La bruja blanca (Parte 2) 《Maraton 1/?》
Editado 02.01.18
Lo irónico del caso, es que ninguno presto atención a lo que tenía enfrente, la bruja blanca. Ni Peter ni Lucy ni Edmund ni Trumpkin.
Trumpkin se dirigió hacia Nikabrik, ambos sabían pelear y se encontraban en igual ventaja. Pero en un descuido Nikabrik logro botar a Trumpkin y lo hubiera matado de no ser por Lucy, quien con su daga amenazo el cuello del enano. Pero el enano logro atacarla con esa misma daga, la acorralaba con unas rocas cuando una espada lo atravesó.
Trumpkin la habia salvado.
Por su parte, Edmund se enfrentaba al hombre lobo. El habia hecho caer a Edmund, pero este logro herirlo en la caída. Al levantarse habia logrado correr hacia unas rocas y saltar sobre ellas, provocándole una herida en el rostro al animal, hiriéndolo de muerte. Luego, como si una voz lo llamara, volteo hacia donde Kayla. Corrió al verla tirada en el suelo.
-¿Estas bien? -le pregunto mientras la ayudaba a pararse.
-Si -mintió ella. Aun tenia la herida en el brazo, además que por el golpe habia sufrido una torcedura en el pie.
Por otro lado, Peter se habia dirigido directo hacia la criatura con el pico de ave. Habia logrado desarmarlo, pero el la tiro hacia unas rocas, matándolo al instante. Peter no le tomo importancia y corrió hacia Caspián y la bruja blanca.
-¡Rápido! -grito la bruja blanca al ver los Narnianos muertos y como Peter se acercaba.
-¡Apártate! -Peter habia llegado, empujo a Caspián, tomando la posición que antes ocupaba el.
-Peter, querido, te eche de menos -dijo la bruja blanca cuando lo tuvo enfrente
-¿Ella es la bruja blanca? -preguntó Kayla, al lado derecho tenia a Edmund y al izquierdo a Lucy y Trumpkin. Los dos menores Pevensie asintieron.
-Ven, con una gota basta. No lo lograras solo y lo sabes -Peter la miro confundido ¿y si tenia razón? ¿Y si el no podría? Peter empezó a ceder a la bruja, bajo su espada y no puso resistencia alguna. La bruja estiro la mano para tocar la ceja de Peter, la cual estaba herida.
Pero antes que Peter dijera algo o se acercara mas, en el bloque de hielo se formo una agrieta, luego se desmorono, destruyéndose en muchos y muchos pedazos. Detrás estaba Edmund, y a su lado Kayla. Ella se sostenía las costillas con una mueca de dolor, un moretón mas causado por el golpe.
-Ya lo se, lo tenias controlado - dijo Edmund. Suspiro, estaba cansado y enojado con Peter.
Kayla negó con la cabeza, estaba triste y decepcionada de Caspián.
Edmund pasó un brazo por la cintura de ella para ayudarla a caminar e ir a curarla. Antes de salir, ambos dirigieron una mirada de decepción a sus respectivos hermanos mayores.
Pero no eran los únicos que los miraban así. Detrás de ellos, Susan, los miraba de la misma manera. Peter y Caspián bajaron la cabeza, estaban avergonzados. Sin encontrar que decir, Susan se retiro molesta. Lucy y Trumpkin también se marchado del lugar, dejando a los Peter y Caspián pensar sobre sus estupideces.
Caspián estaba sentado en la parte mas alta del lugar, pensando en la idiotez que acababa de realizar. Por su mente pasaban ideas que lo lastimaban. Pensaba que tal vez el no seria un buen Rey, que su hermana era mas valiente e inteligente que el, que ella en un día seria mejor Reina de lo que el seria en su vida.
Sus dolorosos pensamientos fueron interrumpidos por su profesor, quien se sentó junto a Caspián sin decir nada.
-¿Por qué nunca nos contó acerca de nuestro padre?
-Mi madre era una enana negra de las montañas del norte -le respondió el anciano-, arriesgue mi vida todos estos años para que un día tu y tu hermana fueran mejores reyes que los que te presidieron
-Entonces yo te he fallado -dijo Caspián con la cabeza agachada.
-Todos lo que les dije y todo lo que no les dije fue porque creo en ustedes. ¡Pueden llegar a convertirse en la más noble contradicción de la historia! Los telmarinos que salvaron Narnia.
-A veces pienso que no podre se un buen Rey, mi tío me lo decía todo el tiempo. No soy tan valiente ni inteligente como mi hermana -el profesor volteo a verlo y empezó a carcajearse. Caspián lo miro confundido y frustrado-. ¿Qué sucede?
-¿Eso es lo que te preocupa Caspián? -el muchacho asintió-. Para ser un bueno Rey no se necesita de la valentía y la inteligencia de la que tu hablas.
-¿Entonces de cual?
-La que no se mide por la agilidad en las armas o conocer cada detalle de la historia de Narnia. Si no la que se mide con actitud, ganas de luchar, querer defender lo que amas y valoras - Caspián sonrió.
-Gracias profesor.
Peter también habia estado pensando en sus estúpidas acciones. Recostado en la mesa de piedra, miraba con la mirada perdida a la imagen de Aslan. Sentía que lo habia defraudado. Al igual que Caspián, Peter necesitaba alguien que lo consolara y ayudara a saber que tenia que hacer. Para su suerte, llego la persona indicada para hacerlo entrar en razón. Lucy. Aunque pareciera imposible y extraño, Lucy era la única que no se habia decepcionado cuando Peter habia cedido a la bruja blanca.
-Tienes suerte ¿sabes? -le dijo Peter a su hermana, quien se habia sentado junto a el.
-¿A que te refieres? -preguntó Lucy.
-De haberlo visto -dijo mientras soltaba un suspiro de tristeza-. Ojala me hubiera dado una prueba.
-Quizás nosotros debemos darle pruebas a el -ambos dirigieron la vista a la imagen de Aslan, con la esperanza de que el llegara a ayudarlos.
Pero el que llego fue Edmund, y no precisamente a ayudarlos.
-Pete, debes venir rápido -interrumpió, los tres se miraron y salieron a, donde momentos antes, habia estado Caspián. Al llegar se dieron cuenta que solo ellos faltaban.
Susan, Caspián, Kayla, el profesor y Trumpkin observaban como los miles y miles de soldados telmarinos se acercaban a su territorio. Y el asunto se puso mas grave. Sus tropas estaban bien armadas, tenían grandes catapultas, ballestas, espadas y caballos.
Pero un caballo llamaba la atención más que los demás. No era por su implacable color blanco, ni por ser el que iba en medio de todos, lo que hacia especial a ese caballo era su dueño. Su hombre de barba negra y puntiaguda, con ojos oscuros como sus intenciones; vestido con una armadura de oro, que lo destacaba de los demás soldados. Conocido como Rey Miraz por los telmarinos, pero para los Narnianos no era más que un tirano y un usurpador.
Y el lo sabia.
-Tazas y timbales, ¿ese es su nuevos plan? Mandar a una niña a lo más oscuro y profundo del bosque ¡SOLA! -exclamó el Q.A. señalado a Lucy. Y de hecho ese era el plan, mandar a Lucy al bosque en busca de Aslan, ya que solo el podría ayudarlos.
En esos momentos se encontraban todos alrededor de la mesa de piedra, escuchando el nuevo plan de Peter. Al igual que Trumpkin, algunos dudaban de si seria buena idea mandar a la pequeña Reina al bosque.
-No tenemos mas remedio -contesto Peter.
-No dejare que vaya sola -dijo Susan, mientras colocaba una mano en el hombro de su hermana.
-¿No han muerto ya suficientes en esta guerra?
-Nikabrik también era mi amigo - interrumpió Buscatrufas-, pero perdió la fe, la Reina Lucy no, y claro, yo tampoco.
-Por Aslan -dijo Reepichepp con su espada en el pecho.
-Por Aslan -dijo un oso Panzón.
-Entonces voy contigo -sugirió Trumpkin. Aunque al principio habia ocultado su agrado por Lucy, la pequeña Pevensie habia logrado ganarse el total cariño de el enano.
-No, te necesitan aquí -Lucy puso una mano sobre el hombro de Trumpkin, que era unos centímetros mas bajo que ella.
-Debemos distraerlos hasta que las dos estén de vuelta -interfirió Peter.
-Si me permiten -dijo Caspián, quien habia permanecido callado hasta entonces-. Miraz tal vez sea un tirano y un homicida, pero como Rey debe apegarse a las tradiciones expectativas de su pueblo. Existe una en particular que nos permitirá ganar tiempo. . . - todos guardaron silencio, incluso Kayla, y dirigieron sus curiosos ojos hacia Caspián. Su plan era, desde cierto punto, arriesgado y complicado, pero en esos momentos no habia otra cosa que hacer.
La primera fase del plan era retar a Miraz a un combate cuerpo a cuerpo, Rey contra Rey, el contra Peter. Edmund fue elegido para comunicar el mensaje. Con un centauro y un gigante de acompañantes, y un ramo de flores como tributo, se disponía a ir. Pero un conjunto de interrupciones, alargo su camino.
Primero; prepararse. Tenían muchas razones para desconfiar de Miraz, por lo cual Peter les habia ordenado colocarse armaduras pesadas y sus armas.
Segundo; el miedo que corría por sus venas y articulaciones, y aun así trataba de controlarlas.
Tercero; todas las personas que lo detenían para desearle suerte, abrazarlo o hacerle una reverencia. Todos lo habían detenido: Peter, Susan, Lucy, Q.A., Buscatrufas, Caspián, Reepichepp; todos menos. . .
-¿Me espías? -preguntó Edmund. Aunque Edmund estaba solo en la habitación, no se habia hecho esa pregunta así mismo.
-Claro que no -respondió alguien mientras salía de detrás de la puerta-. Las mujeres jamás deben observar a los hombres ellos deben observarnos a nosotras - dijo Kayla mientras se apoyaba en la pared, con aire orgulloso.
-¿Entonces que haces aquí?
-Vine a desearte suerte -elevó sus ojos a los cafés de él y en ese momento se encontraron. Pensó mil formas para decirle lo que sentía, pero ninguna le parecía la correcta. Y es que la mejor forma de decírselo tenía dos palabras: te amo.
Pero se mordió la lengua y se trago todas las maneras en que habia pensado decírselo. Y segundos después tenía los brazos alrededor del cuello de Edmund. El coloco sus brazos alrededor de la cintura de ella.
-Edmund, no se en que momento te volviste alguien tan importante en mi vida, pero lo hiciste y me dolería perderte.
-Te prometo que volveré.
-Júramelo -Kayla escucho la risa de Edmund en su oído, pero todo lo que habia dicho era cierto. No quería, no podría aceptar perder a Edmund. Y aunque no entendía muy bien la razón, le bastaba el hecho de saber que si el se iba algo en ella también se iría con el
-Te lo juro -Kayla sonrió, se dirigió hacia la salida, cuando sintió un tirón en su brazo. Volteó hacia Edmund, quien tenía sujetada su muñeca. Tenía la intención de jalarla hacia el decirle que la amaba y besarla. Pero sus labios no se despegaban y en su garganta se habia formado un nudo. Kayla se soltó de su agarre y salió de la habitación.
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Hola! Y con esto empiezo el maraton, aun no se cuantos capitulo seran.
No se que horas sean en su pais, pero por lo menos aqui son la 12:21 a.m. Asi que hasta mañana (de hecho ahora) subire capitulo.
Y con eso me despido, nos leemos en unas horas!
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