
El Beso
Jessica se encontraba buscando la habitación de Peter para decirle que ya estaba todo preparado y contarle algo personal, al llegar a la habitación, golpee y entre, lo ví tomar su escudo.
–Peter, solo te buscaba para decirte que todo está listo.–Lo mire entrelazando mis manos delante de mí.
–Esta bien, ya estoy listo.–Dijo enfundando su espada y pasando por mi lado, lo detuve tomándolo de su brazo, este me miró.
–Que no te detenga el que sepas que es mi tío, él murió para mí.–Lo mire mientras mis ojos se cristalizaban.
–Me preocupas Jess, ¿qué pasó?.–Pregunto preocupado mientras tomaba las mejillas de la chica.
–Solo era una niña, que vio a su padre morir y Caspian no lo sabe, solo eso.–Dijo sollozando Jess.
–Eres una valiente.–Dijo Peter y está negó cerrando sus ojos.–Si escúchame, crecer con ese dolor y esa verdad que le ocultas a tu hermano, no sé cómo lo has hecho. Creo que luego de esto lo debería saber.–Le aconsejo Peter mientras besaba su frente y limpiaba sus lágrimas.–Ahora, te necesito de mi lado, okey y que estés conmigo.–Jess, solo asintió y luego le sonrió.–Eso es, me encanta cuando sonríes.–Le dijo Peter mientras tomaba su mano y salían de la habitación, mientras que Edmund los esperaba afuera de la cueva nosotros nos acercabamos a él.
Los Narnianos gritaban y aplaudían al ver cómo Peter, Edmund y Jessica salían del refugio hacia el sitio donde se llevaría a cabo el duelo. Los soldados Telmarinos también gritaban para apoyar a su Rey.
Miraz que estaba sentado en una silla y a su lado izquierdo se encontraba Lord Sopespian y a su lado derecho el General Glozell y otro Lord más.
–Si la victoria no resulta ser mía…–Le dijo Miraz al General apuntando con la mirada hacia la ballesta que tenía este.
–Lo que ordene Magestad.–Le respondió el General.
Jessica le entregó su espada y Edmund su escudo, Peter al levantar su espada todos los Narnianos gritaron otra vez.
–Suerte.–Le dijo preocupada Jess.
–Gracias.–Le dijo el rubio, y fue al campo de batalla.
–Aún hay tiempo de rendirse.–Comentó Miraz a Peter antes de comenzar.
–Por mi adelante.–Le dijo el rubio mientras se colocaba en posición.
–¿Cuántos más morirán por el trono?.–Pregunto Miraz.
–Solo uno.–Respondió Peter mientras se bajaba el casco, el rubio tomó impulso sobre una piedra y saltó hacia Miraz quien se defendió con su escudo, dando inicio a la pelea.
...
Mientras que Susan y Lucy iban por el bosque cabalgando con el caballo de Caspian.
–¡ESTÁN AHÍ!.–Grito un Telmarino que que las estaba siguiendo.
–¡Nos encontraron!.–Grito Lucy a su hermana.
Susan hizo que el caballo siguiera un poco más y cuando le llevaba un poco de ventaja a los Telmarinos se bajó del caballo entregando las riendas a Lucy.
–¿Qué hacés?.–Pregunto la pequeña.
–Lo siento Lu, pero al final sí tendrás que hacerlo sola, después de todo.–Le dijo Susan mientras tomaba su arco y se puso una flecha en el.
Cuando apareció el primer caballo Susan disparó y a sí con el segundo, pero un tercero apareció y no le dio tiempo de tomar otra flecha, el caballo del tercero la empujó y cayó al suelo y el Telmarino estuvo a punto de atacarla pero llegó Caspian y lo mató.
–¿Segura que no necesitas el cuerno?.–Le preguntó Caspian ofreciéndole su mano, para que ella subiera la caballo detrás de él. Los dos cabalgaron de vuelta donde se llevaba acabo la pelea entre los dos Reyes, cuando llegaron escucharon a Miraz preguntar:
–¿Necesita su alteza un respiro?.
–¿Cinco minutos?.–Pregunto el rubio.
–¡Tres!.–Exclamó Miraz y se fue para su lado.
–¡Espero que la próxima no lo dejes acercarse tanto!.–Exclamó Miraz al General Glozell, mientras tiraba su casco al suelo y se sentaba.
Mientras que Peter iba para su lado con ayuda de Jess.
–¿Y Lucy?.–Preguntó Peter a su hermana.
–Ella lo logró, gracias a Caspian.–Le respondió está.
–Gracias.–Le dijo el rubio al castaño.
–Tu estabas ocupado.–Le respondió Caspian, Jessica sonrió suponiendo que eso era algo así como unas disculpas.
–Prepárense, dudo que los Telmarinos cumplan con su palabra.–Dijo Peter.
–Yo me quedo.–Comentó Jess.
–No, tú te vas.–Le dijo Peter preocupado.
–Con Susan arriba guiando es más que suficiente, yo quiero seguir aquí.–Le dijo la rubia con mirada firme y decidida, que no se le ocurriera al rubio contradecirla.
–Esta bien.–A Peter, no le quedó de otra que aceptar.
Susan le fue a dar un abrazo a Peter y este al sentir el contacto hizo una mueca de dolor.
–Lo siento.–Se disculpó Susan.
–Descuida.–Le respondió el rubio.
–Sonríe Pet.–Le comentó Edmund a su hermano al mirar hacia los Narnianos.
Peter sonrió y alzó su espada los Narnianos gritaron eufóricos al ver ese gesto, mientras Susan subía con los demás arqueros y Caspian se quedó un poco más atrás.
Con cuidado Jessica le quitó el escudo a Peter y Edmund su espada.
–Creo que está dislocado.–Dijo Jessica.
–¿Qué creés que pase en casa, si muero aquí?.–Preguntó Peter a su hermano.
–Nada por qué no morirás aquí.–Le respondió Jess, poniéndose a la altura de la silla de Peter en la que estaba sentado. Luego Peter se dirigió a Edmund.
–Se que siempre quieres ayudarme, y yo nunca te lo agra…¡AH!.–Grito Peter ya que Edmund le había acomodado su brazo en su lugar.
–Luego me lo dices.–Le dijo este.
Peter se levantó y Jess, le dió su espada.
–Cuidese mi Rey.–Le dijo la rubia, Peter tomó su espada.
–Se lo prometo, Princesa.–Dijo y sin pensarlo dos veces con su mano libre la tomó de la cintura y la atrajo hacia él y la beso mientras que la chica colocaba sus manos en la nuca del rubio, y Edmund giraba para otro lado ocultando una sonrisa.
–Por ahora, no se lo digas a Caspian.–Comentó Peter una vez que se separaron del beso.
–Creo que el ya se dió cuenta, pero está bien.–Dijo Jess sonriendo.
–Pudimos haber arreglado una boda, en vez de llegar a una guerra.–Dijo Lord Sopespian burlista ante romántica escena.–Son solo niños.
–Si, pero su majestad lo hace bien para su edad.–Dijo el General Glozell, ató con fuerza la venda de Miraz a propósito en su pierna.
Luego Edmund se acercó y le dió el casco a Peter, pero este negó con la cabeza así que Miraz se negó a usar su casco.
El duelo empezó otra vez y si Jessica estaba nerviosa antes ahora lo estaba más, en eso sintió como una mano tomó la de ella, giró a su lado y vio a su querido hermano.
–Peter lo hará bien.–Le susurro, Jess se limitó a decir que si con la cabeza, aunque no estaba del todo convencida.
En un momento Peter le dio con el puño en la pierna de miraz dónde tenía su herida, este chillo de dolor cayó al suelo.
–Un respiro.–Pidió Miraz de rodillas.–Un respiro.
–¡No es momento de ser un caballero, Pet!.–Geito su hermano.
Peter accedió a la pausa que Miraz le pidió, para luego Peter girar e ir a su lado pero Miraz se levantó e iba atacar a Peter con su espada.
–¡Peter!.–Grito Jess, advirtiéndole.
Peter se dio la vuelta, esquivó el golpe, dio un giró y clavó la espada en el estómago de Miraz, el rubio quitó la espada y Miraz cayó al suelo de rodillas frente al rubio.
–¿Qué te pasa muchacho, no te atreves a quitar una vida?.–Pregunto con burla Miraz.
–Yo no haré lo mismo que tú.–Le dijo Peter sabiendo la historia que le contó Jess.
El rubio extendió la espada hacia los Príncipes hermanos, el mayor miró a su hermanita y está negó que no tenía el coraje de hacerlo como su tío lo hizo con su padre mientras agachaba su cabeza, así que Caspian se acercó y tomó la espada solo y la alzó apuntando hacia Miraz.
–Me equivoqué, tal vez si seas un buen Rey Telmarino después de todo.–Le dijo Miraz a Caspian.
Caspian gritó con furia levantando la espada, pero al final la clavó en el suelo haciendo que su tío lo miró asombrado igual que su hermana.
–No seré como tú.–Le dijo Caspian.–Mi hermana y yo te perdonamos la vida, pero le devolveremos su reino a los buenos Narnianos.
Caspian al decir eso, provocó que todos los Narnianos estallaran en gritos. Dejando volver a Miraz a su lugar siendo recibido por sus Lores.
–Mi Rey.–Dijo Lord Sopespian mientras ayudaba a Miraz a levantarse.
–Me encargaré de ti cuando todo esto termine.–Le dijo Miraz enojado.
–Ya termino.–Le dijo Lord Sopespian, y acto seguido clavó la flecha de Susan haciendo que Miraz muriera.–¡Traición!, ¡Asesinaron a nuestro Rey!.–Grito, levantando la flecha.
–Aamm… ¡Chicos!.–Exclamó Jess, apuntando hacia detrás de su hermano y su… ¿Novio?Si, ¿Por qué, ¿No?.
Uno de los Lores iba corriendo hacia Peter, pero con un choque de espadas el rubio le cortó la cabeza y así se desató otra guerra.
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