Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14

Son las ocho de un soleado amanecer en el que me puedo permitir escuchar el rugir de mi coche. Y gracias a Dios, ya que debo de hacer un gran recorrido por Barcelona para ir al lugar en el que se llevará a cabo la entrevista de Julieta.

Configuro el GPS para que me guíe el camino hasta la cafetería: La Manchada. Y como sabía, me queda una hora de trayecto. Me pongo en marcha, haciendo que las ruedas rueden sin parar sobre el asfalto de las carreteras. Pongo un poco de música para que anime el camino y no se me sea tan pesado.

Cuando llego a la cafetería, veo a una Julieta muy glamurosa con un abrigo rojo desabrochado, que permite ver un vestido negro elegante, con unas botas altas de un color colorido. Sus gafas de sol de estilo leopardo conjugan con su pintalabios carmesí.

Sin duda alguna, le gusta destacar con su belleza y elegancia. Me dirijo a la mesa de la pequeña y tranquila cafetería. En la mesa que se encuentra hay una pequeña taza, imagino que de café, como el del otro día. Se ve cómoda, disfrutando del rayo sol que se dirige directamente a ella, mientras sostiene un cigarrillo sobre su mano.

—¡Hola! —Interrumpo su momento de tranquilidad.

—Hola, ¿qué tal? —Deja el cigarro en el cenicero que hay en el centro de la mesa. Se levanta para recibirme amistosamente.

—Bien ¿Y tú? ¿Llevas mucho rato esperando? —le cuestiono, mientras recibo su abrazo.

—Un rato, pero es que hemos venido antes de lo previsto. —Se aleja y vuelve a sentarse. Yo tomo asiento en la silla de enfrente. Fuera de la terraza puedo visualizar a un guardia. Alzo la mano para saludarle, pero él no está receptivo a devolvérmelo.

—Son así. —Ríe, viendo como no me devuelve el gesto—. No se los tengas en cuenta.

—Nunca está mal saludar —suelto. Lo que hizo a Julieta que se ría un poco más.

—¿Quieres algo de tomar? —cuestiona sonriente. Toma una calada.

—Un café me vendría bien, la verdad —confieso con ganas de probar el sabor amargo de un café con leche. Ella llama al camarero y pide lo que deseo.

—Puedo preguntar por qué has elegido esta cafetería tan alejada —digo con cierta curiosidad.

—Sí. —Toma un sorbo de su templado café.

—¿Sí, qué?

—Que sí puedes preguntar. —Completa, riéndose—. Perdona, tenía que hacer la broma —se disculpa, mientras me contagia su risa.

—No te preocupes. —El camarero me sirve mi café. 

—¿Te apetece unos churros? —me cuestiona antes de que el joven que sostiene una bandeja se vaya.

—Sí ¿Por qué no si te apetece? —Sonrío.

—Tráenos unos churros para acompañar —le pide. El chico asiente y se va con una nueva petición por nuestra parte—. La razón de porque escogí esta cafetería es por los desayunos que hacen ¡Son exquisitos! —cuenta, emocionada.

—¿Entonces habías estado aquí antes? —Sé que la respuesta será afirmativa, pero es una buena forma de indagar más.

—Sí, he estado unas pocas cosas, pero cuando tengo oportunidad vengo. —Exhala el humo por la boca.

—Si te parece bien, comenzamos la entrevista —anuncio. Tomo un sorbo de mi café.

—Claro, cuando quieras. —El camarero trae un plato lleno de churros. Ella agarra uno.

—Primeramente, me gustaría situar en que año nacieron Las Chapiadoras. —Agarro yo otro para comerlo mientras responde.

—Nacimos en el dos mil veintidós —responde, limpiándose un poco sus dedos para luego tomar un poco de su café.

—Me podrías dar detalles de como surgió todo. —Dejo reposar la masa que me estaba comiendo sobre el plato de mi café, para tomar nota del año.

—No hay mucho más de lo que te contemos el otro día. —comenta, como si no hubiese gran cosa que contar—. Cuando terminemos la universidad, conseguimos trabajo, aunque en mi caso fue un tanto distinto, pero eso. Nos cansemos de vivir con nuestros padres y decidimos independizarnos.—Toma otro sorbo—. Una vez que ya teníamos el piso nos surgieron los problemas y de ahí nació.

—¿Y no pensasteis en buscar otro piso? —Alzo la ceja.

—No, por el simple hecho de que nos costó encontrar un piso que nos gustara y que pudiéramos vivir las tres —habla honestamente, mientras continúa comiendo.

—¿Cómo surgió la idea de crear la cuenta de OnlyFans? —La miro, interesado en lo que cuenta.

—La verdad es que la idea la tenía, pero no me atreví a proponerla, puesto que otras opciones eran mejores, pero al final no hubo más remedio, así que la tuve que decir —responde, recordando ese momento.

—¿Y qué dijeron? —Como otro trozo de mi porción.

—Que estaba loca. —Ríe, como si estuviese contando una anécdota—. Pero luego se lo plantearon de verdad, cuando Petra fue despedida de su puesto.

—Comprendo. —Desvío mi mirada a mis apuntes— ¿Puedo hacerte una pregunta personal?

—Pregunta lo que consideres —dice con simpatía.

—¿Qué estudiaste? —cuestiono, dándole un respiro al bolígrafo, para tomar un poco de mi café.

—Estudie empresariales, una carrera que en absoluto era para mí, pero siendo la principal heredera de la empresa familiar, no me quedó otro remedio —dice con cierto odio.

—¿Entonces, cuando terminaste de estudiar, empezaste a trabajar en la empresa familiar? —interrogo para saber más de ella.

—Efectivamente —afirma con su gracia—. Me adentré un poco más en la empresa para cuando llegase mi turno supiera manejarme, además de conseguir mi propio dinero. Lo tuve fácil, la verdad —reconoce, agarrando un cigarro de su paquete de tabaco.

—Entiendo, ¿Y qué pasó con ese puesto? Porque me imagino que no continuas en él —digo, para seguir escuchando con curiosidad.

—Simplemente, lo dejé para montar un negocio mejor con mis amigas —contesta con una sonrisa.

—Supongo que todo empezó con OnlyFans ¿Cuántos seguidores teníais en la plataforma? —interrogo, preparado para seguir escribiendo.

—No sé decirte una cifra exacta, pero más de lo que deberíamos. —Vuelve a sonreír, como si hubiese ganado una batalla.

—¿No os escandalizó eso? —cuestiono sorprendido por su respuesta.

—No, porque Petra estaba detrás de todo —habla acomodada en su silla, fumando un nuevo cigarro—. Ella se encargaba de nuestro marketing, además de que nos promocionábamos en las diferentes redes sociales.

—¿Y eso es lo que os llevo a tener más seguidores? —La verdad es que me sorprende el éxito que consiguieron.

—Supongo. Es algo incierto, nunca le preguntamos a la gente y tampoco es que le prestásemos atención a eso —responde con la indiferencia que le crea—. Teníamos otras cosas que a las que darle nuestra atención.

—¿Y en esa etapa qué es lo que hacías? —Separo el bolígrafo de la hoja.

—Pues me ocupaba de establecer las ideas que realizar, resolver los problemas que surgían y sobre todo hacer contactos que nos ayudasen con nuestro contenido —enumera orgullosa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro