tranquilo, había liberado mis sentimientos malos, y había ganado mucho más poder.
Kumo me dejó irme, había perdido bastante sangre y estaba agotado. Una vez en mi cuarto me metí a la bañera y solté un suspiro.
"Me pregunto como estaras, Deidara. No se en dónde estas, ni nada sobre esa organización en la que estas, sólo se que si te hace feliz, puedo soportar cualquier dolor por ver esa sonrisa en tu rostro"