No dormí mucho, pero aún así estaba dispuesta a entrenar con todas mis fuerzas. Agarre mi mochila, que estaba intacta ya que no le había quitado nada ayer, me colgué la katana en la espalda y salí a la calle.
Eran las 8:00 am. Subí por la colina que llevaba a la casa de Natsu y entre a esta. Natsuki estaba dormida.
Abrí las cortinas de su cuarto, dejando entrar la luz de la fresca mañana. -¿qúe quieres?- musitó entre sueños -Me voy a ir por este mes- le dije. Se levanto agitada. -¡¿A dónde?!- . Le conté todo lo que había pasado la noche anterior. Ella ahora estaba sola como yo. Su padre ya había muerto mucho antes pero su madre.. Ella murió ayer junto con mis padres.
Al parecer ella también iría a entrenar con su clan. El clan Hikari. Pueden ver a los muertos y hablarles con su variación del byakugan. Fue un clan creado por mis antepasados del clan senju.
Me quede un rato hablando con ella pero luego me fui. Tenía que ver a Kumo a las nueve en punto y ya eran las 9:10. Antes de llegar a las puertas de Iwa le deje una carta a Kentaro explicándole todo.
-Vaya puntualidad- exclamo el gato sarcásticamente, refiriéndose a que ya eran las 9:15. Después de una larga discusión de puntualidad fuimos invocados a la aldea y llegamos en menos de un minuto.
La aldea de los felinos era lo contrario a lo que yo creía que era. Vaya que era hermosa!!!
-Bien Akira, desempaca tus cosas- me dijo Kumo, dándome el mapa del lugar y la llave de mi cuarto.
Una vez que deje todo en mi acogedor cuarto, sin pensarlo me quede dormida en la comoda y esponjosa cama.
Cuando desperté alguien me había cerrado las cortinas, y 8 gatos estaba acurrucados durmiendo en mi y a mis lados.
Al parecer eran mejores compañeros de lo que creía.