Ciertamente el entrenamiento había sido mucho más fáil después de librarme de todo el odio que tenia, pero nadie me había dicho que el tiempo se pasaría así de rápido, ya que antes de que si quiera me diera cuenta ya había pasado un mes.
Y si, después de varias cosas yo ya había cambiado. Quizás nl era totalmente distinta, pero ahora era mucho más fuerte. Me había dado cuenta de cosas que antes no hubiera ni pensado. Ya no era una simple niñita, había madurado.
Empaque mis cosas, ya que este día volvería a Iwagakure. Dios! Nl podía esperar para ver a Natsu y a Kentaro. Kumo me dió un diploma de graduación, y deapués de despedirme de todos regrese a Iwa en menos de un segundo con un justu de transportación.
Iwa ni habia cambiado en lo absoluto, ni la gente. Fuí corriendo con el tsuchikage, que me dió un pergamino y me felicitó por todo el entrenamiento.
Lo nuevo era mi casa. Hoy sería la primera vez que viera mi nueva casa, más bien departamento en el centro de la ciudad. Tendría que vivir allí por que mis padres habian muerto y la casa ahira le pertenecia al estado.
Antes de ver mi nueva casa corrí a saludar a Kentaro. "¡¡¡Akira!!!" Exclamó al verme. Entre a su casa y subimos a su cuarto. "Mañana volvemos a Konoha" me anunció. "No sabía que tan pronto" le anuncié. "Y Natsuki vuelve de su entrenamiento mañana. Va a estar agotada"
Después de eso fuimos a comer barbacoa y hablamos de todos los jutsus nuevos que habíamos aprendido, y de como hibamos a vencer a todos en los examenes. Esta era la vida que tabto adoraba, solo faltaba Natsuki.