Doce
Sofía
Es sábado por la tarde y estoy buscando que película mirar en la computadora, Daniela está leyendo un libro nuevo de romance y Jade se está cambiando de ropa por milésima vez.
-¿Crees que se ve bien este top? -pregunta Jade señalando el top color naranja que trae puesto.
-Pareces una zanahoria -responde Dany.
No puedo evitar reír, Daniela es seria, pero tiene sus momentos donde habla bastante, sobre todo para atacar a Jade.
-Que bien, para que Brian quiera comerme -es la irreverente respuesta que da.
Ya salió el peine. Con razón se está arreglando como si fuera a una fiesta y no a la cafetería.
-No tienes vergüenza -la regaña Dany sin quitar la vista de su libro.
Sigo sin encontrar una película, ya he visto la mayoría que está en la plataforma.
-Acompáñame a la cafetería Sofi.
Estoy en pijama a pesar de que son las 6 pm. No tengo ganas de salir de la habitación, sigo estando de luto por la muerte de mi ex.
-No tengo ganas de ir -le digo.
-No puedes seguir quedándote encerrada como si fueras Rapunzel -responde Jade poniéndose un gloss labial y aventando besos al espejo.
Daniela niega con la cabeza antes de cerrar su libro.
-Si Sofi no quiere ir no la obligues -habla Daniela.
Antes de que empiecen a discutir y de arrepentirme me levanto de mi cama.
-Está bien, iré contigo Jadelyne.
Aprovecharé mi ida al negocio para comprar algo con mucho chocolate para disfrutar una buena película romántica que me haga llorar.
-Mil gracias Sofi -me besa en la mejilla.
-¿Quieres que te traiga algo? -pregunto a Dany.
-No, gracias. Creo que mi padre ya casi llega por mí.
Ni siquiera me cambio de ropa, solamente me pongo unos huaraches para no ir descalza. Salimos de la habitación y Jade me platica como le va en sus clases.
Al abrir la puerta de la cafetería observo que está media vacía, pero al fondo una persona llama mi atención.
-Espero tener suerte y que sea Brian quien me atienda -dice Jade buscándolo con la mirada.
Como si fuera magia sale de la cocina donde se preparan los alimentos. Mi amiga si que tiene suerte. Buen, ella cree demasiado en eso.
-Ven, vamos antes de que se vaya -jala mi mano.
Brian trae puesto un mandil negro manchado de salsa de tomate, sinceramente es un hombre atractivo y el que traiga puesto esa prenda de vestir no lo afea.
-Hola que milagro que las veo -nos saluda.
Siento la necesidad de girar a mi lado derecho para volver a mirar a esa persona que llama mi atención, pero no sé la razón. Esos ojos verdosos también me ven y despiertan en mí una gran curiosidad.
-¿Qué van a ordenar? -cuestiona el pelinegro agarrando un cuaderno y una pluma.
-Un beso tuyo -murmura mi amiga.
Disimuladamente le doy un pisotón. Por fortuna él no ha escuchado nada porque dentro de la cocina se ha caído una olla, o algo parecido.
-Yo quiero una rebanada de pastel de chocolate y un café americano, para llevar por favor -pido.
-Una hamburguesa sin cebolla y una coca cola, por fa Brian -habla Jade.
-Muy bien chicas, en un momento les traigo su comida.
Brian se retira a llevar la nota con nuestros pedidos al chef en turno. Jade se muerde el labio al mirarle el trasero enfundado en ese pantalón negro ajustado.
-No tienes vergüenza -la regaño.
-No -sonríe descaradamente.
Sigo sintiendo esa extraña sensación de que alguien te está observando fijamente, trato de ignorar lo que siento.
-Ya quiero que sea el próximo sábado, para que sea la fiesta de cumpleaños de Jane -dice Jadelyne.
Jane es una de las chicas que es su compañera de carrera, la he visto varias veces y me cae muy bien. Según las palabras de mi amigas las fiestas son épicas, he ido a algunas y siempre sucede algo que es muy comentado en el instituto.
-Yo no estoy segura de ir -respondo-. Vamos a sentarnos.
Nos sentamos en la mesa que está vacía.
-No quiero enfadarte con lo mismo, pero tienes que distraerte. Anoche te escuché llorar, estás más flaca. Recuerda que tú sigues viva y sabes que te quiero -toma mi mano y la aprieta.
-Lo pensaré, aunque no prometo nada. Te quiero Jade, así seas una loquita.
La música de Shakira suena por la bocina que tiene al fondo.
-¿Has escuchado el gran alboroto por el nuevo instructor de natación? -pregunta la castaña-. Tal parece que es un bombón.
-No estoy enterada de eso, ayer fui a inscribirme, pero no se me informó que han cambiado de instructor.
Jade se inscribió en clases de canto y baile. Siempre le ha gustado y en cuanto se abrió esa materia optativa no lo dudó.
-Hay rumores de que el nuevo instructor está muy bueno, tatuado y tiene cara de malote. Seguramente muchas se mojarán el doble.
-No seas cochina.
La risa escandalosa de Jade se escucha por la cafeteria cuando la.canción termina. Han pasado 20 minutos y sale Brian con nuestros pedidos.
-Voy por nuestra comida -se levanta al verlo.
Yo me quedo sola en la mesa y aprovecho para revisar mis redes sociales, doy like a algunas fotos de amigos y familiares.
-Hola -alguien de voz ronca habla frente a mí.
Levanto la mirada encontrándome con un chico. El mismo chico que estaba viéndome cuando entré a este lugar y llamó mi atención.
¿Qué es lo qué quiere?
-¿Hola? -digo con curiosidad-. ¿Te conozco?
De cerca es mucho más lindo, esos ojos avellana cautivan y su estatura intimida un poco.
-No nos conocemos, pero un día chocamos en el estacionamiento -responde el chico-. Ibas llorando y casi te atropellan.
Ahora recuerdo el día que me enteré de la muerte de Richard, estuve a punto de ser arrollada por un imbécil o tal vez la idiota fui yo. El chico que me salvó me sostuvo entre sus brazos, yo no pude verle bien el rostro en esa ocasión.
-Creo que sí te recuerdo -es la vaga respuesta que doy.
Volteo a mirar si ya viene Jade, en su lugar la veo muy sonriente platicando con Brian.
-La verdad me sacaste un sustote, me da gusto que no te pasó nada.
-Claro hubiese sido bastante traumatico juntar las partes de mi cuerpo regadas por el estacionamiento -respondo haciendo una mueca al imaginarme lo que acabo de decir.
Miro a Jade y continua coqueteando con el chef.
-Prefiero imaginarte de otra forma -murmura.
-¿Qué dijiste?
Vamos a ver si tiene el valor repetir lo que ha dicho. Puede imaginarme golpeando su rostro o sus partes íntimas.
-Nada, salvé tu vida y todavía no sé tu nombre.
Quisiera ser una grosera mal educada con él, sin embargo no puedo, no después de qué gracias a él no sufrí un accidente.
-Me llamo Sofía.
Pienso en decirle mi apellido, segundos más tarde me arrepiento.
-Mucho gusto, soy Axel Collins. Acabo de llegar aquí al instituto. Imagina que es tu primer día de clases y que una chica hermosa esté a punto de ser atropellada.
Parece que este tipo quiere contarme toda su vida. Finjo poner atención, pero sólo quiero que mi amiga venga con la comida.
-Claro.
-¡Ay qué imprudente soy! Quizá estás esperando a tu novio y yo aquí estorbando -dice empeorando la situación.
-Él está muerto, así que no vendrá -susurro más para mí que para Axel.
La sonrisa se borra de su cara y me doy cuenta de que me ha escuchado.
-Yo... lo siento. No sabía -sus mejillas se sonrojan.
El recordar a Richard me sigue doliendo y en mi garganta hay un nudo.
-Ok.
Mi mirada se encuentra con la de Brian y me sonríe mientras le dice algo a Jade.
-¿Quieres algo? Voy a pedir una limonada -se pone de pie.
-No gracias.
¿Es que no tiene pensado marcharse de mi mesa?
Suspiro cuando se aleja, se acerca a mi amiga y ella ni siquiera lo mira por estar atenta al hombre que tiene al frente.
-Vámonos, tenemos que avisarle a Dany -Jadelyne me entrega mi bebida, me agarra del brazo y me jala.
Casi tiró la silla al levantarme.
-Espera, ¿Qué debes de decirle a Daniela? Recuerda que hoy se va con su padre.
-Mierda.
Nos detenemos cuando su refresco está a punto de tirarse.
-¿Qué pasa?
-Pasa que Oliver el hermano de mi bombón, es el nuevo instructor de natación.
Nos acercamos al edificio. Una gran sorpresa de apodera de mí, ahora entiendo el alboroto de las chicas. No hay que negar que Oliver es guapo con ese look de chico malo.
-¡OMG! Daniela cuando se enteré se pondrá nerviosa.
-Por eso mi urgencia de verla antes de que se vaya con el ogro de su padre.
Cuando nuestra amiga se va a las conferencias de su padre, deja su celular en nuestra habitación.
-¿Ha visto a Daniela? -le pregunto al guardia de seguridad.
-La señorita Brown salió hace un rato con su padre.
Agradecemos y subimos las escaleras.
-Mierda, doble y triple también.
Entramos a la habitación y en el pequeño pizarrón hay una nota de Dany.
-Te salvas de la regañada que te daría Dany por grosera.
Nuestra amiga no soporta escuchar tanta grosería dicha por Jade. Daniela la palabra más fuerte que le he escuchado es caracoles.
Por fin puedo saborear mi pastel y beber mi café antes de que se enfríe.
Jadelyne enciende un incienso y pone música relajante.
-Sofi, ahora dime tú ¿Quién era el muchacho que estaba sentado contigo?
Ella muerde su hamburguesa esperando mi respuesta.
¿Ella cómo lo supo? Si nunca volteó a verme.
-¿Cómo sabes eso?
-Te miré de reojo, además me lo dijo Brian -sonríe.
Qué comunicativo resulto ser Brian, por no decirle chismoso.
Le doy un sorbo a mi café antes de responderle.
-El chico me ayudó a no ser atropellada el día en que me enteré que Richard murió.
-Otra que tiene un héroe, primero Daniela y ahora tú.
Seguimos charlando hasta que el reloj marcan las 11 pm y mis ojos se están cerrando.
🪐
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Hola!! Después de un tiempo regresan las actualizaciones. En las imágenes tenemos a Brian con su mandil. Y a Axel con su taza de café.
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