Lunes, 4 de abril del 2005.

Takemichi había dormido de maravilla. 

Se levantó temprano, había preparado con anticipación su uniforme para el primer día de clases en su segundo año y le había sobrado tiempo para darse una vuelta a la cocina y prepararse algo antes de partir. Usualmente suele vagar un poco o quedarse dormido, y como consecuencia, sale demasiado tarde para su disgusto, pero como en aquella oportunidad no sucedió, su satisfacción era motivo suficiente para mantenerse animado en aquella mañana de abril.

Con mochila en mano y en otra una rebanada de pan con mermelada, finalmente salió de su hogar para así tomar rumbo a la parada del bus. Apenas puso un pie en el lugar, el bus que lo llevaría directamente a su preparatoria paso a su costado, para así estacionar y abrir sus puertas, cuando se percato que habían bajado un grupo considerable, rápidamente subió.

Estaba en buena hora, y llegaría justo a tiempo para poder conversar un rato antes de que comiencen las clases.

Hoy definitivamente está de buen humor. Logro llegar sin obstáculos de por medio. Un milagro. Takemichi se permite sonreír y saludar a uno que otro de sus compañeros en el pasillo antes de ingresar a su salón correspondiente.

⎯¡Oi, Takemichi! ¡Aquí!

Entre los estudiantes dispersos en el lugar, Takemichi pudo reconocer inmediatamente la coleta castaña de Kazushi Yamagishi quien sonreía en su dirección mientras movía sus brazos exageradamente, probablemente con la intención de llamar su atención.  El castaño cuando por fin llega al lado de Takemichi, sin mucho miramientos, rodea por el hombro al rubio teñido para así abrazarlo de forma amistosa.

⎯Buenos días, Yamagishi.

⎯Buenos días, amigo, ¿Y ese milagro que llegaste temprano? ⎯comentó con un tono burlón.

Takemichi rodó los ojos divertido como respuesta inmediata, ni siquiera se molestó en contradecir lo obvio. No es el único en pensar que milagrosamente estaba ahí, y no en su cama con intentos fallidos de agilizarse para llegar al menos a la hora de descanso.

⎯Nada del otro mundo, solo decidí que este sería mi año. Eso es todo.

⎯Ajá, y yo seré el primero de la clase.

⎯Ya quisieras.

Como siempre los golpes amistosos entre los dos se llevo a cabo, y las risas siguieron hasta que una mano ajena los empujo a ambos de la cara bruscamente. Al separarse, al mismo tiempo que Yamagishi y Takemichi se quejaban, una chica de hebras anaranjadas hizo acto de presencia.

⎯Imbéciles hoy, imbéciles por siempre.  ⎯suspiro Yuzuha con una decepción fingida. Una sonrisa surco en la expresión de la chica al disfrutar de las miradas de odio y cariño del castaño y el rubio teñido respectivamente.⎯¿Me extrañaron?

⎯¡Yuzu-chan!

⎯Ya se arruinó mi día con solo verte. ⎯ Yamagishi chasqueo la lengua, mostrándose fastidiado.

⎯Lo mismo digo Yamatonto~

⎯¿¡Y sigues con ese maldito apodo!? 

⎯Los que se pelean se desean ⎯tarareo Takemichi divertido.

⎯¡Takemichi/Takemichi-kun, cállate! ⎯exclamaron al unísono ambos para así volver a dirigirse entre ellos miradas desafiantes. Demostrando fervientemente su obvia enemistad.

Takemichi simplemente alzó los brazos en son de paz, dejando que ambos sigan con lo que sea que tengan. Hace mucho el rubio teñido desistió con la idea de que tanto la pelinaranja como el castaño se volvieran amigos. Una verdadera lástima, de todos modos, ya esta acostumbrado a su energética interacción.

⎯Como sea. Ya no quiero perder el tiempo contigo, ¿Me prestas por un momento a Takemichi-kun? ⎯Yuzuha aún con el ceño fruncido, señaló con su pulgar al mencionado a su costado.

⎯Ni que fuera su niñera, es todo tuyo.

⎯¡Oi! 

⎯Te espero adentro Takemichi ⎯ El tono del castaño al dirigirse al rubio teñido se suavizo un poco, y sin siquiera regresarle la mirada a la chica ingresa al salón tras de ellos.

Luego de un breve silencio la pelinaranja inmediatamente se aleja un poco de cualquier oído ajeno no deseado, al mismo tiempo que Takemichi le seguía los pocos pasos que lograron dar para así apoyarse en la pared con los brazos cruzados y soltar un suspiro exasperado.

⎯Es un dolor en el trasero.

⎯Oh vamos Yuzu-chan, ya te dije que Yamagishi no es tan malo

⎯No me importa, solo lo tolero por ti, ¿Qué más quieres? ¿Qué bese el suelo por el que camina ese bastardo? ¡Qué se joda!

Una gota bajo de la frente de Takemichi, a pesar de mantener una amistad, hasta dónde él recuerda un aproximado de dos años, con la chica de hebras anaranjadas siente que se le está escapando algo relacionado con el tema. El rubio teñido nunca entenderá a su mejor amiga por completo.

⎯No tienes remedio Yuzu-chan ⎯comenta Takemichi haciéndose el desentendido, luego hizo un gesto con la cabeza.⎯ En fin, en cualquier momento empezaran las clases, ¿Qué querías decirme?

El ceño fruncido de la chica fue cambiado rápidamente por una sonrisa pícara. Takemichi al ver claramente este repentino cambio, decidió mentalizarse por si acaso.

⎯¿Y?

⎯¿Y, qué?

⎯¿Funcionó la carta?

Takemichi lo sabía, aún así, el evidente calor en sus mejillas debió haber sido evidencia suficiente de que lo había intentado. El chico aclaró su garganta tratando de disimular sus nervios, al mismo tiempo que la mirada curiosa de Yuzuha Shiba permanecía en su persona, casi al asecho.

⎯Pues, quizás...

⎯¿Quizás..?

El chico murmuró una respuesta mientras desviaba la mirada. Yuzuha sin haberlo escuchado, hizo un puchero.

⎯No te escuché, ¿Qué dijiste?

Nuevamente el rubio teñido volvió a murmurar, y una vena se marco en la frente de la chica. Levantó el puño con la clara amenaza de golpearlo. Y en ese instante, Takemichi sin verse alterado por la reacción de la contraria, se tomó unos instantes para repetir sus palabras por tercera vez.

⎯Tenías razón. Escribir mis sentimientos por Mikey-kun me ayudó bastante.

⎯No tienes que agradecerme Takemichi-kun, para eso estoy ⎯habló cantarina, regocijándose por tener, como siempre, la razón.

Takemichi soltó una risa irónica, quitándole importancia lo dicho con anterioridad. Y antes de que pudieran seguir hablando la campana sonó, una clara señal de que debían separarse por el momento para ir a sus respectivas clases.

Después de haber quedado para el descanso como es lo habitual, Takemichi se apresuró por entrar al salón antes que el profesor a cargo de la primera hora entrara antes que él y termine quedándose afuera. Apenas ingreso al salón pudo visualizar a Yamagishi al final de una de las cuatro filas de asientos, en la esquina del aula de clase, haciéndole señas para que se acercara al lugar vacío frente a él. Con una sonrisa y sintiéndose agradecido de que su amigo le haya apartado un lugar, se acerco de inmediato, de igual forma encontrándose con el resto de sus amigos.

Rápidamente con un choque de puños saludó a Makoto Suzuki a su derecha, a Atsushi Sendo en el asiento detrás del pelinegro y por último a Takuya Yamamoto quien se ubicó en el último asiento al lado dónde se posicionó Yamagishi cómodamente recostado de la pared. Casi formando un círculo entre ellos, y finalmente acomodándose en su lugar al frente de Yamagishi y al costado de Atsushi, comenzaron a conversar y bromear entre sí.

Luego de un rato llegó el profesor logrando que el bullicio que antes habitaba en el lugar se redujera a silencio.

Takemichi chasqueo la lengua al darse cuenta que volvería a tener clase con el insoportable profesor de inglés que le había hecho la materia imposible el año pasado, resignado saco su libreta, preparado para lo que sea que le venga. Aquel idiota no le arruinaría el día.

⎯Antes de comenzar la clase, un nuevo estudiante se unirá a su grupo este segundo período. Denle su respectiva bienvenida.

El aula se lleno de murmullos, varios de ellos preguntándose porqué a estas alturas del trimestre dejarían entrar a un estudiante nuevo. El hombre mayor, con varios años encima, le hizo un gesto a alguien desde la puerta dándole permiso para que pudiera ingresar. 

Justo en ese preciso momento, y con varias miradas curiosas encima, un chico de estatura media, mirada verdosa y de piel pálida apareció ante ellos. Cuando quedó en pie frente a la clase, para sorpresa de Takemichi, su mirada azulada y la del contrario se cruzaron por unos breves instantes. El chico nuevo fue el primero en romper aquel extraño contacto entre ellos, y su expresión se mostró sereno.

⎯Chifuyu Matsuno, un placer conocerlos a todos. ⎯el chico llamado Chifuyu sonrió ampliamente apenas terminó de presentarse. 

Takemichi estaba seguro que escuchó uno que otro suspiro encantando de sus compañeras.

⎯Matsuno, siéntate en el asiento libre adelante de Hanagaki.

Chifuyu no se movió de inmediato al no poder ubicarlo, y Takemichi al percatarse tarde que hablaban de él, rápidamente levantó la mano para que su nuevo compañero de clase pudiera encontrarlo fácilmente. Cuando el chico de mirada verdosa lo encontró en su campo de visión, rápidamente se acercó para así sentarse sin decir absolutamente nada.

Takemichi no lo culpa, seguro debe de sentirse fuera de lugar. Típico de los nuevos.

El profesor dio por comenzado la clase, y se apresuró en escribir el tema de ese día, obviamente las palabras "verbo to be" se estaban burlando de él en silencio.

Estúpido verbo to be, pensó Takemichi con molestia y rápidamente procedió a tomar notas.

Entre las miradas de reojo a la pizarra, inevitablemente su visión se desvío al chico nuevo frente de él, después de verlo de cerca por un rato pudo darse cuenta fácilmente del pircing de plata en su oreja izquierda que brillaba en pocas ocasiones debido a la luz del sol que daba directo desde la ventana.

El rubio teñido se sacudió disimuladamente para poder enfocarse de una buena vez a la clase, y al menos sobrevivir la primera hora de inglés.