Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Los hermanos Pevensie


Editado 22.12.17

La menor de la familia Pevensie corría atreves de la calle sin fijarse en los carros. Entonces un carro dio un frenazo y pito.
-Ten mas cuidado, nena - dijo el señor del carro.
-Perdón -dijo ella. Mientras, su hermana mayor se encontraba en un puesto de periódicos hasta que un chico se le acerco.
-¿Estudias en Saint Finbar verdad?- le dijo el.
-Así es -contestó ella
-Te he visto.... Siempre esta sola
-Si, me gusta que me dejen en paz- dijo en forma de indirecta. Trataba de ser amable pero en realidad quería que ese chico se alejara.
-Yo también- Susan empezaba a impacientarse. ¿Cómo le decía a ese chico, de forma amable, que no quería hablar con el?
-¿Cómo te llamas?
-Phillips- contesto como mentira piadosa
-¡Susan!- grito Lucy, su hermana menor-. Más vale que vengas a ver esto- Susan miro al chico por ultima vez y luego tomo sus cosas y corrió detrás de su hermana. La pequeña la guió por la estación de trenes hasta que se toparon con un grupo de muchachos y muchachas viendo algo que no estaba a la vista de ellas. Caminaron atreves de la multitud hasta que vieron a su hermano mayor, Peter Pevensie, en una pelea con otros dos chicos, ellos parecían llevarle la delantera. Luego al lado de Lucy, la pequeña de los hermanos, apareció otro muchacho dispuesto a entrar a la pelea.
-¡Edmund!- grito, pero el la ignoró. Era el hijo varón más pequeño. Entre Lucy y Susan. Parecido a sus hermanos, solo que sus ojos eran de un café profundo. La pelea continuo hasta que unos soldados detuvieron ambas partes de la pelea.

-De nada - dijo en forma de reproche Edmund. Acababa de sentarse en la orilla de una banca con Peter a su derecha y mas allá Lucy y Susan.
-Lo tenia controlo- le respondió el mayor.
-¿Y esta vez porque fue? - Pregunto Susan.
-Me empujo
-¿Y por eso le pegaste?- preguntó la menor con preocupación
-No- siguió explicando el mayor-. Luego me dijo que le pidiera disculpas.... Ahí lo golpee.
-No te costaba darle la espalda e irte- dijo Susan con los brazos cruzados
-¿Por qué debo hacerlo?- inquirió molesto Peter-. ¿No están cansados que los traten como niños?
-Somos niños- le reprocho Edmund.
-Pero no siempre lo hemos sido -dijo y se volvió a sentar-. Ya paso un año cuanto mas nos hará esperar
-Creo que debemos aceptar nuestras vidas aquí, es inútil pensar otra cosa- dijo Susan. Pero entonces se dio cuenta que el mismo chico de los periódicos se acercaba. Bufo en silencio y luego se dirigió a sus hermanos. -Finjan que hablan conmigo - les dijo
-Estamos hablando contigo -dijo Edmund y ella le contesto fulminándolo con la mirada. Si Peter les hubiera estado prestando atención seguramente los habría regañado, pero el se dedicaba a ver una pelirroja que lo saludaba.
-Peter, ¿Qué haces?- cuestiono su hermana menor.
-Oh, nada - dijo algo sonrojado-. Mejor deberían preguntarle a Edmund-. Y era verdad, Edmund miraba perdidamente a una rubia, que lo miraba con cierta picardía.
-¿Cómo es que alguien los encuentra atractivos?- pregunto con burla Susan. Edmund desvió la mirada al oír a su hermana
-Lo mismo que ese chico te ve a ti- dijo refiriéndose al mismo chico de los periódicos, que por ahora se dedicaba a mirar a Susan. Susan le dio una mirada de odio a su hermano y este sonrió gracioso.
-¡Auh! -dijo Lucy y se levanto de la banca.
-Cállate, Lu -le dijo su hermana. -Algo me pellizco
-Oye, basta -dijo Peter hacia Edmund.
-Yo no te toque- le respondió este. Después Susan y Edmund se levantaron con la misma excusa. Algo los había pellizcado.
-Parece magia - le dijo Lucy a su hermana.
-¡Tómense las manos! -grito Susan. Tomo la mano de Lucy y luego la de Peter.
-¡No pienso hacer eso! -le respondió Edmund, también con gritos.
-Solo hazlo -le dijo Peter y le tomo la mano. Parecía que un tornado azotaba la parada de trenes, pero nadie parecía notarlo además de ello. Un tren empezó a pasar enfrente de ellos, pero no parecía tener tenia intención de parar. En unos momentos la parada de trenes desapareció. Las bancas, los trenes y las personas ya no estaban. Y ahí estaban. En la orilla del océano, todo para ellos. Habían vuelto a Narnia. Ambas hermanas se miraron con sonrisas picaras y salieron corriendo hacia el agua, seguidas por Peter y Edmund.
-Lastima que no seas tan rápido como yo, Ed- le dijo Peter.
-El último que llegue pierde- grito Lucy. Los cuatro se quitaron sus suéteres, mochilas, zapatos y chalecos antes de entrar al mar. Ya en el, los chicos se divertían, se tiraban agua y reían. Habían extrañado mucho estar ahí.
-¡Ed! -le grito su hermana mayor cuando vio que miraba un punto fijo, bastante desconcertado.
-¿Ed?
-¿Donde creen que estemos? - pregunto Ed.
-¿Tu donde crees?- le respondió su hermano con sarcasmo.
-Es que yo nunca vi ruinas en Narnia - los cuatro hermanos se quedaron viendo las desconocidas ruinas.
-Hay que ir a averiguar- dijo el mayor.

Ya en aquellas ruinas, las cuales eran desconocidas, pero al mismo tiempo se sentía un aire familiar.
-¿Quién creo que habito aquí?- pregunto Lucy a su hermana.
-Creo que nosotros -le respondió ella. Habia encontrado un pequeño artefacto de oro, una pieza de ajedrez con exactitud.
-Oye eso es mío- le dijo Edmund apareciendo-. De mi juego de ajedrez.
-¿Qué juego de ajedrez? - pregunto el hermano rubio, llegando de el lado contrario por el que había llegado Edmund
-No tengo un juego de ajedrez de oro solido en Flinchley ¿o si?- le contesto Edmund.
-No puede ser -preocupada y alterada, corrió Lucy hacia el centro de las ruinas.
-¿No lo ven?
-¿El que? -la cuestiono Peter.
-Imagina muros -le dijo a su hermano-, y columnas ahí - dijo colocando a Susan a la izquierda de Peter- y un techo de cristal - le dijo a Edmund.
Y así en sus posiciones, el mayor dijo con tristeza: -Cair Paravel

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro