-Edmund, no me mal intérpretes, adoro que me abraces pero estas empezando a asfixiarme- exclamó Kayla cuando sintió como los brazos de su novio volvían a envolver su cintura.
-¿Qué quieres? Pensé que te había perdido definitivamente cuando te vi con ese colmillo enterrado en tu estómago, ni creas que me separaré de ti- respondió Edmund mientras enterraba su rostro en el cabello de Kayla.
A pesar de sus palabras, la pelinegra se hizo para atrás, apretando más su cuerpo al de Edmund.
Las palabras de él eran ciertas, un colmillo de serpiente se había enterrado en su vientre hacía unos 30 minutos. Pero ella sentía como si la herida hubiera sanado hacía ya un par de décadas. Conocía los poderes del vino que Lucy siempre portaba, pero no creía que fueran tan efectivos.
Se sentía incluso con más energía de la que se esperaba después de una guerra y incluso más de la que tenía al empezarla.
-Pero ahora me siento mejor, mucho que mejor de hecho- admitió mientras da vuelta entre los brazos de Edmund-. Ese remedio de Lucy en serio es bueno.
-Lo sé, ya ha hecho efectos en mi- el castaño dirigió su mirada a los ojos de Kayla mientras ella colaba sus manos en el cabello de él y le daba un sonoro beso en la mejilla-. Creo que deberíamos ir saliendo.
-Lo sé- dijo Kayla separándose de él-. ¿Puedes creer que llegamos a la nación de Aslan?- se acercó a la cama de la habitación, donde se encontraba su cinturón. Su mano rozó un par de dagas cuando la voz de Edmund la detuvo.
-No creo que los llegues a necesitar- dijo el castaño mientras atraía a Kayla hacía si. Volvió a jalar su brazo para dirigirla a la salida.
-¿Y si lo llegará a necesitar? No lo sabes, nadie lo sabe. Es Narnia, la tierra donde puede ocurrir todo.
-Si algo llega a ocurrir te prometo que te protegeré, ni pienses que dejaré que te ocurra algo- acercó sus labios a la frente de ella, dejando un casto beso para luego apretarla entre sus brazos.
Kayla se alejó lentamente de ese abrazó. Su novio la vio confundido hasta que sintió los labios de ella sellarse con los suyos.
Se perdió en ese momento, sin importarle lo que Narnia o el tiempo pudiera traerle, sin importarle que probablemente los demás los estuvieran esperando afuera, o sin importarle que su vida fuera efímera. Solo le importaba la chica a su lado y cuando rápido podía latir su corazón al besarla. ¿Qué más podía importarle que perderse en sus azulados ojos y ceder ante las caricias que daba en los cabellos de su nuca?
No, nada podía importar más que ese momento.

Matt soltó la mejor sonrisa que pudo cuando su abuelo volteó a verlo.
-Matt, le prometí a tu madre que te cuidaría. . .- empezó el Capitán Drinian pero su nieto lo acabó antes de él.
-. . .y que no dejarías que hiciera tonterías- dijo Matt bajando la cabeza-. Además, según tu soy muy pequeño para una gran aventura.
-Matt, esa clase de peligros deben afrontarlos los reyes y guerreros. Son ellos quienes se han preparado toda su vida, y por alto rango que. . .
-¿Y qué más el rango o los tesoros que se tengan? Lo importante esta en la valentía y el coraje, las razones por las que peleas.
-Y tu sabes mucho de valentía ¿no?- Matt se dio la vuelta mientras sonreía para encontrarse con una castaña dueña de esa voz-. Yo pienso, capitán Drinian, que Matthew es un muchacho muy valiente y noble, por no olvidar caballeroso, que ha demostrado mucho valor y entusiasmo en este viaje. Yo creo que usted- Lucy detuvo su discurso un par de segundo y tragó saliva al ver que Drinian lo miraba tan fijamente-, que usted debería darle el permiso para acompañarnos hacia la nación de Aslan.
-La Reina Lucy tiene razón, el muchacho es quien más quiere ir y creo que es el que más se lo merece- dijo Tavros quien trabajaba cerca de ellos. Matt le dio una sonrisa al minotauro.
-Si, el muchacho es joven, dejarlo vivir esa aventura que tanto desea- apoyó otro marino.
Drinian soltó una cansada sonrisa mientras miraba a los dos muchachos frente a él. Llenos de jovialidad y deseos de aventura.
-Supongo que no puedo contradecir el veredicto de un reina- dio una leve reverencia hacia Lucy-. Aunque de seguro hubiéramos encontrado la manera de ir al fin de cuentas ¿no, Matt?
-No tienes idea- respondió Matt tan lleno de felicidad que ni siquiera captaba lo que decía.
Entonces tomó la mano de Lucy y la jaló mientras se perdía a través del barco, no sin antes soltar un último gritó de júbilo-. ¡GRACIAS, ABUELO!
Volvió a jalar la mano de Lucy para seguir su rápido recorrido a través del barco.
A Lucy le recordó la primera vez que había estado en ese barco. Cuando era totalmente insegura de si misma y se sonrojaba cada vez que Matt ponía su atención en ella. Y aquí se encontraba otra vez, su mano junto a la de él, corriendo entre marinos, con el viento en contra y el alma llena de energía. Aunque si retrocediera el tiempo a aquel primer recorrido del barco, nunca se hubiera imaginado llegar a ese punto, tan cerca de la nación de Aslan y tan perdidamente enamorada de Matthew.
-Matt, ya detente- exclamó Lucy en un mar de risas. Apretó más sus talones contra el suelo, mientras sus brazos hacían fuerza jalando el de Matt. Este sintió el repentino jalón y retrocedió unos pasos hasta chocar con Lucy. Ambos estallaron en carcajadas mientras se dirigían a la orilla más próxima del barco.
-Digame ¿no le trae recuerdos esto, Reina Lucy?- la nombrada volvió a reír antes de alzar el mentón y hablar con vos más refinada.
-Ammm, de hecho no lo recuerdo, Matthew.
-¿No lo recuerda, Reina Lucy?- Matt hizo una mueca divertida para luego tomar la mano de la castaña y caminar hasta la punta del barco-. ¿No recuerdas la primera vez que recorriste este barco? ¿La primera vez que hablamos? ¿Acason no se recuerda todos los momentos que compartimos en esta aventura?
-Mmmm- Lucy soltó un suspiro muy exagerado mientras Matt la veía con la mirada llena de cariño y anhelo-. No, no recuerdo mucho de eso- ella sonrió burlonamente mientras el chico levantaba una ceja-. Creo que te confundes de persona, quizás es Lucy -hizo énfasis en su propio nombre- quien recuerde todo eso, señor Matthew.
-Si, tiene razón, Reina Lucy; es ella quien ha vivido las mayores aventuras que puede ser contadas en Narnia.
-Si, inolvidable aventurera- Lucy sonrió antes de darse vuelta de forma exagerada-. Aunque no sola. Creo que tiene un noble compañero. Un joven castaño de nombre Matt- ambos lanzaron un par de risa antes de que Matt la mirara fijamente con una sonrisa.
-Una gran aventura con una gran compañía, ¿no es así, Lucy?- hizo énfasis en el nombre de ella.
-Claro que si, Matt- ella lo imitó haciendo énfasis-. Y claro que recuerdo todos los momentos que hemos compartido en esta aventura.
-Yo también los recuerdo, y creo que nada ni nadie logrará hacer que los olvide- Lucy sonrió antes de pegarse al cuerpo de Matt y apoyar su cabeza en su hombro.
-Estoy muy emocionada de volver a ver a Aslan, hay tantas cosas que quiero preguntarle y contarle- dijo Lucy mientras volvía a verlo-. ¿Tu vas a preguntarle algo?- Matt asintió.
-Voy a preguntarle que le sucedió a mi padre.
-¿Tu padre?- dijo Lucy lentamente, cayendo en cuenta que jamás había escuchado una sola palabra de la familia de Matthew.
-Si- Matt regresó la vista al horizonte-, hace algunos meses se fue en una misión con otro navío. . . y jamás volvió- hizo una pausa pero ninguno de los dos hablo-. Por eso vine en este viaje, pensé que podría encontrarlo, incluso pensé que la bruma verde se lo había podido llevar, pero no.
-Por eso el capitán Drinian hablaba de tu madre. . .- empezó Lucy pero Matt la cortó.
-Mi madre se negó al principio. Es decir, era esto lo que le había quitado a su marido. Pero siempre dijo que yo me parecía a mi padre, incluso podía llegar a ser el doble de terco; y si no había podido detenerlo nunca a él, no podría hacerlo conmigo.
-Y si Aslan sabe donde esta ¿seguirás buscándolo?
-Lucy- la muchacha volvió a verlo pero Matt tenía los brazos apoyados en la orilla del barco y su cabeza enterrada entre estos-, no me entiendes, sólo voy para que Aslan me confirme que mi padre murió.
-Matt. . .- la voz de Lucy tembló.
-No espero otra cosa. Esa es la verdadera razón por la que mi abuelo no quiere que vaya- suspiró y por fin levanto el rostro.
-¿Qué pasa si Aslan te dice que esta vivo? Nunca debes perder la esperanza, menos en. . .- Matt volvió a interrumpirla.
-Si, sigue vivo, bueno yo. . .- suspiró antes de volver a bajar la cabeza-. No lo sé, ya es tiempo que regrese a casa. Mi madre, ya perdió a mi padre, no puede perderme a mi- Matt volvió a alzar la cabeza, ahora con los ojos llenos de lágrimas-. Ella necesitará de mi, en la casa, con mis hermanas. . .
-¿Hermanas?- Lucy volvió a verlo. Matt volvió a verla, esta vez con una sincera sonrisa.
-Jamás te he contado ¿verdad? Tengo cuatro hermanas- Matt rió de la cara sorprendida de Lucy-. Lily, Urania, Caitlyn e Yvette. Todas menores.
-Que lindos nombres- sonrió Lucy-. Aunque de seguro son igual de traviesas que tu- Matt rió mientras negaba con la cabeza.
-¿Yo? ¿Travieso? Por favor, Lucy, parece que no me conoces del todo.
-Mmmm te conozco mejor de lo que crees- dijo Lucy mientras de acercaba a Matt.
-¿Enserio?- Matt casi sentía el aliento de Lucy pegar en sus labios.
-¡Chicos!- Matt y Lucy se separaron rápidamente a la vez que gruñían-. ¿Están listos? Podremos ver de nuevo a Aslan- dijo Susan mientras se colocaba entre los dos chicos y los abrazaba por los hombros-. Tendremos que contarle nuestra aventura, aunque de seguro ya la sabe, el sabe todo lo que pasa por aquí.
-Veo que ustedes ya están listos- sonrió Caspián acercándose a los tres. El Rey estiró la mano hacia Susan, quien la toma contenta para luego toparse al cuerpo de su marido-. Eustace y Reepichepp están listos también. Kayla y Edmund aún no han salido.
-¡No!- un gritó atravesó el aire. En ese momento Kayla, tomada de la mano con Edmund, apareció justo frente a ellos-. Ya estamos aquí, sólo nos tardamos unos minutos más- sonrió Kayla mientras Edmund se colocaba a su lado.
-Entonces creo que es momento que nos vayamos. El bote esta listo- indicó Caspián mientras empezaba a caminar de la mano con Susan.
-¡Eustace! ¡Reep!- gritó Susan, llamando la atención de el par de amigos, que rápidamente corrieron para juntarse al grupo.
Edmund y Kayla lo siguieron por detrás, pero cuando Lucy iba a seguirlos sintió una mano tomar su brazo.
-¿Sabes algo Lucy?- Lucy quito la mirada de la mano de Matt en su brazo para dirigirla a sus ojos-. Venía en este viaje para encontrar a mi padre o alguna noticia de él. Y se que no he encontrado nada acerca de su paradero- en ese momento la cabeza de Matt bajó unos segundos-. Pero al menos te conocí a ti y se que por eso este no será un viaje desperdiciado- sonrió antes de seguir a los demás, dejando atrás a una Lucy con las mejillas sonrojadas y el corazón acelerado.

Hola!!!!
Estoy aquí de nuevo beibiss!😙😙
Con nuevo capitulo🎉🎉
Ufff esta capitulo esta dedicado en su mayoría a Lucy y Matt
Dato interesante: no tenía planeada esta pareja, pero cuando empecé a escribir la historia, solo apareció😂 y vaya que han hecho de las suyas

Bueno sin mas, espero que hayan disfrutado el capitulo😙💜

Lo mas probable es que vuelva a actualizar en dos semanas, específicamente 24 osea navidad, donde les traeré un pequeño regalo🎁🎄

Ahora si, adioooos💜💜