Capítulo VI: Las Circunstancias De Una Revelación
—Ah, odio esto. —Se quejó cerrando el libro después de asegurarse que cada una de las respuestas de la tarea fueran correctas. Evidentemente lo eran. —Odio mucho esto. Lo odio, lo odio.
—Y yo odio que estés quejándote todo el tiempo. Solo guarda silencio por un segundo, por favor.
Miró mal a HyungWon, el cual se encontraba recargado en el marco de la ventana del salón mirando hacia el patio, como si eso fuera más importante que el propio HoSeok haciendo la tarea de ambos, como ya era desde hace casi un mes.
¡Si solo está perdiendo el tiempo debería ayudarme!
Ir por esa área podría traerle malos resultados, si algo había aprendido es que la paciencia del presidente sí bien no era poca, tampoco podía considerarse como mucha, así que recriminarle ser un bueno para nada provocaría un desastre en donde él era el único afectado, por supuesto.
Desde hace un par de días, el más alto lucía cansado, de una forma que su rostro gritaba "estoy harto de esta mierda" aunque jamás se atrevería a decir una palabra tan vulgar, el mensaje era el mismo y HoSeok NO estaba preocupado, simplemente quería saber que tanta información útil podía sacar en esos momentos de debilidad del gran prodigio.
— ¿Te has levantado con el pie izquierdo?
—Nada de eso, solo no estoy de un buen humor.
—Sí, bueno, dime algo que no sea tan evidente.
—¿Acaso te estás burlando de mí?
—Ya, enserio. —Insistió terminando de acomodar los cuadernos en una montaña ordenada. —A este paso vas a expandir tus horribles vibras pesimistas y se darán cuenta de tu humor.
HyungWon finalmente volteó a verlo con duda mientras que con una mano hizo su pelo hacia atrás, y esa acción, provocaron unas grandes ganas de golpearlo por parte de Shin.
¡Parece un modelo internacional! ¡Maldito él! ¡Malditos sus padres por hacer un hijo tan guapo y maldito el Dios que creyó buena idea el crearlo!
—El torneo está por comenzar. —Dijo cuándo el silencio se presentó, aunque para HoSeok había mucho escándalo dentro de su cabeza. —Falta un mes y no hay mejoras en las debilidades de los miembros.
—Oh, entonces te has resignado a perder~
—No, solo he aceptado que nuestro entrenador es demasiado estúpido.
—Ah. —Fue lo único que salió de su boca junto a una sonrisa que pretendía ser alentadora pero solo dejaba ver la sorpresa de escucharle hablar de esa forma sobre un profesor.
Y al parecer, ese sonido fue una señal para HyungWon quién después de hacer un pequeño puchero, siguió con su explicación del porqué el entrenador era tan idiota.
—Creí que era obvio el hecho de que no todos tenemos que mejorar en las mismas habilidades, ¡oh, pero es más sencillo poner a todos a hacer los mismos ejercicios y saques como malditos muñecos mientras el solo se sigue volviendo más y más gordo sentado en una maldita silla para tomar el sol! Ni siquiera somos una ciudad calurosa para hacer un bronceado, ¿acaso no acabó la escuela?
—Estoy seguro que no. —Susurró sabiendo a que se refería Chae. El entrenador del club de tenis era un hombre robusto, estaba más en la edad avanzada que en la mediana y tenía un sentido del humor apestoso, sin carisma y poco agraciado en todos los aspectos. No había ningún alumno que no lo conociera por esas características y, además, recientemente se habían creado rumores de que era un pervertido con las alumnas, lo cual comenzaba a ser preocupante y el consejo estudiantil iniciaba a poner cartas en el asunto.
Un hombre problemático y molesto... No tardarán en despedirlo a este paso...
—En todo caso, podríamos hacer algo para sacarlo del camino. -Bromeó sabiendo que podría estar tentando su suerte con el mar humor de HyungWon. Solo quería aligerar un poco el ambiente, sin embargo, al ver los ojos redondos del presidente sobre él, en una expresión seria, supo que la idea no había sido muy buena. —Solo bromeaba HyungWon-ah.
—Algo como... ¿Una trampa?
—No hablaba en serio. —Repitió un poco alarmado al no notar duda en el contrario. No quería ser metido en ningún problema en caso de que HyungWon estuviera realmente ideando una treta en contra del hombre.
—Por supuesto que no lo haría. —Rio acercándose a la mesa para tomar sus cuadernos y libros. En ese momento, HoSeok volvió a respirar aliviado. —No estar de acuerdo con alguien no significa que quiera hacerle daño, no podría.
Por alguna razón... Eso se sintió como una indirecta... Pensó mientras recriminaba a HyungWon por tener tan poco tacto, y entre esos pensamientos, comenzó a analizar.
HyungWon decía que no podría hacerlo, más no que no quería y había una gran diferencia porque el realmente parecía estar pensándolo antes de querer tapar ese momento con una risa falsa.
—HyungWon-ah, ¿Por qué quieres ser el mejor? Me refiero a que, si realmente lo haces por ti.
—Por supuesto~ no veo que otra razón habría para ello.
—Entonces olvida lo que dije. —Respondió a modo de despedida, tomó su mochila y regresó a casa pensando en aquellas palabras.
¡Como si fuera a creerme eso!
Shin HoSeok no era un chico listo solo de palabra, por supuesto que no. Él era capaz de utilizar su cabeza para algo más que lo académico y en esos momentos, requería de aquellas capacidades para sacar alguna teoría importante.
HyungWon estaba comenzando a bajar la guardia, revelando más de su mala actitud, y si lograba sacar algo de ello, entonces podría negociar su libertad por guardar aquel secreto.
Olvidar aquel casi delito que sucedió en un callejón a cambio del silencio de algún drama que HyungWon pudiera tener en su vida familiar; para HoSeok sonaba como un gran trato.
Y si lo era, ¿Por qué no le emocionaba pensar en ello?
————————
Fin de semana había llegado, y para la suerte de HoSeok, ¡no había deberes!
Era libre por un par de días de tener que hacer tareas del niño prodigio, libre de tener que quedarse encerrado en su habitación hasta que su madre tuviera que subir por él para la cena.
¡Era libre de salir con MinHyuk y HyunWoo!
Ambos simios estuvieron de acuerdo en salir después de tanto tiempo, con la excepción de que irían a cenar a una cafetería para ponerse al corriente de todo lo sucedido mientras no estaban juntos.
—Demasiadas tareas del consejo estudiantil. —Mintió HoSeok de manera descarada junto a una sonrisa. Un arte del que era experto por lo cual no era sorpresa que aquel par le creyera. MinHyuk resopló.
—De todos modos, no te has perdido de nada increíble. Después de aquello, el chico al que le rompiste la nariz dejó de ir a la escuela e incluso la policía intervino.
—Casi me orino del susto. —Susurró HyunWoo con malestar. —Hombre, fue demasiado jodido ver policías interrogando a sus amigos, de no ser porque no recuerda nada de lo sucedido nos hubiéramos visto en malas situaciones... Nos pasamos de la raya.
—¿Uh? ¿Arrepentidos?
—¿Tú no lo estás? —MinHyuk lo observó fastidiado, pero no tuvo efecto, después de ver las miradas amenazantes de HyungWon, Min no era más que un perro de calle tratando de intimidar.
—Ustedes solo me pidieron ayuda, yo los seguí, no tengo razones para sentirme mal.
—Eres un sádico de lo peor.
HoSeok sintió un pequeño dejavú, recordando que esas mismas palabras salieron de su boca en dirección a HyungWon cuando este lo atrapó por completo.
Supongo que al final si somos bastante parecidos.
—Por cierto, ¿qué sucedió con el chico que lo vio? Ya sabes, por el que tanto rogaste para que no le hiciéramos nada.
—Entiéndelo, es el presidente de mi clase, si le hubieran hecho algo yo no salía librado de eso.
— ¿Entonces? —MinHyuk insistió, ignorando las palabras de Shin. Este último se resignó a que realmente debía buscarse mejores amigos.
—No dirá nada, mierda. De alguna manera llegamos a un trato.
—Entonces ya está, sólo hagamos que esta conversación nunca pasó y dejemos de hacer esto. Al menos por un tiempo.
Claro... Fácil decirlo, ustedes solo se van sin que nadie los acuse mientras yo soy el que está siendo el sirviente de HyungWon. ¿Realmente he sido tan mala persona para merecer todo esto?
-—Como sea. —Suspiró terminando su malteada para después dejar el dinero de su cuenta en la mesa. —Será mejor que no volvamos a vernos.
Estaba cansado de todo eso, él fue un cómplice, pero habían sido tres los involucrados y no le parecía justo ser el único que tuviera que padecerlo, aunque hubiera dicho antes lo contrario.
¡Él era uno de los mejores estudiantes del país! ¿Por qué debía juntarse con idiotas como ellos? Sin aspiraciones, sin intereses, sin ser más interesantes que por el hecho de buscar pleitos.
El merecía tener a gente a su altura, personas inteligentes, de buen parecido y que fueran tan interesantes que nunca se hartara de hablar con ellas. Amigos reales y no solo gente que requiere de su cerebro para tener buenas calificaciones o porque es fuerte y puede golpear gente.
Él es mucho más que eso, él necesita personas como HyungWon a su lado.
—¡¿Qué demonios estoy pensando?!
Inhala, exhala, inhala, exhala...
No le importaron el par de miradas curiosas ante una reacción tan dramática, lo que realmente necesitaba saber era como carajos había sacado la conclusión de que su maldito verdugo era el tipo de persona que le agradaba al grado de creer que podía considerarlo un buen amigo.
Llevaban un tiempo ya con el tema de sirviente -aunque HyungWon insistiera en llamarlo perro- sin embargo nunca lo había tratado mal, cumplía con la palabra de darle todas sus tareas y listo, no volvieron a tocar el tema ni Chae había decidido que hacer todas sus tareas era precio muy bajo por su silencio. Hablaban cada que estaban solos quejándose cada uno de sus cosas y enfrente de la clase se hacían pasar como un presidente y vicepresidente ejemplares al grado de que el propio HoSeok comenzó a preguntarse si no estaban siendo demasiado perfectos.
HyungWon no era una mala persona, y por alguna razón contraria a Shin, quien simplemente le gustaba ser el centro de atención por ego y satisfacción personal, parecía que la facha de estudiante prodigio era por una razón más importante que la vanidad, podía verlo en su mirada cuando a veces se perdía viendo a algún grupo de amigos discutir por alguna tontería o a veces lo descubría observando discretamente a algunas parejas de salones contrarios. El presidente debía actuar como un chico perfecto, no lo quería. HoSeok podía admirar esa parte del chico sin necesidad de ser sarcástico o traer de vuelta el hecho de que supuestamente lo odiaba.
¿Su familia lo obligaba ya que eran ricos? ¿Sus padres habían sido igual y debía seguir con las expectativas?
Fuera la razón que fuera, ser alguien por alguien más aprestaba.
HyungWon era un poco temperamental, pero eso lo hacía divertido porque se quejaba de todos y cuando llegaba a darse cuenta de una ofensa bastante grande, se avergonzaba y disculpaba aunque la víctima no estuviera presente.
También era bastante amable y directo, lo cual según las chicas lo volvía encantador, porque tenía la paciencia de explicar a los demás sin importar lo torpes que podrían llegar a ser.
También había descubierto, que el genio era un perezoso capaz de dormirse en cualquier sitio: Las bancas, las mesas e incluso el suelo era una cama de reyes para el chico que perdía todos los modales una vez en el quinto sueño. Roncaba demasiado alto, a veces sus ojos se entreabrían dándole un aspecto feo y en alguna ocasión HoSeok pudo verlo babear.
Desde que comenzaron aquel juego había dejado de sentirse tan solo, porque había alguien que podía verlo sin necesidad de ninguna máscara, podía comportarse como quisiera y solo recibiría sonrisas por la parte contraria.
—Llegaste temprano. —Lo recibió como saludo su madre una vez dentro de la casa. La sala como siempre, era demasiado escandalosa gracias a su padre y hermanos. —Creí que al ser fin de semana llegarías más tarde. Recién terminamos de cenar, pero puedo servirte.
—Mamá...
—¿Qué?
—Creo que soy gay.
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