Epílogo
Un mes y medio después de trabajar día tras día sobre el reportaje que muestra una cara distinta sobre el conocido trabajo de la prostitución. Una labor que suele ser elegida por aquellas víctimas de la sociedad. Entre ellas "Las Chapiadoras".
Tanto Julieta, Petra y Carol decidieron exponerse al mundo online con su desnudez, antes de crear servicios presenciales para ampliar su economía. Una vez que llegaron a recaudar una gran fortuna que la llevaron abrir su propio burdel.
El burdel de "Las Chapiadoras" ofrecen servicios nocturnos de ocio para aquel que se quiera acercar. Sin embargo, algo que se debe de admirar es que aparte de ser un lugar de ocio, también tratan de ayudar a las personas más desfavorecidas. Algo que ellas empatizan porque pasaron por lo mismo. Evitando así la prostitución como un trabajo para los que no encuentran ninguna salida.
Solemos ver la cara negativa sobre la prostitución, pero ¿qué tiene de positivo? ¿Puede ser un trabajo por elección? El siglo XXI que vivo, me responde que sí. Existen plataformas como OnlyFans que permiten a los creadores de contenido, crear un ambiente subido de tono en sus redes.
A lo largo de la investigación que he tenido que llevar a cabo, mi perspectiva ha cambiado, aunque ese era el objetivo. Espero que aquellos que lean mi reportaje sean capaces desde la perspectiva que le presento.
—Muy buen trabajo, David. —Me felicita mi jefe.
—Muchas gracias.
—Me encanta la perspectiva que presentas —comenta feliz—. Va a hacer uno de los reportajes más destacados seguro.
—Puede que sí o puede que no, todo está en manos de aquellos que lo lean.
—Lo distinto siempre destaca.
—Pero puede ser para bien o para mal —le rebato. Seré aguafiestas, pero todo está bajo una incógnita todavía.
—¿No confías en tu trabajo? —Alza la ceja.
—No confío en la opinión de la gente —aclaro, ya que las personas que lo lean tiene el poder en mi trabajo.
—¿Y tú?
—Considero que he hecho un buen trabajo, además usted mismo me lo ha confirmado —respondo sincero.
Tras salir del despacho, me siento mucho más aliviado y seguro de que mi trabajo, bajo los ojos de otra persona es bueno, pero sin duda alguna, hay ojos y ojos. Sé que una vez que salga a la luz va a sufrir muchas críticas indeseadas, pero así es la gente. Entienden lo que quiere.
Vuelvo a mi puesto de trabajo a continuar con la labor de hoy. Me siento algo extraño hoy, no tener la compañía de Max hace que esto sea raro, pero en fin, ya le tocaba dejar de hacer el vago y a mí fastidiarle cuando llegue.
La mitad de la mañana pasa tranquila sin él. La otra mitad le pone solución llegando a su puesto de trabajo.
—¡Bien! El día se vuelve a poner normal. —Celebro la llegada de Max.
—¿Ya me echabas de menos? —Deja sus cosas sobre la mesa.
—No, pero sentía que me faltaba algo. —Giro la silla para mirarle directamente.
—Eso es un sí.
—Ni en tus sueños —le digo en forma de broma— ¿Cómo te ha ido?
—Bien, no ha estado mal ¿y a ti? —Me devuelve las interrogantes, refiriéndose a mi reportaje.
—Le ha gustado, dice que destacará.
—¿Y tú qué dices? —Alza la ceja, como Juan, cuando me preguntó casi lo mismo.
—Que todo está bajo la opinión pública.
Como decía anteriormente, la mañana volvió a su normalidad con la compañía de Max. Estoy feliz poner fin a este proyecto que me ha marcado, puesto que es el primero que escribo como periodista oficialmente.
Estoy orgulloso de esta etapa y sobre todo de mí. Desde que llegué a "La Lupa", mi crecimiento como profesional no ha parado. En mi tercera semana conseguí que me encomendara mi primer reportaje, el cual ha sido y es un gran reto, ya que todo está bajo la mente semicerrada de las personas.
En un minuto en concreto de la mañana, mi cuerpo necesitaba un poco de melancolía, un momento de agradecimiento a aquellas personas que me enseñaron tanto de la vida y de mi profesión. Agarro mi teléfono y me adentro en mi galería.
Ahí puedo encontrar las fotos de mis últimos seis años que pasé en Estados Unidos, tierra donde me críe hasta los quince. Después me aventuré a irme solo a estudiar la carrera, la cual me hizo conectarme un poco más conmigo, además de crear amistades eternas que a pesar de la distancia no se rompe.
Mi rostro dibuja una sonrisa llena de recuerdos bonitos. Sin duda fue la mejor época de mi vida, la que me ha lanzado a un presente perfecto. La hora que me muestra el teléfono índica que es la hora de desconectar.
Como siempre realizo el protocolo de salida del trabajo; guardo mis cosas mientras el ordenador se apaga. Mañana será un gran día, estoy seguro de ello. Max y yo salimos juntos. Sin embargo, una gran sorpresa me espera tras cruzar el límite entre el interior y el exterior.
Una bella mujer de pelo rizado que encantó mi corazón con su dulzura, se acerca a mí con su firmeza. Ignorando la presencia de Max, la pego más contra mí y le doy un apasionado beso. Carol es la manzana que mordería una y mil veces más, hasta llegar a caer como Blancanieves.
Narra Juan
Al salir de la sala donde mis empleados trabajan, veo como Max y David se reúnen con una mujer que la besa. No puedo sentir más orgullo de mi renacuajo. La felicidad me invade, aunque él no me recuerde.
Una vez que estoy en mi despacho, busco entre mis cajones uno de mis mayores tesoros. Un marco con mi nieto, en una de sus últimas visitas antes de que se mudara a otro continente con sus padres, con mi hija.
Ojalá te acordases de mí, que me reconocieras y que no hubiese pasado el tiempo. Me gustaría que los errores del pasado se extinguieran, al igual que el rencor.
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